Author: gabtorar
•11:11
Marcos 8:35 “Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará”.

Sin duda, una de las más grandes necesidades que tenemos las personas es la ensanchar nuestro entendimiento.

Casi todo lo que nos pasa lo ponemos bajo el prisma de nuestro pequeño mundo y terminamos evaluando las cosas desde nuestra limitada capacidad de interpretación.

Muchas de las verdades bíblicas no alcanzan a significar lo que deberían porque las miramos desde nuestro punto de vista, desde nuestra experiencia y no desde la perspectiva del Señor.

Así las interpretaciones bíblicas pueden estar sesgadas a causa de esta situación, y es por esto mismo que digo que tenemos la necesidad de dejarnos ensanchar por el Señor.

Cuando alguno está enfermo o viviendo alguna clase de dificultad, la estrechez de mente se manifiesta fuertemente.

Nos encerramos. A menudo nos deprimimos, caemos en un hoyo.

Caer en ese hoyo, la verdad, no cuesta nada pero salir… ¡¡uff!!

Y Dios trabaja muy duro para equiparnos con la mentalidad correcta.

Estamos equivocados respecto a tantas cosas que tienen que ver con el Señor, y por supuesto, Él desea darnos la perspectiva correcta. Y para ello nos permite vivir procesos que producen este ensanchamiento.

Este tema se vuelve muy relevante cuando leemos la palabra de Dios y en ella encontramos una serie de mensajes relacionados con el costo de nuestra fe.

Nos gusta pensar y saber que tenemos la ayuda constante de un Dios que todo lo puede, pero preferimos evitar pensar que el seguir a ese Dios puede tener (con toda seguridad tendrá en alguna medida y momento de la vida) costos para nosotros.

¡¡Que malo es no prepararse (mentalizarse, hacerle el ánimo) para ello, especialmente cuando la biblia nos lo reitera en tantas ocasiones!!

Jesús claramente habló de los costos de nuestra fe.

El habló de persecución, de ser aborrecidos por causa Suya, incluso que algunos perderían la vida como mártires sólo por ser cristianos. ¿Qué mal hay en ser cristiano? Ninguno.

Con todo, esa fe, ese camino, a algunos ya les ha costado (y a otros, aún les costará) la vida.

Morir por no hacer nada malo, o mejor dicho, morir por hacer lo bueno, es quizás la clase de muerte que a uno más le cuesta entender.

Es muy triste la pérdida de una vida, ya sea la propia o la de cualquier otra persona, bajo cualquier circunstancia, pero es bastante más duro aceptar que tal persona fue asesinada por hacer lo correcto.

Es que esa no es la clase de mentalidad a la que estamos acostumbrados. Y aunque suene duro, ¿no deberíamos estar armados con ese pensamiento?

¿Cuántas personas que alegan tener la fe de Cristo no están dispuestas a soportar ni la más mínima incomodidad por causa de su fe?

He visto gente que lleva muchos años participando en iglesias y que parece que no han aprendido nada de lo que es el evangelio en realidad.

Cuando llega el momento de encarar los hechos con madurez, a la altura de las circunstancias, uno les ve reaccionar como bebés.

El hombre o la mujer que comienza una relación con Cristo, rara vez tiene suficientemente claro, lo que esa relación le va a costar.

La mentalidad que gobierna lo secular (especialmente en nuestro circulo occidental) interfiere con el mensaje de Cristo.

Él habla muy en serio cuando dice que estará junto a nosotros TODOS LOS DIAS y HASTA EL FIN DEL MUNDO. Lo cual debería darnos completa tranquilidad.

Pero hay que decir que Su tono no es menos serio cuando anticipa que padeceremos por causa Suya. Lo cual debería mantenernos atentos.

Pero si en cosas pequeñas no mostramos disposición y fidelidad ¿lo haremos en cosas mayores?

Permítame citar un ejemplo.

Conozco personas que no están dispuestas a abandonar malas amistades. Hablo de gente que a todas luces va en caminos diametralmente opuestos a los de un cristiano. Y ahí está el hijo de Dios, juntándose a una persona que no sólo no comparte su fe, además, de tiempo en tiempo, se mofa de ella, y de tiempo en tiempo, le invita a rebelarse contra la voluntad divina.

No obstante, no hay la voluntad de abandonar esa amistad. Sabiendo que el Señor mismo dijo que quien no estaba con Él estaba CONTRA Él.

¿Hasta dónde estamos dispuestos a darle la espalda al Señor por “ganar a las personas”?

Muchas veces la excusa para no cortar relaciones es: “estoy hablando a esta persona del Señor”.

Jesús mismo dijo que debíamos tener la determinación para ponerlo a Él PRIMERO: “deja que los muertos entierren a sus muertos”.

Uno debe llegar al punto en que entienda lo que Dios quiere decirnos.

Es más fácil y cómodo, quedarme en mi modo de pensar, pero el Señor siempre nos llama a buscar lo que sea justo para Él.

Para eso tendremos que ensanchar nuestra manera de pensar. Aun antes que ensanchar el sitio de nuestra tienda, debe haber un ensanchamiento de nuestra manera de pensar.

El Señor dijo muy abiertamente que si yo buscaba salvar mi vida, la perdería, y que solamente estando dispuesto a perderla, podría ganarla en verdad.

Sin embargo, aun después de todo esto, vemos cristianos que le temen a su misma sombra.

Frente a esa realidad, uno con toda razón se pregunta si las personas que decimos amar a Dios y ser imitadores de Cristo en verdad entendemos lo que SU palabra quiere decir.
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