Author: gabtorar
•14:53
Mateo 7:8 “Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá”

He conocido muchas personas en el camino del Señor que se quejan por lo que les ha tocado en la vida.

Se quejan por el matrimonio que llevan, por los hijos que tienen, por su economía, por el barrio en que viven. En casi todo encuentran una razón para quejarse. Y me parece que hay mucha injusticia en esa actitud.

Para ser franco, es posible que esta posición mía se deba a que mi vida, gracias a Dios, ha sido buena.

Vengo de un matrimonio que (por razones que solo Dios conoce) no fructificó. Crecí lejos de mi padre. Siendo pequeño sufrí un muy tonto accidente que hasta el día de hoy me afecta la vista.

Viví ajeno a la realidad del Señor unos 20 años de mi vida, Podrás imaginar lo que significa vivir sin la luz de Cristo, los muchos tropiezos y dolores que eso conlleva.

Hay detalles que prefiero no compartir, estando felizmente casado (en el Señor) el primer embarazo (gemelar) se complicó por la pérdida de uno los bebés.

Algunos años después, un cáncer al estómago descubierto en la vida de mi esposa, vino a probar nuestra confianza en el Señor.

Tres años más tarde habiendo superado el episodio del cáncer, una enfermedad al corazón (aparentemente congénita, y oculta hasta ese minuto) me llevó urgentemente a pabellón para ser sometido a una intervención a corazón abierto.

Como ves, mi vida no ha sido muy quieta ¡¡pero ha sido muy buena!!

Podría hallar en las cosas vividas, más de algún motivo para quejarme. Sólo Dios sabe si me he quejado, pero hasta donde yo recuerdo, no lo he hecho. Y me pregunto por qué algunas personas siempre se sienten con razones para quejarse.

En las cosas que describí, ¿pude haber hecho algo para que fueran diferentes? ¿Pude haber evitado la enfermedad congénita al corazón, la pérdida natural del bebé, el cáncer de mi esposa o la separación de mis padres? Me temo que no.

Está bien claro que algunas cosas no dependen de nosotros.

Desde luego yo no puedo escoger la familia en que voy a nacer, ni puedo escoger el país, ni la lengua materna que voy a hablar.

Hay muchísimas cosas sobre las cuales no tengo ninguna posibilidad de elección, pero hay muchas otras que más bien son el resultado de mis elecciones, lo cual me hace pensar en la palabra de Dios que dice: “el que pide, recibe”.

Naturalmente uno debe meditar en esta idea. Si el Señor ha establecido que el que pide recibe, resulta obvio pensar entonces, que el que pide, recibirá lo que pide.

De modo que lo que uno pide debiera ser cuidadosamente considerado.

No obstante lo anterior, no debemos confundirnos. Dios no es el genio de la lámpara obligado a concedernos los 3 deseos. El es el Señor y es definitivamente soberano determinando qué cosas nos concede y en cuáles se reserva el derecho a no responder.

Considerando lo anteriormente señalado, no es extraño concluir que lo que uno tiene, viene a ser el resultado de lo que uno pide y en esa dinámica de pensamiento, uno pide lo que uno escoge, lo que uno quiere.

Siguiente esta especie de silogismo llegamos a la conclusión de que uno tiene lo que de algún modo uno a pedido tener.

Creo que esto tiene bastante sentido y aplicación, al echar una mirada alrededor.

Es raro, además de ilógico pensar que podré cosechar sandías si estoy sembrando tomates.

Un buen matrimonio, por ejemplo, no se obtiene por casualidad. Una pareja que está a punto de romper, no llega a estabilizarse sólo por orar. Yo debo orar (pedir por) tener un buen matrimonio, pero la oración debe ir acompañada de disposición y trabajo, y por cierto nunca llegaré a trabajar por tener un buen matrimonio si primero no lo deseo sinceramente.

La verdad es que pedir no cuesta nada, por eso a nadie le cuesta pedir. Pero debemos aprender que en el Señor hay que pedir con sabiduría, con convicción y que en muchos casos (si no en todos) las personas terminan de alguna manera recibiendo lo que querían en el fondo de su ser.
|
This entry was posted on 14:53 and is filed under . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.