Author: gabtorar
•9:27
Hebreos 4:2 “porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron”

Siendo bien de madrugada tuve la oportunidad de mirar en un canal de cable, un programa “especial” cuyo único propósito era desvirtuar la fe de los cristianos. Estaba tan bien documentado, con imágenes y citas bíblicas que uno podría haber pensado que era un programa cristiano que pretendía solidificar la fe, pero no.

Alguien (seguramente un equipo de producción) se había tomado la molestia y el tiempo de preparar esto con la finalidad de destruir las convicciones de los creyentes, poniendo en tela de juicio la veracidad de la palabra de Dios y la divinidad de Jesucristo.

Es bien triste pensar que muchos de los que vieron y escucharon ese programa no dudaron de la bien documentada pero falsa información que se entregaba. Para muchos lo que se dijo era la verdad y no cuestionaron nada.

Por qué será que a los que YA HEMOS CREIDO en Jesucristo nos cuesta TANTO CREER a Su Palabra escrita?

Como dice el versículo, se nos anuncia la buena nueva de la palabra pero no os aprovecha el haberla ido por no ir acompañada de fe por parte de quienes la oyeron.

Leemos el periódico y creemos lo que se dice (aunque muchas veces no es ni la mitad de cierto). Miramos un programa y creemos a la que se dice, ¿y a la palabra DE Dios no creemos?

En los años que he caminado con el Señor he podido CONSTATAR la fidelidad con que Él cumple Sus promesas.

Cuando Él dice que algo es de tal forma, no pasa mucho tiempo antes de que Él te DEMUESTRE que las cosa eran como Él decía.

La escritura enseña como llevar un matrimonio, por ejemplo, y no importando cuanto se esfuercen algunos por denostar o desacreditar la veracidad de la Palabra de Dios, cuando un matrimonio comienza a aplicar los principios, ¡¡ese matrimonio simplemente MEJORA!!

Lo mismo ocurre en el caso de la crianza (instrucción) de los hijos, roles dentro del hogar, administración de las finanzas y otros temas de GRAN INTERÉS para las personas.

Sin embargo, el problema es que aunque frecuentemente oímos la palabra, no la oímos con la disposición de vivirla, de deja que ella actúe en nosotros y produzca en nosotros esos frutos que deseamos ver pero que no podemos producir por nosotros mismos.

Eso explica que en las congregaciones hay persona que llevan aproximadamente el mismo tiempo, pero unos se perfilan solidamente como cristianos mientras que otros están siempre marcando el paso.

Para uno como líder esto resulta tan triste, porque la voluntad de Idos es que estemos continuamente creciendo en gracia en sabiduría como Jesús lo hacía.

Si nosotros sabemos que los años pasan y nuestro hijo(a) no crece nos preocupamos, sabemos que “algo no anda bien”, y cuando veo que pasa el tiempo y las personas están siempre luchando con las mismos gigantes, para mí es señal de que no han avanzado, que no han crecido como es debido, que están dando vueltas en círculo.

El texto aquí declara que el problema radica en una sola cosa: no recibir la palabra con fe.

Podemos echarle la culpa a muchas cosas: circunstancias, pasado, carencias, un sin fin de cosas, que no podrán detener o impedir el poder eficaz que la palabra de Dios tiene.

Pero no la aplicamos porque confiamos más en nuestros recursos (intelecto, experiencia secular, tradiciones) que en la palabra de Dios.

Sería muy sano revisar dos cosas: primero, verificar si verdaderamente estamos escuchando el mensaje de Dios (la sana doctrina); y segundo, si al escucharlo, tenemos verdaderamente la intención de vivirlo y aplicarlo, con todas las implicancias que eso tiene: incorporando a nuestro diario vivir lo que Dios dice que nos falta, y abandonando aquellos lastres que nos impiden avanzar y crecer.

Concluyendo: “¡¡es bueno escuchar la Palabra de Dios, pero es infinitamente mejor vivirla!!”
Author: gabtorar
•8:49
Lucas 1:45 “Y bienaventurada la que creyó porque se cumplirá lo que le fue dicho de parte del Señor”

He estrado tratando el tema de la incredulidad, como nos obstaculiza para recibir lo que Dios nos quiere conceder.

Pero si la incredulidad nos produce una especie de “maldición”, la fe y confianza en la Palabra del Señor, se nos vuelve en dicha y bienaventuranza.

Elisabet, la esposa de Zacarías, estando YA embarazada en conformidad con lo que el ángel había hablado a su marido, recibió la visita de su parienta, la joven María, quien también había sido visitada por el ángel Gabriel anunciándole que concebiría un hijo a quien llamaría Jesús.

Cuando María saludó a Elisabet, ésta fue llena del Espíritu Santo, que es el Espíritu de Verdad, y pronunció lo siguiente (entre otras palabras) “Bienaventurada la que creyó”.

Ella inspirada por el Espíritu de Dios dijo que por causa de haber creído a las palabras de Dios, ella era una persona dichosa.

¿Creemos a las palabras de Dios?

Dios me ha otorgado la bella oportunidad (y responsabilidad) de compartir su palabra por varios años en diferentes congregaciones y aun en la congregación donde yo mismo soy pastor, he descubierto esta triste realidad: que muchas de las personas que están allí NO CREEN a la Palabra de Dios.

¿En qué me baso para afirmar lo anterior? En que veo que no hacen lo que han aprendido, no practican lo que se les ha enseñado. Hay muchas personas en las congregaciones que tienen problemas con los aspectos más fundamentales y que "no deberían ser tema" para un verdadero convertido.

Personas que SE EXCUSAN por no hacer LO QUE SABEN deberían hacer. Las excusas, por supuesto, buscan CALMAR LA CONCIENCIA de quienes están INCUMPLIENDO al Señor.

Conozco personas que no se congregan porque “están enfermas”, pero luego “salen a pasear”. Dios con toda razón se preguntará ¿Y tú no estabas enfermo?

Personas que se excusan de no poder apoyar la obra de Dios, porque “los recursos no alcanzan” pero luego tú ves que han adquirido bienes (televisores, computadores, por citar algunos) y para eso SI ALCANZÓ. Con justa razón el Señor se pregunta ¿Y tú no tenías problemas financieros?

Quiero aclarar para quienes leen mis devocionales (por motivos de conciencia) que quien escribe, les habla de lo que conoce, no de lo que piensa solamente, y que además en la congregación que yo pastoreo NO SE ABUSA DE LA HERMANDAD en términos económicos. De hecho sólo se pide una ofrenda por reunión y ese servicio no toma más de un par de minutos. No se hacen largas oraciones para tratar de conmover las conciencias de las personas al momento de ofrendar ni tampoco se manipula el asunto desde el púlpito.

Puedo decir con LIMPIA CONCIENCIA que TENGO MORAL para referirme al tema.

Como toda congregación tenemos necesidades. Yo como pastor que fue llamado por Dios para vivir de la obra, tengo necesidades y vivo por fe, confiando EN EL SEÑOR, en SU provisión, la que muchas veces Él desea hacer llegar por medio de Su pueblo pero su pueblo (penosamente incrédulo) no responde a esas expectativas del Señor.

Yo me pregunto con cuánta fuerza las personas reclamarían si en sus trabajos, no les pagaran su sueldo. Y conozco a lucha gente que hace lo mismo con sus pastores.

Se de muchos pastores que ABUSAN DE SUS CONGREGACIONES y les SACAN hasta el último peso que tienen, pero también hay congregaciones que ABUSAN DE SUS PASTORES y LES PRIVAN de cada peso que pueden.

Tanto lo uno como lo otro es DESAPROBADO por el Señor.

¿Queremos que Dios nos haga justicia y nosotros somos injustos con Dios?

Después de esta breve aclaración, debo decir ¿Por qué nos cuesta tanto obedecer a Dios? Porque hay incredulidad en nosotros. En verdad no creemos que lo que Dios pide sea tan necesario o importante, por eso no lo hacemos, por eso no lo priorizamos.

Un siervo de Dios recibió este testimonio del Señor: "un hombre HACE TODO por su Dios".

Yo veo a la gente haciendo toda clase de esfuerzos por aquellas cosas y personas que están en su corazón.

Hay muchos que creen que pueden seguir a Dios “de lejos”, congregándose cuando quieren (o cuando hacerlo no les representa un problema). Luego en su angustia, desean que el pastor “corra a visitarlos, a ayudarles, a orar con ellos”. Y cuando esto no ocurre de la manera o con la rapidez que esperaban, “se victimizan” ante sus hermanos y siembran “cizaña” contra el líder, por supuesto, con mucho disimulo.

No entienden esas personas que se dañan a si mismos, que añaden carga a sus vidas con esa MEDIOCRE manera de seguir a Cristo, que por cierto Cristo NO MERECE.

Podremos convencer a medio mundo que nuestros motivos para NO HACER LO QUE DIOS NOS PIDE son válidos y piadosos, pero tengo la responsabilidad de decir que DIOS NO PUEDE SER BURLADO. Hay una ley espiritual que dice que TODO lo que el hombre siembra ESO va a segar.

Debo asimismo aseverar que la mayoría de las veces el problema no son nuestras circunstancias sino NOSOTROS MISMOS.

Ponerse en las manos de Dios NO CUESTA NADA, sólo hay que DISPONERSE.

Cuando lo hacemos con toda seguridad “podemos apropiarnos por fe” de las palabras que esta mujer llena del Espíritu Santo pronunció y estoy seguro que el mismo bendito Espíritu de Dios dirá otra vez: “bienaventurado el que creyó porque se cumplirá en su vida lo que fue dicho de parte del Señor”.

Dejemos de engañarnos, a veces la incredulidad se disfraza de piedad pero está escrito que "no hay nada oculto que no sea descubierto" por Aquel que TODO lo ve.
Author: gabtorar
•6:54
Lucas 1:20 “Y ahora quedarás mudo y no podrás hablar, hasta el día en que esto se haga, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo”

Aclaramos en el devocional de ayer que el milagro de Dios viene mientras le servimos.

Hay una gran necesidad de “recursos humanos”, personas que puedan despertar de su sueño y de su "vivir centrados en sí mismos" a la realidad que Cristo pudo palpar cuando estuvo en la tierra: “la mies es mucha y los obreros pocos”.

Las razones por las cuales las personas no logran ver la necesidad de obreros es variada, pero una de las más terribles es la incredulidad.

La incredulidad es una fuerte cadena que impide a las personas recibir lo que Dios desea concederles.

Volviendo al relato de Zacarías, él y su mujer deseaban un hijo y mientras él está sirviendo al Señor, le es enviado de parte Dios un ángel con muy buenas nuevas para ellos: “Dios les iba a conceder un hijo”.

Imagínate, Dios estaba punto de hacer algo sobrenaturalmente maravilloso para este matrimonio y lógicamente la respuesta debió haber sido algarabía, gozo, gratitud, alabanza.

En lugar de ello Dios recibió incredulidad, cuestionamiento de parte del beneficiado: ¿en qué conoceré esto?, dijo Zacarías, echando una mirada a su avanzada edad y a la realidad de su mujer.

Frecuentemente la incredulidad nos juega esta mala pasada, impidiéndonos hacer algo que nos debería hacer reflexionar en este minuto: “darle la gloria a Dios”.

Normalmente no creemos lo que Dios dice que va a hacer porque ponemos la mirada en nosotros, en lo que tenemos o en lo que nos falta. No entendemos que si el milagro ha de ocurrir es precisamente porque en nosotros ya no está la capacidad de hacer que las cosas pasen.

Dios debía ser glorificado por medio de Zacarías y a causa de la incredulidad fue cuestionado.

Zacarías debía ser favorecido por la palabra anunciada y a causa de la incredulidad fue disciplinado. El ángel le dijo claramente “y ahora quedarás mudo por cuanto no creíste a mis palabras”(v.20)

¡¡Fíjate lo destructiva que llega a ser la incredulidad para las personas, ella hace que nuestra boca se cierre!!

Lo triste del asunto es que nosotros podemos escoger el camino que queremos tomar en este aspecto. Escogemos recibir a Dios o rechazarlo, abrir nuestra boca palabra agradecer lo que hace o cuestionarlo.

Tal vez ahora mismo estás atravesando momentos de dificultad y te sientes tentado a cuestionar lo que Dios está haciendo. Piensas que porque las cosas no están teniendo el resultado que esperabas no son de Dios y no sabes que Dios está trabajando en ello.

Amados hermanos, yo me he sentido así, he sentido que el yugo se vuelve demasiado pesado y he llegado a creer que no podré continuar. En esos momentos nos olvidamos de las promesas que Dios ha dado por medio de Su Palabra.

Son esos momentos cuando la carne comienza a tomar el control (nosotros se lo damos a veces y ni siquiera nos damos cuenta) y nos lleva al terreno de la duda. Pero cuando tu sientas que el yugo está pesado es el mejor momento para DECIDIR CREER A LA PALABRA DE JESÚS: “mi yugo es FÁCIL”.

Si Jesús dice que el yugo es fácil entonces lo es, se acaba la discusión, no hay más que hablar.

No necesitamos hacer un cuestionario para ver como nos “sentimos” o “que nos parece” lo que estamos viviendo. Es tiempo de sostenernos como viendo al invisible y pararnos en fe SABIENDO que Dios no miente ni se equivoca JAMÁS.

Zacarías debió haber aprendido una gran lección ese día. No esperemos a tener que enmudecer para decirle al Señor:

“Gracias bendito Dios, por lo que me quieres dar. Por ese milagro que estás preparando en secreto, mientras yo trabajo para ti. Quiero que mis labios se abran para decir que eres fantástico, maravilloso para darte gloria y bendecir Tu Santo Nombre. No quiero dar a mi carne lugar para cuestionar lo que tú haces. Gracias por tomarte la molestia de enviar tu ángel para hacerme oír buenas nuevas. ¿¡Como no habría de amarte!?

Recibo ese milagro aunque mis ojos no vean, ni mi corazón entienda, ¡¡CREO!! y para ti Señor ¡eso es lo que cuenta!
Author: gabtorar
•8:19
Lucas 1:20 “Y ahora quedarás mudo y no podrás hablar, hasta el día en que esto se haga, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo”

La incredulidad, ¡¡que terrible enemiga de la fe y de la obra Dios!!

Desde el principio se mostró como uno de los grandes problemas del hombre, así como la desobediencia y el egoísmo.

En este relato del capítulo 1 de Lucas hay mucha riqueza para el espíritu. En efecto lo acontecido a Zacarías debe sentar un referente para que no nos ocurra lo mismo.

Zacarías y su mujer Elisabet no podían tener hijos. Agradeceré lean desde el verso 5 al 14 para una mejor comprensión del asunto)

En los tiempos bíblicos era considerado una afrenta que la mujer no pudiera concebir y para el varón era muy lamentable no tener quien le heredase.

Estos dos eran ya mayores y las posibilidades matemáticas ya no permitían que pudiera llegar el tan ansiado retoño.

Sin embargo, todo cambia cuando Dios entra en la escena de los hombres. El factor “Dios” es el menos considerado siempre, y a la vez, el más relevante de todos.

Una de las lecciones que debemos rescatar aquí es que el ángel de Dios vino a Zacarías para hablar de algo que era valioso para él mientras este estaba “sirviendo a Dios”.

A menudo las personas desean que Dios actúe mientras ellos esperan descansadamente en algún lugar, pero este verso nos recuerda un principio importante de la escritura: “cuando yo me ocupo de las cosas del Señor, el Señor se ocupa de las mías”.

Zacarías estaba sirviendo a Dios cuando vino el ángel con la maravillosa noticia.

Estoy seguro que tú debes tener imposibles en tu vida en relación con temas espirituales y otros terrenales y en el fondo de tu corazón deseas que Dios haga ese milagro, pero necesito preguntarte: ¿Estás sirviendo a Dios?

La palabra del Señor enseña que todo lo que uno siembra, eso cosecha. Si yo no estoy sembrando en servicio a Dios ¿por qué Dios tendría que servirme en MIS necesidades? Piénsalo.

¿De qué manera colaboramos con los planes de Dios?

Dios tiene planes que no serán llevados a cabo hasta que nosotros decidamos comprometernos con Él.

Del mismo modo, nosotros tenemos necesidades con las que Dios no se comprometerá, hasta que vea nuestro compromiso.

Conozco personas en las congregaciones donde comparto la palabra de Dios, que están esperando que Dios salve o sane a algún ser querido pero, veo que eso no ocurrirá, no porque Dios no pueda o no quiera hacerlo, sino porque Dios también espera de nosotros (ellos) y el compromiso que ellos que tienen con Dios es mínimo: escasamente se congregan, escasamente apoyan financieramente, escasamente se puede contar con ellos para las necesidades de la obra (enseñar, asear, etc) porque están demasiado ocupados en sus asuntos personales. ¿Por qué Dios tendría que tener tiempo para ellos? Por qué Dios tendría que correr a contestar sus oraciones?

He aprendido caminando con Dios que un milagro nunca viene sobre la nada, siempre Dios realiza un milagro sobre la base de algo que nosotros hacemos primero.

Fíjate en los evangelios que siempre Jesús respondía a la iniciativa de los hombres que venían a Él. Ellos no se quedaban sentados esperando que Dios los sanara, ellos se movían en fe HACIA Dios.

La incredulidad nos hace perdernos una de las mejores cosas que Dios tiene para nosotros: conocerle en Su grandeza y Majestad de Dios Omnipotente, capaz de hacer esas cosas que para nosotros son imposibles.

Hay una mentalidad (doctrina) simplista que pone al Señor en lugar de un “benefactor” que nunca se cansa de hacer el bien, no importa lo que nosotros hagamos, pero Dios no es así. Si bien el Señor es bueno y paciente, la idea de Su bondad y paciencia es darnos la oportunidad de cambiar. Por ello es importante conocer a Dios en verdad.

Muchas personas quieren ver a Dios actuar y lo curioso es que Dios está esperando lo mismo de nosotros.

Te aseguro que Dios quiere que le mostremos nuestra fe por medio de nuestro actuar, de nuestro seguirle, de nuestra obediencia a Su Palabra.

Si la Palabra de Dios dice: “congrégate”, hazlo; si dice “ora sin cesar”, hazlo; si dice “perdona al que te ofendió”, hazlo; si dice “trae tu diezmo”, hazlo.

Si has entendido que Dios te ha dado algo (talento, habilidad, recursos) con lo que le puedes servir: ¡sírvele! ¿Qué esperas?

¡¡Muchos de esos milagros que necesitamos del Señor los tenemos estancados nosotros mismos!!

Dios no nos dejó Su Palabra para que discutiéramos con ella o sobre ella, eso no trae provecho.

Los que ponen en tela de juicio la biblia, por su incredulidad, seguramente van a ir al infierno, pero los que la aceptamos veremos sus beneficios si la practicamos, porque Él la dejó para que la vivamos.

Zacarías recibió la noticia de ese hijo imposible de tener cuando servía a Dios. ¿Cuál es tú imposible?

Comienza a servir al Señor que todo lo puede.
Author: gabtorar
•9:13
Vamos a concluir con la idea que hemos estado tratando, y no porque la idea en si este ya completa, de hecho, hay mucho que decir al respecto, pero daremos paso a otros temas que confio serán de provecho para los creyentes.

Dijimos que era necesario invertir para poder conocer la verdad. sinceramente me alegro por aquellas personas que ya lo están haciendo y se han preocupado de tener una buena biblia, por ejemplo, que les ayude a entender las escrituras con comentarios y todo eso. Estoy seguro que nuestro Dios se alegra en ver nuestro deseo por conocerle.

Del mismo modo estoy seguro que el Señor de algún modo debe entristecerse cuando ve que "no nos alcanza para las cosas de Dios" (esto es, colaborar en la expansión del evangelio, sustentando a quienes lo hacen o apoyando a quienes están dispuestos a hacerlo), pero "si nos alcanza para un buen televisor con el cual poder mirar los partidos del campeonato mundial de fútbol".

Para conocer bien la verdad quizás necesitaremos movernos de nuestro vecindario y atravesar algunas comunas para poder hallar una buena congregación en la cual VERDADERAMENTE se predique la Palabra de Dios y no doctrinas de hombres.

Tal vez esta sea una de las mayores trabas en poder conocer la verdad. No todo lo que tiene un letrero con nombre de iglesia, es una iglesia.

Hace mucho aprendi que al entrar en un McDonalds no me convierto en una hamburguesa. Del mismo modo que un lugar tenga un letrero que diga "iglesia", no lo convierte en iglesia.

Pero a veces caemos en el lugar equivocado por culpa de nuestra propia comodidad. Queremos que la iglesia no nos cueste nada, que nuestro servicio a Dios no nos produzca incomodidades, que no nos estorbe, y eso está mal.

David dijo que no le daría al Señor un sacrificio que no le costara nada: "lo que nada cuesta, normalmente no es muy valorado".

Hoy yo amo a Jesús más que ayer, porque mientras más camino con Él, más me doy cuenta cuánto le costó a Él pagar por mis pecados, Su Sacrificio es más valisos para mí. ¿Entiendes?

Creo sinceramente que en la medida que crecemos en comunión con Dios vamos teniendo una mayor disposición para negarnos a nosotros mismos y seguirle donde nos quiera llevar.

Algunos líderes se molestan porque sus ovejas deciden buscar una nueva congregación. Su reacción normalmente es enojo y resentimiento. Pero en lugar de enojarnos contra otro, deberíamos preguntarnos cuáles son las verdaderas razones que alguien puede tener para querer buscar otro lugar en el cual encontrarse con Dios y tener comunión espiritual.

Pudiera ser que donde está no está recibiendo el alimento que necesita, o que en ese lugar, ya alcanzó un "techo espiritual" y se siente estancado(a).

Sería bueno preguntarse las razones y tener la honestidad para decir a las personas que necesitan un alimento más solido que el que estan recibiendo con nosotros, que cuentan con nuestro respaldo en tanto el cambio sea para seguir creciendo en el Señor.

Yo no he muerto por ninguna oveja de las que pastoreo, ellas no me pertencecen, le pertenecen a Su Señor y Él tiene potestad para guiarlas donde le plazca. Por lo demás sus ovejas deben oir Su voz y Seguirlo.

Por supuesto, hay muchas falsas doctrinas (y por ende maestros que las enseñan), pero también sabemos que Dios tiene un remanente como lo tenía en los tiempos de apostasía en que vivia el profeta Elias.

A veces nos "conformamos" diciendo "al menos me congrego, no será el mejor lugar pero peor sería no ir a ningún sitio".

Pero ese no es el punto, la voluntad de Dios es que seamos edificados y crezcamos hasta alcanzar la estutura de un varón perfecto en Cristo Jesús.

Dios no espera sólo que cumplamos, Él ha provisto lo necesario para que conozcamos bien la verdad y seamos libertados del error por medio de esa verdad.

Hay corporaciones que para acaparar a las personas les enseñan que dado que "nacieron espiritualmente en ese lugar alli deben morir". Pero esto no tiene fundamento escritural. Es una doctrina de hombres nada más.

Les profetizan maldiciones, ruinas y desgracias si se van de esas congregaciones pero la verdad es que son sólo maneras cobardes de intimidar a la gente, y satanás sabe que las ovejas se asustan con facilidad.

Ni siquera el padre del hijo pródigo le maldijo. Todo lo contrario, le dió lo que le pertenecía y lo encomendó al Señor.

Cuando el Señor lo trajo de vuelta no se puso a recordarle todas las madiciones que le habia profetizado, simplemente hizo banquete porque su hijo muerto ahora vivia. ¡¡Gloria a Dios!! ¿No deberiamos hacer lo mismo?

Esto no se trata de mi congregación o la tuya, sino de la iglesia del señor Jesucristo.

Dejemos los egoismos, dejemos de trabajar para nuestras organizaciones y dediquémenos a servir al Reino de Dios.

Y a ti mi hermano(a) te digo: no seas cómodo. Si estás en un lugar en el que espiritualmente estás creciendo en verdad, en SANTIDAD y en amor, entonces bendice al Señor por esos líderes que Él ha puesto para apacentarte y persevera allí con fidelidad.

Pero si sientes que tu vida no va a ningún lugar, que el congregarse es solo para pedir dinero o juntar fondos para comprar esto o aquello, pide dirección al Señor, pues muy posiblemente estás pisando el terreno equivocado y si Dios te muestra que Su voluntad para ti está atravesando la ciudad, pues no temas atravesarla por Él y síguele en fe.

Dios quiere que conozcamos bien la verdad y no debemos escatimar esfuerzos ni sacrificios para conseguirlo.
Author: gabtorar
•11:39
Lucas 1:4 “para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido”

En un esfuerzo por hacer llegar a Teófilo la verdad concerniente a las cosas que le habian compartido, Lucas diligentemente recabó informacíon indagando detalles del cómo, cuándo y dónde habían ocurrido tales cosas.

Lo anterior porque a Dios le interesa que nuestra fe esté basada en Su verdad. Que nuestras convicciones estén puestas sobre el sólido fundamento de Su Palabra y no sobre fábulas o inventos de hombres, que más que edificar traen confusión y que no representan necesariamente la verdad Divina.

El creyente tiene por un lado el privilegio, y por otra parte, la responsabilidad de corroborar lo que se le está enseñando, como lo hicieran los hermanos de Berea que recibieron elogios de Pablo por esta noble actitud.

Dios ha hecho el gran milagro de preservar Su Palabra por todos los siglos desde que fue revelada, de modo que podamos tener a disposición Su verdad y no un secedaneo de esta.

Si Él ha hecho semejante trabajo: ¿será gran cosa que nosotros tomemos al menos el tiempo necesario para estudiar dichas verdades y comprobar su veracidad?

¡¡Para conocer bien la verdad necesitamos invertir!!

Entre esas inversiones encontramos el tiempo, por ejemplo, para estudiarla, para asimilarla. Las verdades bíblicas no se asimilan con mucha rapidez a veces.

En algunos casos, se requiere de exhaustiva y profunda meditación en la escritura para llegar a descubrir lo que el Señor verdaderamente está tratando de decir.

Me parece que muy frecuentemente tomamos la Palabra de Dios a la ligera. La leemos pero no la entendemos, porque "escaneamos los versículos" sin detenernos a formularnos preguntas "clave" que nos permitirían comprender lo que Dios tiene en mente.

Asimismo es posible que necesitemos invertir algo de dinero. Aquello en lo que gastamos nuestro dinero dice mucho de nosotros, de nuestra espiritualidad (o falta de ella).

Conozco personas que no dudan en gastar fuertes sumas de dinero en un sinfín de cosas que van desde tecnologia (celulares de moda, mp3s) hasta ropa o accesorios, pero que NO CUENTAN CON UNA BUENA BIBLIA DE ESTUDIO, por ejemplo.

Es difícil llegar a conocer bien la verdad si no estamos dispuestos a invertir lo que se requiere para lograrlo.

Cristo DESEABA salvarnos y para ello hizo la más gtande inversión: "dar su propia vida". Seguramente conocer la verdad de Cristo nos costará algún pequeño sacrificio comparado con ese gran sacrificio Suyo.

La tecnología disponible nos hace más sencilla la tarea de conocer la verdad de Dios. Existen una serie de elementos ONLINE gratuitos para estudiar la biblia: comentarios bíblicos, diccionarios, mapas, biografías, etcétera, de modo que para conocer la verdad se requiere disposición más que cualquier otra cosa.

Por supuesto también existen personas bien instruidas en las escrituras que podrán aclarar nuestras dudas respecto de lo que leemos.

Esa es una de las bondades de congregarse, que somos exhortados en la verdad de las escrituras por personas que poseen un conocimiento más acabado que nosotros.

Necesitamos conocer bien la verdad porque de acuerdo a lo señalado por el Señor Jesucristo: "conoceremos al verdad y nos hará libres".
Author: gabtorar
•9:32
Lucas 1:4 “para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido”

¡Que magistral forma de retratar lo que Dios desea para nosotros!: “que tengamos el conocimiento correcto, adecuado de Su Verdad para que no seamos engañados”.

Lo cierto es que el Señor tiene mucho cuidado de nosotros. A Él le preocupa que haya en nuestros hogares lo suficiente para suplir nuestras necesidades. Del mismo modo le preocupa que tengamos a disposición la verdad de las cosas concernientes a Su Reino y Voluntad.

Es muy triste tener que reconocer que tal vez ninguna otra causa ha cobrado tantas victimas como el asunto de la fe.

Las persecuciones que muchos han vivido (y aunque nos cueste creerlo TODAVÍA VIVEN en muchas naciones) a los largo de la historia es fiel reflejo de lo importante que es este tema para el hombre.

El diablo se ha esforzado por convencer a la gente que “Dios no existe”, o se ha valido de ciertos filósofos como instrumento suyo para proclamar que “Dios ha muerto y que es hora de que se levanten los superhombres”.

El asunto de la fe no es para tomarlo a la ligera, y en este evangelio, Lucas lo deja bastante claro.

¿Cuántos creyentes hoy día pueden decir con toda confianza que CONOCEN BIEN la verdad en la que han sido instruidos? Eso desde luego, partiendo de la base de que están siendo instruidos en “alguna verdad”.

Para Dios es especialmente importante que sus hijos conozcamos Su verdad y Su Palabra es Verdad.

Lucas se tomó la molestia de INVESTIGAR CON DILIGENCIA todas las cosas y escribirlas por orden. ¡Qué ejemplo!

Teófilo fue muy afortunado en contar con semejante ayuda. Hoy muchos cristianos contamos con todos los medios necesarios para poder conocer bien la verdad del Señor, medios que de haber estado en manos de los apóstoles ¡guau!

¡¡Ni pensar todo lo que hubieran logrado, si ellos a pie, en barco, a camello y a caballo llenaron el mundo conocido con el evangelio de Jesucristo!!

Pues bien, hoy vivimos días peligrosos. Las múltiples doctrinas que han llenado las iglesias están volviéndose en terribles enemigas de los hijos del Señor.

Los medios de comunicación cristianos en vez de reforzar la única verdad necesaria de saber, la única que nos llevará realmente al reino de Dios, se han volcado en una frenética carrera por ver quién transmite un mensaje más novedoso, más atractivo, más llamativo para una sociedad cada vez más frívola e indiferente a las cosas de Dios.

Como consecuencia, muchos están siendo confundidos en vez de ser edificados.

Por otro lado están los muchos que llegan a la puerta de nuestras
casas a decirnos que traen un “mensaje de Dios”, el cual por cierto, no es más que una tal vez muy sincera, pero errada interpretación de una palabra que acuerdo al apóstol Pedro “no es de interpretación privada”.

Para Dios sigue siendo importante que conozcamos bien la verdad en la que se nos ha instruido por nuestro propio beneficio.

Nunca ha sido el propósito del Señor que seamos extraviados por sendas que nos apartarán de la fe verdadera. Todo lo contrario, Él ha preservado Su Palabra a pesar de los muchos intentos realizados por parte del maligno para desvirtuarla o definitivamente cambiarla.

Agradezco al Señor por los Lucas de nuestro tiempo que se esfuerzan por diligentemente llevar a las congregaciones la verdad de la palabra de Dios, esa que TODAVÍA tiene poder para cambiar las vidas de los hombres.
Author: gabtorar
•6:39
Colosenses 3:2 “Poned la mira en las cosa de arriba, no en las de la tierra”

¿Dónde están puestos nuestros afectos e intereses? ¿Estamos trabajando para hacer tesoros en la tierra?

Los tesoros de los que hablo no son fortunas al estilo de aquellos que aparecen en las revistas Forbes o Fortune, sino el simple hecho de volvernos parte de un sistema de vida materialista que en su afán por obtener las cosas de la vida posterga lo más esencial de la vida: al dador de esta, al Señor.

El devocional anterior hablaba de ser fieles en lo ajeno, y en este caso deseo poder llevarnos a esta tan necesaria reflexión que tiene que ver con la pregunta: ¿Dónde están puestos nuestros ojos?

Nuestros pies se dirigirán básicamente hacia la dirección que nuestros ojos prefijen.

¡Es tan importante tener claro donde va nuestra mirada!
Si no cuido mis ojos quizás vayan detrás de la mujer ajena y mi matrimonio termine destruido por la infidelidad; si no cuido mis ojos puedo colisionar con algún vehiculo y dejar a mi esposa viuda y a mis hijas sin su papá. Si no cuido mis ojos puedo colocarlos en las cosas de la tierra y perder el cielo. Si no cuido bisojos corro el riesgo de cambiar la gloria de la vida eterna por un momentáneo instante de placer que a la larga no tendrá ningún beneficio verdadero para mi ser.

El Señor siempre nos dice lo que Él sabe conveniente para nosotros: por medio de la escritura abiertamente nos señala dónde debe estar puesta nuestra mirada: “en las cosas de arriba”

¿Cuáles son esas cosas de arriba?

Antes que todo es Cristo, el Hijo de Dios, quien murió para liberarnos del pecado que nos condenaba a la perdición eterna en el infierno.

En la santidad de Dios que es un requisito para quienes deseen ser parte del Su reino: “sin santidad nadie verá al Señor”.
Hay muchas cosas que nos podrían faltar, pero si deseamos ver a Dios necesitaremos este prerrequisito de la santidad.

En la obra direccionadora del Espíritu Santo, quien fue enviado precisamente para guiarnos a toda verdad, es decir, para liberarnos del engaño, de la mentira y el error.

En la vida eterna, el cual es el galardón que Dios concederá a quienes por amor a Él guarden Sus mandamientos.

Estas (además de muchas otras) son algunas de las cosas de arriba en las cuales debemos poner la mira. Cosas que no pasarán porque son eternas como Dios mismo lo es.

Tristemente somos inclinados a poner los ojos en las atractivas pero pasajeras cosas de la tierra. ¡Cómo nos seducen las muchas luces de colores!

La parafernalia de la vida a veces nos atrapa y por ello el Señor nos recuerda tan claramente que debemos ser disciplinados y determinar dónde y en qué pondremos la mira.

Lamentablemente todas aquellas cosas que tienen apariencia de belleza son perecederas. Un día las buscaremos y nos las vamos a hallar.

Tanto valor que damos a las flores que están en el florero, por ejemplo, y no nos damos cuenta que en cuestión de un par de días no serán útiles más que para botarlas a la basura, porque con todo lo lindas que parezcan, al haber sido separadas de la tierra están muertas.

No tendrán ya ni siquiera valor decorativo, y eso sin importar su forma o colorido.

De igual manera, la apariencia de este mundo pasa con rapidez, pero hay una promesa de permanencia e inmutabilidad para quienes ponen su mira en las cosas de arriba.
¡El cielo es tan firme como Su Creador!

¿Para qué gastar nuestro corto tiempo en cosas que no tendrán mayor trascendencia?

Te invito a escoger correctamente, poniendo la mirada en la voluntad de Dios que nunca cambia, que no se marchita ni envejece jamás.
Author: gabtorar
•7:42
Lucas 16:12 “Y si en lo ajeno no fuisteis fieles. ¿Quién os dará lo que es vuestro?

Cada vez me sorprende más darme cuenta cuan distinta es la manera de pensar del hombre, contrastada con la manera de pensar del Señor.

En esta vida en que los valores como el respeto (a la vida, a la propiedad ajena, entre otros) están casi completamente perdidos, ¡que valioso es considerar estas palabras de Jesús!

En nuestro egoísta vivir hemos llegado a creer que lo único que importa es uno mismo.

De manera lenta pero firme, la misma maldad que convirtió a Lucero (un querubín protector) en un opositor (diablo), ha ido consumiendo los corazones de las personas con un sentir egoísta y egocéntrico, al punto en que a algunos ya no les importa destruir lo que a otros les costó comprar, o rayar lo que a otros les costó pintar, o robar lo que a otros les costó adquirir porque sencillamente no es de ellos.

Si no me creen, miren el noticiario o den una vuelta a la manzana y miren alrededor.

Para muchos después de un partido de fútbol (sin importar si el equipo ganó o perdió) es divertido ocasionar destrozos en la propiedad de otros, casas, autos, semáforos, señales de tránsito, paraderos de micros, etcétera.

¿Qué será lo que les mueve? Sin duda la maldad.

Y lo peor es que ellos creen que van a salir inmunes del asunto.

El gran engaño está en creer que como burlan a las autoridades el asunto estará olvidado. Pero Dios está tomando nota de todo lo que hacen y ESO SI QUE ES DELICADO.

Estos malandrines se preocupan por burlar a las débiles e inconscientes autoridades terrenales (que muchas veces avalan estos desórdenes) y se olvidan de que hay un Juez IMPLACABALE en los cielos al cual no podrán burlar.

Ese día se van a dar cuenta “tarde”, que hubiera sido mejor pagar con cárcel o haber trabajado hasta devolver lo dañado que caer en las manos de semejante Juez.

Pero no perdamos de vista el punto importante aquí, que es este principio que Jesús está comparte: “si no somos fieles en lo que no es nuestro, no recibiremos lo nuestro”

Es como si Dios nos pusiera a prueba antes de poder darnos lo que tiene para nosotros.

La escritura enseña que somos mayordomos, administradores de lo que a Dios pertenece.

Todo lo que hay fue creado por Dios, por ello le pertenece. Lo dice la escritura: “mía es la tierra y su plenitud, el mundo y los que en habitan”.

Por esa razón es que Dios PODRÁ juzgar al mundo y a los que habitan en el mundo. Si no le pertenecieran no tendría derecho sobre ellos, pero Él los creó y usará Su Derecho para Juzgar a cada uno según sus obras.

Dios ha preparado cosas bellas para los que le sirven fielmente.
Especialmente para aquellos que han mostrado fidelidad en lo que no era suyo, Dios les dará lo que tiene PARA ellos. ¿Entiendes? Ya no en calidad de mayordomos sino de propietarios.

Sin embargo, Jesús aclara que esto sólo ocurrirá con aquellos que fueron fieles en lo ajeno. Como puedes imaginar, los vándalos que mencionaba antes no tendrán ninguna opción, a menos que cambien, que se arrepientan y quiera Dios que así sea.

¿Cómo estas administrando lo ajeno que Dios ha puesto en tus manos? ¿Estás administrando con fidelidad? ¿Estamos administrando con fidelidad nuestros matrimonios, hijos, recursos, tiempo?

No nos engañemos, ellos NO NOS PERTENECEN solo nos han sido encomendados por algún tiempo

El pensamiento: “esto no es mío, así que no me importa lo que ocurra con ello”, debe ser cambiado por “sabiendo que esto no es mío, lo cuidaré con mayor esmero”. Y cuando Dios te de lo tuyo, entonces podrás decidir que hacer con ello.

Piénsalo y decide ser fiel en lo ajeno para que puedas recibir lo que Dios tiene para ti.
Author: gabtorar
•9:43
Romanos 8:18 “pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse”

Este es uno de esos temas que causa confusión en el corazón de algunos creyentes.

Lo que el apóstol Pablo está afirmando es que los cristianos vivimos y viviremos aflicciones. ¡¡Como tratamos de hacerle el quite a esta palabra!! Si de sólo escucharla a muchos se les paraliza el corazón.

El tema de las aflicciones es algo que algunos predicadores están dejando a un lado, para predicar a un “Dios Pascuero”.

Escuchamos mensajes que dicen “ven a Jesús y todo estará bien”, “Jesús te hará feliz”, “Jesús te dará lo que tu anhelas” y otros similares, y cuando los escucho yo pienso: “la persona que responda a ESE mensaje va a estar pronto en problemas, porque va a venir al Señor por los motivos incorrectos y se va a encontrar con un evangelio para el cual no está preparado. El evangelio a esa persona más que una buena nueva le va a sonar como una farsa”

Son justamente las personas atraídas a Jesús por el mensaje equivocado las que luego son vacunadas CONTRA JESÚS y una vez que se apartan (esto es, cuando lo prometido no llegó y en lugar de eso llegó lo que no querían) lo hacen para no regresar NUNCA MÁS.

Pablo claramente habló de las “aflicciones del tiempo presente”. Es que el camino del cristiano trae consigo aflicciones y no pocas. Basta con mirar las páginas de la Biblia, en las que hallaremos toda clase de ejemplos de gente piadosa que padeció por causa de su fe, de sus convicciones. Algunos al punto de perder sus propias vidas.

Pero para ellos no era una cosa extraña. No les tomaba por sorpresa que sus vidas tuvieran sentencia de muerte porque tenían claro al venir a Cristo que su fe les costaría TODO incluyendo sus vidas en muchos casos.

Cuántos piadosos cristianos vieron morir a sus amados hijos en las fauces de leones, o hijos que vieron morir a sus padres martirizados, solo por no negar que Jesucristo era el Señor de sus vidas.

Para ellos su compromiso con Cristo era de vida y muerte. Realmente “se casaban con Cristo” hasta que la muerte los separaba, pero no se asombraban porque Jesús mismo les había dicho que “en el mundo tendrían aflicciones pero que debían confiar en Él que ya había vencido al mundo”.

Por eso me parece muy necesario examinar los motivos con los que venimos al Señor. ¿Venimos buscando en Él sólo la ayuda que nos librará de nuestra aflicción temporal? ¿O hemos venido a Él con la clara comprensión de que Él es el camino, la verdad y la vida y que fuera de Él no tenemos opción?

Ciertamente el Señor ayuda a los suyos y en muchos casos les libra de aflicciones y ayuda de maneras increíbles, pero que esta no debe ser la motivación para venir a Él.

Muchos de los que alguna vez quisieron hacer a Jesús rey, luego estuvieron gritando “crucifícale, crucifícale”.

Es que las relaciones por conveniencia no funcionan, si uno no se involucra por los motivos correctos vivimos una farsa que tarde o temprano dejará ver sus reales frutos

¿Cuántas personas que mantienen relaciones lo hacen solamente por una cuestión de beneficio material, o sencillamente para no sentirse solos? Pero en sus corazones no está el verdadero anhelo de que el otro se sienta amado, protegido o valorado.

Pablo sabía que en esta vida aun teniendo a Cristo habría aflicciones.

Pero también sabía algo mucho mejor: “que esas aflicciones, con todo lo terrible que pudieran ser, no eran comparables con la gloria venidera que Dios tenía preparada para los suyos”

Esa es nuestra esperanza bienaventurada, que esta vida no es un fin en si misma, sino tan solamente una antesala y la oportunidad para decidir que recibiremos eternamente. Hay solo dos posibilidades: honor o vergüenza, gloria o cenizas. Lo que decidamos aquí, determinará lo que recibamos allá.

No temamos a las aflicciones que puedan venir, temamos más bien a no ser capaces de decidirnos con los motivos y corazón correctos, por Aquel que merece lo mejor de nosotros.
Author: gabtorar
•8:38
Marcos 10:27 “Entonces Jesús, mirándolos, dijo: para los hombres es imposible, para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios”.

Me encanta la forma en que el Señor establece la diferencia que existe entre lo que el hombre puede hacer y lo que Dios puede hacer.

El Señor tiene muy clara nuestra realidad humana incluyendo lo limitado de nuestras capacidades.

¿¡Cuántas cosas del diario vivir se nos presentan como tremendos gigantes imposibles de derribar!?

Situaciones que nos recuerdan que sin importar con cuanto afán nos entreguemos a cierta tareas, SIEMPRE HAY VARIABLES que no podemos manejar y que nos llevan a reconocer nuestra necesidad de la intervención de una mano superior, del poder Divino.

Jesús acababa de decirles que muy difícilmente podría un rico entrar en el reino de los cielos, porque los ricos (de seguro habrá algunas excepciones a esta regla) llegan a poner de tal forma su corazón y confianza en las riquezas, que las convierten en verdaderos ídolos para su corazón.

Los discípulos frente a esta afirmación llegaron a decir “¿quién podrá ser salvo entonces?”, validando las palabras de Jesús y dando a entender con esto que ellos se daban cuenta que los hombres que ellos conocían ponían efectivamente su confianza en las riquezas.

Es frente a este gigante, a esta montaña que Jesús les dice que ciertamente hay cosas que para los hombres simplemente son imposibles, pero Dios es diferente. Dios no conoce los imposibles.

No hay absolutamente nada que Dios no pueda hacer.
Él bien puede hacer lo que le plazca. Sin embargo, hacemos bien en recordar siempre que Dios ha establecido límites. Nadie se los impuso, pero Él determinó colocarlos, porque todo necesita ser establecido entre ciertos márgenes de acción.

Dios concedió al hombre libre albedrío pero ese albedrío no durará para siempre.

Hoy yo puedo usar esa libertad para lo bueno o lo malo, para edificar la vida o para destruirla si deseo, pero incluso ese libre albedrío está sujeto al límite de esta vida.

Muy frecuentemente las personas se preguntan: “Si Dios es Todopoderoso ¿por qué no detiene la maldad, o defiende a los desvalidos o alimenta a los hambrientos y hace una serie de otras cosas que nos parecería razonable que hiciera en su calidad de Dios Omnipotente?

La verdad es que de hecho Dios lo hace en cierta medida. Dios ha puesto un grado de restricción para el mal que hay en esta tierra.

Sin embargo, debo decir por la escritura que el mal se acelerará hasta llegar a su punto más alto y eso está por venir aun, así que debemos esperar cosas peores todavía.

No obstante Dios ha establecido en su Soberana sabiduría UN DÍA en el que nuestros clamores de paz, justicia y verdad serán completamente llenados. Entonces es una cuestión de tiempo.

Fue Dios quien estableció que el tiempo para dar a luz en las mujeres fueran 9 meses y no menos. Pero en el reino animal encontramos especies cuya gestación es tan solo un par de semanas y otros que duran más de un año inclusive.

Dios puso límites porque consideró que eran sanos para nosotros. Dios planto a Adán y a su mujer en el huerto para que viven en e disfruten de el, pero asimismo había establecido que si ellos comían de cierto árbol ellos morirían y así fue. Por ello en el minuto en que eso ocurrió los sacó del huerto.

Puedes imaginarte lo espantoso que sería que hombres perversos que han vivido en la tierra (como Napoleón o Hitler) vivieran para siempre entre nosotros.

¿Has pensado el impacto terrible que tendría para la humanidad, de hecho ya no quedaría nada que no hubieran destruido sus perversas mentes, sin embargo, ello todavía vivirían.

Los por qués siempre tienen respuesta en Dios. A veces las respuestas tardan, pero siempre llegan cuando tenemos oídos para oír lo que Dios nos quiere decir.

Los hombres estamos limitados por los límites que gracias a Dios, Él mismo nos impuso. Y pare los imposibles. Bueno, para los imposibles lo tenemos a Él.

¡Qué justo y bondadoso es nuestro buen Señor!

Para aquello que tú y yo no podemos, para eso, Dios te dice: “¡Me tienes a mi!!
Author: gabtorar
•7:41
Mateo 20:33 “Ellos le dijeron: Señor, que sean abiertos nuestros ojos”.

Nuestro versículo habla de 2 hombres que estaban sentados junto al camino cuando Jesús salía de Jericó y que al oír que Jesús pasaba invocaron Su Nombre pidiendo misericordia. Ante la insistencia de sus gritos cada vez más altos Jesús se acercó preguntado que querían. Ellos le dijeron que necesitan que sus ojos se abrieran. Jesús el compasivo Hijo de Dios, les tocó los ojos y en seguida recibieron la vista. ¡¡Como Dios nos cambia la vida con un sólo toque de Su Poderosa Mano!!

Pero este versículo nos pone en el terreno de una situación que no dista mucho de lo que vivimos hoy día.

Una de las más grandes necesidades sociales de nuestro tiempo es poder recibir el milagro de la vista. Es que son millones las personas que “viven a tientas”, porque se encuentran “espiritualmente ciegas”, incapacitadas para ver el abismo de dolor que les espera por delante.

El panorama del mundo no es para nada alentador. Sin el afán de querer alarmar, pero si teniendo la sana motivación de advertir en amor sobre lo que está por venir, al mundo no le esperan días muy buenos que digamos. El informe meteorológico (espiritualmente hablando) dice que “habrá cielos cubiertos con nubes de oscuridad y y terribles tormentas” para el mundo.

Es que aun la tierra gime esperando ser redimida de la maldad que hay en el corazón de los hombres. Tal como lo dijera el Señor a Caín: la sangre de tu hermano (Abel) CLAMA A MI DESDE LA TIERRA.

¿Cuánta más sangre inocente ha sido derramada después de ese penoso incidente ocurrido en el Génesis?

Por ello digo que hay una gran necesidad de que los ojos de muchos sean abiertos, para que puedan ver la realidad y puedan tomar las medidas necesarias en Dios para enfrentar las tormentas venideras.

Todos los profetas de la escritura advirtieron que los tiempos postreros serán tiempos muy difíciles, de dolor, de tristeza. Donde los corazones de muchos desfallecerían a causa de lo calamitoso de las condiciones existentes.

En el capitulo 24 de Mateo Jesús contestó la pregunta de sus discípulos concernientes a Su Segunda venida y al fin del siglo: Las señales que Jesús dijo fueron claras: “pestes, hambres y terremotos en diferentes lugares”.

Con todo el corazón creo que estamos en este tiempo y Jesús dijo que sería PRICNCIPIO DE DOLORES. A esto seguiría una persecución motivada por la intolerancia y odio del espíritu del mundo contra Dios y sus seguidores. Seguida de una apostasía de la fe, el levantamiento de falsos profetas que ENGAÑARÍAN A MUCHOS, (por supuesto con falsas doctrinas y revelaciones, entre ellas: la prosperidad, autorrealización y éxito terrenales, y otras similares) lo que daría como resultado que el amor (caridad) de muchos se enfriaría.

Finalmente en medio de este sombrío panorama PARA EL MUNDO (no así para la iglesia que entendiendo el tiempo en que vive se esforzará y será purificada por estas mismas condiciones adversas. Eso ocurrió con la iglesia primitiva y recordemos que todo vuelve al principio) será cumplida la predicación del evangelio en TODO EL MUNDO y entonces vendrá el fin.

Algo se acaba JUNTAMENTE con el cumplimiento de la predicación del evangelio. ¿Qué es? A mi juicio (y creo que la escritura me respalda en esto) lo que acaba es la era de la iglesia.

El rapto tiene lugar en ese tiempo, y todo el enfoque ahora es puesto SOBRE Israel, el pueblo de Dios.

Junto con el fin de la era de la iglesia, finaliza la dispensación de del tiempo de los gentiles e Israel se vuelve a convertir en el centro de todo el quehacer y mover espiritual.

El anticristo se convierte por decisión unánime de los gobernantes del mundo en el “gran líder salvador”. A esa altura del partido el mundo estará lo suficientemente desesperado por alguien (da lo mismo quien o su origen o procedencia) que les de una solución a todos los conflictos armados, crisis financiera (que entonces si va a ser una verdadera crisis)

Aun los Israelitas lo confundirán con el Mesías que tanto han esperado.

Queda mucho por contar que la escritura enseña. La pregunta es:
¿Estaban abiertos tus ojos a estas realidades? ¿O más bien te das cuenta que tu ojos están cerrados (ciegos) a lo que Dios ha dicho en Su Palabra que está por venir?

Si ese fuera el caso. Clama a Jesús como esos dos hombres ciegos.

Ellos alcanzaron misericordia de parte del Señor y les dio la vista. ¡Tú también la puedes recibir!

El no ha cambiado y todavía es poderoso para hacer tal clase de milagros en los que se atreven a creer.

Jesús señaló que MUCHOS serían engañados. Es más sencillo llevar por un camino falso a un ciego que a uno que tiene ojos para ver por donde le están llevando. Por eso necesitamos lo que Dios le dio esos hombres y lo necesitamos con urgencia.

Jesús termina diciendo: “ya os lo he dicho ANTES” (Mateo 24:25)
Author: gabtorar
•11:32
Apocalipsis 2:21ª “y le he dado tiempo para que se arrepienta pero no quiere arrepentirse…”

Nadie que se haya encontrado verdaderamente con el Señor alguna vez en la vida, podría poner en duda el gran amor que tiene para con nosotros Su Creación.

El Señor es increíblemente paciente, dándonos por medio de SU gran paciencia la posibilidad de ordenar nuestro vivir de acuerdo a Sus Principios y Mandatos. Porque es justo decir que Cristo no viene a nosotros sólo para ser una grata compañía sino especialmente para ORDENAR NUESTRO VIVIR y alinearlo con Su Voluntad”.

Y en este punto nos encontramos con un asunto delicado. ¿Hasta dónde puede durar la paciencia de Dios? ¿Hasta que punto Dios está dispuesto a esperar que decidamos vivir correctamente después de haber recibido Su Voluntad?

Muy honestamente debemos reconocer que nos agrada la idea de un Dios que nos ayude en nuestras dificultades pero nos disgusta la idea que ESE MISMO DIOS ponga demandas de sobre nuestras vidas, de abandonar lo malo, de abrazar lo bueno, de vivir correctamente según SUS CONCEPTOS de bien y mal.

Todos los seres de esta Tierra somos beneficiados por Dios. EL Señor hace salir el sol y hace llover sobre justos e injustos, el aire que respiramos ÉL lo concede gratuitamente para que todos podamos vivir, pero todo tiene un límite.

La Biblia enseña claramente que Dios es ilimitado, pero ÉL decide el principio y fin de las cosas, y esto incluye Su Paciencia.

La escritura dice que Dios concede tiempo para el arrepentimiento, pero a veces “no queremos” arrepentirnos.
Y cuando Dios ve esta determinación en el corazón del hombre no le queda más salida que entregarnos a nuestra necedad.

Por cierto esta no es la primera alternativa que Dios tiene a mano pero realmenytehjay personas qu nodesean cambiar. Sesientan cómodas en su vivir aunque est sea reprobado por el Señir.

La Biblia habla de personas que no tienen en cuenta a Dios (que es el principio de la sabiduría), incluso no de personas que no conozcan a Dios sino precisamente de personas que HABIÉNDOLO CONOCIDO, se deleitan en la maldad y no creen que Dios pueda juzgar la maldad de sus obras.

Me temo que en el tiempo en que vivimos hemos llegado a creer que puede haber cielo sin infierno y salvación sin genuino arrepentimiento, lo cual es tremendamente peligroso.

Jesús y sus apóstoles perdieron SUS PROPIAS VIDAS compartiendo este mensaje radicalmente y Dios no ha cambiado por eso es oportuno preguntarse. ¿Hasta cuando DIOS estará dispuesto a esperar a que tomemos la decisión de abandonar la maldad y abrazar el bien?

Yo espero que con seriedad podamos decidir hacer la elección ya, porque del día de mañana nos sabemos, ese día no nos pertenece y podemos ser engañados por el maligno y llegar a creer que Dios nos esperará indefinidamente.

En los aspectos terrenales sabemos que hay decisiones que requieren estudio y diligencia y le otorgamos a esos asuntos la urgencia que merecen. ¿¡Cuánto más diligentes deberíamos ser cuando lo que está en juego es el destino eterno de nuestra propia alma!?

Dios nos ha dado tiempo para hacer lo que debemos hacer.

A veces nos excusamos con las muchas tareas de la vida, pero DIOS no es injusto. Él no nos exige lo que no podemos.

Tal vez el problema radique en que NO QUERAMOS ARREPENTIRNOS o NO TENGAMOS LA VOLUNTAD de hacer los cambios pertinentes.

Si hubiera algo hoy que te inquieta respecto a tu salvación eterna no lo postergues para mañana. Ese mañana podría nunca llegar. Mañana podría ser demasiado tarde.

El Señor dice en su palabra “Si oyereis HOY SU VOZ, no endurezcáis vuestros corazones”

Dios puede (y quiere) hacer grandes cosas con nosotros mañana, pero para eso es imprescindible arreglar nuestras cuentas con Él hoy.

¿A qué esperar?
Author: gabtorar
•6:54
Lucas 5:5 “Respondiendo Simón, le dijo: maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado, mas en tu palabra echaré la red”

A nivel de nuestra congregación he estado compartiendo sobre el terrible enemigo que encontramos en lo que la biblia llama “la carne”. Esa naturaleza caída, corrupta, egoísta, centrada en si misma a la que nada mas le importa que su propia satisfacción.

Una de las principales fortalezas que encontramos operando por medio de la carne es “la incredulidad”.

Es ella, la incredulidad la que no impide seguir al Señor por los caminos que Él nos señala.

Pero en este texto encontramos un ejemplo digno de imitar.

Pedro era un hombre de mar, que conocía las condiciones naturales que favorecen una buena pesca, y en ese conocimiento había pasado toda la noche intentando pescar, sin hallar nada.

¡Que frustrante resulta para nosotros cuando aplicamos todo nuestro conocimiento y capacidades y no logramos ver los resultados que esperamos!

Pues bien, Pedro lo había hecho y estaba cansado seguramente además de desmotivado, pero luego de haber escuchado las palabras del Maestro, de seguro recibió algo de fe, al menos la necesaria para lo que vendría a continuación.

La escritura dice que la fe viene por el oír la palabra de Dios y Jesús les había pedido que apartasen un poco la barca de la orilla con la finalidad de enseñar desde ella a la multitud.

Con toda seguridad esas palabras provocaron en Pedro la fe que necesitaba para recibir un milagro de Dios en su propio terreno que era el mar.

Habiendo acabado su disertación el Señor dijo a Simón (Pedro) “boga mar adentro y echa las redes para pescar”.

Unas horas antes nada había ocurrido y Pedro estaba claro de eso, pero Pedro había escuchado las palabras de Dios en los labios de Jesús y me atrevo a decir que algo aprendió de todo lo que Jesús había enseñado.

Por esa razón le dice que aunque como pescador sabía que nao había peces esta vez haría lo que el Maestro mandaba pero no basado en su conocimiento de pescador sino respaldado por la palabra de Jesús (“en tu palabra echaré la red”)

Debo decir que sin importar cuantas veces podamos escuchar este mensaje siempre habrá algo nuevo que recibir de el.

Concretamente, ¿cuántas veces nos hemos embarcado en “empresas” (planes y proyectos) que nos dejaron sin fuerzas ni recursos y que no dieron ni el más mínimo resultado?

Como consecuencia de ello el miedo y la incredulidad se apoderaron de nosotros y nos cerramos a fin de que no volver a pasar por semejante periodo de infertilidad.

Pero deseo enfatizar aquí la importancia de hacer las cosas en la Palabra de Dios, vale decir, contando con el respaldo divino.

Muchas de aquellas cosas que emprendidos no resultaron porque las hicimos en nuestra capacidad y fuerza humanas, no en la
voluntad del Señor.

Sería bueno evaluar cuántas de las cosas en las que estamos involucrados hoy son verdaderamente respaldadas por la palabra de Dios.

Si no es así, corremos el riesgo de gastar nuestras fuerzas y recursos en cosas vanas que no traerán provecho ni edificación a nuestras vidas.

“Si Jehová no edifica la casa en vano trabajan los edificadores”. Pero cuando hacemos las cosas respaldados por la palabra del Señor, esto es, “porque el Señor lo dice”, veremos milagros y maravillas que van más allá de nuestra humana comprensión.

El hacer las cosas en la voluntad de Dios, traerá los peces que hasta hace un par de horas se habían marchado lejos de nuestras redes.

Lo que hace la gran diferencia entre una obra hecha en las fuerzas del hombre o en la palabra de Dios es que en una “el hombre lo dijo” y en la otra “el Señor lo mandó”
Author: gabtorar
•10:21
Juan 11:39a “Dijo Jesús: Quitad la piedra…”

Toda la Escritura, que nosotros conocemos como Biblia, es inspirada por Dios y útil.

En esta ocasión el contexto es que Lázaro un discípulo amado por Jesús ha muerto, dejando la consiguiente desolación en sus familiares y amigos, entre los cuales se contaba Jesús.

Jesús amaba Lázaro. De hecho Jesús lloró por Lázaro, se conmovió en su espíritu. Jesús sigue conmoviéndose hoy ante el dolor de las personas.

Él no es un Dios insensible, muy por el contrario, nosotros nos hemos vuelto insensibles a Dios, pero Él todavía se duele al ver el estado calamitoso de la humanidad, de una humanidad altiva y soberbia que cree que puede andar bien sin la ayuda del Creador.

¡Qué triste insensatez! Pensar que siendo tan finitos y limitados podremos arreglárnosla solos en un mundo que es cada vez más complejo y cruel.

La tierra está gimiendo a Dios por redención. Los múltiples terremotos son el cumplimiento de las palabras de Jesús respecto a las señales que marcarían el fin del siglo y el posterior regreso de Jesús a Israel, esta vez no como cordero sufriente sino como Rey gobernante.

Jesús señaló enfáticamente que “hambres, pestes y terremotos en diferentes lugares, serían sólo el principio de los dolores” (Mateo 24), pero serían también la señal inequívoca de que el tiempo de su regreso era cercano.

Hoy nosotros la iglesia del Señor, no esperamos la segunda venida de Cristo, más bien aguardamos el arrebatamiento de la iglesia, evento que antecederá a dicha segunda venida. Me referiré mas extensamente a esto en otra ocasión según Dios lo permita, pero lo cierto es, que tal como en el tiempo en que Lázaro murió, hay entre el milagro que Jesús QUIERE y PUEDE HACER y nosotros (los beneficiarios de tal milagro) UNA PIEDRA, y esta es la piedra de la incredulidad.

Corazones que están como piedra, que no creen que Dios todavía puede y quiere manifestarse a un mundo que tal vez está peor que en los días de Jesús.

Tú seguramente necesitas no un milagro, sino muchos. De seguro necesitas que Dios haga lo que nadie más puede hacer para devolverle la vida a tu matrimonio, a tu relación rota con tus hijos o familiares, a tu precaria condición espiritual, financiera… Y el milagro está más cerca de lo que piensas pero hay una PIEDRA de incredulidad que DEBE SER QUITADA POR NOSOTROS para que Jesús pueda realizar Sus milagros.

No es correcto buscar a Dios sólo por el beneficio que podamos recibir, pero debemos ser honestos en reconocer que hemos llegado al punto en que sólo Dios puede hacer lo que necesitamos.

¿Que tal si comienzas a crear en tu vida las condiciones para que Dios haga sus maravillas?

Comienza arrepintiéndote de haberle sacado de tus decisiones y de tus prioridades. Pide al Señor perdón por haber creído la mentira diabólica de que podías sola, por haber sido soberbia(o) en ese sentido. Él lo entenderá y de seguro no se negará a ti.

He aprendido que la única manera de levantarse es… ¡LEVANTÁNDOSE! Y tú tal vez ya has pasado demasiado tiempo en el suelo.

Así estaba Lázaro. Todos los pronósticos médicos y sociales decían que ya no había vuelta. Después de 3 días de muerto ya estaba saliendo mal olor.

Pero Jesús apareció, y la vida con Él. Lázaro resucitó ante la INCREDULA mirada de todos los que sabían lo sucedido.

Dios fue glorificado y una familia restaurada. Dios no ha cambiado.

Saca la piedra de la incredulidad que está bloqueando el canal de comunicación entre tú y Dios.

Sé, porque Dios me lo ha manifestado, que hay milagros por ocurrir. ¿Por qué no recibir lo que yo tanto necesito y Él me quiere dar?

Saca las piedras, un milagro no viene solo.
Author: gabtorar
•9:56
Juan 3:27 “Respondió Juan y dijo: no puede el hombre recibir nada, sino le fuere dado del cielo”

¡Que importante es llegar a entender esta verdad planteada por Juan el bautista

Frente al hecho que el ministerio de Jesús había comenzado a ganar popularidad entre la gente, los discípulos del bautista sintieron cierta disconformidad con el asunto y plantearon a su maestro la situación.

Juan pudo haber reaccionado como la mayoría de nosotros lo hace cuando nos sentimos amenazados o vemos que de alguna nuestro trabajo o esfuerzo están perdieron fuerza o provecho. Esa es la reacción más natural de las personas, a lo que normalmente siguen el enojo, la molestia y muchas veces el rencor, la envidia o la amargura.

Pero Juan era un hombre de Dios, uno que juzgaba las cosas de manera espiritual y parafraseando su respuesta, esta fue clara y categórica: “déjenlo en paz, si la gente va a él en vez de a mi, es porque Dios así lo quiere”

¡Cuántas cosas por las que nos enojamos no serían tema de enojo si comprendiéramos esta verdad! Que es Dios quien determina las cosas desde Su trono en el cielo.

Juan además con gran humildad entendió que era tiempo para que su ministerio menguara y el de Cristo creciera.

Esto es tener la mirada puesta en las cosas de arriba. NO vemos en esta respuesta un interés por salvaguardar intereses personales (como lamentablemente vemos que sí ocurre en algunas congregaciones), sino todo el sentir está puesto en que los planes celestiales tengan cumplimiento.

De algún modo Juan esta diciendo: “lo que importa es que los designios de Dios se cumplan, todo lo demás es secundario, incluyéndonos a nosotros.

Quiera Dios armarnos de este pensamiento, de este sentir, que es el que gobernaba a la iglesia primitiva, y que también gobernó a nuestro Señor Jesucristo.

Que el gran privilegio de ser tenidos por colaboradores en la obra de Dios no se vea empañado por intereses egoístas de figurar o afanes de protagonismo.

Después de todo el único que es digno de verdaderamente recibir alabanza, gloria y reconocimiento es el perfecto, justo y santo hijo de Dios.

Y ante lo que pueda venir a nuestras vidas, seriamos sabios en aplicar este mismo principio: “sólo recibiremos lo que el cielo (la voluntad de Dios) permita que recibamos.”

Ya sea que nos parezca bueno o malo, confiemos en la sabiduría y soberanía de Aquel que todo lo puede y que todo lo conoce.
Author: gabtorar
•7:54
Isaías 6:1 “…vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime…”

En esta última parte nos encontramos al profeta Isaías hablándonos de un tema que es tan crucial como los dos puntos anteriormente tratados.

Habíamos dicho que ciertas cosas de nuestra vida le hacen sombra al Señor y a Su Plan para nosotros. Cuando esas cosas (o personas) son quitadas de en medio, avanzamos un paso y llegamos "a ver a Dios". Pero esta visión de Dios no sólo nos permite asombrarnos de descubrir quién es Él, sino que nos entrega valiosa información concerniente “al lugar” que Dios desea ocupar en nuestras vidas.

Isaías vio al Señor “en un trono”. El es el Rey, es el Señor, y el único lugar digno para alguien de esa estirpe es un trono.

El trono sobre el cual está sentado Dios, se encuentra ubicado en lo más alto de los cielos.

Esto nos debe hacer pensar ¿Qué lugar le ofrecemos nosotros en nuestras vidas? Si Él se sienta en un trono alto y sublime, ¿se conformará con menos cuando le invitamos a nuestro ser?

Me apena ver que muchos creyentes apenas le dan a Dios un pequeño rincón en sus corazones. Otros lo mantienen "a raya", apenas lo suficientemente cerca para acudir a Él en sus momentos de aflicción o necesidad.

Un trono representa un lugar de autoridad. No cualquiera se sienta en un trono: Dios ocupa el lugar de máxima autoridad en el universo y por supuesto que Su voluntad e s poder sentarse sobre el trono de nuestro ser y desde allí dirigir nuestros pasos.

Este es un tema que no debemos desestimar: Si no le damos a Dios la potestad para que se siente en nuestro trono, entonces se lo daremos al diablo o nosotros mismos lo haremos convirtiéndonos así en “nuestro propio dios”.

El problema con ello es que de acuerdo a quien nos gobierne serán los resultados que obtengamos en la vida.

¿Quién más que Dios, tiene la sabiduría, el poder y el amor, para guiarnos, guardarnos y proveernos de lo que necesitemos para acabar bien esta difícil carrera?

La gran responsabilidad que descansa en nuestras manos es tremenda. La de sabiamente otorgar la facultad de que alguien se siente en el trono de nuestra vida. Si decidimos bien, tanto nosotros como los que amamos se beneficiarán, si decidimos mal, cuenta daremos y tendremos que encarar las consecuencias y costos de dicha decisión.

En lo que a mi respecta: “Yo y mi casa serviremos al Señor, y le daremos a Él que se siente en el trono de nuestra vida, familia y hogar”. ¿Qué harás tú? ¡Decide bien!
Author: gabtorar
•7:15
Isaías 6:1 “En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenadas el templo”

Siguiendo con la idea planteada ayer, es indispensable que ciertas cosas que están muy vivas en nuestras vidas y que no nos ayudan en nuestro andar con Dios, hoy puedan morir para dar lugar a lo del Señor en nosotros.

Creo que unos de los errores más serios que hemos cometido los cristianos contemporáneos es pensar que podemos tener todo lo que siempre tuvimos y simplemente agregar a Jesús a esa vida, lo cual es un gravísimo error.

Cristo ha venido a nosotros para darnos una vida nueva, no para parchar la vida vieja.

Si hay algo que yo personalmente critico de algunos líderes del “cristianismo actual” es la liviandad con que se presenta a Jesús como salvador.
Es como si ser salvo fuera la tarea más sencilla de la tierra ¿Lo es?

Adán y Eva tuvieron una gran caída que requirió de un gran sacrificio que nos concediera la oportunidad de una gran salvación. No es correcto que sólo le digamos a la gente: “acepta a Jesús y ya está”. La verdad oculta del tema es que la vida que Jesús nos ofrece, nos va a costar la vida que teníamos antes de Jesús.

La misma historia está dividida de este modo: Antes de Cristo y Después de Cristo, Asimismo en la vida del hombre hay un antes y un después de que Cristo viene nosotros

Isaías pudo ver la gloria de Dios cuando Uzías murió, pero no sólo vio la majestad de Dios, nuestro segundo punto es que él vio “al Señor sentado en un trono alto y sublime”

¿A quién vio? Al Señor. ¿Qué significa que haya visto al Señor? Que vio una figura de autoridad, mejor dicho, la figura de máxima autoridad.

El Señor es el dueño, el amo, el que merece el respeto, el que merece el reconocimiento, el que debe ser servido y servido con temor reverente. Isaías no vio a un viejo amigo, o a un conocido, él vio a Dios, al Eterno, al que todo lo puede, al que todo lo llena.

¿Entiendes? Fue una gran revelación la que este varón tuvo ese día. ¡¡Vio la grandeza de este Señor!!

¿Has tenido tú esa clase de revelación de Dios?

Es esta revelación la que nos cambia en verdad la vida. No es el mero hecho de “recibir a Cristo”, sino el aceptar el “Señorío de Cristo” el que nos cambia la existencia y concede salvación.

Si Cristo no es mi Señor difícilmente puede llegar a ser mi Salvador. ¡¡Qué sencilla pero profunda verdad!! ¿Cómo podría Jesús llevarme al cielo, si no le obedezco en otros asuntos terrenales?

Isaías tuvo el gran privilegio que muchos sinceros hombres y mujeres que asisten a las congregaciones todavía no han tenido: “ver al Señor”.
Ver al Señor le llevó a entender quién era él mismo. En el versículo 5 dice: “¡Ay de mi que soy muerto!”.

Finalmente esta es la verdad que nos puede salvar: “llegar a tener a Cristo como el Señor de nuestras vidas”; no solamente como una buena influencia valórica, o como una muletilla a la cual recurro en momentos de angustia, sino como Aquel que dirige los destinos de mi vida, porque he decidido voluntariamente ponerla en Sus manos.