Author: gabtorar
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Mateo 16:21 "Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día"

Me llama (por decir lo menos) la atención la riqueza que se esconde tras este versículo de la escritura.

Desde el primer munto Jesús fue claro con sus seguidores. Fue claro respecto a su venida, propósito y obra. Nunca anduvo con rodeos, porque Dios está comprometido con la verdad, pues ÉL, es la verdad.

Por esta razón Jesús les dice desde un comienzo que ÉL ha venido para morir. Pero en esta ocasión el cumplimiento de ese plan estaba todavía más cercano y les da a sus discípulos más información de lo que le va a ocurrir.

Les detalla no sólo lo que le va a pasar, sino también de parte de quienes lo va a sufrir.

Esto es una prueba más de la omnisciencia de nuestro Dios y debería darnos mayor confianza saber que nada se escapa de su bendito conocimiento.

Sin embargo, lo que verdaderamente me llega al corazón es una frase que pasa casi inadvertida aquí: "...le era necesario padecer..."

El tema del sufrimiento es puesto en el tapete por el Señor sin anestesias. Jesús va a sufrir (padecer)... y mucho.

El hombre siempre busca evitar el sufrimiento. Se nos ha inculcado tanto que nacimos para realizarnos y ser felices que nos cuesta aceptar la idea de sufrir, incluso cambiamos el tema cuando alguno habla de ello.

Pero cambiar el tema no evitará el sufrimiento. Sufrir es tan parte de la vida del hombre como lo es reir y regocijarse.

Desde luego, Dios no espera que busquemos sufrir pero en nuestra vida habrá estaciones en las que el sufrimiento será inevitable.

Soy un convencido que una de las razones por las que Dios nos manda congregarnos es para prepararnos también para esos momentos difíciles.

Pero hay una mentalidad antisufrimiento que está haciendo mucho daño a la gente en general y a la hermandad en especial.

Compartiendo en nuestra congregación instaba a la hermandad a buscar algún versículo bíblico que dijera expresamente que la voluntad de Dios es nuestra felicidad.

No lo hallarás. Sin embargo, hallarás uno que dice claramente que la voluntad de Dios es nuestra santificación.

El espíritu del mundo, ese espíritu humanista que aborrece la idea de negar "el yo", intentará por todos los medios evitarnos el sufrimiento pero Jesús nuestro Señor dijo que era necesario padecer.

Eso signfica mis queridos amigos que habrá instancias en nuestras vidas en las que el destino final de ese trayecto será una cuota de sufrimiento. Pero si el Señor es nuestra ayuda podremos decir como Pablo "todo lo puedo en Cristo... que me fortalece"

Lamento mucho que hoy se predique el mensaje equivocado en algunas congregaciones porque se está vacunando a la hermandad con la idea de que "Dios quiere hacerte feliz", cuando Cristo vino al mundo para "hacernos salvos" de esta maligna generación y del fuego eterno.

No debemos temer a poder sufrir. el sufrimiento purifica nuestras almas, nos ayuda a reevaluar nuestro camino. El sufrimiento nos concede bendicones que la mayor prosperidad no logra darnos: "nos acerca a los tiernos brazos del Padre en busca de refugio"

Recordarles finalmente que Cristo, NUESTRO EJEMPLO, fue varón experimentado en quebrantos, y que, de acuerdo con el apostol Pedro: "nos dejó ejemplo para que sigamos sus pisadas".

El problema no es sufrir. El verdadero problema es que en esas épocas inevitables de sufrimiento no halla un depósito en Dios a nuestro favor al cual echar mano. Que no tengamos la confianza o cercanía con el Señor como para correr a echarnos en Su regazo y alcanzar en Él fortaleza, paz y fuerzas nuevas para continuar.

El sufrimiento es el final del camino, es solamente una avenida que nos acerca a Cristo, que nos ayuda a volvernos más como Él.
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