Author: gabtorar
•12:34
1 Timoteo 6:10 “porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe y fueron traspasados de muchos dolores”

(continuación)
En el tiempo de la esclavitud en Egipto, Dios estaba a punto de liberar a Su pueblo para que este le pudiera servir. ¿Qué hizo Faraón? Agravó el yugo por medio del trabajo.

En nuestra época hemos visto como el yugo del trabajo causa estragos en la vida personal y familiar, porque las largas jornadas, los bajos salarios, y las necesidades de recursos demandan que las personas trabajen más tiempo cada vez.

El mismo hecho que una persona deba hacer el trabajo de dos (obviamente un arreglo económico para quien oferta el trabajo) produce lamentables consecuencias de estrés para quien lo realiza.

¿Cuánto tiempo de nuestro día es invertido en el asunto de trabajar? ¡¡La mayoría!!
El trabajo a veces consume de tal manera que deja sin fuerzas para cumplir con otras tareas y obligaciones, que son igualmente necesarias para la vida.

No es raro que “por culpa del trabajo” algunos creyentes se vean impedidos de congregarse. los que deben cumplir con turnos, por ejemplo (otros que no se congregan simplemente lo hacen por una cuestión de falta de interés nada más). Tampoco es raro que por “culpa del trabajo” las personas tengan poco tiempo para compartir con sus seres queridos o para descansar simplemente.

El sistema determina que las cosas sean así, pero nosotros debemos ser cuidadosos en ver hasta determinar hasta donde es sano transar con el sistema.

En la actualidad la tentación es trabajar más y así producir más dinero y tener más para gastar.

Los constantes bombardeos de la propaganda termina por convencernos que nosotros nuetsra casa o nuestros hijos necesitan tal o cual cosa que se ofrece como “descuentos de ocasión” y nos sacan de nuestro real presupuesto.
La mala administración de las finanzas (sean estas muchas o pocas) es responsable de una serie de conflictos maritales.

Las parejas viven momentos de verdadera tensión cuando los recursos no alcanzan a cubrir los gastos y si uno no es ordenado con lo que tiene (no importando cuan abultado sea el salario) nunca alcanzará, porque siempre estaremos sobregirados si gastamos más de lo que ganamos.

Creo firmemente que Dios nos suple de lo necesario. Muchos de los compromisos financieros que adquirimos (y que nos quitan el sueño) no han sido nunca parte del plan de Dios para nosotros, y de ahí que nos asfixian.

Dios tiene mucho que enseñarnos en el área financiera porque desafortunadamente tendemos a pensar que Dios quiere ser Señor de nuestro espíritu solamente.

Por último, la biblia enseña que “raíz de todos los males es el amor al dinero”. No dice que el problema sea el dinero en si, si no el amar el dinero. ¿Tienes tu ese problema?

El dinero tiene un efecto adictivo en algunas personas, al punto que las personas dejan de lado todo lo demás incluyendo las tan preciadas relaciones con tal de conseguir un poco más de dinero.

¿Cuántas personas que conoces se han enamorado de lo que el dinero tiene facultad de adquirir, y por causa de ello, han postergado a sus seres queridos y aun al Señor?

El dinero bien administrado redundará en beneficio para la familia, también en la obra de Dios, pero es preciso recordar que hay algo que el dinero no puede comprar, esto es la salvación del alma preciosa del hombre.

La codicia puede traer muchos males, y traspasar al hombre de dolores y quebrantos.

Seamos agradecidos con la provisión que Dios nos da, no busquemos enriquecernos, dejemos que Dios nos promueva si Su voluntad así lo quiere, y decidamos más bien ser hallados fieles administradores de lo mucho o poco que a Dios le haya placido darnos.

No descuidemos esos otros tesoros que son nuestra relación con Dios y nuestra familia por perseguir ese espejismo que crea el dinero en nuestras vidas.
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