Author: gabtorar
•6:30
Salmos 3:3 “Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí; mi gloria, y el que levanta mi cabeza”

El modo en que culmina este verso es seguramente es muy descriptivo de la forma en que nosotros nos sentimos a veces.

Hay tiempos de mucha paz y de bonanza cuando andamos junto al Señor. Esos tiempos son en verdad deliciosos: cada cosa, cada noticia que nos viene, es un manjar porque todo sale viento en popa.

Son días memorables, de esos que no quisiéramos que acaben jamás. Pero aunque hay días preciosos, también los hay malos, en que nada sale bien.

En esos días malos parece como que todo se confabulara en contra nuestra.

A la izquierda hallamos problemas y nos volteamos a la derecha buscando reposo y por ahí también hay confrontación y lucha.

Es como si el enemigo nos hubiera rodeado y donde sea que nos volvamos encontramos oposición, dificultad o lucha.

Esta se manifiesta de distintos modos, a veces son las personas las usadas para estas aflicciones, otras veces son las circunstancias.

A veces la aflicción viene por medio de la falta de recursos (no tener todo lo que uno quisiera en el momento en que uno quisiera). En fin, llegamos a sentirnos identificados con lo que dice este salmo en el verso 1: “¡Oh Jehová, cuánto se han multiplicado mis adversarios! Muchos son los que se levantan contra mí”.

Nos sentimos así. Sentimos que el levantamiento viene de parte de muchos y como resultado, sentimos temor, dudamos, abrimos la puerta y la angustia hace presa de nosotros.

Sé que tú te has sentido así. Yo me he sentido así.

No existe un sólo hombre o mujer de Dios que no se haya sentido de esa forma en algún minuto de su peregrinaje cristiano.

Cristo mismo se sintió agobiado. Te habrás preguntado cómo se sentía el Señor en la cruz. El salmo 22 nos relata con bastante detalle su estado mientras colgaba en la cruz.

Su corazón era como cera dentro de él. ¿Te has sentido así de agobiado? Yo pienso que ninguno de nosotros ha llegado a tal quebranto.

Es cierto que hay ocasiones en las que el enemigo parece tenernos rodeados pero, cuando atravesamos por esas circunstancias, debemos recordar que el Señor es escudo alrededor nuestro y que es Él quien levanta nuestra cabeza.

El Señor dice erguíos que vuestra redención está cercana.

Su palabra nos recuerda que cercano está Jehová a quienes le temen y hay que ver cómo les defiende.

Gracias Señor por contar contigo siempre, sobretodo cuando el enemigo emprende en nuestra contra.
|
This entry was posted on 6:30 and is filed under . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.