Author: gabtorar
•10:07
Génesis 5:22-24 “Y caminó Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, trescientos años, y engendró hijos e hijas. Y fueron todos los días de Enoc trescientos sesenta y cinco años. Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios”.

Nadie podría estar en desacuerdo con la que idea que vivimos tiempos muy complicados en todo el sentido de la palabra

Son tiempos desfavorables para las sociedades, para las economías, y también para la fe y frente a tiempos como estos es fácil justificarse para ceder y hacer lo que todos los demás están haciendo.

Precisamente a causa de las circunstancias es fácil justificarse en las circunstancias.

Los hombres han bajado los estándares de la moral porque “los tiempos son difíciles” (dicen ellos), y por tanto, hay razones para hacerlo.

¿Cuántas personas justifican lo injustificable basándose en las cosas que ocurren alrededor?

Gente que justifica los desórdenes callejeros porque después de todo, la gente tiene derecho a expresarse y exigir sus derechos.

Gente que justifica las muertes de otros (como ocurre en los miles de abortos) porque tienen derecho a realizarse y esa criatura no estaba en los planes, vino como producto de un acto irresponsable, del desenfreno o de un mal cálculo en las fechas.

Gente que aprovecha las instancias de poder en las que están, para despojar a las naciones y pueblos que deberían servir (eso incluye lo que muchos pseudo ministros de Dios hacen en las congregaciones que dirigen).

Tantas cosas se podrían escribir y no saldrían de este contexto: “los tiempos son malos, son complejos”.

Pero claramente eso no es justificación, mucho menos para quienes tenemos la fe puesta en Dios, para quienes tenemos la vida de Cristo como nuestro ejemplo de vida.

Nuestro texto habla de un hombre llamado Enoc y los versículos aledaños al texto, describen la condición de los hombres y de la sociedad en el tiempo en que Enoc vivió.

Eran definitivamente tiempos complejos, por decir lo menos.

¿Qué clase de tiempo eran?

Bueno, eran tiempos de revolución sexual (Lamec tenía dos mujeres), eran tiempos de migración (sociedad nómade), eran tiempos de producción y manufactura (en que se trabajaban metales como el bronce y el hierro), era una época musical (en la que Jubal fue mentor de flautistas y arpistas) y, por cierto, eran tiempos muy violentos!! (tiempos de odio y de venganza)

En medio de esa clase de sociedad, Enoc, séptimo desde Adán, se mantuvo del lado correcto.

En medio de la violencia, de la revolución sexual existente, de los cambios y avances de su época, este varón se propuso caminar junto a Dios.

Como muestra de Su aprobación, Dios se lo llevó. ¡¡Qué gran ejemplo de lo que será el arrebatamiento de los santos descrito por el apóstol Pablo!!

Es importante hacer notar aquí que Enoc (a diferencia de muchos creyentes contemporáneos nuestros) no camino PARA Dios solamente, sino que caminó CON Dios.

¡¡Qué clave resulta entender este precepto!!

Nuestra frecuente tentación es hacer algo y luego esperar que Dios esté contento con nosotros por haberlo hecho.

Pero así no es como funcionan las cosas en el Señor.

Dios se agrada cuando actuamos sobre la base de Su Voluntad. Cuando nos involucramos en planes y proyectos con los que Él está involucrado.

Me parece justo recordarnos que para Dios siempre será mejor la obediencia que los sacrificios.

Los tiempos malos en que Enoc vivió no fueron excusa para impedirle caminar con Dios.

En medio de todo, Enoc caminó en Amor, en Verdad y en Fe. ¡¡Enoc caminó en el Espíritu!!

Para mi Enoc es un tipo de la iglesia. De la iglesia de Jesucristo que es arrebatada.

Los que andan en el Espíritu serán arrebatados para estar para siempre con el Señor.

La manera de poder estar CON el Señor en el cielo es caminando CON el Señor aquí en la tierra.

Creo que hay en esto, algo importantísimo sobre lo cual meditar: “mientras que la clave es caminar CON Dios, nosotros hemos encontrado en las justificaciones una clave para NO ANDAR CON ÉL”.

Un día que debía ser como cualquier otro, Enoc estaba caminando con Dios. La gente seguía en lo suyo: los hombres buscando tener sus mujeres, los músicos ocupados en su música, otros ocupados en sus negocios y quehaceres... pero de repente Enoc, ya no estuvo más.

No había estado haciendo nada especial, sólo lo que acostumbraba hacer “caminar junto a SU Dios” y Su Dios se lo llevó.

No sabemos a qué hora Dios nos vaya a llamar a SU Presencia pero que bueno sería, que nos encontráramos como Enoc, ¡¡caminando con Él!!
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