Author: gabtorar
•13:33

1 Corintios 9:16-17 “Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio!

Todas las personas tenemos un deber ser, también llamado vocación.

La vocación (del latín: vocare: llamar) es el llamado interior para realizar alguna tarea, oficio o actividad en particular.

Es algo tan personal que sólo la puede comprender cabalmente quien la siente.

El deber ser es un llamado interior poderoso y profundo que DEFINE (de algún modo) nuestra RAZÓN DE SER.

Compartí anteriormente que si bien la biblia NO DICE explícitamente que Dios desea que seamos felices (pero si que seamos santos), es más que claro que Dios desea nuestro bienestar como nadie.

Su Palabra, mandamientos y ordenanzas están orientados a que llevemos VIDAS ACEPTAS (aprobadas) delante de Él.

No hay nada mejor que hacer lo uno debe hacer. NADA satisface más que el sentido del DEBER CUMPLIDO.

La dueña de casa descansa cuando sabe que todo está preparado y que cada cosa está en su lugar (platos limpios, cocina limpia, aseo y ropa listos, etcétera.

El trabajador descansa cuando ha acabado su faena.

El estudiante descansa cuando ha aprobado sus exámenes y cumplido con sus tareas.

Uno puede hacer decenas de cosas, pero nada traerá PAZ como haber hecho lo que uno debía hacer.

Eso está ligado con el DEBER SER. Con cumplir el propósito para el cual uno existe.

Cuando hacemos lo malo (es decir, lo que no debíamos), sentimos el peso de haber actuado mal. Nos sentimos inquietos, perseguidos.

Cuando hacemos lo bueno (entiéndase, lo correcto) sentimos satisfacción y paz.

La felicidad está innegablemente conectada con la satisfacción. Y la satisfacción es el resultado de haber hecho lo que debíamos hacer.

¿Deseas vivir una vida de satisfacción? ¡¡Haz lo que debes!! Cumple con tu llamado, con tus deberes, con tus obligaciones y tendrás paz, habrá gozo en tu ser.

El DEBER SER está ligado con el propósito que cada uno debe cumplir y con hacer lo que cada uno debe.

Pablo habla de ese llamado. Él dice “ME ES IMPUESTA NECESIDAD”

¡Qué abierto estaba este hombre a la dirección de Dios! ¡Qué comunión y cercanía con el Espíritu Santo¡

Pablo sentía la NECESIDAD de CUMPLIR con su deber ser.

Él sabía que el evangelio beneficiaría a otros, pero la necesidad de predicarlo ESTABA EN ÉL.

¡Qué control e influencia divinos sobre esa vida!

Pidamos al Señor que ponga en NOSOTROS esa carga.

Uno llega a estar TAN poseído por la vocación que no descansa HASTA VERLA CUMPLIDA. ¡Así sea en nosotros!

Pablo añade ¡ay de mí si no anunciare!

Esto habla de cómo se sentiría él POR DENTRO si no hiciese lo que sabe que debe, lo que ha sido llamado a hacer.

Anunciar el evangelio no era una OPCIÓN para este varón.

No respiramos por opción, no comemos por opción, no bebemos agua por opción, no nos vestimos por opción, todas ellas son NECESIDADES IMPUESTAS.

¡¡Ay de nosotros si nos las considerásemos!!

Lentamente decaeríamos, perderíamos la paz, el gozo, HASTA morir. ¿Por qué? Porque se trata de necesidades IMPUESTAS.

Es bueno que entendamos, que con frecuencia, nuestras tristezas y desalientos vienen por no hacer lo que debemos.

Ser cristiano lleva impuesta la NECESIDAD de vivir como un cristiano, lleva IMPUESTO el deber de hacer lo que hace un cristiano.

Cuando fallamos en esto, nuestra vida se desalienta y decae.

Pablo era un hombre vigoroso espiritualmente hablando. Lleno del Espíritu Santo, de dones del Señor.

¿Cómo se mantenía en forma? Ejercitando, usando lo que Dios le había dado. Predicando, orando por las personas y sus necesidades, evangelizando, cumpliendo su vocación en el Señor.

La razón por la que los cristianos nos hemos vuelto débiles (no siéndolo) es porque comemos, nos alimentamos, pero no ejercitamos la fe.

¿Resultado? Nos volvemos obesos espirituales, lentos para responder al Señor.

DEBEMOS RECONOCER QUE nos hemos conformado (y a la vez ENGAÑADO) con sólo SABER lo correcto pero NO HACERLO. Al no hacerlo, NO hay frutos.

Nuestro enfoque DEBE SER: “vivir PARA RESPONDER al llamado de Dios” NADA nos hará más dichosos, NADA traerá más satisfacciones que poder decir: “consumado es” (como dijo el Señor Jesús), “acabé la carrera” (como dijo Pablo)

Propone en tu interior comenzar a hacer TODO lo que Dios te ha mandado. Trabaja en ello. Esfuérzate y el Señor añadirá lo que necesites, pero DETERMINA que harás Su voluntad, que te esforzarás PARA ÉL.

Dios ES fiel, lo que promete, lo cumple. Esfuérzate por hacer la voluntad de Dios, por cumplir con tu llamado.

Por SER LO QUE DEBES SER.

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