Author: gabtorar
•11:25
Apocalipsis 22:7 “¡He aquí vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro”

Para entrar en este tema es necesario primero establecer que en relación al tiempo, existen por decirlo de alguna forma, 2 dimensiones de tiempo, el de Dios y el de los hombres.

Dios habita en la eternidad. La misma palabra es de por si más de lo que podemos entender. ¿Cuánto puede saber un ser finito de aquello que no tiene fin?

Cualquier noción que tengamos de la eternidad es simplemente vaga, pero por fe lo entendemos.

Los hombres por su parte, habitamos en el tiempo y el espacio. Esto quiere decir, que estamos delimitados por ciertas barreras que Dios ha establecido.

Jesús quien vino desde la eternidad (y regresó allí) vino al tiempo de los hombres. Sabemos cuál fue su motivación.

El hecho que viniera de la eternidad, le permitía tener un conocimiento de eventos y cosas que a nosotros ni se nos pasaría por la mente.

Una de las cosas que él estableció era que regresaría, y que sería pronto.

Estas palabras fueron dichas aproximadamente dos mil años atrás y aun no tienen cumplimiento, lo que significa que son promesas pendientes.

Dios no puede mentir de modo que esto va a acontecer. El día y la hora exactos solo los conoce Dios mismo, pero para nuestro beneficio, Él nos ha dejado esta advertencia: “Vengo pronto”

Debe haber algo muy importante detrás de esto. Tú no le adviertes a alguien que vas a visitarle en algún momento, a no ser que quieras evitar que tu visita les encuentre fuera de lugar o desprevenidos.

El no saber más detalles sobre esta venida, tiene su propósito sin duda alguna. Pero algo se: tú no harías algo indebido si supieras que en cualquier momento pueden venir visitas.

Hoy las personas (sociedades) están esperando muchas cosas: activación económica, reducción de los niveles de delincuencia, mejores posibilidades de vida, salud y educación, en fin, las personas están esperando muchas cosas que nadie puede asegurar que sucedan, pero no están esperando algo que con toda seguridad tendrá cumplimiento: “la venida de Jesús.

Para el fin de año las familias se preparan. Los padres toman las medidas necesarias para asegurar a sus hijos, un buen regalo de navidad (¿?) y a nivel familiar, se aperan de buena carne para la cena de año nuevo.

En resumen las personas se preparan, para lo que viene.

A fines de Enero las multitiendas comienzan el bombardeo escolar. Ofreciendo cuanto artículo pueden para la etapa escolar que se avecina.

Parece cómico que el comercio tiene fechas marcadas ¡¡y como han aprendido a manejar la mente colectiva!! (tocaré este tema en otra ocasión)

Lo que intento decir es que la gente se prepara. Las personas no se perdonarían no estar preparadas para estas fechas porque son importantes.

¿Pero qué me dices de la venida de Cristo? Estoy hablando de un hecho que no se va a volver á repetir en la historia de la humanidad y cuya negligencia en prepararse tendrá consecuencias de pérdida eterna para el alma ¿Nos estamos preparando para ello?

El mismo apóstol Pedro argumenta que: “muchos tienen la venida del Señor por tardanza”.

Muchas personas se excusarán diciendo: “hace mucho que se habla de la venida de Cristo y aun no pasa nada”.

Pero déjame decirte mi querido lector que esa mentalidad es precisamente la más peligrosa de todas.

No puedes darte el lujo de que las cosas pasen y te tomen de improviso, porque entonces no habrá tiempo para prepararse.
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