Author: gabtorar
•4:31
Hechos 12:3 "Y viendo (Herodes) que esto había agradado a los judíos, procedió a prender también a Pedro..."

Diariamente nuestras convicciones son probadas por las cosas que nos toca vivir.

No sólo por las dificultades típicas. Muchas veces hay persecución a causa de nuestra fe, por causa de la manera en que actuamos. Nuestros propios compañeros de trabajo o estudio intentan ridiculizarnos y exponernos al comentario mal intencionado de los demás.

De pronto es en la misma familia (hogar) en donde mayormente se deja sentir este antagonismo que no es de las personas, sino del adversario. Es el diablo quien usa esas vidas para tratar de socavar nuestra confianza en Dios o simplemente pèrjudicarnos. Mas estamos en las manos de Dios.

En nuestro versículo Pedro ha sido encarcelado a causa de la fe y predicación del evangelio. Se le han asignado nada menos que 16 soldados para custodiarlo. ¡¡Estaba en una cárcel de máxima seguridad!! Y no es de extrañar.

Se le acusaba al igual que a Jesús, de diversos cargos terribles: dar vista a los ciegos, sanar enfermos, resucitar a los muertos, traer alegría donde reinaba la tristeza, dar esperanza y luz a los que vivían en tinieblas, abrir oidos de sordos, y otra obras en verdad muy beneficiosas para la humanidad.

Realmente el diablo tenía motivos para sentenciarlo a pena de muerte y eso iba a hacer Herodes.

La ejecución sería el siguiente día ¿En tanto que hacía Pedro? ¡Dormía! ¡Qué confianza en la voluntad del Padre!. Dormir la noche antes de la ejecución. ¿Quién podría tener esa paz más que un siervo del Dios Altísimo?

Pedro sabía que estaba en las manos de Dios... y de la iglesia.

No sé si lo sabía o no, pero "la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él" (v.5)

¡¡Cielo y tierra luchando a favor de este servidor de Cristo!!

Dios envió un ángel que despertó a Pedro y le contó el plan de escape. Dios libró a su siervo esa noche de una muerte segura. Y esto porque Él es el Dios que decide la vida y la muerte de las crituras de esta tierra.

No se qué te preocupe hoy pero sé que si estás en las manos de Dios podrás dormir en las noches aunque esperes condena el siguiente día.

Sé que el Señor enviará Su ángel para mostrarte la salida de tu prisión cualquiera que esta sea: mental, espiritual, emocional, física.

Sé también que en alguna parte, quizá donde menos lo hubieras pensando, habrá una iglesia haciendo oración por tí.

¿Qué debes hacer tú? Solamente esperar depositándote en las manos de Dios.

Lo que Él determine siempre será lo mejor para nosotros. ¡¡Su voluntad es perfecta!!
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