Author: gabtorar
•11:30

Mateo 6:12: Y perdónanos nuestras DEUDAS, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.

Creo que entre las cosas que más nos cuesta hacer, una de las más difíciles es perdonar.

La gama de cosas que necesitamos perdonar es muy amplia. Desde deudas que jamás son canceladas, tristezas que alguno nos ocasionó por actuar de modo incorrecto y a veces involuntario, hasta ofensas que derechamente nos hacen y que pueden tener diverso origen.

Lo cierto es que para el cristiano el tema del perdón no es opcional.

Somos seguidores de Aquel que otorgó el más grande perdonazo de la historia.

Una de las razones por las que a veces nos cuesta perdonar es porque tenemos una perspectiva equivocada del asunto.

En muchas ocasiones no perdonamos porque no sentimos que aquella persona sea digna de perdón.

Ello es tan poco sensato como que un doctor se moleste por recibir en su consulta gente enferma. Pero es la verdad.

Entendemos el perdón como algo que uno debe conceder a quien lo merece cuando en realidad el perdón es un acto de gracia.

Es algo que definitivamente no merecemos. En eso radica la gracia de perdonar. Y en eso también radica la dificultad para perdonar.

De ahí el perdón esta muy ligado al amor.

En el devocional anterior escribía que nuestra más grande necesidad es el amor y eso encaja perfectamente con lo que escribo aquí.

Perdonar es básicamente decidir cancelar una deuda a uno que nos debe.

¿Quién quiere eso? Nadie, porque como lógicamente es de suponer, todos queremos que aquel que nos debe nos pague lo que nos debe.

El mundo va todavía más allá y no sólo exige eso, además infracciona al que no cumple con los plazos estipulados.

De ahí que perdonar nos parezca tan extraño. De ahí que perdonar sea algo tan importante para Dios.

Siendo que Él nos da tantas cosas que no merecemos (entre ellas el perdón), Él espera que midamos a otros con la medida con que Él nos mide.

Cristo nos dio el más grande ejemplo de perdón. Y desde que lo entendí, nunca más dejé de enfatizar, cada vez que puedo, que el amor de Dios es el más grande de todos.

Se estila decir que el amor más grande es el de una madre e indiscutiblemente el amor de una madre es tremendo. Sin embargo, aun ESE amor palidece en comparación con el amor de Dios.

Jesús batió el record de Su propia palabra cuando murió en la cruz. Fue Jesús quien dijo que “no hay amor más grande que dar la vida por sus amigos” y él entregó la suya por sus amigos y enemigos también.

¿Por qué lo hizo? La respuesta es clara: de tal manera amó Dios al mundo que dio a Su hijo. O sea, por amor.

Así aquello que puede parecernos imposible de perdonar, el amor lo hace posible.

Las personas siempre necesitamos alguna motivación para hacer las cosas que hacemos, perdonar a los demás también demanda una.

Muchas veces la misma persona que nos ha hecho (y a la cual debemos perdonar) representa todo lo contrario a una motivación para perdonar.

Nuestro deseo natural hacia esa persona es devolverle el daño que nos ha causado (en lo posible) multiplicado algunas veces.

Pero cuando Dios está presente uno logra ver la vida con otros ojos. La ve diferente, porque la siente diferente.

Damos de gracia, lo que hemos recibido de gracia. Dios nos ha perdonado cosas terribles y eso nos motiva a perdonarle a otros las cosas terribles que nos hacen.

Pero ¿qué nos mueve a hacerlo? El amor DE Dios, el amor A Dios. De cualquier modo, Es el amor.

Dice la biblia que el amor cubre multitud de pecados. ¡Que beneficioso es para nosotros mismos actuar con amor! ¡Que beneficioso es para nosotros mismos perdonar, sabiendo que somos pecadores y que necesitamos a la vez el perdón de otros cuando nos equivocamos!

El amor hace posible muchas cosas, entre ellas perdonar y dar libertad a quien está cautivo con nosotros.

Author: gabtorar
•4:54

Gálatas 5:6: “porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino LA FE que OBRA POR EL AMOR”.

Como personas de fe a menudo pensamos que lo que más necesitamos es MÁS FE.

Yo sé que la fe es indispensable para caminar con Dios. Dios mismo dice en Su Palabra que sin fe es imposible agradarle, porque ÉL espera que quienes se acercan a ÉL lo hagan con la convicción de que Él es y que desea responder nuestras plegarias.

Así que indudablemente la fe es vital. Pero es igualmente vital que no perdamos de vista lo siguiente: aun la fe obra por el amor.

La escritura anterior lo dice así de claro. EN Cristo lo que vale es el amor. Eso me dice que la fe no es un producto en si mismo sino más bien un subproduto del amor a Cristo.

No se trata entonces que la fe sea un esfuerzo mental por conseguir algo, ni tener que enfocarse alrededor de una idea o petición. La fe obra por el amor ¿a quién? ¡A Cristo, por supuesto!

No es raro que Dios mismo diga que todas nuestras cosas deben ser hechas con amor. Es que para Dios el amor es el motor principal.

Hay un capítulo completo de la biblia dedicado al tema del amor.

Ese capitulo habla de la futilidad de lograr o hacer cosas aparentemente grandes (como tener toda la ciencia o tener un gran fe para mover montes, o aun dar el cuerpo para ser quemado) sin tener la motivación correcta que es el amor.

Las motivaciones que uno pudiera tener para ello podrían estar totalmente alejadas del amor.

¿Cuántas cosas que hacemos son motivadas por el egoísmo, por el deseo de hacernos un nombre o de ganar votos entre las multitudes y no por un espíritu de amor y de verdadera preocupación por el prójimo o por honrar a Dios?

Dios es quien descubre las motivaciones del corazón y la biblia dice que el corazón ES ENGAÑOSO, lo cual significa que no es de fiar.

Así pudiendo aun tener tanta fe que los montes se hicieran a un lado al vernos, ello para Dios no tendría ningún valor si no está motivado por un espíritu de amor.

Nuestra mayor necesidad es tener el espíritu correcto de amor que Dios desea ver en nosotros.

No es la gran fe sino el amor el que cubre multitud de pecados. De modo que no hay fe verdadera, sin amor verdadero.

El conocido versículo de Juan 3:16 no habla del gran poder de Dios sobre el mundo, sino del amor de Dios por el mundo.

Muchas personas están en el negocio de hacer grandes cosas para Dios y claro que es correcto querer servir a Dios y trabajar para ÉL, pero debemos todavía ser mas cuidadosos en ver si lo que hacemos, lo hacemos con el espíritu correcto que Él demanda, que es un espíritu de amor.

La vida del cristiano no está para nada exenta de dolores, de penas, de tristezas y de traiciones, para superar todas esas cosas, ¿qué se necesitan: poder, fe, mucho conocimiento teológico o más bien un profundo amor por Dios y el prójimo?

Una vez más queridos amigos no me cabe duda que es el amor.

Y si bien la fe y la esperanza son muy importantes sobre estos dos de nuevo el principal es el amor.

¿Queda más claro ahora, cuál es nuestra más grande necesidad?

Tanto oramos por más fe y por más conocimiento, comencemos a orar por un mayor derramamiento del amor de Dios en nuestros corazones.

De seguro, cuando eso ocurra, tendremos mayores y mejores resultados.

Author: gabtorar
•12:52

1 Samuel 25:39 “Luego que David oyó que Nabal había muerto, dijo: Bendito sea Jehová, que juzgó la causa de mi afrenta recibida de mano de Nabal, y ha preservado del mal a su siervo; y Jehová ha vuelto la maldad de Nabal sobre su propia cabeza. Después envió David a hablar con Abigail, para tomarla por su mujer”.

Redondeando este tema de los nombres, y cuan descriptivos son estos en la biblia del carácter de quienes los llevan, hay otro hombre con un nombre que alude a un carácter (en su caso) detestable, me refiero a Jacob.

Jacob significa “usurpador” ¡¡y hay que ver cómo le hizo honor a su nombre!!

Engañó a su padre usurpando el lugar de su hermano y recibió así la bendición de la primogenitura que le correspondía a su hermano mayor, Esaú.

Hasta ahí, todo iba aparentemente bien, pero como todo lo que uno siembra, eso mismo cosecha, Jacob fue engañado por su suegro, quien le dio a Jacob la hermana, en lugar de darle a la mujer por la que Jacob había trabajado para él.

Dios es ciertamente un Dios de amor, eso NADIE debería siquiera atreverse a discutirlo, pero es igualmente cierto que ser un Dios amor no lo convierte en un Dios débil. Él es (sobretodos) fuerte, poderoso, temible en batalla.

Es más, el amor de Dios puede llegar a parecer muy distinto de lo que podríamos denominar como el amor humano. El amor humano fracasa en el aspecto correccional. El amor humano a veces se confunde por algo que en realidad se parece más al desamor.

El amor humano es muy corto de vista, es olvidadizo, es injusto.

Por su parte, Dios es justo y la justicia de Dios revela en gran medida Su amor.

Uno siente un tremendo alivio interior cuando se le hace justicia en cualquiera situación.

Dios nos hace justicia precisamente porque nos ama.

La historia de Nabal es una historia de justicia, y por tanto, también de amor.

Su mujer Abigail reconoce ante David que Nabal es un insensato, un hombre duro y sin entendimiento.

Si Nabal es insolente y humillante con el futuro rey de Israel ¿cómo será con su mujer?

Pero vemos al final de esta historia que Nabal muere y Abigail es libertada de semejante clase de marido.

Cuantos años ella haya tenido que soportar vivir junto a un hombre insensato es algo que desconozco, pero esta historia me recuerda que Dios no olvida. Que Él tiene un tiempo perfecto para cada cosa que tiene lugar debajo del sol.

Abigail habla a David de la perversidad de Nabal ¿Quién mejor que ella sabe la clase de hombre que es aquel?

La palabra de Dios no lo registra, pero su vida no debió haber sido muy grata con un marido así.

Lo se porque no sólo ella testifica de esto. Aun un criado suyo dice en el verso 17: “él es un hombre tan perverso, que no hay quien pueda hablarle”.

Dios siempre da posibilidades. La posibilidad que tiene una persona como Nabal es reconocer su condición, volverse a Dios.

Un creyente del nuevo testamento tiene la misma posibilidad de nacer de nuevo y recibir así la naturaleza de Cristo en su vida y dejar que el carácter de Cristo empiece a manifestarse por la operación del Espíritu Santo.

David no vino a Nabal con mal, al contrario, su deseo para él era de paz, pero Nabal, por su carácter, por su forma de ser, cambió el bien en mal.

Una de las lecciones que yo tomo de aquí es que podemos (por nuestro carácter) echar a perder bendiciones que Dios había preparado para nosotros.

Hay un pensamiento que dice que de cualquier manera Dios lo hará, pero debemos tener cuidado. Él es soberano, pero Él ha establecido ciertas normas que no debemos pasar por alto.

Aunque no debería, uno sabe que puede ignorar un disco pare, por ejemplo, y seguir adelante, pero si el policía nos sorprende en el acto, tendremos que hacernos cargo de los costos del asunto.

¿Habrá algún acto nuestro que escape al escrutinio del Señor?

Nabal pagó un precio muy alto por su necedad pero esto no es algo nuevo.

La biblia lo dice también: “hay camino que al hombre le parece recto”.

A Nabal su camino le parecía bien. ¿Cómo lo se? Porque él no estaba cuestionando su forma de ser cuando Abigail va a contarle todo lo que ha acontecido como resultado de lo que él ha dicho sobre David.

Nabal se encuentra “completamente ebrio, está teniendo un banquete, su corazón está alegre (ver versículo 36)

Él siente que tiene motivos para festejar por lo que ha hecho, ¡¡y no tiene idea que está a las puertas del Juicio Divino!!

Abigail, por su parte, en un carácter totalmente contrario al de su necio marido, se ha humillado por cosas que ni siquiera son culpa suya, y a causa de ese carácter, a ella le espera el bien de Jehová. Es que Dios ha dicho que recompensará a cada uno según sea su obra.

Es que uno puede decir muchas cosas. Hay personas expertas en el uso de las palabras, pero Dios no se queda con las palabras.

¡¡Él sabe que los hechos hablan más fuerte que las palabras!!

David dice que “Jehová volvió la maldad de Nabal sobre su propia cabeza” y “vengo así la afrenta recibida de mano de Nabal”

¡¡Qué interesante punto!!

Hasta donde se, Nabal no tocó a David con sus manos, pero lo hirió con su boca, con su lengua, con su insolencia y con su ingratitud.

Nabal recibió suyo. Pero ¿Qué pasó con Abigail?

Ella también recibió su parte y pasó de ser la esposa del insensato, a ser la mujer del dulce cantor de Israel. De ser la viuda del rico insolente, a ser la primera dama del hombre conforme al corazón de Dios.

¡¡Que cambio no!! ¡¡Qué justicia le hizo Jehová a esa mujer de buen entendimiento!!

Así, mis queridos lectores, podemos tener la certeza que, como está escrito: Dios bendecirá a los que nos bendicen y nos bendecirá a nosotros también, si bendecimos a otros.

¡¡Eso hizo Abigail y es lo que NO QUISO hacer Nabal!!

Si Nabal pudiera darnos un consejo hoy, creo que sería: “no dejes que un mal nombre, marque tu buen destino en Dios”.

Author: gabtorar
•4:58
1 Samuel 25:27 “Y ahora este presente que tu sierva ha traído a mi señor, sea dado a los hombres que siguen a mi señor”.

En un escrito anterior mencioné que los nombres en la biblia son muy descriptivos del carácter de quienes los llevan.
Uno de los nombres más fantásticos que encontramos en las escrituras es EMANUEL. Esto quiere decir “Dios con nosotros”.
Seguramente no hemos reparado con suficiente profundidad en tal declaración. Ese nombre es atribuido única y exclusivamente a Jesucristo, el Hijo de Dios.
La biblia dice que el Dios Invisible y Eterno se hizo visible por medio de la encarnación del Hijo, de nuestro Señor Jesucristo. ¿Logra usted capturar la idea? El Dios Eterno, Aquel que era imposible de ver para los hombres, se DEJÓ VER a través de Jesucristo.
Uno de los discípulos, Felipe, le dijo: “Señor, muéstranos al Padre”, a lo cual Jesús respondió: “el que me ha visto a mí, ha visto al Padre”.
Por supuesto yo me inclino a creer que no se refería tanto al aspecto físico como a lo que TODA LA PERSONA de Jesús representaba.
Su carácter, sus principios, los valores por los que regía Su vivir, eran los del Padre.
Quien veía a Jesús actuar, podía ver al Padre. Lo que Jesús hacía era lo que Padre haría.
Con esta idea en mente deseo regresar al tema anterior, en que hablé de Nabal. Este hombre, que haciendo honor a su nombre demostró ser todo un insensato (eso significa Nabal).
Aprendimos que Nabal era un hombre de duro corazón y un egoísta. Un hombre como muchos que usted y yo conocemos. Un hombre injusto, un miserable. Una persona que vivía sólo para si misma.
La vida que gira en torno a uno mismo es muy triste. Las personas que viven pensando sólo en si mismas NUNCA están contentas.
No alcanzan a valorar LO QUE TIENEN porque siempre su mirada está puesta en LO QUE LES FALTA.
Olvidan o ignoran lo que la biblia dice respecto a que “nuestras costumbres sean sin avaricia y que estemos contentos con lo que tenemos”.
Nabal manifestó su insensatez al rehusar hacer bien a David, quien había estado favoreciéndolo al cuidar sus pastores y animales.
¿Cuánto cuesta la paz del alma?
¡¡El alma nunca está VERDADERAMENTE en paz hasta que SABE que ha hecho lo correcto!!
Y cuando hacemos lo correcto inevitablemente recibiremos del bien que hayamos hecho. Es indudable que este principio opera en ambas direcciones.
Hay gente que se dedica a hacer el mal. Los envidiosos siempre están deseando el mal de aquellos que avanzan y prosperan en la vida. Se vuelven infelices pensando en cómo a otros les va bien y a ellos no. Pero no se dan cuenta que el éxito de otros no es casual ni fortuito.
La mayoría de las veces es resultado del trabajo y del esfuerzo.
Otras veces, es resultado de la bondad de las personas. Hay personas que son capaces de quitarse lo que llevan puesto para compartirlo con quien lo necesitan. Son en extremo generosos.
Pero también hay gente (son la mayoría) a las que tú tendrías que quitarles la vida antes de poder sacar algo de ellos.
Nabal parece ser de esta clase de personas. No tuvo para compartir con David y los hombres que cuidaban sus intereses, pero hizo banquete de rey para él. (ver versículo 36)
Cuando su mujer le dio la notica de lo David iba a hacer (quitarle la vida a Nabal) este quedó paralizado.
La biblia dice que DIOS lo hirió y que 10 días después, Nabal murió.
Esto me deja muy claro que la única posibilidad que tiene el egoísmo delante es Dios es la muerte.
Un Dios que da, da y da, que concede oportunidades por montones, que da vida, fuerzas, inteligencia, que generosamente deja caer la lluvia para que animales, pastos y flores se nutran.
Un Dios así NO MIRA con buenos ojos a los egoístas y miserables. No mira con buenos ojos a los que sólo tienen para ellos.
Delante de un Dios así el egoísta tiene un sólo destino: morir.
Pero no te confundas, Dios quiere darnos vida, por eso nos enseña que para recibir de Su buena mano debemos dar la espalda a aquellas cosas que indisponen a Dios CONTRA nosotros.
David estaba A FAVOR de Nabal, pero la actitud del propio Nabal lo indispuso contra él mismo.
El egoísmo es sólo una de ellas, la soberbia y el menospreciar al prójimo son otras. Dios también aborrece al mentiroso.
Podemos engañar a todo el mundo mostrando una careta, pero Dios no puede ser burlado.
Podemos andar por la vida victimizándonos, pero los que conocen nuestra historia sabrán si en realidad somos victimas o victimarios.
Podemos echar la culpa de nuestras maldades a otros. Podemos argumentar que nuestros errores fueron producto de no haber sabido. Mucha gente, en especial los que NO NOS CONOCEN, nos creerá, pero Dios SABE qué clase de personas somos en realidad.
Y tanto del engaño de otros como del propio, Dios nos quiere librar.
Siempre tendremos la opción de escoger: ser una persona insensata como Nabal, o una de buen entendimiento como Abigail.
Cuidado con lo que escojamos. Cuidado con el NOMBRE con el que nos identifiquemos, porque los Nabales recibirán sus maldiciones, y las Abigaíles, sus bendiciones.
Cada cual, por supuesto, de acuerdo a lo que por su naturaleza haya sembrado. (última parte mañana)
Author: gabtorar
•11:18

1 Samuel 25:25 “No haga caso ahora mi señor de ese hombre perverso, de NABAL; porque conforme a su nombre, así es. Él se llama NABAL, y la insensatez está con él; mas yo tu sierva no vi a los jóvenes que tú enviaste”.

Los nombres no parecen ser muy importantes hasta que necesitas encontrar uno para un hijo o hija tuyo.

Existen variedades de nombres. Unos son muy originales y parecen caer como anillo al dedo de la persona que lo lleva. Otros son más polémicos y dan bastante que hablar por lo extraño que suenan. Sea como fuere, los nombres son importantes.

En el contexto bíblico los nombres no sólo sirven para denominar a una persona sino para referirse al carácter o a algo ligado a la naturaleza de esta. Hay decenas de ejemplos muy conocidos.

Por citar algunos, tenemos a Simón a quien Jesús llamó Pedro (roca) aludiendo a su rol apostólico y fundamental en la iglesia primitiva.

El ángel dijo a María “llamarás su nombre Jesús (salvador), por que él salvará al pueblo de sus pecados”.

Isaac que significa “risa”, se llamó así seguramente porque su madre (Sarai) se rió cuando Dios le anunció que tendría un hijo a tan avanzada edad.

Jacob (usurpador) llevó esa clase de vida hasta que Dios el salió al encuentro y cambio su naturaleza. Al ocurrir, cambió su nombre de Jacob a Israel (el que luchó con Dios).

Como dije, hay decenas de ejemplos como estos. Y quiero referirme al caso particular de este hombre llamado Nabal.

Nabal significa insensato y la insensatez estaba ligada a su corazón.

De acuerdo a la biblia, Nabal era un hombre duro, con el cual no se podía hablar. Demostró su insensatez al negarse a hacer bien a David y los hombres que estaban junto a David, quienes habían cuidado a los pastores de Nabal y a los animales que Nabal tenía en el campo.

¿No es justo hacerle bien a quienes nos hacen bien? Por supuesto, es un asunto que no requiere de gran espiritualidad sino de un mínimo de sentido común, pero Nabal no lo tenía.

David y sus hombres habían sido verdaderos guardas de lo que Nabla tenía y ahora que David pedía algo, Nabal rehusó dárselo. No sólo eso, además “zahirió” (humilló) a los varones que David había enviado con esta solicitud.

Nabal era un hombre egoísta. David dice que vino a él en un buen tiempo. Era tiempo de esquilar lo que significa que había recursos. Pero Nabal era como muchas personas que solo viven para si.

Dios nos quiere libertar de esa clase de vida egoísta y egocéntrica, porque es muy miserable, y quien es así sufre mucho.

Lamento reconocer que esta lectura tiene mucho sentido para mí. Conozco muchas personas que son como Nabal. No se llaman así, pero actúan como si lo fueran. Aun en uno mismo uno puede encontrar rasgos de este modo de proceder.

David envió a él con saludos de paz para él su casa, y todo lo que tenía pero Nabal desconoció por completo lo que David y sus hombres hacían por él.

Había llegado el momento (de acuerdo a David) de cosechar de parte de Nabal lo que habían sembrado en él: cuidado y preocupación.

David no estaba pidiendo un sueldo ni mucho menos. Sólo esperaba de Nabal un gesto de gratitud y un poco de justicia.

¿No es eso lo único que a veces desearíamos recibir de las personas, un gesto de gratitud? No hablo de PALABRAS de gratitud sino de un GESTO, algo concreto que DEMUESTRE esa gratitud.

¿No se molestó Jesús con los 9 leprosos que fueron limpiados en el camino y que no volvieron a dar gloria (gracias, reconocimiento) a Dios?

Nabal dijo ¿quién es David? Como si realmente no hubiera sabido quien era, cuando hasta su mujer Abigail sabía que David estaba huyendo de Saúl y sería pronto rey de Israel.

Nabal era una persona obstinada y egoísta, un insensato de corazón duro, un mal agradecido. Pero como he dicho en otros escritos, todo lo que uno siembra cosecha. Y Nabal cosechó de su egoísmo e insensatez.

Los saludos de paz de David se tornaron en juicio. David se alistó para ir a borrar a ese malvado hombre del mapa, junto a todo varón que hubiese en su casa. ¡¡Qué caro nos puede costar el egoísmo!!

¿Cuán difícil podía ser para él bendecir a quienes le habían estado bendiciendo por tiempo? ¿Cuántas noches Nabal durmió en paz GRACIAS a que David y sus hombres cuidaban de su ganado y pastores?

Estimados lectores. Esta historia debe enseñarnos a no ser injustos.

Hay personas a nuestro alrededor que nos han hecho bien, mucho bien, pero por causa de nuestra insensatez hemos cerramos nuestro corazón contra ellos cuando han necesitado que les devolvamos la mano.

Dios ama la justicia y es muy injusto no hacer bien a quienes nos hacen bien.

Continuará…

Author: gabtorar
•11:34

Colosenses 2:8: “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y HUECAS sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo”.

Vivimos en una época en que el tema de la fe ha sido muy mal tratado. Hay una crisis a nivel de fe porque la fe esta ligada a la integridad, y nuestra época es una época reprobada en cuanto a la integridad.

Sé que no necesito entrar en detalles. Las sociedades en general y la nuestra en particular, han puesto en tela de juicio a estamentos que desde siempre gozaron del respeto de los ciudadanos.

Hay una gran crisis social en los países del medio oriente. Hay una profunda crisis económica en los países europeos y hay una lamentable crisis de fe en los países latinoamericanos.

El hombre natural, aquel que vive como si no hubiera un Dios, vive al compás del sonido de las masas. Lo que la masa dictamina como correcto eso es correcto para tal clase de persona.

Todas las personas, aun sin darnos cuenta, vivimos al amparo de algo, de alguien.

Los ateos lo hacen al amparo del ateísmo, los socialistas al amparo del socialismo y los cristianos al amparo del cristianismo, por citar algunos ejemplos.

El capitalista, por ejemplo, se mueve de acuerdo a lo que dictan las bolsas y el mercado de capitales.

Lo que determine o decida, lo que invierta o no, DEPENDERÁ de lo que los capitales indiquen. Esta es una constante para todos.

El pensamiento del ateo estará influenciado por los planteamientos de Nietzche y otros pensadores ateos. El socialista abrazará los escritos de Marx, y el cristiano basará su fe en la palabra de Dios y el pensamiento de Cristo.

Así, cuando ordenamos nuestras vidas de acuerdo a cualquiera idea, dogma o filosofía, estamos demostrando la capacidad que tenemos para creer.

Esto deja claro que las personas CREEMOS. No tenemos problemas para creer.

Constantemente estamos actuando y tomando decisiones. Estos actos y decisiones las tomamos EN BASE a lo que creemos, no a otra cosa.

Eso vuelve muy importante el asunto de ¿a qué o a quién estamos creyendo?, dado que ESE parece ser el verdadero problema.

Si las personas no tienen problemas para creer, desde cosas que a algunos no parecen más que razonables hasta otras que francamente nos parecen un disparate, entonces no es la capacidad de creer la que esta en cuestionamiento, sino en quién depositamos esta facultad.

Las personas deciden creer en ciertas cosas y negarse a creer otras.

Ciertamente hay personas que lo único que necesitan son alguna evidencia para creer, pero en términos generales, nosotros creemos.

¿Por qué no cuestionar lo que dicen los periódicos? Alguno dirá: pero yo no creo lo que dicen, entonces ¿por qué los compras?

Simplemente porque somos crédulos.

¿Por qué no cuestionar la pertinencia de ciertas celebraciones? ¡Porque somos crédulos!

Hay tantos ejemplos, pero lo importante de todo, es que Dios sabe que tenemos esta capacidad, ¡¡Él nos la dio!!

Será muy conveniente que revisemos si estamos entregándonos a las ideas correctas, a la filosofía apropiada o si estamos más bien malgastando el maravilloso potencial que Dios nos ha dado de creer.