Author: gabtorar
•10:08
Juan 1:4 “En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres”.

¿Te has puesto a pensar cuánto daño nos hace desconocer la razón de ser de las cosas?

Cuando uno no tiene claro para qué es algo termina dándole usos indebidos y muchas veces arruinándolo.

Yo pienso esto con respecto a la iglesia. ¿Quién no ha asistido alguna vez a un sitio llamado iglesia?

Ya sea por acompañar a otro o por motivación personal, estoy seguro que alguna vez hemos pisado uno de esos lugares al que comúnmente llamamos iglesia.

Quisiera aprovechar la oportunidad para aclarar que contrariamente a lo que el común de las personas piensa, la iglesia no es lugar al que asistimos. Ese es el sitio de reunión, el salón. Creo que llamarlo “templo” se ajustaría mejor, pero la iglesia no es el lugar, la iglesia son las personas.

Ahora bien ¿Qué concepto tenemos de la iglesia? ¿Qué es la iglesia para ti? ¿Cómo la definirías? ¿Cómo definirías su razón de ser?

Estoy seguro que hallaremos tantas definiciones como personas existen. Pero debe haber algo que sea especialmente característico de la iglesia y de lo que esta representa. Algo que sobresalga y nos diga lo que esta es en realidad.

Y por cierto la iglesia tiene muchas características por las cuales uno la puede identificar de modo único, pero modestamente pienso que una de las cosas que mejor define lo que la iglesia es, lo encontramos en relación con el concepto que “la iglesia es luz”.

Juan dice en su evangelio que en Él (Jesús) estaba la vida y la vida era la luz de los hombres. Posteriormente Jesús dijo de la iglesia “vosotros sois la luz del mundo”.

La continua pugna existente entre el bien y el mal, se genera en esta dicotomía que hay entre la luz y las tinieblas. A decir verdad, la luz no tiene pugna con las tinieblas, fueron las tinieblas las que se levantaron contra la luz.

Pero en el versículo 5 dice que la luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra la luz.

Nuestro mundo (hablo de lo social) está en problemas. Hay nebulosas que entenebrecen todo lo concerniente al quehacer humano.

Por cada avance que registramos en lo científico, retrocedemos todavía más en lo humano y eso se debe a que este mundo está permeado por la acción de las tinieblas.

Las tinieblas producen un solo fruto: ceguera.

Seguramente has transitado por algún lugar en que la neblina era tan densa que no lograbas ver a un metro de distancia ¿Qué difícil es manejar en esas condiciones?

Lamento tener que decir que muchísimas personas viven así. Esa densa neblina está ahí cada vez que se despiertan, cada vez que salen a trabajar. Para muchos la luz que tienen no es más que tinieblas, pero no se dan cuenta.

El trabajo del enemigo es engañar, y hay que reconocer que tiene una sorprendente capacidad para lograrlo, especialmente con aquellas personas que voluntariamente rechazan el amor de la verdad divina.

De ahí la importancia que la iglesia cumpla esta función de ser luz, puesto que lo único que efectivamente tiene poder para contrarrestar las tinieblas, es la luz.

Las tinieblas no se disipan por hablar de la luz, la luz debe estar presente. Donde sea que está la luz, las tinieblas se disipan, y se mantienen así en tanto haya luz allí.

Vuelvo al principio ahora y pienso en las muchas personas que tienen un concepto equivocado de lo que es la iglesia, de lo que debiera su función en esta tierra.

Nosotros fuimos puestos para ser luz. Cristo, nuestro Señor, es la luz, pero Juan dijo algo más, él dijo que esa luz era la vida de los hombres.

Tenemos entonces una relación estrecha entre ser luz y tener vida.

El sepulcro es oscuro, allí no hay vida, pero la luz, es la vida de Dios para los que moran en tinieblas, y donde sea que llega la luz las tinieblas simplemente se van.

¿Cuál debiera ser nuestro mayor objetivo? Que esa luz alumbre. El Señor dijo: “así alumbre vuestra luz delante de los hombres”.

La iglesia a veces predica el mensaje equivocado. Ella intenta adoctrinar al mundo, cuando lo que el mundo necesita es ver la luz de Cristo en nosotros Sus discípulos.

Sin lugar a dudas la doctrina es útil y muy necesaria, pero la luz no viene por hablar de ella solamente, la luz debe manifestarse para hacer que las tinieblas puedan retroceder.

Esa luz (que como ya dijimos es la vida de los hombres) será efectiva en el Señor para hacer Su trabajo en quienes corresponda.

No es raro que la creación espere la manifestación de los hijos de Dios, ¡¡si ellos son la luz del mundo!! Y vaya como el mundo necesita de esa luz.
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