Author: gabtorar
•5:14
Juan 19:18 “y allí le crucificaron, y con él a otros dos, uno a cada lado, y Jesús en medio”

Prácticamente todo el mundo conoce este relato que habla de la crucifixión de Cristo.

Sabemos que Él murió en medio de dos malhechores, que su muerte fue la crucifixión, que murió por los pecados de la humanidad que con ese sacrificio demostró su gran amor por los hombres de todas las edades.

Que con ese sacrifico abrió la puerta para que todo el que invoque el nombre del Señor pueda ser salvo por medio de Él.

Quizás no seamos expertos en Cristología, pero estoy seguro que sabemos lo suficiente como para poder entender lo siguiente.

Cristo se ha dado a conocer por muchos medios. El apóstol pablo hablaba de algunos que predicaban a Cristo incluso por contienda pero se alegraba que de todos modos Cristo fuera predicado.

En este tiempo los medios de comunicación masivos han ayudado bastante en la tarea de universal el conocimiento de Cristo.

Especialmente gracias a lo que llamamos semana santa, tiempo en que se transmiten programas especiales (los que, dicho sea de paso, cada vez son menos) haciendo alusión a la obra que Cristo realizara en la cruz, en favor de toda la humanidad.

Pero hay algo intrínseco en este versículo que deseo resaltar, y tiene que ver con la centralidad de Cristo.

El Señor fue crucificado en medio, lo que me lleva a preguntarme ¿Es Cristo central en nuestras vidas?

La historia misma está dividida por el nacimiento de Cristo, lo que da a Cristo un lugar central en la historia.

Como leemos, Él fue crucificado en medio de estos hombres, lo que le da un lugar central en la redención de los pecados de la humanidad.

Pero de nuevo ¿Es el Señor Jesucristo central en mí?

En el misterio de la trinidad Jesús ocupa el lugar del medio. Cuando pronunciamos alguna bendición lo hacemos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y otra vez Jesús, el Hijo, es figura central
¿Es Jesús central para ti?

De acuerdo a lo que podemos aprender de la escritura, Jesús es Dios hombre, él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.

Jesús dijo “el que me ha visto a mí, ha visto al Padre”.

En Jesús “habita toda plenitud”. Todas las cosas en Él subsisten.

¿Te das cuenta del rol central que ocupa Cristo en la escritura y en la economía de Dios?

Por ello considero más que oportuno reflexionar sobre Su centralidad en nuestro vivir. Si Cristo es tan importante en todo y para todo, ¿puede no serlo para nosotros?

Con toda esa referencia ¿Podemos darnos el lujo de dar a Cristo un lugar que no sea central en nuestro corazón, tiempo, y hogar?

Yo pienso que no. ¿Qué piensas tú?
Author: gabtorar
•8:16
Lucas 18:18 “un hombre principal, le preguntó diciendo: maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?

De acuerdo a algunos estudiosos de las escrituras, nunca el estado espiritual de Jerusalén fue peor que en los días de Jesús.

El Señor debió enfrentar la férrea oposición de aquellos que representaban la cúpula religiosa de su tiempo.

El estado del templo era deplorable considerando que el Señor mismo debió echar a los vendedores que había en el lugar recordando el propósito de este de ser casa de oración y no cueva de ladrones.

Políticamente hablando, sufrían una fuerte opresión financiera por parte de roma. En realidad los días eran malos para los judíos.

Pero con todo ese adverso panorama encima, a la luz de lo que podemos leer, había al menos la inquietud por la vida eterna.

Este hombre principal se acercó a preguntarle al Maestro por este tema. Hay que reconocer que uno siente al menos la curiosidad por preguntar cuando se encuentra con uno que sabe sobre algo.
Jesús hablaba con una autoridad inigualable de las cosas de Dios y su reino. ¿Quién más calificado que Él? ¿Quién mejor que el hijo para hablar del Padre, de lo que Padre es y tiene?

Este hombre tenía inquietud por la vida eterna. ¿Sabes qué me sorprende de la gente de nuestro tiempo? Que no tiene tal inquietud por la vida eterna.

Me temo que, ya sea por el hecho que algunos lo dan por sentado o por mero desinterés, estamos en serio peligro cuando damos esa señal de indiferencia frente a un asunto tan crucial.
¿Cómo no nos va a importar nuestro destino eterno?

Si nos importa el lugar donde vacacionaremos, si nos preocupamos por el colegio en que nuestros hijos van a estudiar. Si nos preocupa la ropa que vamos a usar el siguiente día. Si nos preocupa obtener el permiso de circulación para nuestro vehículo, ¿cómo podemos dejar tan abandonado un asunto que requiere tanta atención?

¡¡Es una increíble e incomprensible negligencia!!

Lamento tanto que las personas en este tiempo sean tan descuidadas con esto. Me apena que las personas tengan interés para todo y no para este asunto tan relevante para sus propias vidas.

La mente del hombre contemporáneo está tan ocupada con lo pasajero, con lo temporal que ni se acuerda que esta vida es apenas una estación en el camino a la eternidad.

Tú y yo sabemos que hay cosas que uno, por más que desee, no puede hacer por otros. La vida eterna no es algo de lo cual yo pueda encargarme por ti. Es un asunto de carácter eminentemente personal.

El hombre de nuestro relato tenía una idea tan equivocada de la vida eterna, pero tener la inquietud le permitió saber qué terreno pisaba.

¿Cuántas personas de tu familia se muestran indiferentes por el asunto? No tienen ni el más mínimo interés por nada que tenga que ver con Dios.

Yo conozco personas que calman sus conciencias haciendo algunas cosas de las que nosotros consideramos como buenas, pero para Dios esas justicias son como trapos de inmundicia.

La justicia de Dios es Cristo. Jesús es el único que puede hacer algo a favor de la eternidad de nuestra alma.

Hoy más que nunca, es menester que pongamos el tema de la vida eterna en el centro de nuestro quehacer y consideremos con cuidado que el cielo, así como el infierno, fueron hechos con propósitos bien específicos.

Quienes no leen la palabra de Dios se privan así mismos de conocer información relevante para la vida eterna.

Yo no sé si todos los perritos van al cielo, pero si se por la palabra de Dios que no todo el que diga al Señor, “Señor”, entrará en ese reino.

Se compunge mi corazón cuando leo en las escrituras, que los injustos no heredarán el reino de Dios, que los abominables no entrarán allí, que los hechiceros tendrán su parte en el lago de fuego (condenación eterna), que los mentirosos no irán al cielo, que los fornicarios (esto es lo que practican el sexo fuera del matrimonio) no podrán entrar en ese reino de santidad y pureza, que los borrachos no podrán ir allí, que los asesinos, violadores, adúlteros, afeminados, estafadores, idólatras, los que se echan con varones (o mujeres), los ladrones los avaros, ni los maldicientes (si, esos que hablan garabatos por doquier) NO HEREDARÁN EL REINO DE DIOS. (ruego ver 1 Corintios 6:9-10)

Alguno dirá ¿entonces nadie va a entrar allí? Por eso es importante que el tema de la vida eterna sea prioritario, para que sepamos lo el Señor ha determinado sobre el asunto.

El único que puede hacer algo al respecto es Cristo, el Señor de la iglesia. ¿Eres parte de Su iglesia? Si no lo eres, deberías. Jesús va a regresar por ella para llevarla a Su Reino.
Piénsalo. El tiempo de su venida es cada día más cercano.

Amado lector de este devocional, con todo mi ser espero esto te haga pensar sobre la vida eterna por amor de tu alma que así sea.

Y un día quizás, me lo vas a agradecer.
Author: gabtorar
•5:57
1 Juan 2:17 “Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”

¡¡Hay tantas cosas que giran en la cabeza de las personas!!

En esta misma fecha para muchos el pensamiento predominante es en relación con el inicio de la etapa escolar y su mayor preocupación es tener lo suficiente para comprar todo lo necesario (me refiero a útiles, uniformes, colegiatura y ese tipo de cosas).

¿Es esa la vida que Dios desea que llevemos? ¿Nos creó Dios para que nos afanemos al punto de la angustia por poder cumplir con todo lo que el mundo nos exige?

La palabra del Señor nos hablaba ayer (domingo) de lo que sucedió en el huerto del Edén.

Dice que Dios expulsó de ese idílico lugar a Adán y Eva, y en esto mis amigos, es donde radica el mayor problema del hombre.

Dios lo echó de su presencia porque desobedeció y esa desobediencia le llevó a convertirse en algo que Él no creó.

La vida del hombre hoy está convertida en algo de veras muy distinto a lo que Dios planeó.

Dios nos hizo para la alabanza de su gloria y paradójicamente lo menos que Dios recibe de nosotros es alabanza o gloria.

El propósito original ha sido desvirtuado y con ello la vida entera del hombre.

Mientras que nuestra mayor preocupación es cumplir con las demandas del mundo en que vivimos, ella debería ser cumplir con las demandas de un Dios que además de ser Santo es perfecto en todos sus caminos (incluyendo sus demandas)

Deberíamos estar preocupados de hallar el modo de recuperar lo perdido en ese Huerto.

Dios, sabiendo que por nuestra cuenta era imposible lograrlo, nos abrió la puerta de regreso. Esa puerta se encarnó en la persona de Cristo, y en esta era, está representada por el ministerio de la iglesia, la casa espiritual de Dios en la tierra.

El Señor dijo que Su casa era puerta del cielo. ¡¡Piensa en lo que eso significa!! La iglesia del Señor, que es la morada de Cristo, se ha vuelto para nosotros en la oportunidad de recuperar lo que los padres perdieron por su desobediencia. ¿Y en que estamos nosotros? ¡¡En los afanes de la vida!!

Mi intención es hacernos reflexionar sobre la pertinencia de nuestras prioridades.
Jesús no espera que dejemos las cosas a la deriva, de hecho eso sería muy incorrecto, pero por supuesto que tampoco espera que por atender las cosas, lo dejemos a Él a la deriva. Te aseguro que eso es lo que ocurre principalmente.

Después que acabe el colegio, después de haber conseguido todos los honores académicos, después de haber logrado todo lo que uno puede lograr, te recuerdo que tendremos que dar cuenta a Aquel que está preparado para juzgar a los vivos y a los muertos.

El problema del hombre entones no será si logró riquezas o si fue pobre, si fue un distinguido académico o si fue un ignorante.

Lo único que va a contar ese día será si Cristo fue o no preeminente. Si Cristo fue o no el Señor en esa vida, si Cristo fue o no lo primero en esa vida, porque sólo Cristo es el camino al Reino de Dios.

El problema para Adán y Eva (y por con siguiente para sus descendientes) no era su sustento o su futuro académico. Ellos fueron expulsados de la presencia de Dios, fueron privados de esa relación privilegiada que tenían con Él y no había nada que pudieran hacer para que las cosas regresaran al punto de partida.

Dios mandó que una espada custodiara el acceso al árbol de la vida,, porque esa degeneración de la creación no podía vivir para siempre.

Cristo vino a trazar un camino de vuelta a ese reino vedado para los hijos de Adán y en la cruz pagó el precio de la deuda que nuestro pecado generaba.

Él hizo lo que ninguno de nosotros podría haber hecho, pero hay algo que Él no puede hacer por nosotros, esto es, decidir apartarnos del mal, y escoger hacer Su voluntad.

Nosotros hoy día estamos muy preocupados por hacer muchas cosas, pero no por hacer la voluntad del Señor.

Derechamente necesitamos revisar nuestras prioridades.

El colegio, el trabajo, las cuentas, la casa, todo eso es importante, pero si nos preocupan tanto las cosa temporales ¿cómo no preocuparnos por aquello que durará eternamente?

Si todo esto que ven nuestros ojos pasa, deberíamos estar enfocándonos en hacer la voluntad de Dios. Es lo único que tiene valor más allá de esta vida.
Author: gabtorar
•12:31
1 Tesalonicenses 5:17 “Orad sin cesar"

Dios ha dejado un poderoso medio para que nos comuniquemos con Él. Este medio es la oración.

Si estudiamos detenidamente la vida de Cristo, nos daremos cuenta que la oración era un aspecto fundamental de su vida, no sólo de su ministerio.

Muchas personas están de acuerdo con el hecho que se debe orar para llevar un buen ministerio adelante, pero esa no es toda la verdad. Lo cierto es que se debe arar para llevar una buena vida adelante.

Es muy difícil llevar una buena relación con Dios sin invertir en oración. Es, a su vez, muy difícil invertir en oración sin entender primero el valor que esta tiene para una abundante vida espiritual.

La escritura abunda en textos que confirman la necesidad, el valor e importancia de la oración para cualquiera que sea precie como hijo de Dios.

No obstante, son pocas las personas que han entendido esta verdad al punto de practicarla.

Lo cierto es que pocas personas oran, y son menos las que lo hacen de manera sistemática o periódica.

Habiendo tanta evidencia bíblica que llama a la oración, vale preguntarse: ¿Por qué las personas no oran?

Esta pregunta debe tener por lo menos un centenar de respuestas.

Algunos dirán que no lo hacen por razones de falta de tiempo, otros porque no saben cómo hacerlo, otros porque siente que no es necesario ya que Dios lo sabe todo.

Otros dicen que dado que Dios es Omnipotente, Él no necesita de mi oración para hacer que las cosas pasen o dejen de pasar.

Respuestas hay múltiples y nosotros podemos discutir todo lo que queramos sobre la oración pero sólo el practicarla producirá resultados.

Así mismo ocurre con la palabra de Dios, tu puedes discutir sobre ella pero sólo cuando la obedeces tienes resultados.

La oración está directamente ligada con la fe. La verdad es que la mayoría de las personas no oran porque no tienen fe, es decir, no creen en la efectividad fe la oración.

Permíteme recordarte que cuando tú haces lo que Dios mandó, tu estás mostrando fe EN Dios. Yo hago lo que Dios me pide porque creo lo que Él dice.

Jesús advirtió sobre cuál sería el estado de la fe en las personas, en los días previos a su regreso (segunda venida). Él dijo: “cuando el hijo del Hombre regrese, ¿hallará fe en la tierra?

La respuesta es NO, no hallará fe en la tierra.

Cuando Él vuelva, el corazón de los hombres estará totalmente entregado a la idolatría, hechicerías, maldades, pecados e injusticias, bajo la dirección (liderazgo) del anticristo.

Hoy más que nunca necesitamos echar mano de nuevo a la oración.

La oración es mucho más que venir a pedir algo a Dios. Ella nos enseña a ser tenaces, a confiar en Dios.

Las personas que oran consistentemente desarrollan la fe que Dios ha puesto en ellos y nos son fácilmente movidos por las circunstancias adversas, ¡¡y vaya que la vida las tiene!!

Los males que vivimos a diario no se solucionarán sólo por tomar un par de medicamentos o recurrir a alguna forma de rehabilitación, El corazón malo no se rehabilita, necesita ser sustituido por uno nuevo. Eso sólo lo da el Señor y ¡¡cómo ayuda la oración en todo ello!!

Dios quiera que entendamos que la vida abundante solo se encuentra en un camino y ese camino es en comunión con el Señor por medio de la oración.
Author: gabtorar
•12:34
Efesios 4:11-12 "y él mismo constituyó a unos, apóstoles, a otros profetas, a otros, evangelistas, a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo"

El objetivo de la iglesia debería ser edificar en lugar de entretener.

Me temo que hemos llegado al triste (aunque anunciado día) en que las prioridades de la iglesia serían cambiadas, y llamaríamos malo a lo bueno y bueno lo malo.

Desde su mismo origen, las bases de la iglesia y de sus correspondientes ministerios fueron establecidos por la cabeza de esta, que es Cristo.

Con bastante precisión el Señor se refirió a cuál debería ser el rol de los ministerios de las congregaciones cristianas: “edificar al cuerpo de Cristo”.

La idea es llevarlo por medio de cada ministerio, a la estatura de Cristo, a la madurez espiritual.

Pero las cosas han cambiado (para pesar nuestro) y debemos ser capaces de reconocer que muchas iglesias (entiéndase asambleas cristianas) hoy no están sirviendo el propósito de Cristo, y por tanto no están sirviendo al Reino de Dios.

En muchísimos lugares todo está diseñado para el gusto de las personas que asisten.

El programa a seguir, la manera de proceder, la longitud del servicio, aun el mensaje, todo gira en torno al personaje equivocado, esto es el hombre.

La iglesia es la esposa de Cristo. Una esposa debería ser capaz de reflejar a su marido y viceversa. Pero lamentablemente las cosas no son como deberían ser en muchos lugares hoy día.

Con demasiada frecuencia me entero de personas que se quejan porque los lugares a los que asisten no representan para nada la iglesia descrita en la palabra de Dios.

Más bien los templos se han convertido en lugares de entretención para las personas, en vez de casas de oración y puertas al cielo, como era el plan original.

Recuerdo que Cristo mismo entró en el templo en sus días para purificarlo, para poner las cosas en su lugar, y devolver al templo la “dignidad perdida”

Hoy (como entonces) la gran mayoría no veía lo malo que pasaba en el templo. Ellos vivían su vida, seguían adelante con sus cosas.

Se necesitó de uno que mirara con los ojos de Dios para purgar las conciencias y traer de vuelta el orden y el propósito.

Pienso que hoy Dios está buscando corazones que anhelen una realidad en cuanto a lo espiritual.

Los hombres no tenemos problemas con la religión, el problema de los hombres comienza cuando Cristo unetenta establcee sSu reino dentro de ello en sus corazones.

Muchos no tienen el mínimo de discernimiento que se necesita para comprender que sus actos aunque religiosos, no sirven en lo más mínimo a la glorificación de Dios.

De muestra quisiera dar un ejemplo.
¿Cuántas personas se afanan por bautizar a sus hijos pequeños? Me refiero a bebés de meses de vida.

Sabemos que la razón que esgrimen para hacerlo es el pecado original.

Ignoran estas personas que Cristo con mucha claridad dijo (aún mucho después del "pecado original") que el reino de los cielos pertenecía a los niños. Que había que dejarlos venir a Él.

El bautismo para arrepentimiento era una práctica de adultos no de niños. Pero bien podemos pensar que las personas actúan por ignorancia, sin maldad.

No obstante, y aunque debe haber excepciones (personalmente no conozco ninguna, pero debe haberlas) esos tan necesarios bautizos de bebés siempre acaban con personas pasadas de copas.

En la mayoría de ellos lo menos importante termina siendo el bebé bautizado. Lo que se vuelve central es la comida, y posterior fiesta.

¿Qué están celebrando? No lo sé. Pero lo que sea, el celebrado (bebé) no tiene ninguna participación. A esa altura del partido normalmente duerme, y mal, a causa de la música, del ruido, del humo de cigarrillos, y de los gritos de los asistentes.

Ese acto puede ser muy religioso pero no tiene ningún valor espiritual.

¿Podría complacerse el Señor en algo como eso, que empieza con motivos supuestamente espirituales y termina siendo una gran ocasión para el desenfreno la borrachera y otros pecados que Dios condena?

Si lo puedes notar, lo que distorsiona el asunto, es el tema de la entretención, algo supuestamente espiritual termina siendo usado como una ocasión para entretenerse.

ESO ha hecho mucho daño a la obra de Dios.

Este afán por la diversión ha hecho que cosas serias y valiosas se vuelvan vanas y pierdan su real sentido.

No creo que haya nada de malo en el hecho de sentirse bien en la congregación siempre y cuando eso sea el resultado de vivir bien, y no que el programa de la iglesia tenga por objeto entretener a las personas.

Cristo nunca se dedicó a entretener a nadie. El no perdió su tiempo en esto porque sabía muy bien que las personas no necesitaban distracción sino una poderosa verdad, que les pudiera dar liberación.

¡¡Esa es nuestra más grande necesidad!!
Author: gabtorar
•11:45
Juan 16:8 “Y cuando Él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio”

La realidad que Dios está muy por sobre nosotros es más abrumadora de lo que uno ligeramente puede pensar.

Para algunas personas el hecho de creer en Dios es el gran escollo de sus vidas. Sinceramente no saben si existe o no un “Dios”.

Para otras personas, lo es el hecho que creyendo, Dios parece no tener intención alguna de responder a sus oraciones, porque aunque piden no reciben.

Pero yo siento que es necesario ser más claros en este sentido y me refiero al tema del porqué Dios podría no responder a quienes le buscan en oración.

Verdaderamente es ese hecho que me lleva a pensar cuan popular y a la vez ajeno es el concepto de Dios para nosotros sus creaturas.

La mayoría no tiene problemas en asumir que existe un Dios todopoderoso.

Muchos lo entienden sin dificultad, pero esto no es garantía que entienden la naturaleza de ese Dios.

Ahí es donde radican nuestros problemas más profundos de relación con Él.

La gran mayoría entiende (piensa, cree) que Dios “se debe” a ellos.

Que de alguna manera Él “tiene” que responderles, tiene que estar ahí cada vez que le necesitan, aunque desde luego, ellos mismos “rara vez” están ahí para responder a las demandas de Dios.

Dios es manipulado con mucha frivolidad por personas que no tienen la menor de idea de “con quien se meten” cuando hablan de Él.

Y aunque todos sienten el derecho de hablar de Dios, pienso humildemente que pocos muestran la reverencia que se requiere para hablar de Él, porque lo hacen desde su ignorancia, sin conocer al Señor ni teológica ni experiencialmente.

El asunto es que Dios sabe que el problema de la humanidad es la debilidad que la carne (entiéndase naturaleza caída) tiene por el pecado.
El pecado es algo más que solo hacer algo feo o malo, es realmente mucho peor que eso. El pecado en su definición más profunda implica llevar una vida “de espaldas a Dios”, o sea, una vida que para nada considera a Dios en lo que hace.

¿Por qué tendría Dios que salir corriendo en nuestra ayuda cada vez que lo deseamos (mejor dicho “necesitamos”, porque francamente muchos no se acuerdan de Dios hasta que lo necesitan), siendo que hemos decidido vivir a espaldas suyas, adjudicándonos el señorío de nuestra vida y de las decisiones que tomamos y de las cosas que hacemos?

Esto lo planteo desde una postura apologética (defensa de la fe) porque es ciertamente injusto que Él tenga que hacerse cargo de nosotros, en circunstancias que nosotros queremos vivir ajenos a Él.

Con todo, Dios nos ha concedido gracias divinas, una de las cuales es precisamente “la convicción de pecados”.

El hombre cae tan profundo esclavo en el pecado que este le ciega, impidiéndole ver su real condición.

Date cuenta, como hombres y mujeres destruyen matrimonios por aventuras pecaminosas, por satisfacer fantasías que el pecado pone en sus mentes.
No imposta qué clase de pecado sea, el patrón siempre es el mismo, el pecado termina embrujando a la persona que como en un estado hipnótico se entrega, sin medir consecuencias, sin contar los costos de esas alocadas decisiones.

Lo peor es que el pecado envicia. El pecador necesita ir tomando dosis mayores que surtan un más profundo efecto en su carne y con eso solo termina hundiéndose más en su triste condición.

Una vez confrontado, muchos responden con toda desfachatez echando mano a argumentos egoístas tales como “tengo derecho a ser feliz” (a costa de la desdicha de otros, pero eso no imparta, el pecado en verdad te anestesia para que no veas esa verdad), o algo así como “es mi vida, yo sé lo que hago con ella”.

En medio de esta oscuridad, la gracia divina de la convicción de pecado surge como la chance para el pecador obstinado.

Dios usa Su Santo Espíritu para que este, por medio de la palabra de Dios, produzca convicción.

El hombre se resiste pero el poderoso Espíritu de Dios es capaz de traer luz al corazón entenebrecido por la acción del pecado.

El Espíritu de Dios viene para convencer al hombre de su pecado (que generalmente es muy obvio, pero se resiste a verlo como tal), para convencerlo de la justicia de Dios (que es Cristo) y del juicio que Dios ha decretado sobre el alma que pecare y que se rehusare a recibir la justicia de Dios, esto es a Cristo Jesús, como única solución al problema del pecado

Es claro que el camino que la humanidad ha escogido llevar, lejos de Dios, un día terminará haciéndole caer en un abismo de perdición del cual no habrá posibilidad de salir.

Dios quisiera evitarnos esa dolorosa e irreversible experiencia. Por ello nos concede la gracia de la convicción. Si amando más el pecado (recuerda; vivir dando la espalda a Dios), preferimos endurecer nuestro corazón contra eso, ¿qué otra alternativa puede quedar?

Por eso dice la escritura dice “si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones”.

Esta gracia divina no es para ser rechazada, debe ser profundamente agradecida, mira que si la gracia de Dios no pudo ayudar, nada más podrá.
Author: gabtorar
•7:35
Hechos 2:40 “y con otra muchas palabras testifica y les exhortaba, diciendo: sed salvos de esta perversa generación”

Si nos propusiéramos hacer un análisis serio de las temáticas en torno a las cuales giran los dibujos animados, nos sorprendería ver las conclusiones a las que llegaríamos

No solo por las temáticas que tienen sino por la vasta exposición de nuestros hijos a este tipo de programas.

En noticias espeluznantes que salen a la luz de tiempo en tiempo, queda de manifiesto la agresividad con que actúan los niños, adolescentes, jóvenes y adultos de nuestro tiempo.

Esta agresividad no es resultado de sus últimos años de vida sino más bien de todos los años anteriores, y en particular, los primeros, que son los años de formación y consolidación de muchas conductas.

Si mirásemos los perfiles de personalidad que tienen los personajes de estas series entenderíamos por qué después de haber comenzado a mirar este tipo de programas, nuestros hijos tuvieron un cambio tan drástico de comportamiento.

La televisión ha jugado un rol preponderante en la propagación de antivalores.

Desde luego no es el único agente. El cine, el internet, la radio y las llamadas redes sociales están haciendo lo suyo en este sentido también.

No intento discutir la amoralidad de dichos medios. Está claro que el uso que se les dé, determinará los resultados que se produzcan por medio de los mismos, pero que han tenido su parte, es innegable.

Muchos de los accidentes automovilísticos que padecen nuestros jóvenes, por ejemplo, son el resultado de las dosis recibidas mediante películas como “Rápido y Furioso”, por ejemplo. ¿Cuántos enchularon sus autos al más puro estilo de la película después de verla?

Y si ellos hicieron eso externamente con sus vehículos es porque algo de esa película quedó internamente en ellos.

Seguramente también quedaron la ganas de hacer volar el auto en alguna carretera.

El estilo de vida que se propone en esos filmes es el que precisamente eleva los riesgos de accidentes en auto.

La ingesta de alcohol, actitudes rebeldes, peleas, sexo, dinero rápido, son una combinación mortalmente peligrosa.

Los mensajes que se entregan a través de los medios audiovisuales son muchísimos.

Hay para todos los gustos y edades. Lo interesante en nuestro caso sería que estuviéramos atentos para no dejarnos manejar por esos mensajes, especialmente por los que atentan contra nuestras vidas.

La lista de nombres de programas, series de TV, y películas sería interminable. Las temáticas expuestas son variadísimas, pero el elemento central siempre es el mismo: quebrar las leyes de Dios.

Ya sea atentando contra la integridad de uno mismo, o de otro: Por medio del uso de drogas o una vida promiscua, inmoral o licenciosa. Sea por medio del dinero fácil, o de la infidelidad, o de la trasgresión de las leyes humanas, no importan la trama, el mensaje es siempre el mismo: “Tú puedes hacer lo que quieras, puedes hacer lo que te venga. Lo que sientas, lo que quieras, lo que te guste, hazlo, tienes derecho a hacerlo”.

Y aunque suena muy bonito (es de hecho muy humano), lo que ese mensaje no precisa ni aclara, es que cada vez que hacemos lo que nos da la gana, tenemos que asumir costos que van más allá de lo que somos capaces de asumir.

El engaño del diablo siempre ha consistido en tratar de convencernos que tenemos dominado nuestro mundo. ¡¡Que gran mentira!!

Los niños (aun los padres), jóvenes y adultos, siempre creen tener dominadas las situaciones hasta que se les escapan de las manos.

La vida sin Dios está llena de cosas que parecen inofensivas y que nos llevan tiernamente a nuestra propia destrucción, a la perdición.
Author: gabtorar
•7:05
Hechos 2:40 “y con otra muchas palabras testifica y les exhortaba, diciendo: sed salvos de esta perversa generación”

Hay tantas cosas de la vida que parecen tan inofensivas. No digo que lo sean en realidad, digo que parecen serlo.

Ayer comentaba sobre los dibujos japoneses que hace 15 años fueron hits, los más vistos por los chicos y lolos de entonces y cuan aparentemente sanos eran pero detrás contenían un mensaje “subliminal” que en ese momento muchos no llegamos a captar.

El efecto de ciertas cosas no se deja ver claramente hasta mucho después. He aprendido que el trabajo del enemigo es normalmente muy sutil. Él no presenta de inmediato todo lo que tiene, va de a poco.

Al enemigo le gusta trabajar en base a dosis, porque sabe que el hombre siempre necesita una porción mayor, una dosis más fuerte que le permita experimentar algo mayor que lo que tiene en ese momento.

Así actúan la pornografía, las drogas y demás adicciones.

Al principio un poco de eso basta, pero el alma insaciable pide más y después nada es suficiente.

Los dibujos animados en este tiempo están siendo usados muy poderosamente para plantar en las mentes y corazones de los niños (y no tan niños) semillas de maldad y destrucción que se dejarán ver con mayor claridad en un par de años.

¿Quién puede cuestionar el poder adictivo que tienen estas series? Pueden ser vistas una y otra vez por los pequeños.

Los dibujos animados están cumpliendo eficazmente con la tarea diabólica de mentalizar esta generación para ser rebelde, violenta y perder por completo de vista la existencia de un Dios absoluto y los valores de este Dios.

Mira por ejemplo, como la mayoría (por no decir todos) los dibujos animados tienen algún poder.

Esa enseñanza es tan antigua como la tentación en el huerto de Edén. En buenas cuentas, la serpiente vino a decirle a Eva que ellos podían tener un poder (ser como Dios) si comían de tal fruto.

Hoy día los aparentemente inofensivos dibujos animados están animando a nuestros hijos a creer la misma mentira que llevo a Adán y Eva a ser desterrados de la presencia de Dios. ¿Puedes ver lo satánico del asunto?

No es un ser grotesco, tridente en mano, con cuernos y una gran cola el que les está lavando el cerebro todos los días con esa idea, son los lindos dibujitos con los que nuestros hijos se entretienen diariamente frente al televisor los que están haciendo el trabajo por el diablo.

La búsqueda del poder es el tema que hay detrás de muchos programas infantiles. La hechicería, conjuros (palabras que no entendemos en lo más mínimo) y el usar poderes ocultos, son las grandes armas que estos “diabólicos héroes” tienen para vencer a sus oponentes.

Me preocupa que muchos padres no se dan cuenta de esta verdad y por tanto es difícil que puedan hacer algo al respecto ´para proteger a sus hijos, pero me preocupa mucho más saber que hay padres que se dan cuenta y que por no querer enfrentar la situación prefieren hacer vista gorda y exponer a sus pequeños a esta mugre.

Es tan clara la manera en que estas series afectan el comportamiento de los niños. Se vuelven violentos, se aíran con facilidad, se tornan respondones, rebeldes- Sé que tú los ha visto de cerca. Tal vez hasta estés lidiando con esta clase de problema en casa.

Los dibujos animados para algunos se transforman en un objeto de verdadero culto, y ahí el problema se hace más complejo.

No nos damos cuenta como estos se transforman en verdaderos ídolos de nuestros hijos. Ellos empiezan a actuar como sus personajes animados favoritos, quieren su ropa, todos los accesorios que estos ocupan, hablan como ellos y hasta actúan como ellos.

Algunos pensarán que esto es solo con los más chicos, pero no es raro ver a algunos, no tan chicos, siguiendo el mismo patrón. Estos dibujos animados tienen un verdadero poder para cautivar y enviciar a nuestros hijos.

Y aunque a algunos les pueda sonar a exageración, este aparentemente inofensivo culto, le está costando muy caro a nuestra sociedad. Tomemos cartas en el asunto, salvemos a tus hijos de esta perversa generación.

Jesús dijo: “dejen que los niños vengan a mí, no se los impidan” .

No privemos a nuestros hijos del único que verdaderamente les conviene, estar cerca del Señor. (continuará)
Author: gabtorar
•10:42
Hechos 2:40 “y con otra muchas palabras testifica y les exhortaba, diciendo: sed salvos de esta perversa generación”

Ayer por la tarde (noche) conversábamos, un hermano de la congregación, mi esposa y yo, sobre la influencia que los dibujos de la animación japonesa han tenido en nuestras vidas.

Básicamente recordábamos como nos habíamos hecho “adictos” a algunas series de esta clase de programas, y recordábamos algunos de los nombres más prominentes de esa época.

Desde luego nuestra intención no era evocar esos programas, sino analizar los contenidos que prevalecían en ellos, y concluimos como los dibujos animados de hace 10 años habían dejado como fruto mucha de la decadencia que vemos hoy.

Cada una de esas series tenía una característica sobresaliente en temática. Me explico.

Las primeras series eran más bien tristes, (Candy, Marco, Remi) con un contenido depresivo, caracterizados por niños que lloraban (ya sea, un amor platónico, la ausencia de la madre, etc). Series aparentemente sanas, pero muy deprimentes. Demonios de depresión disfrazados como ángeles de luz

No debemos dejar de lado que Japón es el país con la tasa de suicidios más alta en el mundo.

Ese espíritu sin duda alguna estaba presente de alguna forma en esas (al parecer) inofensivas historias.

Para saber si dieron su fruto debemos mirar a la siguiente generación. Tú sabes que los frutos no aparecen al instante. Pero lo que das a los niños con seguridad se muestra cuando estos van creciendo. Ese depósito, bueno o malo, hace su trabajo con la ayuda del tiempo y la influencia del ambiente social y espiritual.

Posteriormente podíamos identificar una variación en el tipo de animación. Luego apareció una camada de dibujos animados cuya sexualidad cuestionable o era simplemente sensuales Ramma, Sailor moon, etc). Algunos de esos personajes eran hermafroditas (o al menos cambiaban de sexo).

Indudablemente se trataba de otro ataque, esta vez dirigido a la moralidad de los niños y adolescentes de entonces (actuales adultos de nuestros días).

Así es como el diablo inyecta su veneno, el cual no es instantáneamente letal. El enemigo se toma su tiempo, y va poco a poco envenenando las almas de las personas con cosas que parecen inofensivas.

No es raro que haya habido un mayor destape de las minorías sexuales en los últimos años (digamos, ¿la siguiente generación?) No es raro que los niños de entonces enfrenten tal apertura y naturalidad esas y otras manifestaciones que otros vemos von preocupación hoy en día.

Pero Satanás tiene para todos los gustos y necesidades. El hombre va buscando emociones más fuertes, cosas que le estimulen de modo más profundo, que le lleven “más allá” y la siguiente oleada de dibujos animados japoneses fue con violencia.

Estos eran karatecas, ninjas, o lo que fueran pero el espíritu predominante en ellos era la violencia.

Me parece un chiste cuando escucho a las autoridades de educación o a los padres, hablar de lo incontrolables que están los hijos, de los violentos que se han tornado en casa y en los colegios.

¿Qué otra cosa se puede esperar si por varias horas al día, siete días a la semana han sido alimentados con esa clase de mensaje y por ese espíritu demoníaco? ¿Podemos esperar tener niños, jóvenes y a futuro adultos amadores del prójimo?

Hemos olvidado el principio que dice “todo lo que uno siembra, eso cosechará”.

Hemos permitido, a través de esos dibujos animados, el enemigo siembre odio, discordia y violencia en el corazón de nuestros hijos y hoy estamos cosechando niños son armas, insolentes, rebeldes y violentos hasta con sus propios padres.

Pero la historia no termina ahí. El peor y más destructivo ataque todavía no había sido lanzado. El enemigo estaba esperando el momento preciso, que las condiciones dieran “lugar para” poder dejarse caer.

El momento en que hubiera una falla importante a nivel de la religión (que se supone mantiene el estándar de la moralidad y valores de las sociedades) y cuando esta falló, el enemigo sacó su arma más letal. la mejor guardada: “el ocultismo”.

Todos los dibujos animados japoneses de nuestro tiempo tienen un elemento común: se basan en poderes sobrenaturales.

Nuestros niños están siendo mentalizados con la idea de tener poder y el enemigo, así como lo hizo con Cristo, tiene a disposición la oferta: “póstrate ante mí, adórame y te daré la gloria de estos reinos, te daré poder, te daré lo que quieres incluyendo poder para conseguir las cosas que deseas y dañar a los que se te pongan en el camino”.

Cristo se negó rotundamente a acceder a tal propuesta, pero ¿se negarán también nuestros hijos

Con familias quebradas, con valores pisoteados, con una sociedad violenta que olvidó pedir perdón, ¿se tomarán ellos el tiempo de negarse ante la oferta de tener poder (no importando de donde venga) para satisfacer sus deseos y poder llegar a ser como esos ídolos de sus dibujos animados?

De la depresión, al homosexualismo (y sensualidad), a la violencia y al ocultismo- Los dibujos de animados japoneses han sido poderosamente usados por el diablo para destruir los valores y principios que por siglos sustentaron nuestra moral,

Quiero recordarte que los japoneses, al igual que el resto de los orientales, en general no creen en el Dios que nosotros creemos. No creen en Jesucristo como salvador, ni creen en los valores cristianos.

Ellos se rigen por códigos distintos, por dioses distintos, por parámetros distintos.

Este no es un intento de ataque contra los japoneses, ni los chinos, ni los coreanos, esto es una confrontación a los poderes demoniacos que ocupan a los orientales como a los occidentales, a los africanos, a los europeos, y a los mismísimos americanos para proceder con su propósito de destruir el alma de los hombres.

El diablo no ve banderas, ni etnias. De cualquiera que se deje usar, el diablo sacará provecho para robar, matar y destruir.
El objetivo único y final del enemigo es destruir nuestras almas por medio de la corrupción y apartarnos de Dios y su verdad, y condenarnos al infierno junto con él.

Amado lector: las palabras del apóstol Pedro son igualmente importantes hoy como lo fueron hace 2 mil años: “sed salvos de esta perversa generación!! (continuará)
Author: gabtorar
•11:09
Proverbios 3:11 “Hijo mío, no te olvides de mí ley, y tu corazón guarde mis mandamientos”

¿Te has puesto a pensar en lo desmemoriados que somos?
¡Con qué facilidad olvidamos cosas que pueden ser muy importantes!

No me cabe duda que en algún momento habrás atravesado por la angustiante experiencia de haber olvidado algo crucial en un momento crucial.

Desde documentos para una presentación en el trabajo, una tarea para el colegio o la universidad, hasta papeles para realizar alguna diligencia, somos susceptibles de olvidar, y Dios lo sabe muy bien.

Nos preguntamos ¿cómo pude haberlo olvidado? Pero pasó irremediablemente y tuvimos que asumir los costos de tal olvido en más de alguna ocasión.

Ya sea por un problema de memoria o distracción (muchas cosas en la cabeza nos distraen haciéndonos “olvidar” asuntos importantes) Dios siempre va a la segura y Él sabe que nos es de gran ayuda cuando nos recuerda ciertas cosas.

Este proverbio hace mención de algo que para Dios es fundamental y que para nosotros debiera ser central, pero muy frecuentemente olvidamos. Me refiero a la ley de Dios, a Su palabra.

La ley de Dios está registrada en las Sagradas Escrituras, lo que nosotros conocemos como Santa Biblia.

En ese libro Dios ha plasmado todo lo que nos compete saber sobre Su Reino.

La ley de Dios son los estatutos por los cuales se rige la creación de Dios. Yo estoy seguro que como ciudadanos de esta tierra hay muchas cosas concernientes a la ley humana que no compartimos pero nadie puede desconocer que es por esos estatutos que se administra la ley en las sociedades.

La ley de Dios estipula la voluntad de Dios, y nosotros como creación Suya debiéramos estar bien enterados de cual sea esa voluntad.

Vivimos en el mundo que Él creó, usamos el cuerpo que él diseñó, por tanto, nos haríamos un gran bien si atendiéramos a los estatutos (leyes) que Dios dejó en Su Palabra.

El estado deplorable de vida que vemos, la maldad, inmoralidad, robos, asesinados, muertes y otros, son el resultado de no tener en cuenta la ley de Dios.

Dios sabe cuan crucial y beneficiosa resulta ser para nosotros estar atentos a ESA Ley y por ello nos manda a no olvidarla.

Si olvidar asuntos terrenos nos trae dolores de cabeza, tan sólo imagina cuán gravitante puede ser olvidar la ley eterna de un Dios Eterno que nos fue conferida para prepararnos para la Eternidad.

De modo que, entre las muchas cosas que se nos pueden olvidar, no nos conviene olvidar la ley de Dios.

¿Cuándo la olvidamos? Cuando comenzamos a tomar decisiones independientes de esos estatutos.

Si fueras a hacer un negocio que sabes que viola la ley, sabrás que estás en serio peligro, y que todo tu trabajo podría malograrse repentinamente.

Vivir una vida aparte o en contra de la ley de Dios es algo similar pero a la vez peor ´porque los alcances de la ley de Dios son como ya dije, eternos.

Transgredir la ley terrena no hace acreedores de penas terrenas, según nuestra falta o delito, somos penalizados de acuerdo a lo consignado en dicha ley.

La palabra de Dios del mismo modo ha consignado con claridad que nuestros delitos y pecados (la transgresión de esa ley divina) tendrán un costo para nuestra alma. ¡¡Por ello, no podemos ser descuidados respecto a la ley del Señor!!

Las personas que guardan la ley, viven vidas tranquilas en lo que a la justicia se refiere. Una persona que tiene presente como regla de vida la palabra de Dios, sabe que tiene paz con el Creador.

Ahora bien la forma de poder guardar los mandamientos es teniendo un corazón abierto a esos mandamientos y esa clase de corazón solo es posible por medio de Cristo.

Si Cristo es Señor en tu vida, la palabra de Dios será delicia a tu alma, refrigerio a tu ser, y una prioridad para tu corazón, y absoluta seguridad te digo que no olvidarás la ley del Señor, porque Cristo nunca, ni por solo minuto, la olvidó.
Author: gabtorar
•12:48
Hebreos 11

A veces uno realmente siente que tiene mucho que decir sobre cualquier cosa. Honestamente de pronto nos invade la idea que tenemos algo para decir, y que conviene que nuestra voz sea oída.,

Realmente creo que hay ocasiones en que la inspiración se apodera de nosotros. Como hombre cristiano debo decir que esa inspiración necesariamente proviene del Espíritu Santo, que es el Espíritu de Dios

La escritura es clara en decir que los hombres de Dios fueron inspirados por el Espíritu del Señor. NO hablaron meramente por gusto, no era una opción, sino que Dios les entregó algo para decir.

Pero hoy día creo que mis palabras son pocas (“en la abundancia de palabras no falta el pecado”, dice uno de los proverbios de Salomón ¡¡y cuánta razón hay en el!!), y todo lo que quiero compartir hoy, es este pensamiento, nada nuevo pero algo digno de recordar.

Mientras miraba 5 minutos el televisor, (créame que para mí la TV es una pérdida de tiempo la mayoría de las veces) tuve la ocasión de mirar una situación de un programa en el que se ponía sobre el tapete el tema de la fe. Aquello me hizo recordar algo que siento relevante compartir: “la fe puede ser muchas cosas, pero definitivamente no es ciega”

Se habla mucho de tener una fe ciega, pero la fe no es ciega.

Lo que ocurre con la fe es que ella logra ver lo que los ojos de nuestros sentidos físicos no son capaces de ver.

Ella (la fe) es capaz de ver a Dios, mientras que nuestros ojos solo ven las circunstancias, los problemas y las imposibilidades. [

La fe como digo, no es ciega. Todo lo contrario, ella nos permite alcanzar lo que de otro modo sería inalcanzable a causa de la capacidad que tiene de ver a Dios y sus recursos, de ver a Dios y Su respaldo, en resumen de “ver a Dios”.

Po la fe se alcanzan los imposibles, por la fe se lograron hazañas impresionantes. Pero no estoy hablando de cualquier clase de fe, estoy hablando de esa fe que está puesta en Dios, esa es la única fe verdadera.

Se requiere esta fe para agradar a Dios. NO necesitamos nada más
Author: gabtorar
•5:41
2 Pedro 3:14 “Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por Él, sin mancha e irreprensibles, en paz”

Hay eventos que uno espera con ansias y las vacaciones son uno de ellos, quizás el más esperado de todos.

Después de un año de trabajo surge la necesidad de desconectarse de las responsabilidades laborales. De acostarse no teniendo que pensar en el despertador, o en las tareas para el día siguiente. Es un tiempo muy necesario en verdad para desintoxicarse y tomar un respiro.

Para que esta desconexión sea mas efectiva, muchos(los que pueden hacerlo) estilan salir de la ciudad, buscando reposo en el campo, la playa o algún otro sitio que reuna las condiciones propicias para descansar.

Derechamente las personas estamos “en espera de las vacaciones” y eso produce un cierto estado de ánimo en nosotros.

En mi experiencia particular como docente, no es raro notar una disminución de interés en los alumnos cuando se ha cruzado el umbral del mes de diciembre. Ellos dejan de prestar la misma atención (algunos lo hacen desde el mismo comienzo del año escolar, hay que decirlo) y de mostrar la misma diligencia (prestancia, interés) hacia los contenidos que se presentan. Es que de alguna manera, comienzan el período de vacaciones, incluso antes que este haya iniciado formalmente.

De seguro se dejan mentalizar por la cercanía del fin de año, las calificaciones que ya están definidas. Esto les hace relajarse, y empezar unos días antes las mentadas vacaciones.

Como seguidores de Cristo necesitamos rescatar algo importante de aquí. Si estudiamos todo el capitulo 3 del libro, hallaremos que habla del día del Señor. NO es mi intencion discutir qué interpretamos por el dia del Señor, pero si es mi intención dejar en claro que cualquiera sea esa interpretación, hay 2 cosas inevitables para las cuales mejor nos preparamos.

Lo primero es que “el día del Señor vendrá” (v.10a). Nada detendrá este evento, es una de esas cosas que nos muestran nuestra limitada injerencia porque tu no puedes hacer nada para impedir que sucedan.

Lo segundo es que, lo que sea que suceda en ese día, traerá como resultado “destrucción total” (v.10b)

La naturaleza humana nos hace estar a la espera de las vacaciones. Y si está en nosotros esa naturaleza espiritual deberíamos con mayor diligencia procurar ser hallados por Él sin mancha, irreprensibles, en paz.

Si bien es cierto que no podemos hacer nada por impedir que el dia del Señor venga, es igualmente cierto que Dios nos ha dado la posibilidad (y esta esperando que no la desechamos) de prepararnos para ese día, sin importar cuando venga ese día.

Debemos procurar ser hallados sin mancha. Que yo deba procurarlo es sinónimo de que tengo facultad para hacer algo al respecto. ¿Qué vamos a hacer?

El verso 17 dice: “así que vosotros oh amados, sabiéndolo de antemano…”

¿Puedes ver el gran amor que Dios nos ha concedido para despertar con exhortación nuestro entendimiento? (v.1b)

No pretendo entregar un mensaje apocalíptico en el sentido morboso de la palabra sino recordarnos, que hoy mas que nunca, es necesario tener presente estas verdades del Señor. Los apóstoles tenían esto como una prioridad.

Aun Pedro en su mismo tiempo vivió lo que muchos vivimos hoy día, al hacer referencia a estas cosas.

Se encontró con gente que ocupa el mismo argumento para no prepararse. El verso 4b dice: “porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosa permanecen así desde el principio de la creación”.

Si eres de los pocos que se interesan por este tema, en amor te comparto que la manera de prepararnos es “procurando ser hallados sin mancha, irreprensibles y en paz”.

Hay hermanos piadosos que creen sinceramente que no necesitan prepararse porque Cristo lo hizo todo. El argumento es que ellos no tuvieron que hacer nada para que Cristo los salve, por tanto Cristo se puede hacer cargo de todo el paquete hasta el final.

Pero si así fuera Pedro no hubiera sido inspirado por el Espíritu del Señor ha exhortarnos que procuremos ser hallados sin mancha.

Quizás tú no puedas limpiarte, pero si debes evitar ensuciar lo que Cristo ha limpiado en ti, o sea, ser hallado sin mancha, sin pecados que ensucien nuestras vestiduras.

La práctica del pecado tiene por consecuencia que nuestras ropas espiritualmente hablando se ensucien y que nuestro corazón se contamine.

Dios desea que seamos hallados irreprensibles, es decir, que nadie tenga que reprendernos por una mala forma de vivir, o por algo que sea contrario a la fe que profesamos tener en Cristo.

Nuestra vida en cuanto dependa de nosotros debería ser intachable.

Del mismo modo es importante considerar el tercer aspecto que es la paz. Jesucristo es el príncipe de paz. Él desea que llevemos vidas pacíficas, aunque sinceramente creo que Dios desea que tengamos una fe agresiva. Que en cuanto dependa de nosotros vivamos en paz con quienes nos rodean.

Sabiendo lo que viene necesitamos ahora tener consciencia de estas cosas. El amor de Dios siempre le lleva a recordarnos lo que nos es provechoso.
Author: gabtorar
•11:53
Mateo 25:6 “Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡¡aquí viene el esposo, salid a recibirle!!”

Como ya hemos mencionado, no es posible saber el día ni la hora en que las palabras de Cristo (respecto a Su venida) tendrán cumplimiento.

En edades pasadas y aun en nuestra misma época, muchos se han aventurado (no tenemos por qué dudar de la buena intención que puedan haber tenido) a establecer fechas para tal acontecimiento.

Desde luego, esas fechas no se han cumplido, porque ese evento particular, como a muchos otros, Dios los ha guardado bajo su solo conocimiento y potestad.

El tema entonces no tiene que ver con tratar de adivinar la fecha, sino más bien con estar preparados para lo cual el Señor ya dejó advertencia.

Entiendo que por la formación doctrinal y teológica hay personas que tienen distintas posturas sobre el asunto. Pero no es mi intención discutir aquí ese tema ahora. Lo que siento necesario hacer es poner el tema en el tapete y urgirnos a considerar las palabras de Cristo.

La misma escritura que señala enfáticamente que no podemos saber el día ni la hora, añade que habrá sucesos que marcarán el tiempo en que estas cosas estén por suceder.

Creo con toda sinceridad que estamos viviendo el tiempo de la apostasía, que antecedería a la aparición del hombre de pecado del hijo de perdición, al que el más amplio segmento de la iglesia cristiana identifica como el anticristo, el impostor que se hará pasar como “mesías”, y que como tal intentará dar solución a los males sociales de esta época.

Este hombre gozará de gran popularidad. Será aclamado por las multitudes que verán en él una especie de salvador. (seguramente hablaré de esto en otra ocasión).

Quien no se está preparando para el Señor se está preparando para el anti Señor, para el anti Cristo. ¿Nos estamos preparando para la venida del Señor?-

Estas líneas tienen como finalidad despertarnos al pensamiento que las cosas que Cristo ha dicho tendrán cumplimiento y creo que el cumplimiento está a la vuelta de la esquina.

Creo que las cosas que mayor devastación producen en la vida de las personas son aquellas que les toman desprevenidas.
Los accidentes ocurren así, te toman por sorpresa, tu no pensaste que tal cosa podría ocurrir ¡¡¡y mucho menos a ti!!!

Recuerdo el triste testimonio de un pastor norteamericano que salía rápido a atender a alguien de la hermandad que necesitaba urgente ayuda espiritual.

Nunca pensó este varón que su pequeño hijo jugaba debajo del vehículo cuando salió y lo arroyó quitándole la vida.

Uno se pregunta ¿cómo pudo ser? La respuesta: ”fue un accidente”. Ese padre no planeó que su hijo muriera ese día, de ese modo y mucho menos planeó ser el responsable de la muerte de su hijo.

Las consideraciones póstumas son muchas: “si hubiera estado atento”, es solo una de ellas. Lo concreto es que aquel hecho le tomó por sorpresa y fue devastador para él y su familia.

Quizás en verdad ese pastor estaría viviendo otra historia si hubiera estado más atento y esa es mi intención al escribir estas líneas hoy.

Cristo no quiere que un evento tan importante como nuestra reunión con Él nos tome por sorpresa. Él quiere que estemos atentos, preparados, con la inminencia del regreso de Cristo en nuestras mentes y corazones.
Sólo puedo decirte que cuando algo es prioritario para uno, nunca le toma por sorpresa. De ahí que la única forma en que el Señor nos encuentre como Él espera, es que tengamos Su regreso como una verdadera prioridad.

Debemos estar conscientes de este suceso. Debemos selectivamente poner a Cristo en el lugar de preeminencia en nuestro diario andar.

Dios nos ama profundamente sin duda alguna, pero que Él nos ame no es una franquicia para vivir negligentemente o para desestimar el valor de las palabras de Cristo.

En siglos no ha habido un tiempo (moralmente hablando) más difícil y corrupto que el nuestro.

La misma creación nos dice que ya no da más acusando el estilo de vida despreocupado y falto de amor por el prójimo y por el mismísimo entorno que tenemos lo hombres.

Todos los eventos meteorológicos y climáticos que vemos acontecer son una clara señal que algo está ocurriendo.

No debo temer a un año en particular, como muchos temen al 2012, pero tampoco puedo ser negligente y desconocer el mensaje que la naturaleza misma nos está dando sin intermediarios.

La pregunta pertinente es: ¿Creo a las palabras de Cristo? ¿Creo que Él viene por su pueblo, esa iglesia amada por la que él dio la vida en la cruz, esa iglesia que se ha apartado del mal del mundo, para recibir sin mancha ni arruga al esposo que es Cristo?

“A la medianoche se oyó un clamor que decía aquí viene el esposo, salid a recibirle”.

¿Habrá lámparas en nuestras manos para salir a recibirle y abrirnos paso a la medianoche (oscuridad espiritual) imperante en los días de su venida?

Hay que salir a recibirle, esto implica un acto de preparación y sobre todo atención al minuto en que se oiga la voz que anuncia la venida del esposo.