Author: gabtorar
•13:16
Ayer escribía que la paz no viene sola. La paz no es producto de la buena suerte de algunos, sino más bien el resultado de una vida bien vivida, de una vida correctamente vivida, una que considera y atiende al Señor

El llamado de la escritura es a vivir en condiciones de paz con todos los hombres, en tanto nos sea posible.

Esa debería ser nuestra norma de vida entonces, la regla, y no la excepción.

Pero hay quienes han entendido esto al revés, dado que solo unos pocos se escapan de no tener problemas con ellos.

Es que hay personas altamente rencillosas, quejumbrosas, rápidas de carácter, altivas e injustas.

Creo que uno de los aspectos que más conflictos genera entre las personas es la injusticia.

Hay personas que se sienten muy justas, y que por tanto no piensan haber ofendido o defraudado a alguien. Ellos tienen un concepto distorsionado de sí mismos, al pinto que no logran ver sus errores, no llegan a ver en qué te han fallado.

La palabra de Dios habla de gente que es limpia en su propia opinión, si bien está sucia a los ojos de Dios.

¡¡Y vemos que otra vez el engaño ha salido al camino!!

Debemos esforzarnos por llevar vidas pacíficas, y evitar conflictos con el prójimo tanto como nos sea posible, pero hay veces en que sin importar cuanto nos esforcemos, tendremos conflictos con otros y eso es todo un hecho, a causa del carácter y de la conducta de algunas personas.

Sinceramente creo que esa es la razón por la que a veces uno debe entender que ya no es sano seguir teniendo contacto o relación con algunas personas puntuales, porque seguir en esa condición terminará trayendo quiebres y tristezas.

En las parejas sucede mucho que uno es más complicado que otro. Entonces uno siempre esta generand0 conflictos por todo lo que pasa (y a veces por lo que no pasa también).

El otro asume el rol de mediador, pacientemente aguanta esperando que Dios cambiará al otro y ese cambio michas veces nunca llega. Finalmente la relación termina muy mal.

Que todos nos equivocamos, no es ninguna novedad. Que tenemos en nuestro entorno personas conflictivas, tampoco es novedad, que si no tomamos decisiones serias sobre qué haremos con esa situación, nos traerá dolores tampoco debiera tomarnos por sorpresa.

A veces insistimos en mantener ciertas relaciones, el contacto con ciertas personas y no vemos la bomba de tiempo que hay detrás de esas relaciones.

Para que las relaciones funcionen apropiadamente deben ser recíprocas. No importa cuánto Dios haga por nosotros, si nosotros nos empeñamos por rechazar su autoridad, terminaremos mal, y eso sin poder echarle la culpa al Señor.

Hay familiares, compañeros, vecinos que nunca llegan a ver las realidad de cómo se comportan con el resto. Siempre creyendo que la gente les debe algo, que la gente les debe ayudar, que la gente tiene que estar ahí, por ellos, mientras ellos nunca hacen nada.

Es difícil mantener buenas relaciones en esas circunstancias. Jesús muy enfáticamente dijo que una casa dividida contra sí misma, no podría permanecer.

Para poder andar juntos hay que estar de acuerdo, y para cualquier acuerdo se requiere por lo menos a dos.

Hay que trabajar en las relaciones, mejorando las buenas, desechando las malas.

Buenas relaciones brindan paz al corazón, pero las buenas relaciones no se obtienen casualmente, sino como el producto de un trabajo intencionado.

Si es cierto que la unión hace la fuerza, entonces también debe ser cierto que donde hay desunión hay debilidad.

Esa debilidad es la que usa el enemigo para destruir y es donde el Señor nos quiere blindar.
Author: gabtorar
•8:45
El libro de Romanos, en el capítulo 12 dice: “Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres”

Las personas pasan malos ratos por muchas diversas razones. Una importante causa de origen de los malos ratos son los pleitos.

Cantidad de personas en el mundo tienen días muy malos a causa de pleitos que enfrentan con alguien.

Ya sea un pariente, vecino o compañero de labores, es sencillo enfrascarse en algún pleito que termina haciendo que nuestro día se vuelva muy desagradable.

Definitivamente hay personas busca pleitos y desafortunadamente hay gente que pareciera tener un magnetismo para atraer problemas y pleitos.

Ya sea por su manera de vivir o de ser, constantemente tienen dificultades para relacionarse y obviamente esto hace que la vida se les vuelva sombría y desagradable.

Otros no buscan pleitos, pero es como si estos les buscaran a ellos. Tal paree que ninguno se puede librar de esta situación.

Quizás por esa razón Dios nos llama en Su palabra, a vivir en paz con los hombres, tanto como nos sea posible

Vivimos en una era de mucha agitación que hace que el sistema nervioso esté convulsionado y a punto de colapsar.

La mayoría de las personas viven en el límite de la explosión emocional y esto representa un tremendo peligro para quienes están alrededor.

Por alguna razón, a veces uno paga los platos que otros rompieron, en el sentido que nos volvemos el objeto de descarga de tensiones de alguien en la tienda, en el bus, en el metro, en el trabajo y también el hogar.

Es bien frecuente que alguno por ahí no encuentra nada mejor que desquitarse con uno.

Dios conoce los tiempos y el estado de agitación de la vida actual. Él sabe que la paz es algo muy escaso y a la vez necesario en esta época en que todo se ha vuelto una lucha.

Tristemente mientras más hablamos de modernización y avance en lo tecnológico, en lo referente a nuestra conducta nos volvemos más y más primitivos, convencidos que todo se puede arreglar por medio de insultos, ofensas y golpes.

Y en este contexto, Dios nos hace un llamado particularmente singular a decidir vivir en paz con .los hombres.

¿Procuramos estar en paz con el prójimo? ¡¡Deberíamos!!

Dios es un Dios de paz. Él puede hacer la guerra, y no hay quien pueda hacer frente al poderío del Señor, pero Él prefiere la paz, porque es un Dios de paz. Así, los pleitos y luchas no son parte del carácter del Señor.

Definitivamente, si hay alguien con quien necesitamos hacer las paces es con Dios y la única forma de conseguirlo es por medio de Cristo.

En efecto, una de las grandes bendiciones, fruto del Espíritu de Dios, es la paz.

Esto me lleva a creer que de las muchas cosas que uno puede ofrecer a Dios, uno de los sacrificios que más agradan al Señor, son los sacrificios de paz.

Me refiero a la disposición interior para decidir vivir en paz con la gente que nos rodea, tanto como nos sea posible.

La violencia en el carácter es dañina para nuestra comunión con Dios, y por supuesto, afecta nuestras relaciones interpersonales también.

¡¡Es fundamental estar en paz con Dios, pero es muy difícil de lograr si tenemos pleito con alguno!!
Author: gabtorar
•12:25
Apocalipsis 14:4 “Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero”.

Siempre antes de escribir, medito en el Señor sobre qué compartiré y si aquello será lo adecuado.

No siempre es fácil decidir. Si lo que uno busca es entregar un mensaje de Dios, uno que realmente edifique el alma, no es tan fácil la tarea.

Sinceramente no estoy seguro de que siempre logre el objetivo (que es edificar) pero las veces que me he sentido tentado a no escribir he recordado que una de las características más notables de la vida del cristiano es la fidelidad y debemos ser fieles a lo que Dios nos ha encomendado. Escribo bajo la convicción que es una misión que Dios me ha encomendado, y ese pensamiento siempre me da fuerzas para continuar.

Y si de fidelidad se trata, entonces tenemos al máximo exponente de esta en la persona de Jesús, sacerdote fiel sobre la casa de Dios.

Qué bueno es contar con tal clase de ejemplo. Los buenos ejemplos siempre resultan ser tremendamente motivadores.

En vano intentamos a veces convencer a personas que es bueno hacer cosas que nosotros mismos no hacemos.

Es como cuando un padre le dice a su hijo que el cigarrillo es malo para su salud, que no debería fumar jamás, mientras busca en sus bolsillos fuego para encender el suyo.

Esa clase de ejemplo es la más nefasta de todas. Y claro, siempre hay gente ingeniosa que dice: “yo lo hago y se cuan malo es, por eso te aconsejo que tú no lo hagas”

Suena piadoso, ¿verdad?. Pero ¿por qué otros deberían ser capaces de hacer (o dejar de lo hacer) lo que yo mismo no puedo?

El poder del ejemplo es insustituible. Jesús no solo fue fiel sino poderoso porque su enseñanza iba acompañada del mejor ejemplo. El hizo un gran trabajo hablando del amor pero su palabra fie largamente sobrepasada por sus actos de amor.

Y en ese sentido también fue fiel. Fiel y consistente con lo que creía, consistente con lo que enseñaba.

El texto habla de hombres que siguen al cordero por dondequiera que va. Eso es fidelidad, compromiso a toda prueba. ¿Qué no se puede hacer con tal clase de personas?

La iglesia primitiva se caracterizó por esta clase de compromiso fiel con su Señor. A muchos de los miembros de esta iglesia, su fe les costó la vida. Pero ellos estaban fielmente comprometidos con el Señor más allá de su seguridad personal. ¡¡Vaya que ejemplo!!

En nuestros círculos nos encontramos con no pocas personas bien dotadas que sienten que tienen algo con que contribuir en la obra del Señor y estoy seguro que así es, pero mientras no pasen la prueba de la fidelidad, sus habilidades no llegarán a ser de mucha utilidad para el reino de Dios, porque la regla de Dios exige que los administradores de las cosas de Dios sean hallados fieles.

Por otra parte, la falta de talento o don, para realizar alguna tarea para el Señor, no es ningún problema para Dios, porque Él da mayor gracia cuando hace falta.

Él es el dador de toda buena dadiva y de todo don perfecto, así que podemos descansar que si nos falta algo en ese sentido, Él puede suplirlo extraordinariamente, en cualquier ámbito.

Pero hay algo que Dios no puede hacer, y eso es ser fiel por nosotros.

Él puede ser (y lo es) fiel con nosotros, pero no ser fiel en nuestro lugar.

Si en gratitud, has estado buscando algo que darle a Dios quiero que sepas que fidelidad es lo que nosotros podemos darle al Señor.

Fidelidad es lo que podemos ofrecer al Señor. ¡¡Y te aseguro que Él está contando con ello!!

Ninguna otra cualidad será de mayor provecho a la obra de Dios que la de un hombre o mujer fiel a Él.
Author: gabtorar
•6:25
1 Juan 3:4 “Todo aquel que comete pecado infringe también la ley, pues el pecado es infracción de la ley”

Hace algunos días me enteré por los noticieros que el grupo de minorías sexuales había iniciado acciones judiciales contra un canal de televisión, por la discriminación de que fueron “víctimas” por parte de algunas personas, en este caso, humoristas, que asistieron al pasado festival internacional de Viña del Mar que tiene lugar en Chile cada mes de Febrero.

Sobre los humoristas, ni hablar. La ordinariez ha excedido los niveles que cualquiera persona decente debería estar dispuesta a tolerar. Pero eso es tema para otra ocasión.

Los cristianos sabemos que Dios ama a las personas, que Su gran corazón alcanza para todos, que Su deseo es que todas las personas conozcan Su verdad y sean así libertados del poder del pecado.

Eso incluye indudablemente a las minorías sexuales.

Que Dios desea el mismo bien para ellos que para el resto de las personas es algo incuestionable.

De mismo modo, que la condición pecaminosa en que viven, les pone en una situación de juicio delante de Él, tampoco es cuestionable.
Procurando ser objetivo, sé que es fácil apuntar con el dedo a algunas personas por sus prácticas de vida.

Sé que es fácil (como Cristo dijera) “ver la paja en el ojo ajeno y no ser capaz de ver la viga en el propio”.

Pero eso opera en ambas direcciones. Muchas personas que critican a los homosexuales y lesbianas, sienten que tienen la moral de hacerlo porque esa no es particularmente su área oscura.

Aclaremos en este punto que “de plano”, Dios aborrece las prácticas sodomitas y que los homosexuales y lesbianas no tienen (en ESA condición) ninguna posibilidad de entrar o ver el reino.

Pero no es que su particular condición les haga menos aptos para el reino que a otras personas.

La verdad es que Dios no hace acepción de personas y cualquier pecado que insistamos en practicar, nos dejará fuera del reino de Dios inapelablemente. La sodomía es solamente uno entre muchos.

Podemos apuntar al homosexual, podemos reírnos de él (yo no lo hago), podemos criticar hasta el cansancio sus prácticas, gestos y forma de vivir, pero ¡¡cuidado!!, que esa persona que parece tan despreciable ante nuestros ojos, puede llevarnos la delantera en muchas otras áreas de la vida. Y ese es el punto.

La paga del pecado es la muerte espiritual y aunque el pecado puede tener distintos nombres, los efectos que produce en todas las personas es el mismo: separación de Dios.

Los hombres que se burlan o critican a los homosexuales y lesbianas lo hacen porque se sienten superiores al menos en ese ámbito.

Superiores moral o valóricamente, o como se quiera llamar.

Pero si esa misma persona que se siente con moral para criticar a un homosexual, sale a la calle a codiciar a las mujeres que pasan alrededor, está siendo tan inmoral como aquel a quien critica.

Esto es algo que las personas no logran ver porque siempre es más fácil condenar a otros y absolvernos a nosotros mismos.

Esto aplica a obviamente a las minorías sexuales que se quejan de ser discriminados por otros y ellos mismos están ciegos al hecho que se contradicen en aquello por lo que se quejan, por cuanto ellos mismos son críticos hacia otros distintos como ellos.

Un ejemplo es que al hablar de los cristianos, les he oído referirse sarcásticamente: “USTEDES LOS EVANGÉLICOS” o “ustedes los ALELUYA”.

¿Qué es eso? ¡¡Yo le llamaría discriminación!!

La sociedad actual, desde luego inspirada y respaldada por el diablo (enemigo de todo lo bueno, justo y correcto), trabaja por crear en las mentes de las persona un sentido de tolerancia que va más allá de lo aceptable.

Esta tolerancia no es para que respetemos la diversidad sino para aceptar lo malo, para no protestar o juzgar lo malo, para ser permisivos con lo malo.

La inmoralidad descarada, la desnudez abierta, la ordinariez, el lenguaje grosero, esas cosas no parecen ser problema para muchos.

Pero si los homosexuales se sienten pasados a llevar: ¿Qué nos queda a los cristianos, que a diario tenemos que aguantar la mugre que viene de muchas partes, incluyendo el horroroso espectáculo que ofrecen homosexuales y lesbianas a vista y paciencia nuestra y de nuestros hijos?

Pienso que en esto hay una gran lección para los hijos de Dios.
Los hijos de este mundo (Jesús ya lo mencionó en Su palabra) son más sagaces que los hijos de luz (de Dios).

Los hijos de este mundo parecen tener una capacidad que los hijos de Dios hemos perdido, y que deberíamos tener todavía más fuertemente arraigada para protestar contra el mal y pararnos por la verdad.

Vemos que la iglesia primitiva sufría persecución por causa de su testimonio. ¿Cuál era su testimonio? La verdad de Cristo, la palabra de Dios.

¡¡Ellos testificaban la verdad!! Y hacerlo les costaba la vida.

Estamos llevando un cristianismo tibio. Preferimos callarnos las injusticias para no quedar mal con la gente, para no tener problemas con la sociedad, con los vecinos.

No estoy haciendo un llamado a pelear con todos, pero hay una verdad que tú y yo hemos recibido, por la cual deberíamos estar dispuestos a pararnos sin importar quien se ponga por delante.

Los homosexuales y lesbianas han ganado terreno porque se han atrevido a salir de la habitación, donde antes llevaban a cabo sus prácticas secretamente.

Lo han hecho, porque paralelamente nosotros, la iglesia del Señor, hemos perdido la capacidad de salir a proclamar la verdad de Dios.

Sin profecía (visión) los pueblos se desenfrenan, pierden el norte.

Las naciones sufren cuando no hay en ellas un pueblo que se para con la convicción de la verdad en sus corazones y en sus labios.

La maldad no es restringida cuando los que tienen la autoridad para restringirla se acuartelan en lugar de salir a proclamarla.

Y hemos llegado al nefasto día en que quienes debieran avergonzarse por su forma de vivir, se levantan para juzgarnos y tratar de avergonzarnos.

El mundo en que vivimos, es un mundo al revés. Y si no hacemos algo hoy, mañana será demasiado tarde.

Que quienes debieran pedir perdón por el terrible ejemplo que entregan con su perdido vivir, tengan el descaro de increparnos y juzgarnos, ese si que es un buen chiste.
Author: gabtorar
•7:43
Santiago 5:1 “¡Vamos ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que os vendrán”

¿Qué nos posee?

En el mundo en que vivimos las cosas cada vez tienen un rol más relevante.

Muchas personas pasan la mayor parte de sus vidas trabajando para adquirir cosas.

El avance tecnológico alcanzado permite que casi mensualmente algo nuevo salga al mercado y que pronto se transforme en un objeto de deseo.

Recuerdo que apenas un par de años atrás, cuando se estrenó el I PHONE, hubo personas que hicieron filas para obtener uno, para tener la primicia.

Si las personas tuvieran ese mismo interés por Dios

Pero ¿hasta dónde puede llegar la locura por tener cosas?

Muchas cosas son útiles y hasta necesarias, pero la vida pierde su verdadero sentido, cuando el hombre deja de perseguir lo que debe y le conviene y se enfrasca en la búsqueda de cosas superfluas y vanas.

El problema del consumismo es que somos consumidos por el, y quizá el mayor riesgo es que siempre pensamos que tenemos el control.

Pocas son las personas que pueden decir con tranquilidad: “no tengo deudas con nadie”. La gran mayoría se encuentra en el segmento opuesto.

Jesús habló sobre las cosas, él dijo que la vida del hombre no consistía en tener cosas. Me temo que esa es una de las muchas lecciones de Cristo a las que no hemos prestado suficiente atención.

Los medios de comunicación (siempre en línea con el mundo y en franca oposición con los principios de Dios) colaboran de manera magistral diseminando la codicia entre quienes ven los spots publicitarios.

Se trata de un verdadero sistema, diseñado para convencer a las personas haciendo una necesidad de aquello que no es necesidad

Lo malo de todo esto es que las cosas entusiasman, pero no llenan. Tratamos de llenar nuestros vacíos teniendo cosas, pero eso no suple lo que nos falta.

Es triste reconocer que las personas generalmente buscan en el lugar equivocado, y como resultado, no obtienen lo que en verdad buscaban.

Lo material no puede suplir lo espiritual. La palabra de Dios hace clara esta diferencia enseñando que la carne es una cosa y el espíritu otra.

La obsesión por tener cosas lleva a las personas a tomar las decisiones más alocadas que uno pudiera pensar.

Para lo terrenal se legitima que la gente haga toda clase de sacrificios y esfuerzos, pero para las cosas espirituales se censura y llama a la moderación.

¡¡Como si Dios no fuese digno de nuestros mejores y más altos esfuerzos y sacrificios!!

Los apóstoles entendieron que el mundo (incluyendo sus cosas) no tenía gran valor, y que la obra de Dios lo valía todo.

Dos mil años después, podemos darnos cuenta como esa visión ha cambiado y que aquello que no tiene real valor se sobrevalora.

¿Qué nos posee?

Responder francamente a esa pregunta será de mucha utilidad para saber lo que realmente somos y para quien estamos viviendo.
Author: gabtorar
•11:34
Marcos 13:33 “Mirad, velad y orad; porque no sabéis cuándo será el tiempo”.

Este versículo guarda relación con la segunda venida de Cristo. ¡¡Qué maravilla!! Cristo estuvo en esta tierra hace poco más de 2 mil años y nosotros no tuvimos la oportunidad de verlo, pero Él ha prometido volver por los suyos y entonces la posibilidad de verle está abierta para nosotros hoy.

Pero ese tema escatológico no es lo que me motiva a escribir. En realidad quiero que prestemos atención a 3 acciones que debemos tomar precisamente a causa de que nosotros no sabemos en que minuto las cosas pueden llegar a ocurrir.

Oímos de accidentes automovilísticos, de fenómenos naturales, terrorismo, y otras cosas que repentinamente ocurren y nos toman por sorpresa.

No hay nada que podamos hacer para evitar ciertas cosas porque no está en nosotros evitarlas, pero Jesús explicó cuál debía ser nuestra política normal de vida: mirar, velar, orar,

Pienso que usted estará de acuerdo conmigo en el hecho que vivimos vidas de poca observación.

Vivimos muy rápido y nos pasamos de largo muchos detalles cotidianos importantes que entregan información de lo que sucede alrededor.

Muchos golpes fuertes que “nos da la vida”, llegan sin hacer ruido, sin aviso, pero otras tantas situaciones duras que vivimos son bien anunciadas, pero no llegamos a interpretar la información que recibimos.

En general los problemas de relaciones dan luces anticipando que las cosas no van bien. Que hay insatisfacción, dolor, molestia o incomodidad, pero nosotros ignoramos esa información y ella es la que nos puede evitar el golpe estrepitoso.

El vivir apurados y nos impide prestar atención a los estímulos externos, no atendemos con suficiente cuidado las señales que nos dan la sociedad, la familia, Dios, y finalmente terminamos atravesando por aquello que (de haber prestado atención) podríamos haber evitado.

De modo que mirar (observar) es primordial. Jesús habló de mirar lo que ocurre fuera de nosotros para entender el tiempo que vivimos.

Es importante mirar cómo van la familia, los hijos. Prestar atención a los cambios conductuales de las personas que nos rodean, cambios que normalmente son indicadores de que algo está pasando.

Pienso que muchas infidelidades, divorcios, rupturas y problemas de toda índole se podrían evitar, si cultivásemos el arte de observar.

Pero mirar no es todo. Jesús también señaló la importancia de velar. Esto significa estar (espiritualmente) despiertos.

Muchos accidentes se producen porque gente que debió estar despierta, lamentablemente se durmió.

Ya sea por extremo cansancio o falta del descanso apropiado, en algún minuto, el cansancio pudo más y quien debía estar velando (despierto) se durmió. Lo que dio lugar a la tragedia.

En términos espirituales el pastor es llamado a velar por su rebaño. Y para ello él debe sr el primero en estar despierto.

En la familia son los padres los responsables de estar bien despiertos para ver en qué pasos pueden andar sus hijos.

El peligro acecha, y muy frecuentemente, está más cerca de lo que uno piensa. Por ello es tan importante velar

Oímos de accidentes carreteros muchos de ellos con resultados fatales. Al investigar las razones, encontramos que en un alto número de ellos, el conductor se durmió.

Dormir cuando debemos velar puede ser causal de muchos problemas y dolores, por eso Jesús advirtió sobre la necesidad de velar.

Pero no basta con observar y velar, para transformar la realidad se requiere de la intervención del Señor y Él se involucra cuando se le llama en oración. Así la oración es el tercer asunto mencionado por Jesús.

A veces anhelamos que Dios nos ayude pero no acudimos a Él en oración para suplicar esa divina intervención.

La oración es una poderosísima herramienta para la comunión con el Señor, pero también para pedir y recibir del Señor.

Meditando en esto quizá lleguemos a descubrir que no hemos prestado suficiente atención a lo que ocurre alrededor, que hemos estado durmiendo en momentos que debimos velar, y (como si lo anterior no fuera poco), hemos dejado a Dios fuera de nuestra realidad.
Author: gabtorar
•6:36
Hebreos 9:27 “y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio”.

En el consciente popular pululan muchos pensamientos que se dan por sentado, pero que carecen de sustento bíblico.

Ayer hablaba de como Dios ha establecido que las personas mueran una sola vez y después enfrenten el juicio de Dios. Esta verdad escritural choca de frente con las ideas de reencarnación que algunas personas manejan.

Algo similar ocurre con las supuestas “almas en pena”.

No pocas personas creen que de algún modo sus seres queridos siguen presente, manifestando su presencia entre ellos, aun después de haber partido del escenario de esta vida, por medio de golpes, desplazamiento de objetos y otros fenómenos afines, llamados paranormales.

Siendo consecuentes con lo que acabamos de establecer ayer por la palabra de Dios, que las persona mueren una vez y después el juicio, entonces no hay cabida para la manifestaciones de fenómenos paranormales de esta clase atribuibles a almas en pena.

La idea de que existan almas en pena es en sí macabra.

Imagínate almas que deambulan errantes por la tierra. Qué desorden (idea) más incompatible con el carácter de Dios. SI Dios ha puesto limites a todas las cosas. Si el mar le obedece, si los astros le obedecen, como pensar que las almas puedan vagar protestando que tuvieron que partir antes de tiempo. ¿Antes de qué tiempo? Si uno parte cuando la soberanía de Dios así lo determina.

Hay asuntos sobre los cuales no tenemos ninguna injerencia y este es precisamente uno de ellos.

Una vez que Dios decidió que era tiempo de partir, nada te podrá retener. Asimismo es cierto que aunque muchos quisieran despacharte de esta vida, no podrás irte hasta que Dios lo decida.

Existe un gran negocio detrás de la idea de las almas en pena.

Muchas personas dedicadas a la vida ocultista obtienen gran provecho financiero prometiendo ayudar a las personas (y por supuesto, a las almas) a solucionar estos problemas.

¿Qué hallamos aquí? Otra vez el engaño. Ya lo he dicho antes, satanás tiene para todos los gustos, y por eso debemos conocer la verdad de la palabra de Dios, para ser libres del engaño

Quienes verdaderamente se esconden detrás de esas supuestas almas en pena, son espíritus demoníacos que sirven a los propósitos de satanás de engañan a los neófitos.
Muchos de los ruidos y fenómenos paranormales que se atribuyen a parientes fallecidos, no son verdaderamente paranormales. Muchos tienen perfecta explicación natural, científica.

Pero otros no son producto de la intervención de algún alma en pena, sino de espíritus diabólicos cuyo propósito es engañar, y entrar en contacto con ellos es sumamente peligroso.

Eva entró en contacto con uno, y todos ya conocemos el resultado: fue engañada.

Si las personas entendiesen mejor las cosas espirituales (si conociesen la verdad del Señor), no serían fácilmente engañadas o presas del enemigo.

En nuestro tiempo hay un tremendo culto al espiritismo y al ocultismo, indudablemente todo cuidadosamente disfrazado. Pero quien está detrás es el mismo engañador, ladrón y mentiroso que hizo caer en desgracia a Adán, a Eva y con ellos al resto de la humanidad: el diablo.

No te dejes engañar. En Dios está la luz, la verdad.
Síguela y ella te guardará de todo engaño. El Señor te librará del mal.

La próxima vez que oigas cosas extrañas en tu casa, recuerda que no se trata de algún ser querido, sino de tu peor enemigo tratando de engañarte.

Si así ocurriera, clama al Señor Jesucristo que Él tiene poder para librarte de todo mal.

El alma, después que el hombre muere, espera el momento en que tenga que enfrentar el juicio de Dios.

Son los espíritus rebeldes, demonios, los ángeles caídos, que siguieron a satanás en su rebelión contra Dios, los que andan por el mundo engañando.
Author: gabtorar
•9:18
Hebreos 9:27 “Y de la marera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez y después de esto el juicio”

Se conjeturan muchas cosas acerca del tema de la muerte. Hablar del tema no es para nada agradable, especialmente porque los seres vivos no aferramos a la vida por una cuestión instintiva. Pero hay ideas acerca de la muerte que nos conviene aclarar.

Si la muerte es lo que dicen que es, entonces vale la pena estar bien informado.

Primero que todo es justo decir que el tema es complejo porque para hablar de algo es preciso tener fundamentos. ¿Cuántos pueden hablar con propiedad de la muerte?

Para ello se requiere de alguien que haya pasado por ella y nos pueda decir de primera mano lo que es. ¿Tienes en mente a alguien? Yo sí, a Jesús.

Él estuvo muerto y venció la muerte, resucitando.

Solo uno que es la vida, tiene poder sobre la muerte. Juan el apóstol dice que en Él (Jesús) estaba la vida, y esa vida se manifestó categóricamente al resucitar de los muertos.
La muerte es ese estado de separación que nos priva de la vida. En el impide Jesús hubo muchos que murieron y que fueron resucitados por Jesucristo personalmente. Cuando a Jesús le hablaban sobre este estado, él respondía diciendo “duerme”.

La muerte puede ser muchas cosas que no entendemos pero yo quiero aclarar algunas ideas que derechamente no son correctas acerca de la muerte.

Las personas no reencarnan como postulan algunas ideas filosófico-religiosas orientales.

Dios ha establecido que las personas mueran una sola vez. Y que luego comparezcan delante de Él para ser juzgados.

Muchas personas odian esta idea de tener que dar cuentas por sus hechos. Es atractivo pensar que puedo hacer lo que quiero, sin tener a nadie que me manda o me mire o supervise, pero, ¡¡por favor!!, si hasta en los trabajos seculares existen supervisores. Como pensar que Dios nos haya dejado a nuestro propio arbitrio.

Desde luego que tenemos facultades para hacer y deshacer pero viene el día en que tendremos que hacernos cargo de la manera en que empleamos o administramos lo que nos fue entregado.

El afán de muchos filósofos por matar a Dios radica principalmente en querer otorgar al hombre una vida libre de prejuicios morales o valóricos.

La idea de libertar al hombre de la conciencia de un Dios, es muy atractiva aunque nada novedosa.

Satanás lo intentó con los hombres por primera vez en el huerto de Edén. Les dijo a Adán y Eva “seréis como Dios”. Obviamente en ese tiempo era demasiado ridículo negar la existencia de un Dios con el cual Adán y Eva tenían cotidiana comunión.

Su mejor esfuerzo, por tanto, sólo podía consistir en que ellos mismos actuaran sin la conciencia de Dios, sin el temor de Dios.

Miles de años después, la táctica ha cambiado. Con una sociedad que puja fuertemente por erradicar a Dios del medio, a Satanás el trabajo se le hace más sencillo. Solo debe retrogradar a los que todavía retienen esa conciencia.

Y la alternativa que plantea es que “tú tienes muchas vidas para perfeccionarte por ti mismo”. Eso es la reencarnación.

Fíjate como está presente el concepto de trascendencia, un concepto eminentemente cristiano.
Que la vida del hombre definitivamente no acaba aquí está claro, incluso para el diablo, que elabora una alternativa a la verdad de Dios que sea apetecible a los hombres.

En este tiempo la idea es eliminar a Dios de la conciencia ¿por qué? Simplemente porque la conciencia es ese juez interior que dicta sentencia, aprobando o reprobando nuestros actos.

El asunto es que la conciencia se sujeta a la máxima verdad que conoce (DIOS) y si no hay Dios, todo se relativiza, cada cual vive como quiere o puede, porque no hay alguien superior que restrinja, porque no hay a quien rendir cuentas por los actos cometidos.

¿Es posible lo anterior? Claro que sí. Esa es de hecho la mentalidad que por tiempo ha estado siendo implantada por los medios, y la educación formal secularizada (en la que Dios no vale un peso) en nosotros y nuestros hijos después de nosotros.

Pero con todas las teorías que se puedan elaborar y lo que puedan decir, hay un hecho innegable: “Dios ha establecido que todos los hombres encaremos la muerte, una vez, y es algo irremediable”.

Y si lo primero es cierto, entonces lo segundo debe serlo también: “tendremos que comparecer para ser juzgados por Dios”.

No importa cuántos libros se puedan escribir tratando de negar esta responsabilidad. Los hombres seremos llevados a la presencia de Dios para dar cuenta de nuestros actos.

Podemos taparnos los ojos, los oídos. Podemos reírnos, burlarnos, criticar. Todo lo que queramos, pero nuestros mejores esfuerzos no impedirán que las cosas que Dios ha establecido tengan cumplimiento de la manera que Él lo ha establecido.

No existe tal cosa como reencarnación. No existe tal cosa como una cantidad de vidas para auto mejorarnos y ganar un lugar en algún pseudo paraíso o lugar elevado.

Lo que sí existe es la gran responsabilidad de vivir esta única vida en la tierra, lo más cerca posible a la voluntad de Dios, sabiendo que será Él (y no los filósofos) quien dictará sentencia sobre la vida que decidimos llevar aquí antes de morir.
Author: gabtorar
•6:30
Salmos 3:3 “Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí; mi gloria, y el que levanta mi cabeza”

El modo en que culmina este verso es seguramente es muy descriptivo de la forma en que nosotros nos sentimos a veces.

Hay tiempos de mucha paz y de bonanza cuando andamos junto al Señor. Esos tiempos son en verdad deliciosos: cada cosa, cada noticia que nos viene, es un manjar porque todo sale viento en popa.

Son días memorables, de esos que no quisiéramos que acaben jamás. Pero aunque hay días preciosos, también los hay malos, en que nada sale bien.

En esos días malos parece como que todo se confabulara en contra nuestra.

A la izquierda hallamos problemas y nos volteamos a la derecha buscando reposo y por ahí también hay confrontación y lucha.

Es como si el enemigo nos hubiera rodeado y donde sea que nos volvamos encontramos oposición, dificultad o lucha.

Esta se manifiesta de distintos modos, a veces son las personas las usadas para estas aflicciones, otras veces son las circunstancias.

A veces la aflicción viene por medio de la falta de recursos (no tener todo lo que uno quisiera en el momento en que uno quisiera). En fin, llegamos a sentirnos identificados con lo que dice este salmo en el verso 1: “¡Oh Jehová, cuánto se han multiplicado mis adversarios! Muchos son los que se levantan contra mí”.

Nos sentimos así. Sentimos que el levantamiento viene de parte de muchos y como resultado, sentimos temor, dudamos, abrimos la puerta y la angustia hace presa de nosotros.

Sé que tú te has sentido así. Yo me he sentido así.

No existe un sólo hombre o mujer de Dios que no se haya sentido de esa forma en algún minuto de su peregrinaje cristiano.

Cristo mismo se sintió agobiado. Te habrás preguntado cómo se sentía el Señor en la cruz. El salmo 22 nos relata con bastante detalle su estado mientras colgaba en la cruz.

Su corazón era como cera dentro de él. ¿Te has sentido así de agobiado? Yo pienso que ninguno de nosotros ha llegado a tal quebranto.

Es cierto que hay ocasiones en las que el enemigo parece tenernos rodeados pero, cuando atravesamos por esas circunstancias, debemos recordar que el Señor es escudo alrededor nuestro y que es Él quien levanta nuestra cabeza.

El Señor dice erguíos que vuestra redención está cercana.

Su palabra nos recuerda que cercano está Jehová a quienes le temen y hay que ver cómo les defiende.

Gracias Señor por contar contigo siempre, sobretodo cuando el enemigo emprende en nuestra contra.