Author: gabtorar
•10:21
Juan 11:39a “Dijo Jesús: Quitad la piedra…”

Toda la Escritura, que nosotros conocemos como Biblia, es inspirada por Dios y útil.

En esta ocasión el contexto es que Lázaro un discípulo amado por Jesús ha muerto, dejando la consiguiente desolación en sus familiares y amigos, entre los cuales se contaba Jesús.

Jesús amaba Lázaro. De hecho Jesús lloró por Lázaro, se conmovió en su espíritu. Jesús sigue conmoviéndose hoy ante el dolor de las personas.

Él no es un Dios insensible, muy por el contrario, nosotros nos hemos vuelto insensibles a Dios, pero Él todavía se duele al ver el estado calamitoso de la humanidad, de una humanidad altiva y soberbia que cree que puede andar bien sin la ayuda del Creador.

¡Qué triste insensatez! Pensar que siendo tan finitos y limitados podremos arreglárnosla solos en un mundo que es cada vez más complejo y cruel.

La tierra está gimiendo a Dios por redención. Los múltiples terremotos son el cumplimiento de las palabras de Jesús respecto a las señales que marcarían el fin del siglo y el posterior regreso de Jesús a Israel, esta vez no como cordero sufriente sino como Rey gobernante.

Jesús señaló enfáticamente que “hambres, pestes y terremotos en diferentes lugares, serían sólo el principio de los dolores” (Mateo 24), pero serían también la señal inequívoca de que el tiempo de su regreso era cercano.

Hoy nosotros la iglesia del Señor, no esperamos la segunda venida de Cristo, más bien aguardamos el arrebatamiento de la iglesia, evento que antecederá a dicha segunda venida. Me referiré mas extensamente a esto en otra ocasión según Dios lo permita, pero lo cierto es, que tal como en el tiempo en que Lázaro murió, hay entre el milagro que Jesús QUIERE y PUEDE HACER y nosotros (los beneficiarios de tal milagro) UNA PIEDRA, y esta es la piedra de la incredulidad.

Corazones que están como piedra, que no creen que Dios todavía puede y quiere manifestarse a un mundo que tal vez está peor que en los días de Jesús.

Tú seguramente necesitas no un milagro, sino muchos. De seguro necesitas que Dios haga lo que nadie más puede hacer para devolverle la vida a tu matrimonio, a tu relación rota con tus hijos o familiares, a tu precaria condición espiritual, financiera… Y el milagro está más cerca de lo que piensas pero hay una PIEDRA de incredulidad que DEBE SER QUITADA POR NOSOTROS para que Jesús pueda realizar Sus milagros.

No es correcto buscar a Dios sólo por el beneficio que podamos recibir, pero debemos ser honestos en reconocer que hemos llegado al punto en que sólo Dios puede hacer lo que necesitamos.

¿Que tal si comienzas a crear en tu vida las condiciones para que Dios haga sus maravillas?

Comienza arrepintiéndote de haberle sacado de tus decisiones y de tus prioridades. Pide al Señor perdón por haber creído la mentira diabólica de que podías sola, por haber sido soberbia(o) en ese sentido. Él lo entenderá y de seguro no se negará a ti.

He aprendido que la única manera de levantarse es… ¡LEVANTÁNDOSE! Y tú tal vez ya has pasado demasiado tiempo en el suelo.

Así estaba Lázaro. Todos los pronósticos médicos y sociales decían que ya no había vuelta. Después de 3 días de muerto ya estaba saliendo mal olor.

Pero Jesús apareció, y la vida con Él. Lázaro resucitó ante la INCREDULA mirada de todos los que sabían lo sucedido.

Dios fue glorificado y una familia restaurada. Dios no ha cambiado.

Saca la piedra de la incredulidad que está bloqueando el canal de comunicación entre tú y Dios.

Sé, porque Dios me lo ha manifestado, que hay milagros por ocurrir. ¿Por qué no recibir lo que yo tanto necesito y Él me quiere dar?

Saca las piedras, un milagro no viene solo.
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