Author: gabtorar
•8:45
El libro de Romanos, en el capítulo 12 dice: “Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres”

Las personas pasan malos ratos por muchas diversas razones. Una importante causa de origen de los malos ratos son los pleitos.

Cantidad de personas en el mundo tienen días muy malos a causa de pleitos que enfrentan con alguien.

Ya sea un pariente, vecino o compañero de labores, es sencillo enfrascarse en algún pleito que termina haciendo que nuestro día se vuelva muy desagradable.

Definitivamente hay personas busca pleitos y desafortunadamente hay gente que pareciera tener un magnetismo para atraer problemas y pleitos.

Ya sea por su manera de vivir o de ser, constantemente tienen dificultades para relacionarse y obviamente esto hace que la vida se les vuelva sombría y desagradable.

Otros no buscan pleitos, pero es como si estos les buscaran a ellos. Tal paree que ninguno se puede librar de esta situación.

Quizás por esa razón Dios nos llama en Su palabra, a vivir en paz con los hombres, tanto como nos sea posible

Vivimos en una era de mucha agitación que hace que el sistema nervioso esté convulsionado y a punto de colapsar.

La mayoría de las personas viven en el límite de la explosión emocional y esto representa un tremendo peligro para quienes están alrededor.

Por alguna razón, a veces uno paga los platos que otros rompieron, en el sentido que nos volvemos el objeto de descarga de tensiones de alguien en la tienda, en el bus, en el metro, en el trabajo y también el hogar.

Es bien frecuente que alguno por ahí no encuentra nada mejor que desquitarse con uno.

Dios conoce los tiempos y el estado de agitación de la vida actual. Él sabe que la paz es algo muy escaso y a la vez necesario en esta época en que todo se ha vuelto una lucha.

Tristemente mientras más hablamos de modernización y avance en lo tecnológico, en lo referente a nuestra conducta nos volvemos más y más primitivos, convencidos que todo se puede arreglar por medio de insultos, ofensas y golpes.

Y en este contexto, Dios nos hace un llamado particularmente singular a decidir vivir en paz con .los hombres.

¿Procuramos estar en paz con el prójimo? ¡¡Deberíamos!!

Dios es un Dios de paz. Él puede hacer la guerra, y no hay quien pueda hacer frente al poderío del Señor, pero Él prefiere la paz, porque es un Dios de paz. Así, los pleitos y luchas no son parte del carácter del Señor.

Definitivamente, si hay alguien con quien necesitamos hacer las paces es con Dios y la única forma de conseguirlo es por medio de Cristo.

En efecto, una de las grandes bendiciones, fruto del Espíritu de Dios, es la paz.

Esto me lleva a creer que de las muchas cosas que uno puede ofrecer a Dios, uno de los sacrificios que más agradan al Señor, son los sacrificios de paz.

Me refiero a la disposición interior para decidir vivir en paz con la gente que nos rodea, tanto como nos sea posible.

La violencia en el carácter es dañina para nuestra comunión con Dios, y por supuesto, afecta nuestras relaciones interpersonales también.

¡¡Es fundamental estar en paz con Dios, pero es muy difícil de lograr si tenemos pleito con alguno!!
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