Author: gabtorar
•10:59
1 Tesalonicenses 5:17 “Orad sin cesar”

Nada que ocurra debajo del cielo toma por sorpresa al Señor.

Siempre es Él quien primero conoce lo que va a acontecer en la tierra, en la vida de los hombres.

Por eso es tan crucial que nosotros sepamos lo que Dios está planeando para movernos hacia ese propósito.

La palabra de Señor nos habla de las cosas venideras. Si bien no tenemos día ni hora, nos apercibe de los tiempos mediante señales que Dios utiliza como brújulas divinas que nos anticipan la cercanía de tal o cual evento.

Nuestro país (Chile) está muy cercano a un gran mover de Dios.

Cuando hablo de un gran mover quiero decir que el Señor está pronto a intervenir en las estructuras de esta nación, para traer Su Voluntad al corazón de muchas vidas que hoy día viven lejos y ajenos de Dios y Sus Propósitos.

El elemento fundamental en este sentido es la oración.

Cada vez que Dios ha actuado poderosamente en la historia de la humanidad se levanta un importante mover de oración e intercesión.

La oración debería ser central en la vida de la iglesia, sin embargo a causa de las muchas distracciones, la iglesia posterga este fundamental elemento de comunión con Dios.

La oración nos permite interpretar las verdades del Señor y de Su Santa Palabra. Sin ella, solo presuponemos, pero gracias a ese medio de comunión, Dios nos ayuda a interpretar lo que está escrito en Su Palabra.

Los tiempos están en las manos del Creador, pero sus criaturas pueden entender los tiempos cuando están en estrecha comunión con Él.

Los apóstoles dijeron que ellos persistirían en 2 cosas: “la oración y la predicación de la palabra”.

Notemos que la oración antecedía a la predicación de la Palabra porque en la oración encontramos sentido a la palabra de Dios.

No se trata de sólo repetirla, sino de interpretarla correctamente, de aplicarla en el tiempo y con las personas adecuadas.

Jesús dijo que sus palabras eran “espíritu y vida”, no “letra y muerte”. Pero si nosotros tomamos la palabra de Dios sin la oración necesaria, encontraremos en ella lo que no buscamos y no hallaremos lo que tanto necesitamos.

La oración es clave y lamento decir que hemos subestimado su importancia.

De ahí que tantos proyectos no resulten, porque los iniciamos con una buena intención pero sin haber orado lo suficiente por ellos para saber si es un plan nuestro o del Señor.

¿Cuántas torres hemos dejado a medio construir porque no calculamos (con suficiente oración y meditación en Dios) el costo para poder terminarlas?

Dios inició un despertar espiritual en Su remanente en Chile. Está movilizándonos a la oración, a una búsqueda genuina de Su rostro y Presencia. ¡¡Debemos aprovechar el impulso!! Salir de la inercia es lo que más cuesta.

Lo que para algunos fue tragedia, para otros se ha convertido en una tremenda oportunidad de que Dios visite esta nación con salvación, con vida, con santidad, con redención.

Nuestra principal tarea ahora debe ser movernos en la dirección correcta y para hacerlo necesitaremos como nunca antes de la oración que nos permita abrir los ojos y ver los planes de Dios.
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