Author: gabtorar
•11:37
Isaías 43:18: “NO os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas”.

Siguiendo con la idea de dejar ir ciertas cosas que nos amarran e impiden avanzar, me parece oportuno decir que muchas personas sacrifican su futuro por culpa de su pasado.

Me refiero a personas que vivieron malas experiencia en el pasado que las predisponen negativamente a nuevas experiencias del futuro.

La idea de “no me va a volver a pasar” es muy piadosa pero pienso que no volver a vivir ciertas malas experiencias no depende exclusivamente de nosotros.

Creo que debemos estar despiertos a lo que pasa alrededor siempre tanto como nos sea posible, pero aun haciendo esto, no podremos manejar todas las variables, incluyendo las reacciones o motivaciones que otros tienen para hacer lo que hacen.

De cualquier modo la vida es bella. Uno pasa por momentos duros a veces, es que la vida que tiene de dulce y agraz, pero sumando y restando suele ser más dulce que nada.

Por supuesto nuestra mentalidad es importante. Hay personas con una mentalidad tan negativa, que todo lo encuentra feo, malo, y nunca están contentas con nada. Esa clase de enfoque hacia la vida es muy nefasto.

Pero hay una gran mayoría (entre la que podemos estar incluidos nosotros) que han decidido cerrar las puertas a nuevas oportunidades después de haber vivido alguna desilusión.

Hay personas que cierran las puertas al amor por haber tenido una mala experiencia, una desilusión amorosa.

Otros, cierran las puertas a ciertos proyectos porque tuvieron malas experiencias en proyectos anteriores.

Otras personas cierran sus puertas a las congregaciones cristianas por haber tenido malas experiencias en alguna otra parte en este sentido.

Es comprensible que uno tome precauciones al enfrentar nuevas oportunidades pero bajo ningún punto o motivo será justo cerrarse a la posibilidad de nuevas oportunidades.

Dios desea restaurarnos y una nueva oportunidad es a veces la instancia que Dios usa para mostrarnos que no todas las experiencias terminan igual.

No sacrifiques el futuro que Dios quiere darte por culpa de alguna mala experiencia del pasado.

Date a ti mismo (y al Señor) la oportunidad de recibir aquello bueno que Dios preparó para ti.

No permitas que las marcas del pasado impidan al Señor hacer nuevas huellas en tu vida.

Es injusto meter todo en el mismo saco, no todas las personas son iguales, no todos los socios son iguales, no todas las congregaciones son iguales.

Darse la oportunidad es la mejor manera de comprobar que esto digo es verdad.

Cristo tuvo un Judas, un traidor junto a Él, pero también 11 buenos y leales discípulos.

Y a través de la historia ha tenido muchos, que como Judas le han traicionado, pero también a miles de otros que como esos apóstoles, han sido leales al punto de morir por su fe en Él.

Dios sabe que uno necesita siempre darse la oportunidad ¡y a sí mismo se la da!

¿No te parece sorprendente que Él siendo Dios haga esto?

Si Él lo hace así ¿que nos queda a nosotros?

Po tanto, querido lector, en lo que sea que se haya estancada tu vida por algo feo del pasado, suéltalo en este día, date la oportunidad (si estás vivo hoy es porque al menos Dios te la da) de empezar de nuevo, abre tu corazón y déjate guiar por la buena mano del Señor.

Esto traerá regocijo a tu alma.

En mi corazón me parece sentir la voz del Señor diciendo que habrá buen tiempo, que buenos días viene por delante.

¿Por qué desaprovecharlos por una tormenta del pasado?
|
This entry was posted on 11:37 and is filed under . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.