Author: gabtorar
•4:02
1 Samuel 22:1 “ y yéndose de allí, huyó a la cueva de Adulam; cuando sus hermanos y toda la casa de su padre lo supieron, vinieron allí a él”.

Esta lectura habla de David. El joven que mató al gigante Goliat; el hombre conforme al corazón de Dios; el que cometió adulterio con Betsabé.

David, el dulce cantor de Israel que por ese tiempo venía huyendo del rey Saúl, especialmente de los celos que Saúl sentía por este joven de quien se cantaba “Hirió Saúl a sus miles y David a sus diez miles”.

Queda perfectamente retratado aquí lo destructivo que puede ser cuando un hombre o mujer tiene celo de la obra de otro. ¡¡Dios nos guarde de sentirnos envidiosos de los logros que otros, ya sea por habilidad, destreza o simplemente mucho esfuerzo y trabajo pueden conseguir!!

De modo que David huye a una cueva. El lugar se llama Adulam, y para mi no es coincidencia que llegara allí porque si habia algo que David necesitaba en ese minuto era un refugio y esto es precisamente lo que Adulam significa: “refugio”

¿Cuántas veces te has sentido necesitado(a) de un Adulam?

Una cueva no es tal vez el lugar más cómodo para refugiarse pero al menos cumple el objetivo.

Si analizamos más detenidamente, hallaremos que una cueva se caracteriza por ser un lugar oscuro y húmedo en la mayoria de los casos.

No hay garanías que dentro de ella no encontremos algún animal salvaje, insectos peligrosos, murciélagos o alguna otra especie.

Sin embargo, hay veces en que estas cosas, lugares o personas que parecen las menos apropiadas, Dios las usa para darnos lo que necesitamos.

Gracias a esa cueva David conservó la vida (Saúl en verdad lo quería desaparecer del mapa), y no sólo fue de provecho para él, sino también para otros que le siguieron hasta ese inhóspito lugar.

Me gusta la luz que entrega esta lectura sobre un tema crucial de nuestros días: hoy los cristianos andamos en busca de garantias para servir a Dios.

Queremos un lugar cómodo para reunirnos, un mensaje cómodo a nuestros oidos, un horario cómodo para nuestro estilo de vida.

Mientras más cómodo sea todo, mientras menos sean las demandas, mejor ¿Mejor?

¿Y dónde está el “Señor te seguiré adonde quiera que vayas? ¿Y qué del espíritu sacrificial?

Creo que el tener tantas comodidades en lo cotidiano ha hecho que olvidemos ciertos elementos fundamentales, como son el espíritu sacrificial y el compromiso "a toda prueba" con Dios, no importando el costo que estos tengan para nosotros.

Dios hizo de esta cueva un lugar de refugio y adiestramiento para David y los que le siguieron. ¡¡De esa cueva salieron los valientes de David!!

Dios sigue teniendo hoy el poder para cambiar nuestras peores circuntancias en bendiciones que no podemos siquiera cuantificar.

Cristo es sin lugar a dudas nuestro Adulam, nuestro verdadero refugio, y aunque tal refugio pueda no ser todo lo que nosotros queramos, es la única verdadera seguridad que podremos tener en esta vida y la venidera.

Dice que cuando los familiares de David supieron donde estaba le siguieron allí.

Se como esos hombres, y si has descubierto que Cristo está verdaderamente en la comunión de alguna congregación, sin importar la distancia o las condiciones de esta, SÍGUELO hasta allí, porque el llamado que hiciera a Pedro y los demás discípulos continua vigente hoy.

Jesús, el buen pastor, todavía nos dice “sígueme”.
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2 comentarios:

On 22 de diciembre de 2009, 4:57 , Anónimo dijo...

Gracias Pastor por este mensaje., a veces pensamos para que tanto mensaje, hasta que uno de ellos va dirigido directamente a nuestra necesidad.....Muchas Bendiciones.

Francisco Jeria

 
On 22 de diciembre de 2009, 6:25 , gabtorar dijo...

Gracias hermano.
El Señor sea tu ayuda y fortaleza en lo que sea que estés viviendo.

Fraternalmente te bendigo
Pr Gabriel