Author: gabtorar
•12:13

2 Timoteo 3:14: “Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido”

Las personas tenemos la extraña manía de siempre querer más.

Uno puede tener muchos libros en su escritorio, por ejemplo. Libros que ni siquiera ha llegado a leer, pero de pronto ve uno nuevo que le parece novedoso y siente la tentación de adquirirlo o conseguirlo.

Pensándolo más detenidamente, una persona criteriosa diría “¿Para que quiero un libro más, si todavía no acabo de leer los que YA tengo?”

Pero somos así, siempre andamos en busca de más, aun cuando no alcanzamos a explotar o desarrollar el potencial que tenemos.

Eso ocurre muy comúnmente también con la revelación bíblica.

Andamos en busca de mayor revelación, de más entendimiento, de más sabiduría. Por cierto, ello es bueno y legítimo, pero no es lo deseable cuando todavía no acabamos de vivir (aplicar) con plenitud lo que ya sabemos.

He dicho en otras ocasiones que el éxito en la vida del cristiano no pasa por sólo SABER lo que dice Dios, sino por HACER lo que pide Dios.

Buscar es una virtud que encierra perseverancia y esfuerzo, pero debemos ser cuidadosos con las búsquedas que emprendemos.

Jesús dijo que “quien busca halla”, y lo más seguro es que hallará lo que ande buscando. De ahí la gran importancia en ser cuidadosos con aquello que buscamos.

Pero uno también debe preguntarse si tiene real sentido emprender NUEVAS búsquedas cuando todavía no ha asimilado bien lo que tiene.

En el ámbito de lo espiritual hay personas que andan en búsqueda de la comprensión de los misterios de Dios. Personas que buscan nuevas revelaciones.

¿Cuántas personas sinceramente equivocadas han emprendido una búsqueda frenética por respuestas a cosas que Dios ha decidido guardar en Su sola potestad?

No es raro que uno sea confundido (o incluso engañado) cuando se entremete en búsquedas de este tipo, que además de no servir (por no aportar nada en lo personal), tampoco tienen valor para Dios o su plan porque no son parte de Su voluntad para uno.

Justificadamente Pablo le dice a Timoteo “persiste en lo que has aprendido”

¿Qué significa esto? Pienso que mucho.

Representa, por un lado, el llamado a trabajar en aquello que Dios ya mostró o reveló.

Implica no soltar lo que uno recibió. Significa estar comprometido con lo que uno recibió. Involucra dedicarse a aquello que Dios le ha entregado en las manos.

Es como si Dios dijera: “Por ahora, es bastante con lo que tienes. Trabaja en ello. Ocúpate en eso”

Se por la palabra del Señor que Su voluntad es que crezcamos en la gracia y el conocimiento Suyo. Uno crece en la medida que asimila lo que recibe.

Para crecer físicamente es indispensable asimilar los alimentos. Sus nutrientes, proteínas y también calorías se vuelven parte nuestra cuando las asimilamos. Ellos son vitales para el crecimiento y para el desarrollo.

Del mismo modo es imprescindible que asimilemos las verdades escriturales que hemos recibido y que les permitamos convertirse en parte nuestra.

Sólo entonces se justifica querer saber más, tener mayor revelación. Solo entonces Dios puede ver la utilidad de concedernos mayor revelación.

Dios es muy sabio, y dice que ÉL reparte a cada uno según su capacidad. Él no nos priva de aquello que nos sirve pero tampoco está dispuesto a darnos lo que NO nos sirve.

La alocada carrera por tener más revelación ha llevado a muchos, demasiado cerca de la delgada línea que separa la verdad del error, la revelación de Dios de la doctrina de los demonios. Y esto es algo de lo cual Dios nos quisiera guardar.

En ese sentido, lo más sano, lo más seguro, es persistir en lo que hemos aprendido. O sea, vivir de acuerdo a la luz que tenemos ahora.

Si necesitamos una luz mayor, Dios con toda certeza la concederá EN LA MEDIDA en que vea nuestra correcta administración de lo que Él ha puesto en nuestras manos y de la genuina NECESIDAD de tener más de esas verdades eternas.

Quédate con lo que Dios te ha dado. Aférrate a las verdades Suyas que YA has recibido y obedece sus instrucciones.

Si Él te ha dicho por Su palabra que debes buscar una congregación, entonces hazlo.

Si te ha hecho ver que debes abandonar esas amistades que no te edifican, entonces abandónalas.

Si te ha enseñado que debes tener un carácter generoso, perdonador y justo, deja que esa verdad te guie, te norme.

Persiste en lo que has aprendido del Señor. Haz lo que ya sabes. Eso será útil para Dios, para tí y para los demás.

Ser fieles en lo poco es LO QUE GARANTIZA a Dios que puede ponernos sobre más.

Eso incluye el conocimiento de Su palabra y una revelación más profunda de Él mismo.
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