Author: gabtorar
•9:39

1 Timoteo 2:1-2 “Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad”.

(Antes que todo, aclarar que esto no está dirigido a algún político en particular o partido político en general, mucho menos a nuestro presidente de la república, el Sr Sebastián Piñera, quien cuenta con todo mi respeto y oración. Sino a la iglesia del Señor Jesucristo, que TIENE GRAN RESPONSABILIDAD en todo lo que está ocurriendo en esta nación. Aludiré también, Dios mediante, en un siguiente escrito al sr Rolando Jiménez, de MOVILH)

Ocupar posiciones de liderazgo es un privilegio que no todos pueden saborear.

Muchos desearían, en algún momento de su vida, tener la capacidad de dirigir a otros, pero para ser líder se requiere más que el deseo. A mi parecer, el liderazgo responde a un asunto de la vocación.

Pero un liderazgo puede ser usado para buenos y malos fines. Tal vez, esa sea la razón por la que Dios nos ordena interceder por los gobernantes, para que estos lideren con sabiduría, es decir, tomando decisiones que conlleven a las paz de sus gobernados.

Dios desea la paz, el ES un Dios de paz. La biblia enseña que Jesucristo ES EL PRÍNCIPE DE PAZ. Dios jamás iniciaría un conflicto SI NO FUESE ESTRICTAMENTE NECESARIO. Él es paz y ama la paz, pero no nos confundamos: eso no lo vuelve un Dios débil.

¡¡Todo lo contrario!! Pienso que Él prefiere EVITAR tener que echar mano a Su poder, porque Él SABE que jamás pierde.

Sabemos que los líderes en ocasiones pueden tomar decisiones que afectan o ponen en riesgo la paz.

¡¡Cuesta tan poco “iniciar” un conflicto y tanto terminarlo!!

Dios siempre tiene buenas razones para lo que nos pide. Orar por los que presiden o gobiernan tiene mucho sentido. Después de todo, es nuestro propio bienestar el que está en juego. Y hay que reconocer que dedicamos más tiempo a QUEJARNOS por lo que está mal, que a ORAR (y ACTUAR) por lo que está mal.

Eso explica por qué perdemos el norte cada vez que nos enfrascamos en contiendas político-partidistas. El bienestar de una nación debería estar sobre los intereses de unos pocos. Llámense derechistas; izquierdistas; católicos; evangélicos; homosexuales; lesbianas; ambientalistas, ecologistas o lo que sea. Dios está interesado en el bienestar de las naciones.

Pero hemos llegado al tiempo que la biblia describió anticipadamente hace muchísimos años.

Me refiero al tiempo de llamar “malo a lo que es bueno y bueno a lo que es malo”. Hay que estar muy ciego para hacer eso ¿no?

Las personas podemos tener tantas ideas de lo que bueno. El relativismo moral es el que lleva a las sociedades a colapsar. Cuando se pierden los absolutos no queda más que hacer lo que a cada uno le parece y eso es en extremo destructivo. Eso trae destrucción y muerte. Eso trae dolor.

El tipo que asesina, por ejemplo. aquella persona que siente que puede poner fin a la existencia de otro, lo hace por que a él le pareció matarlo. Esa persona claramente se está poniendo SOBRE la ley.

Con todas las claras y manifiestas fallas que uno ve en las leyes, es LA LEY es la que regula el comportamiento de los individuos.

La ley penaliza el asesinato y otros delitos. Al ponerse por sobre la ley ese individuo está señalando que se mueve por su propia ley y actúa en base a lo que de a su ley parece bueno o malo. Vivir con personas así supone un riesgo extremo. Sería más seguro vivir en una selva llena de animales salvajes, dado que allí uno sabe que los animales matan para alimentarse y no por puro capricho.

Los mandamientos de Dios, tan ridiculizados y cuestionados, sobre todo en este tiempo, tienen por objetivo normar las conductas humanas y sociales. Muchas de las personas que se jactan de tener valores, y que desprecian a Dios y Su palabra OLVIDAN DE DONDE VIENEN LOS VALORES.

Estos no son el invento ingenioso de algún antiguo filósofo griego. Los valores VIENEN DE DIOS. Se desprenden de lo que ÉL ES.

Es muy injusto enseñar a las gentes de los valores de Dios y no decirles que ellos vienen de Él.

Pero en un mundo donde sólo deseamos recibir la subvención divina (salud, fuerza, inteligencia, prosperidad, etc…) que nos permita realizar nuestros sueños, anhelos y proyectos, no hay lugar para darle a Dios la gloria por lo que ES SUYO.

En consecuencia, es terrible para las sociedades cuando estas empiezan a ser guiadas por ciegos.

Un líder ciego, en cualquier área, solo puede lograr una cosa: hacer que él mismo y quienes le siguen, caigan en un hoyo. Y es hacia donde veo con tristeza, que avanza nuestro querido país.

Hoy es más urgente que nunca ORAR por el DESTINO de esta nación porque HAY CIEGOS que intentarán sacar partido a las circunstancias, para tomar poder y liderazgo en esta nación… continuará

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