Author: gabtorar
•8:47
Mateo 9:38 “Rogad, pues, al Señor de la mies que envíe obreros a su mies”

Cristo dejo muy claro con su propio ministerio que la obra de Dios no se puede hacer solo.

Si bien hay momentos en que necesitamos estar a solas con Dios, la obra de Dios no se hace solo. Se requiere colaboración y trabajo en equipo.

No es menos cierto que para colaborar en la obra de Dios existen ciertos requerimientos bíblicamente estipulados, pero es tan importante contar con un contingente de hombres y mujeres aprobados por Dios para servir en su obra y llevar a cabo la voluntad del Señor que el valor de esto no debe ser subestimado.

La escritura registra muchos casos de este tipo siendo quizás el más relevante el ministerio de Cristo.

Sus discípulos se convirtieron en colaboradores suyos.

Creo que esta es una fase común a todos los cristianos. De creyentes, nos volvemos seguidores y estando en esta etapa y de acuerdo a nuestra fidelidad, integridad y compromiso, llegamos a ser colaboradores en Su obra.

¡Que gran privilegio nos ha otorgado el Señor!

Permitirnos no sólo participar de Su salvación sino colaborar en el plan de la salvación de otros hombres y mujeres ¡Gracias Señor!

La obra de Dios requiere por tanto de personas que puedan realizar ciertas tareas.

La iglesia de Cristo está en la tierra para proclamar el mensaje de la salvación. Y en ese aspecto hay mucho por hacer.

Los medios existentes en nuestra época nos conceden una variada gama de posibilidades para predicar.

Hoy existen medios tecnológicos que en el tiempo de Jesús no existían y que nos amplían las posibilidades para llevara cabo la omisión encomendada por el Señor.

Lo que el mandó fue ir y predicar el evangelio.

Creo humildemente que gracias a la tecnología en muchos casos no es necesario “ir”, dado que el teléfono, el internet y otros medios, permiten conectarse y “estar con las personas” a la distancia, pero ese fue el mandato: “vayan y prediquen”, y en ese sentido lo que debemos cuidar es que el mensaje sea el indicado.

Imagínate lo valioso que es tener muchas personas idóneas compartiendo el mensaje correcto a otros tantos que lo necesitan imperiosamente.

NO es igual tener a uno predicando que tener a muchos, y por ello es tan vital comprender que la obra de Dios requiere de obreros.
|
This entry was posted on 8:47 and is filed under . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.