Author: gabtorar
•10:15
Juan 1:6 "Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan"

Si uno preguntara en alguna congregación si desearían que Dios pudiera manifestarse poderosamente (como cuando Jesús estuvo en la tierra), la respuesta más probable sería: “seguro que sí”.

Es, además de sano, indiscutible que lo que un cristiano más debería desear en la vida es tener a Cristo mas sólidamente en su ser.

La voluntad del Padre es rehecho tener a muchos hijos semejantes a Jesús en su vivir. Que representen el reino de los cielos en esta tierra, los valores de Dios, sus principios, sus verdades eternas, como cristo lo hizo.

Indudablemente necesitamos un mover de Dios en este tiempo que el mundo se ha tornado cada vez más indiferente a las cosas de Dios.

No es que el mundo sea indiferente a las cosas espirituales. ¡¡Ese es el problema precisamente!! porque el mundo busca, tiene interés, tiene, por decir lo menos, “curiosidad” tocante a las cosas espirituales. Esa es la razón por la que las personas se sienten tan atraídas al ocultismo.

Así como tenemos la capacidad de adorar, asimismo tenemos la curiosidad y necesidad por lo espiritual. Lo terrible es que cuando el hombre no encuentra lo espiritual en Dios lo encontrará en el enemigo de Dios, en el lado equivocado.

Por eso vemos tanta gente ligada a prácticas ocultas, al tarot, a la quiromancia y otras ramas similares.

No se trata de mera curiosidad, se trata de una necesidad inherente a los seres humanos.

Y Dios por cierto desea manifestarse. El desea ser quien llene este espacio, esta necesidad, pero los hombres a veces no encuentran las respuestas que necesitan en las congregaciones y lógicamente obedeciendo a esta necesidad (que actúa como un instinto), buscan en el lugar equivocado.

Por supuesto, hay quienes de plano rechazan lo de Dios porque prefieren lo oculto, pero hay excepciones a esta regla y son esos hombres y mujeres lo que nos debe motivar.

Creo que los hijos de Dios anhelamos más de nuestro Señor y esto nos mueve a orar y pedir por más de lo Suyo.

Pero estamos preparados para recibir la respuesta a nuestra oración. ¿Qué tal si Dios decide honrarnos y responder a nuestro clamor? ¿Qué tal si Dios decide concedernos más de Él y de lo Suyo?

Tengo la convicción de que Dios está a punto de responder nuestras oraciones aquí en Chile, que Él está planeando visitar este país de una manera que nos estremecerá, particularmente a quienes les tome por sorpresa esta visitación.

Una gran necesidad de nuestro tiempo es precisamente “entender los tiempos que vivimos”, y frente a eso ¡¡muchos están dormidos!!

Cuando Dios decidió visitar a Su Pueblo Israel, lo profetizó, envió mensajeros, incluso envió un mensajero en particular, Juan, quien vino específicamente a preparar el camino para el Mesías, para Jesús.

Con todo, los hombres de su tiempo “no entendieron el tiempo”, y mientras Cristo, el Ungido, estaba caminando por las calles de Jerusalén, los religiosos hablaban de Su futura venida.

El Señor deseaba que Su pueblo hubiera entendido lo que estaba pasando, pero no, los ojos de ellos estaban velados, cerrados porque había ceguera espiritual. Estaban dormidos.

¿Cómo nos encontramos hoy?

La escritura nos manda velar. Nos advierte a no dormirnos y a perseverar en oración.

Dios está a punto de hacer algo tremendo en esta nación (y luego en el mundo entero): ¿Estamos preparados? ¿Entendemos este tiempo?

Te aseguro que esta vez Dios hará algo tan notorio que no pasará inadvertido.

El asunto es si estaremos verdaderamente preparados para recibir la respuesta a la oración que dice: “Dios, queremos más de Ti”.
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2 comentarios:

On 24 de mayo de 2010, 21:53 , Unknown dijo...

Has dicho: "Creo que los hijos de Dios anhelamos más de nuestro Señor y esto nos mueve a orar y pedir por más de lo Suyo.

Pero estamos preparados para recibir la respuesta a nuestra oración. ¿Qué tal si Dios decide honrarnos y responder a nuestro clamor? ¿Qué tal si Dios decide concedernos más de Él y de lo Suyo?"

Pienso que no podemos pedir más de nuestro Señor. Él nos lo ha dado ya todo. Nos ha dado lo más preciado, su Hijo. ¿qué más podemos pedirle? Al contrario, somos nosotros los que debemos honrarle y darle todo lo que esté en nuestras manos, darnos nosotros completamente. Sin pedirle nada a cambio, pues ya nos lo dio todo por gracia.

 
On 26 de mayo de 2010, 13:02 , Eduardo dijo...

Es un tema que me ocupa ya desde hace algún tiempo... Compartimos querido hermano.

Está bien enfocado.

Un abrazo desde Argentina.