Author: gabtorar
•12:34
Definitivamente mucho se podría decir del tema de la unidad pero siempre es mejor "hacer que decir".

Quisiera que pudiéramos echar una mirada a la unidad perfecta que encontramos en el accionar de la trinidad.

En este bendito misterio de Dios hayamos concordancia de propósito, dirección y objetivos.

La misma escritura revela que en el Antigüo Testamento, Dios se muestra como Padre Omnipotente, Omnipresente y Omnisciente.

El nuevo testamento comienza con el nacimiento, vida y obra del Hijo Jesucristo.

La era de la iglesia se inaugura con la venida del Espíritu Santo en la fiesta de Pentecostés.

Podemos ver la trinidad en acción, consecuente con el plan de Dios de redimir al hombre, darle una nueva naturaleza y sellarlo con las arras de Espíritu como posesión adquirida.

Del mismo modo, encontramos otro ejemplo de esto en el bautismo de Jesús (y especialmente para aquellos que tienen problemas con el "concepto" de la trinidad) vemos nuevamente a Dios actuando al unísono.

El hijo Jesucristo está saliendo del agua después de ser bautizado por Juan el bautista. Y se oye una voz, (la del Padre) que dice "este es mi hijo amado en quien tengo complacencia". Sólo El Padre reconocería que Aquel era el Hijo, mientras el Espíritu Santo descendía sobre Jesús en forma de paloma.

Incuestionablemente es la trinidad actuando en función de nuestra redención!!

Aquí hay una importante lección para aprender: "cohesionadamente es como debemos trabajar al interior de nuestras familias e iglesias si deseamos tener éxito".

Nehemías consiguió ayuda para reedificar los muros caidos. El tenía la visión pero la transmitió a otros y juntos lo concretaron.

Cristo mismo se consiguió 12 hombres que pudieran aprender de él y continuar su obra después de su partida.

La unidad es importante, pero para lograrla se requiere más que estar cerca y más que sólo compartir un poco. Es indispensable que el plan de Dios "cale" en nuestro ser primero y tener la habilidad del Espíritu para ejercer el liderazgo que llevará a otros a abrazar esta misma verdad.

La unidad que necesitamos no se logra por medios humanos, es Dios quien la produce poniendo "el querer y el hacer, por Su buena Voluntad".

Para lograr tal unidad se requiere comunión con ÉL primero. Pasar tiempo cerca del Señor para entender a qué nos está llamando, y saber qué o a quiénes necesitaremos para lograr Sus Objetivos.

Dios ha prometido enviar "bendición y vida eterna" sobre aquella iglesia en que los hermanos logren habitar juntos en armonía".

esta comunión comienza en lam oración. Así estaban los disdpulos el dñía de Penbtecostés esperando en oración y la promesa de Cristro que el Espíritu Santo vendría se cumplió.

Yo creo que para estar en verdadera unidad se requiere más que juntarnos. La oración es un indicador potente que deja de manifiesto lo que hay, anhela y busca nuestro corazón.

Allí, en esa comunión, es donde nace la unidad del Espíritu. Es allí donde el Espíritu logra dirigirnos y llevarnos a la voluntad perfecta del Señor.

Lo mismo aplica para nuestras congregaciones. Una iglesia dividida difícilmente podrá vencer a un enemigo que está bien unido.
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