Author: gabtorar
•12:07
Juan 15:18 “Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros”.

Sé que hay muchos casos en que podemos decir que la contienda es desigual.

Es desigual cuando las personas se enfrentan con la sinceridad de sus argumentos a quienes vienen contra ellos con la prepotencia de sus jinetas y amplio espectro de influencia.

Es desigual cuando se mide a las personas en base a lo que tienen y no en base a lo son.

Es desigual cuando uno es juzgado y criticado por actuar motivado por la clase correcta de amor que dice la verdad aunque sea dolorosa o chocante. Mientras que otros son alabados por usar la elocuencia de sus palabras para lisonjear a quienes les oyen y hacerles adeptos a punta de mentiras.

La contienda es tremendamente desigual cuando personas que llevan vidas licenciosas e inmorales se sienten con la facultad de reprochar a quienes se esmeran por vivir vidas correctas.

Jesús es el mejor ejemplo en todo lo que acabo de mencionar.

Él fue criticado, malentendido, acusado injustamente, menospreciado… ¿y cuántas otras cosas más?

Jesús fue castigado en todos los sentidos posibles e imaginables y eso a pesar que en todo hizo siempre lo correcto.

La contienda fue siempre desigual para Jesús. Había un grupo organizado de religiosos que tramaban su muerte y que conspiraba constantemente contra Él.

Él, por su parte, seguía adelante con la visión que le trajo desde la Eternidad.

¡Qué alta dejó la vara el Señor. Tenemos tanto que aprender de Él!

Una de las cosas que debemos aprender de Él, es a ser tenaces.

La tenacidad es descrita como la firmeza y constancia para cumplir un objetivo. Jesús fue en extremo tenaz. Y claro, uno debe serlo siempre, y en especial cuando la contienda que uno lucha es tan desigual como es el caso de los cristianos evangélicos.

Ahora bien, haciendo honor a la verdad de la palabra, Jesús no vino a fundó una iglesia con apellidos. El no llamó a los cristianos: Católicos, Evangélicos, Bautistas, Adventistas o cualquier otro nombre que tu hayas escuchado por ahí.

Él simplemente vino a hacer discípulos y dijo que su padre, madre y hermanos, eran aquellos que oían la voluntad de SU Padre y la cumplían.

Desde esa perspectiva poco importa lo que tú o yo pensemos. Si eso no está de acuerdo con lo que Dios dice, no llegará muy lejos. Al menos, no más allá de esta vida

Con un enunciado tan categórico, Jesús zanjó cualquier diferencia que podamos tener (o aun queramos poner) para establecer la supremacía de un grupo o religión por sobre otro.

Cristo es el Señor, el Maestro y los que siguen su doctrina, enseñanza y ejemplo son discípulos suyos.

Por lo pronto, la contienda es, y seguirá siendo desigual, en tato el cristianismo sea llevado a la manera de los hombres y no a la del Señor.

El secularismo seguirá amando y promoviendo lo suyo con la misma fuerza que seguirá aborreciendo aquello que no tiene su sello o su espíritu.

Por eso, te aliento en este día, hombre o mujer de Dios, a seguir poniéndote de pie por las verdades de Cristo por más impopulares y malentendidas que estas sean, porque cercano está el día, en que el Señor mismo traerá recompensa a quienes nos hallamos conducido fielmente.
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