El conocido salmo 23 dice: "Jehová es mi pastor, nada me faltará".

Alguna vez te has detenido a pensar seriamente lo que implica tener a Jehová como nuestro pastor?

Un pastor es quien se encargs de dirigir el rebaño, de guiarlo, de asegurar que pasten en un lugar que tenga suficiente alimento para todas sus ovejas. Es quien además cuida del rebaño mientras este pasta. De acuerdo a este salmo, Jehová mismo es quien hace eso con nosotros.

Me emociona saber quien está al frente de mi vida. Conmigo está uno que todo lo puede, todo lo sabe y que está siempre en todas partes. "Este conocimiento (decia el salmista) es demasiado maravilloso para mi".

El mejor de los pastores de esta tierra se equivoca o tiene debilidades propias de su humanidad, pero Dios, bueno Él es otra cosa. Nunca está cansado, siempre sabe lo que nos conviene. Esta además siempre dispuesto a concedernos lo que es mejor para nosotros, aunque francamente muchas veces nuestros planes no tienen mucho que ver con los suyos.

De cualquier modo, el Señor nos pastorea diariamente y aun mucho antes de que venga el peligro, Él ya ha tomado las medidas necesarias para nuestra seguridad.

Podemos vivir tranquilos porque Dios va delante de nosotros y vela por nosotros.

Nuestra tarea es confiar en su experticia, y seguirle según oimos Su voz marcando el ritmo de avanzada.

El peligro entonces comienza cuando nos quedamos atrás, cuando en vez de avanzar a la par con ÉL, nos detenemos por alguna razón.

Sin embargo, Jehová es la clase de pastor de deja las 99 para ir en busca de la extraviada.

Viene el fin de semana y el domingo es dia de congregación. ¿Qué vas a hacer? ¿Oirás la voz del pastor llamándote para llevarte a buenos pastos?

El salmista dijo "nada me faltará", nada de lo que pueda necesitar en la vida. Dios proveerá de acuerdo a mis necesidades, en lo espiritual, en lo fisico, en lo material, en lo que sea necesario porque ÉL es el buen pastor que da su vida por sus ovejas.

¡¡Vive tranquilo, Jesús el buen pastor está ahí!!