Author: gabtorar
•11:24
Efesios 3:20: “Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros. A él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén”.

Definitivamente tenemos mucho que aprender de otros.

A veces sentimos que sabemos lo necesario, que entendemos lo suficientemente bien las cosas pero no es así.

Cuando pensamos que ya lo habíamos logrado, Dios nos sube la vara invitándonos a ir a cosas mayores en Él

Las posibilidades con Dios son claramente ilimitadas.

Él pude hacer de un momento a otro, lo que nosotros ni siquiera sospechábamos.

Dios tiene la facultad (y a menudo la usa) de hacer cosas extraordinarias. Cosas que nos dejan boquiabiertos, descolocados.

Justo cuando pensamos que estamos logrando algo en Él, nos levanta sorpresivamente la vara y muestra que estamos recién empezando.

Cada día empezamos en Él. La fe es realmente una aventura.

Muchas personas creen que la vida cristiana es plana, pareja o aburrida, pero eso está bien lejos de la realidad.

Cuando uno camina de la mano de un Dios que sobrepasa todo, uno no deja de sorprenderse, de maravillarse.

Y en el compromiso con Él, esto es igualmente cierto.

Uno cree que está comprometido con Dios HASTA que echa un vistazo al lado y ve el compromiso que OTROS TIENEN con ÉL.

Dios no nos ha llamado a una carrera de competencias pero ¿quién puede negar que unos a otros nos estimulamos a hacer las cosas mejores?

La sana competencia es buena porque saca ese potencial que desconocíamos.

Pero en asuntos de compromiso espiritual esto es todavía más serio.

Los cristianos nos jactamos de conocer al Dios verdadero, de contar con su Ayuda y Respaldo. Pero ¿vivimos como si estoy fuera cierto?

He observado que mucha gente está más comprometida con sectas (que diseminan el error) que los cristianos con la verdad.

Cuando uno mira a esos grupos que denominamos “cultos”, y vemos que están dispuestos a hacer tanto por lo que creen, no puedo dejar de pensar que débil compromiso tenemos nosotros con Dios y Su verdad en contraste con esas personas.

Cuando miro a los países musulmanes, por ejemplo, que son estrictos en el seguimiento y observación de su religión y culto, pienso en cuan diluido ha llegado a ser nuestro cristianismo.

Hablo de personas que decimos tener al Dios Todopoderoso de nuestro lado, pero que vivimos esclavos del miedo, como si lo anterior no fuera cierto, como si Dios no estuviera de nuestro lado.

Decimos contar con la ayuda de “Aquel que todo lo puede” y siempre estamos pensamos que no lo lograremos.

Que mal estamos si pensamos así.

Nos estamos perdiendo la perspectiva de quienes somos en Cristo y de Aquel a quien tenemos como aliado.

Pienso que es preciso replantearnos cosas vitales de nuestra fe, como preguntarnos si estamos o no entendiendo las escrituras y si seriamente creemos que ellas son la verdad de Dios.

Hay que corregir el punto inicial para asegurarnos que llegaremos al destino correcto.

De otra manera, no veo cómo podríamos llegar a nuestro destino final.

Es vergonzoso (a título personal) reconocer que los apóstoles hicieron con mucho menos (de lo que nosotros tenemos hoy), mucho más. ¿No te parece?
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