Author: gabtorar
•5:58
1 corintios 16:9 “porque se me ha abierto puerta grande y eficaz y muchos son los adversarios”

La historia del pueblo de Dios es una historia de lucha. Si miramos el AT hallaremos variados testimonios de enfrentamientos que debió encarar el pueblo de Israel para poseer la tierra que Dios le entregaba. En ese tiempo ellos luchaban con armas, pero Dios clarificó para este tiempo final que “las armas de nuestra milicia no son carnales”, que “no es con ejército, ni con fuerza sino con Su Espíritu” que venceremos.

Hemos definido ya que por medio de la predicación del evangelio Dios llega a ser conocido en este mundo y eso es algo que el maligno y sus huestes no están dispuestos a permitir.

Vemos que aquellos que han determinado predicar el evangelio de Dios han encarado la furia del enemigo, la cual se ha traducido en persecuciones y sufrimientos que han padecido los hijos del Señor.

Es que predicar la verdad en este mundo de mentira desata la ira del padre de mentira contra quienes se atreven a desafiarle.

Pablo no es la excepción. Aquí nos participa como Dios le abrió puerta (para predicar, enseñar, testificar del Señor), y no es cualquier clase de puerta, esta es grande, es eficaz, pero muchos son lo que se oponen a esta tarea.

Cada vez que tú determines avanzar hacia Cristo enfrentarás oposición. Los poderes invisibles de la maldad se moverán contra tí intentado persuadirte de no continuar.

Muchos han sido intimidados de tal manera que desistieron de avanzar y se detuvieron espiritualmente. Hoy ya no son molestados, pero ellos tampoco representan ninguna molestia al enemigo y por ende, no son de utilidad para el Señor y Su Causa.

Cuando el enemigo ve que Dios abre puertas para ti, se mueve en contra tuyo. ¿La idea? Intimidarte, detenerte, neutralizarte.

Dios nos ha estado diciendo que abrirá una puerta para nosotros, que derramará ese vino, que llenará nuestras copas con Su Espíritu.

David decía “unges mi cabeza con aceite, mi copa está rebosando” ¿entiendes lo que eso significa, el privilegio de recibir tal favor de parte del Señor?

Podemos esperar que al ser favorecidos por Él de este modo, el enemigo se levante molesto por nuestra “túnica de colores”. Vendrá en oponiéndose intimidando. Planeará ataques buscando destruir nuestra fe en Cristo., buscando detenernos.

Yo estoy enfrentando la furia del enemigo. Este utiliza a cualquiera que esté dispuesto a serle útil: extraños o cercanos a uno. Así que los adversarios se pueden levantar de cualquier parte pero duele mucho más cuando estos vienen de entre los cercanos.

El mismo David en Salmos 55:12-14 se lamentaba que la traición, vino de un “al parecer intimo mio, mi guía y mi familiar”.

Pablo fue traicionado aun por hermanos: “Demas me ha desamparado amando este mundo” (2 Tim 4:10)

Estos hombres enfrentaron la ira del maligno a causa de lo que hacían para Dios, a causa de tener puertas abiertas.

Su mayor virtud fue perseverar en fe, creyendo a Dios, aferrándose a sus promesas y avanzando a pesar de las dificultades.

De esto se trata todo, debemos avanzar. Lo que Dios ha mostrado como parte de Su Voluntad debe ser hecho. Necesitaremo fe oara creer que Dios obrará en algún momento del camino, que no nos entragará en manos de nuestros adversarios.

Por otra parte, es en medio de esta ferrea oposición del diablo que Dios hace grandes manifestaciones de Poder y de su salvación.

Con voluntad firme y determinación veremos la gloria de Dios. No te dejes intimidar.
Author: gabtorar
•6:25
Proverbios 14:23 “En toda labor hay fruto más las vanas palabras de los labios empobrecen”

Es interesante notar que mientras más caminamos por los senderos del Señor vamos descubriendo Su manera ver y hacer las cosas, que la mayoria de las veces dista mucho de la nuestra.

Hay conceptos entre el pueblo de Dios que resultan ser hasta contraproducentes para nosotros porque los mal interpretamos.

Nuestro texto hoy nos presenta un asunto muy serio, respecto al “quehacer” en la vida cristiana.

Muy comúnmente deeamos que Dios haga cosas para nosotros, para su obra. Y como sabemos que ÉL es Omnisciente y Omnipotente, nos sentamos a esperar que “Dios haga TODO”.

En otros casos el pensamiento es: “Él es Dios y si El quiere, me concederá tal cosa”. Y aunque eso es cierto, hay un peligro detrás de esa idea porque puede convertirse en una media verdad de la cual nos debemos cuidar.

Dios desde el principio ha involucardo al hombre en Sus propósitos, en sus planes. Desde el Génesis otorgó a Adán la facultad de producir, de trabajar para Él.

Es así como vemos en la Palabra de Dios que le encomendó a Adán nombrar a los animales, por ejemplo. O labrar el huerto.

Es que Dios sabe que las cosas no pasan por sí solas, se requiere intervención, se requiere trabajo para que haya fruto, y los cristianos hemos malentendido la fe, creyendo que tener fe significa sentarse a esprar que Dios lo haga todo ¡¡Craso error!!

Cristo dió el puntapié de un choque entre 2 reinos: el de las tinieblas y el de la luz. Él comenzó lgo pero encomendó a los discípulos continuar la obra, y ellos viendo el ejemplo de Jesús trabajaron arduamente en esta tarea.

Hoy día somos más dados a tener buenas intenciones que a trabajar para transformar esas buenas intenciones en cosas concretas y que puedan trar fruto.

Dice también la escritura “el labrador para participar del fruto DEBE trabajar PRIMERO”.

Así que el concepto de trabajar para obtener fruto atraviesa toda la escritura, porque esa es derechamente la voluntad de Dios.

Debemos dejar la flojera espiritual, debemos sacudirnos del polvo que produce la inactividad y levantarnos del sueño, porque Jesus dijo “que nuestra redención estaba cercana”.

Necesitamos comprender que para que haya fruto debe haber trabajo, y si queremos ver ciertos resultados en Dios tendremos que esforzarnos por ellos y disponernos a pagar un precio.

Dios podría hacerlo todo solo pero SU plan es hacernos socios suyos, colaboradores de esta santa causa de redimir las almas.

Cristo vino, pagó el precio, murió, resucitó, equipó a la iglesia y le encomendó hacer la siguiente parte de la tarea: predicar con palabras y con obras.

En toda labor, en todo trabajo habrá alguna clase de fruto. Pero si nos sentamos a solamente hablar, las cosa seguirán igual.

Alguien una vez dijo: “lo que la iglesia necesita es “ORACCIÓN”.

Yo estoy de acuerdo y me atrevo a decir que Dios también.

Trabajemos mientras que el día lo permite. Cuando es de noche poco se puede hacer, haciendo obras dignas de nuestra condición de hijos de Dios, dignas de arrepentimiento, para que el Señor no tenga que reprendernos por nuestra tibieza y falta de celo.

Dios no es flojo. Jesús testificó que “hasta ahora el Padre trabaja” (y Él Hijo también) ¿No crees que deberíamos hacer lo mismo?
Author: gabtorar
•5:51
Mateo 8:2 “y he aqui vino un leproso y se pòstró ante Él diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme”

Gracias a Dios el tema de la lepra no tiene mucho que ver con nuestra realidad social.

En nuestros paises no se encuentra casos de gente que padezca de esta enfermedad. Y que bueno que asi sea.

Los leprosos estaban restringidos en el tiempo de Jesús. No se les permitia acceder a todos los sitios a los que el resto del pueblo si tenía aceso. Esto a causa de su condición.

Asimismo la lepra podía atribuirse como una condición de desfavor de parte de Dios. La lepra era sinónimo de pecado, mas bien de juicio de Dios sobre esa vida pecadora y por tanto, los leprosos no tenían muchas posibilidades.

Me imagino cuántas veces los leprosos habrian rogado a Dios se apiadara de su triste condición de vida, asi como nosotros rogamos al Señor que nos ayude en esa materias que tanto nos complican la existencia. Y siendo bien honesto, el leproso no tenía vuelta.

Pero un buen día Jesús venía de descender del monte y se le aproximó un leproso.

Este hombre rompió todas la barreras convencionales y seguramente habiendo oido de las maravillas realizadas por Jesús, se postró ante Él y humillado desde tierra rogó: “si quieres puedes limpiarme”.

Este leproso sabía que no era cuestión de capacidad de parte de Jesús, sino de voluntad. Nadie podría poner en duda el gran poder que había en Jesús para sanar toda clase de enfermedades incluyendo la lepra. Si Él podia levantar muertos ¿qué tan grande desafío podía representar la lepra?

Sin embargo, este hombre que seguramente no tenia un gran conocimiento teológico, entendió un principio que a nosotros nos cuesta la vida entender: la soberanía de Dios.

El porqué Dios sana a uno y no a otro es un asunto que a muchos les ha quitado el sueño por años.

Que Dios determine ayudar a uno en el instante y tomarse su tiempo para ayudar a otro, es algo que nos turba a veces.

Por ello es importantísimo llegar, sino a comprender, al menos a aceptar de buena forma la soberanía con que Dios interviene en los asuntos de los hombres.

El leproso entendió algo fundamental: “Él puede sanarme, pero no está obligado a hacerlo”.

El leproso dejó esta decisión en las manos correctas, en las manos de quien realmente debía estar, el Señor, y el Señor decidió que era su voluntad sacarle de ese miserable estilo de vida y lo sanó.

Bastó un par de palabras (“quiero, se limpio”) para cambiar años de triste existencia, de rechazo, de no tener más expectativa que sobrevivir, y llevar a este hombre a una clase de vida donde todo era posible ahora.

Asi de rápido Dios podría cambiar nuestras circunstancias hoy día. La cuestión no es poner en duda su capacidad para hacerlo, sino de entender como esto encaja con el plan perfecto que Dios trazó para nuestras vidas.

Que Dios puede cambiar nuestras vdas no es algo que podamos poner en duda, que quiera hacerlo como nosotros deseariamos es un tema muy debatible. Pero hay algo más.

Si Cristo no hubiera deseado “limpiar” a ese leproso, estoy seguro que al menos no hubiera negado darle “las fuerzas” para vivir el día a día y poder llegar a la meta de todas formas.

Quiera el Señor decir a esa angustiada petición tuya: “Quiero”, pero aun si guardara silencio no es porque no nos haya escuchado, simplemente tiene un mejor plan en mente y nos dará las fuerzas para llegar a la meta de todas formas. Eso no lo debemos dudar.
Author: gabtorar
•9:33
1 Juan 1:5b "...Dios es luz y no hay ningunas tinieblas en Él"

La escritura enseña que Dios es luz.

Es una maravilla contar con la bendición de tener a este Dios de luz, especialmente cuando vemos que el mundo se oscurece cada vez más por causa de las tinieblas.

Las tinieblas representan la maldad, lo oculto. Aquello que uno hace a escondidas porque es prohibido o censurado.

Curiosamente nos escondemos para hacer lo que sabemos no cuenta con la aprobación de Dios o la sociedad. Es cierto que el pudor es algo que se ha perdido, pero aun quedan algo de moral en las personas.

Tristemente la inmoralidad ha cundido como hongos en la humedad y cada vez los estándares son más bajos.

Hoy aceptamos como normal aquello por lo que hace 10 años nos hubiéramos ruborizado.
En nombre del progreso hemos hecho vista gorda de los valores de Dios y hemos instaurado nuestra propia escala "torcida" de valores.

Valores humanistas por cierto, que no tienen en cuenta al Señor.

No olvidemos que es el humanisno el que encuentra atroz la idea de que un Dios de amor pudiera condenar a los malos a un infierno de fuego.

Ese mismo humanista que piensa lo anterior, permite el aborto, y se convierte asimismo en un pequeño dios teniendo facultad de juzgar sobre la vida o muerte de una criatura indefensa.

Fue Jesús quien dijo: "si la luz que hay en ustedes es tinieblas, (¡imagínense!) cuántas más no serán las mismas tinieblas"

Necesitamios la luz del Señor para iluminar el sendero por el que caminamos. Que a nosotros nos parezcan normales ciertas cosas no significa que lo sean y en un mundo donde la mayoria no ve mucho a causa de las tinieblas, la luz de Dios se vuelve imprescindible, si queremos andar libres de tropiezos.
Author: gabtorar
•6:31
Apocalipsis 2:5a “Recuerda, por tanto, de donde has caido…”

Está más que claro que el deseo del Señor es llevarnos a arriba De hecho Cristo descendió del cielo para poder mostrarnos el camino (Él es ese camino) hacia arriba, de vuelta a la comunión perdida con el Padre.

Así que justificadamente podemos afirmar que la voluntad del Señor es llevarnos hacia arriba a esas moradas que Él fue a preparar para que los que estan en la tierra con Él puedan estar también junto a Él en el cielo.

Por tanto, la caída en la vida cristiana es siempre un problema.

La única “caida aceptable” para el Señor es cuando caemos en reverencia ante Su Majestad y nos postramos para adorarle.

Cualquier otra forma de caida no es aceptable ni conveniente, porque si bien caer no cuesta nada, levantarse de las caídas es bien complicados a veces, no sólo por el mero hecho de caer, sino por las heridas que quedan producto de tales caidas.

Hay marcas que no se borran. Quedan como cicatrices y nos recuerdan episodios tristes y a veces vergonzosos de los cuales nunca quisiéramos tener memoria.

Gracias damos a Dios que perdona nuestros errores (cuando hay verdadero arrepentimiento, claro está), pero Él no borra las consecuencias de tales errores y nos manda “hacernos cargo” de ellos.

Ahora bien, hay caidas estrepitosas y que vienen producto de algún evento inesperado del camino, pero creo que la mayoría de las caidas son anticipadas por el Señor. Me refiero a que Dios nos avisa, nos da la señal de alerta con la intenión de que no tropecemos, que evitemos el golpe y subsecuente dolor que este acarreará.

Lamentablemente, muchas veces no estamos lo suficientemente apercibidos o sensibles a las señales de Dios y caemos y llevamos el daño.

La misma escritura enseña que Dios usa ministros suyos para hablarnos a tiempo y aun fuera de tiempo. Dios no se deja sin testimonio, ¡¡Él es muy fiel!!

El Señor en nuestra porción de la escritura dice “recuerda de dónde has caido”

Para poder volver al lugar donde estábamos antes de caer necesitamos hacer un alto en el camino y mirar un momento atrás.

Dios sin lugar a dudas desea que evaluemos la manera en que estamos viviendo nuestro cristianismo y que hagamos los cambios necesarios de modo que nuestro andar con Él sea seguro y estable.

El Señor es bondadoso y muy paciente. Dice que “Su benignidad nos guia al arrepentimiento” y el arrepentimiento es la llave que abre las puertas de la salvación.

Si está caminando con Cristo hacia adelante y arriba, sólo te animo a que continues en esa senda.

Pero si llegas a encontrar que te has estado deteniendo y que tu devoción por el Señor (por las razones que sean) ha mermado en vez de aumentar, entonces te invito fraternalmente a que examines tu vida y puedas hacer memoria para recordar de dónde has caido, en que momento de tu caminar dejaste anbandonados el celo y la devoción por el Señor y Su obra.

Todo el propósito de Dios es llevarnos arriba y caer no contribuye para nada a ese Santo plan.

Nuestra redención está cada vez más cerca. No nos descuidemos ahora que el rapto es una realidad inminente.
Author: gabtorar
•7:05
1 Pedro 4:19 “De modo que los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel creador y hagan el bien”

La voluntad de Dios ¡Qué gran tema para compartir! ¡Cuántos libros se han escrito tratando el asunto!

El pensamiento típico es: “si yo supiera cuál es la voluntad de Dios para mi, todo sería más fácil”. ¡Qué gran equivocación!

Me he dado cuenta que lo más dificil del camino no está en llegar a conocer la voluntad de Dios. Esta, de alguna forma nos es revelada.

El verdadero problema comienza una vez que la conocemos.

Digo esto considerando el versículo anterior.

Muchas veces las voluntad de Dios es precisamente lo que queríamos y todo bien. Es maravilloso y alentador cuando Dios nos concede las peticiones del corazón.

Pero hay ocasiones en que Su Voluntad nos lleva por caminos que no hubiéramos deseado transitar. Es en estos casos cuando este versículo cobra mayor valor.

Cuando pacedecemos sale lo que verdaderamente tenemos dentro.

Los padecimientos sacan a flote cosas que no pensábamos que estaban hundidas en el alma. Por esa razón el Señor nos conmina a encomendar nuestras almas al fiel creador y pone de manifiesto una cualidad que a nadie más que a Dios se le podría adjudicar con mayor propiedad: la fidelidad.

El Fiel Creador guarda nuestras almas si las encomendamos a Él.

No es extraño que al padecer afloren en nosotros sentimientos pensamientos y por supuesto la tentación, de hacer lo malo.

Es tan asertivo de la palabra que nos exhorte aquí a “hacer el bien”.

¡Cuán tentados somos a lo malo cuando padecemos! Especialmente en los casos en que nuestro padecimiento nos lleva a sentirnos impotentes o a pensar que las cosas que nos están aconteciendo “son injustas”.

Esto sin lugar a dudas es lo que el maligno desea impregnar en nosotros con la finalidad de atribuir despropósitos a la obra de Dios.

La idea del enemigo es llevarnos a cuestionar la Soberanía para actuar sobre nuestras vidas por medio de tales circunstancias.

Ejemplo de ello son los padecientos de Job de los cuales el varón de Dios salió invicto porque no atribuyó a Dios despropósito alguno en todo lo que permitió.

El enemigo buscará la manera de hacernos cuestionar a Dios y rebelarnos contra lo que nos pasa.

Es bueno que Dios nos recuerde que si padecemos según Su voluntad debemos encomendar nuestras almas a Él y hacer el bien.

El fiel creador sabe lo que es mejor para nosotros y Él puede hacer que las peores circunstancias, aún los padecimientos, se tranformen en las mayores bendiciones de nuestras vidas.
Author: gabtorar
•4:10
Salmo 23:2 “En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará”

¡¡Es tan alentador encontrarnos en la escritura con porciones como esta que revelan la buena voluntad y preocupación de Dios para sus ovejas!!

Especialmente en un mundo marcado por la convulsión de ritmos que no dejan lugar al descanso, versículos como este se transforman en un verdadero oasís para el alma cansada.

El hecho de estar comenzando recien el año tiene un efecto psicológico interesante. Por alguna razón uno se siente renovado.

Quizá no haya todavía salido a vacacionar ni gozado del tiempo de descanso legal que los trabajadores tienen como derecho (¡gracias a Dios por esa derecho!), pero estar en un nuevo año nos transporta a un nuevo escenario y juntamente con ello, nacen nuevan fuerzas.

Sin embargo, a contar de marzo (para quienes leen desde el extranjero, Marzo es un mes temido por los chilenos) empieza la avalancha de compromisos y tareas “a toda máquina” y es entonces cuando el descanso se convierte en la posesión más anhelada.

Nuestro buen Dios, que nunca nos abandona, nos ofrece en su palabra esta bendita oportunidad en cualquier época del año.

Este conocido salmo del pastor, deja entrever el plan que Dios tiene para nosotros su ovejas.

Dios ha planeado que podamos descansar.

En medio de todo el ajetreo y afanes que inevitablemente se agolpan en la vida de las personas, nuestro buen pastor nos recuerda que Él ya ha provisto un lugar especial, ya ha hecho los arreglos para que podamos decansar.

¿Qué clase de lugar es ese?

Pues bien, tratándose de ovejas creo que no podría haber un mejor lugar que “delicados pastos”.

Dios siempre conoce tanto lo que nos gusta como lo que nos conviene, y mejor aún ¡¡sabe cómo, dónde y cuándo darnoslo!!

Jesucristo, el buen pastor, el mismo que dió la vida por las ovejas, no sólo nos promete que nada nos faltará, sino también nos nuestra que en su perfecto plan hay espacio suficiente para gozar de delicados pastos, para comer y poder descansar.

Por su parte, el agua tiene un efecto tranquilizador. No sólo es crucial para el hombre por la necesidad que nuestro organismo tiene de este vital elemento, sino que además produce en nosotros un efecto relajador.

Sentir y ver correr el agua, es una excelente terapia para el alma agobiada. Yel Señor posee la mejor agua del universo.

Su voluntad para nosotros incluye que bebamos de su agua viva y además que esa agua viva, así como un rio, fluya constantemente dentro de nosotros.

Cuando los meses de convulsión te estén alcanzando recuérdale a tu alma que el Señor ha provisto delicados pastos para el hambriento y aguas de reposo para los sedientos.

Alguna vez Él alimento las multitudes de manera milagrosa y nos maravillamos, hoy Él sigue deseando dar de comer al hambriento y beber al sediento porque Su corazón compasivo no ha cambiado y todavía tiene el poder de hacer milagros para quienes lo pueden creer. ¿Puedes creerlo?

Todavía al mirar las multitudes las ve como ovejas que no tienen pastor.

Ven al buen pastor de las almas, a Jesucristo el Señor y come y bebe porque largo camino te resta.