Author: gabtorar
•12:20
Lucas 11:28 “y él dijo: antes bienaventurados los que oyen la Palabra de Dios y la guardan”.

A los ojos del Señor siempre será de mayor que guardemos Su palabra antes que cualquier otra clase de sacrificios.

Las personas acostumbramos a pensar que podemos vivir “por promedios” como en el colegio. Que sin importar si tenemos un 3 en un área de la vida, se compensa con 5 en otra área y así logramos el 4 que nos salva de reprobar.

Tal vez en términos seculares pueda funcionar pero no en el Señor.

Dios desea que comprendamos el valor de guardar toda la palbar que oímos.

Es innegable que algunas personas practican la obediencia selectiva, esto es, ser obedientes en aquellas áreas que no nos cuesta obedecer, pero decidimos desobedecer en esas otras áreas en que la obediencia tendría un costo más alto para nosotros.

Gracias a Dios Jesús fue obediente en todo lo que el Padre le mandó.

Gracias a Dios que Él hace salir el sol sobre justos y pecadores, es decir, sobre obedientes y desobedientes.

Por medio de Su ejemplo Dios desea enseñarnos a guardar Su palabra después de que la hemos oído.

La palabra de Dios es un privilegio que no todos los hombres de este mundo tienen.

Para nosotros tal vez no tenga tanto valor pero hay miles de personas piadosas que han muerto para que otros (tribus, y etnias no cristianas) tengan la posibilidad de escuchar la palabra que salva y transforma a los hombres de este mundo.

Puedes ver que entonces no se trata de un derecho sino de un privilegio y los privilegios traen adscritas ciertas responsabilidades consigo.

Frente al privilegio de haber escuchado Su Palabra, Dios espera que nuestra agradecida respuesta sea obedecer lo que se me enseñó.

Una de las razones por las cuales algunos creyentes avanzan más rápido que otros en el camino del Señor, es que son más rápido sn responder a la verdad que reciben del Señor.

La Palabra de Dios limpia nuestro camino, lo hace más expedito para transitar hacia la voluntad perfecta de Dios para nuestras vidas y la de los que amamos.

Dios no nos hace responsables de aquellas cosas que ignoramos pero si nos acota un grado de responsabilidad por la verdad que conocemos.

Conozco a buenas personas que desearían tener mayor luz sobre ciertos aspectos de la palabra de Dios pero no caminan en los principios básicos que Dios les ha revelado.

Entonces y de acuerdo al principio bíblico que “al que es fiel en lo poco Dios le pone sobre más”, difícilmente esas personas recibirán más del Señor.

A veces venimos en un buen espíritu a decir: “Señor, revélate a mi vida. Muéstrame más de Ti”. Pero aunque Dios quisiera darse a conocer cada vez más plenamente (para eso nos creó ¿no?) se ve impedido por nuestra propia falta de obediencia.

Creo firmemente que para el Señor siempre será mejor la obediencia antes que cualquier clase de sacrificios.

Él no está esperando grandes sacrificios de nuestra parte sino una sencilla pero verdadera fidelidad a Él, a Su Palabra.

Por lo demás, las verdaderas bendiciones del Señor para su pueblo vienen siempre como consecuencia de estarle sujetos, de ser obedientes, de decidir hacer Su voluntad.

Que el Señor nos ayude a vivir, no por promedio, sino con la motivación de poder honrarle en cada área de nuestro vivir por medio de una perseverante obediencia a Su Palabra.

Eso seguramente ¡le alegrará el corazón!
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