Author: gabtorar
•6:00
1 Corintios 1:10 "Os ruego hermanos...que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer"

Se han escrito muchos libros y predicado muchos sermone sobre el tema de la unidad.

Sabemos que la voluntad del Señor es que su pueblo, Su Familia, Sus Hijos, vivan en unidad.

Pablo le escribe a una iglesia que estaba teniendo serios problemas porque los hermanos estaban divididos de acuerdo a sus "maestros favoritos". Yo soy de Pablo, decían unos, yo de Cefas, decían otros, y "los más espirituales" eran solamente del Señor.

Concretamente, la iglesia necesita llegar a comprender el valor que la unidad tiene para Dios. Fue el mismo Jesús quien se tomó la molestia de orar por este asunto (la famosa oración de Juan 17), y si el señor lo hizo entonces es importante.

Pero nuestros conflictos no tienen que ver con si cremos o no que la unidad puede ser importante, eso no es tema para discutir, es un hecho. El verdadero conflico radica en ¿qué entendemos por unidad?

Para muchos cristianos estar unidos es tomarse las manos y cantar un lindo himno. Para otros, es simplemente compartir juntos. Pero estar juntos es un aspecto de la unidad solamente.

En las mega iglesias de hoy encontramos mucha gente que está reunida en el mismo sitio pero que a penas se conoce entre ellos.

A decir verdad, esto tambièn pude ocurrir en una congregación más pequeña.

De acuerdo al profeta Amós, es posible que dos estén juntos ¡¡y todavía no estar de acuerdo!!

Pablo pone el dedo en la llaga respecto a qué entiende el Señor por verdadera unidad. Se trata de "hablar lo mismo", es decir, compartir la enseñanza, la doctrina. Significa "estar en un mismo parecer". Y reconozcamos que esto no es tarea fácil.

¡¡Si cada uno tiene un parecer distinto respecto de una misma cosa!!

Una de las virtudes de Cristo como maestro fue llevar a sus discípulos a esta unidad de parecer.

Cristo fue hábil traspasando al corazón de sus seguidores "su propio sentir" y esta es la idea de Dios, que "hay en vosotros ESTE SENTIR que hubo también en Cristo..."

De modo que la unidad no tiene mucho que ver con estos intentos humanos por "juntar multitudes" en un mismo sitio. La verdadera unidad es mantenida aunque todos seamos esparcidos lejos los unos de los otros. Como ocurriera a causa de la pesecusión que hubo contra la iglesia en Jerusalén. No se expandieron distintas doctrinas sino la misma doctrina del Señor a causa de esta unidad de parecer fue diseminada por doquiera que estos discípulos fueron.

Sólo para reflexionar: "muchas veces no estamos en unidad ni siquiera con nosotros
mismos. ¡¡Nuestra mente dice una cosa y nuestro corazón otra!! ¿Te ha pasado? Estoy seguro que sí.

Todo lo que pueda funcionar para los demás tiene que empezar funcionando para uno primero.

Debemos buscar la unidad, pero si no la buscamos del modo que el Señor desea perderemos nuestro precioso tiempo y no veremos fruto alguno.
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