Author: gabtorar
•18:22
Marcos 10:18: Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas BUENO? Ninguno hay bueno, sino sólo UNO, Dios.

Permítame comenzar aclarando el encabezado anterior y decir que a mí, la bondad de Dios, no me merece ninguna duda.

En mi propia vida, tengo la plena certeza de esa bondad del Señor. Tengo aun el testimonio vivo de esa bondad.

Pero este escrito no es por causa de mí, sino por causa de las muchas personas que conozco y aprecio que no tienen la misma claridad.

Nunca deberíamos dudar de la bondad de Dios. Pero ese es el negocio del diablo. Su trabajo consiste precisamente en poner en tela de juicio la bondad divina y ese trabajo él lo hace muy bien.

La estrategia que suele usar para ello es: “Si Dios es bueno, ¿por qué permite esto?

Con frecuencia nos lleva a cuestionar tanto lo que Dios hace, como lo que decide no hacer.

El diablo encuentra razones en casi todas las cosas para hacernos estar en desacuerdo con Dios y quejarnos contra Él.

Debes saber que mientras el propósito del Señor es que estemos en unidad con Él (para eso es la fe que Él nos da, y no para que Él haga lo que YO QUIERO como muchos piensan) la idea del maligno es llevarnos a estar en desacuerdo con Dios.

Desde el principio la estrategia es la misma.

A Eva logró hacerla dudar de la bondad de Dios. Logró convencerla que Dios no tenía buenas razones para negarle comer de ese árbol. Le convenció que Dios era egoísta. Que podía estar celoso de que hubiera otros como Él (“seréis como Dios”, le dijo)

Sedujo a Eva con su palabrería. Ella ingenuamente siguió sus mentiras y el resultado todos los conocemos.

Satanás es hábil para hacernos discrepar con Dios a causa de Sus “NO”. Me refiero a los mandamientos y principios de Dios los cuales el diablo hace parecer como restrictivos, prohibitivos negativos y egoístas.

El maligno nos lleva a este razonamiento: “Dios es malo contigo porque te priva de disfrutar de aquello que es mejor en esta vida”. “Dios te hace negarte a ciertos placeres. ¿Qué clase de buen Dios haría eso?” Ese es su predicamento.

¿Cuánto de cierto hay en esas ideas del diablo? ¡¡NADA!!

Los NO del Señor no son una prueba Su carácter negativo sino de Su gran amor por nosotros.

Los NO del Señor están ahí para protegernos. Hacer lo que Dios dice NOS GUARDA. ¿Lo sabías?

Dios le dijo a Adán que NO coma del árbol que estaba en medio del huerto porque de hacerlo moriría. NO dijo que Él (Dios mismo) lo mataría, sino que comer del árbol lo haría.

Dios podía ver el resultado de tomar tal acción. Algo que Adán era incapaz de ver.

¿Cuántas veces deseamos los detalles específicos antes de hacer lo que Dios pide? Queremos entender los POR QUÉ del Señor.

Uno pierde un ser querido y de inmediato la pregunta que surge es: ¿por qué él? (o ella). A esa pregunta el enemigo le añade su cuota de duda sobre la bondad de Dios. Viene a tu oído a susurrar que ningún buen Dios PERMITIRÍA algo así.

Así descubrimos que el enemigo SIEMPRE intenta persuadirnos de dudar sobre la bondad de Dios en base a dos cosas. Una, ¿Por qué Dios “HACE” o “NO HACE”, y dos, ¿Por qué Dios “PERMITE” o “NO PERMITE”.

Lo concreto es que el enemigo SIEMPRE encuentra la responsabilidad de todo EN Dios.

Eso no es atípico, tratándose del enemigo. Él tiene contra Dios un odio que no admite límites. Y es exactamente lo que trata de reproducir en nosotros cuando le damos cabida.

Si logra convencernos que Dios es malo, también logrará llevarnos a hacer lo opuesto a lo que deberíamos: en vez de AMAR a Dios, ABORRECEREMOS. Eso es lo que el diablo busca.

No te sorprenda descubrir que el enemigo tratará de hacerte dudar de la bondad de Dios. Pero ya sabes que es otra de sus mentiras.

¿Qué si Dios es bueno? ¡¡Claro!! En Palabras de Jesús mismo: ninguno hay bueno, sino sólo UNO, Dios.
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