Author: gabtorar
•6:02
Mar 1:35 Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.

A todos los bueno cristianos que conozco les gustaría ser como Jesús. Ellos al igual que yo, gozan al leer las maravillas que Cristo hacía favoreciendo las vidas de aquellos que estaban enfermos, angustiados u oprimidos por el diablo.

De hecho el llamado para todo crisianao es ser como Cristo, seguir los pasos del Maestro, y en función de esto, nos esforzamos por guardar los mandamientos del Señor, nos apartamos del mal e intentamos practicar las disciplinas propias de la vida cristiana comprometida: congregarnos en algún lugar donde se enseñe la palabra de Dios, ayunar de tiempo en tiempo, meditar diariamente en las escrituras y apoyar con lo que Dios nos ha dado para sostener Su obra y ayudar a los más necesitados de la iglesia.

Hasta ahí, la mayoría de nosotros va bien encaminado, pero este versículo deja de manifiesto un elemento que es trascendental para la vida espiritual victoriosa y que desfortunadamente nosotros dejamos muy de lado: "la oración".

Dice que "Jesús se levantó muy de mañana, y se fue a un lugar desierto para orar".

Jesús se levantaba siendo au oscuro, para ganar tiempo en oración. La presncia de Jesús en cualquier lugar provocaba conmoción a causa de las grandes señales que hacía y por las cuales la gente le buscaba. ¡¡En algunos casos hasta le oprimían!!

Pero Jesús a pesar de lo ocupado de su trabajo (ministerio) no postergaba este asunto de la oración porque la única formna de permanecer enfocado en el propósito de Dios es mantenernos en oración.

Pablo decia "orad sin cesar". Él asi como Pedro, y demás apóstoles, todos entendieron el valor que la oración tiene para llegar a cumplir la voluntad y el llamado de Dios cabalmente.

Hoy dia la gente se reune en las iglesias cuando hay invitados especiales. Pero ¡que baja es la asistencia a las reuniones de oración!

Está claro que emociona más (ojo con la carne) ir a ver un grupo musical que nos haga saltar y gritar. ¡¡Si hasta pagamos por ello!! Pero ¿que hay de pasar tiempo a solas con el Señor?

Verdaderamente la iglesia ha perdido esta capacidad de "guardar silencio delante de Jehová y esperar en él" y conjuntamente con ello ha perdido el discernimiento (que sorprendía en la iglesia primitiva), y la dirección. Por eso se involucra en cosas que no tienen nada que ver con la voluntad de Dios.

Las victorias siempre se ganan primero en oración. En lo secreto es donde el Padre nos muestra el camino a seguir. Hay que darle sentido a las palabras de Dios y para ello está la oración.

La oración es mucho más importante de lo que creemos. La palabra dice que el Espiritu de Dios intercede por nosotros con gemidos indecibles y también que el Hijo intercede por nosotros ante el Padre.

¿Estamos dando a la oración el lugar que le pertenece?

Lo fructífero del ministerio de Jesús estaba grandemente determinado por su profunda vida de oracíón.

Buscamos el secreto para ser como Jesús, para hacer las obras de Jesús, oara vivir como Jesús. ¿Qué tal si comenzamos orando como oraba Jesús?

Al parecer ese era su mayor secreto.
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