Author: gabtorar
•14:37

Eclesiastés 5:7: Donde abundan los SUEÑOS, también abundan las vanidades y las muchas palabras; mas tú, teme a Dios.

Recién comenzando el año nos encontramos llenos de grandes expectativas. Un año nuevo es simbólico de nuevas posibilidades.

Aunque en lo natural nada ha sucedido en realidad, dentro de nosotros, en nuestra mente y corazón, las expectativas han cambiado y junto con ellas la disposición.

He dicho que soñar no cuesta nada, y por supuesto, soñar es una manera de proyectarse.

No hay nada de malo en soñar. Hay ciertas cosas que sólo son reales en nuestros sueños.

Así, los sueños muchas veces nos dejan una satisfacción que se desvanece al despertar.

El problema se produce cuando los sueños se transforman en pesadillas y eso sucede cuando nuestras expectativas no son realistas.

Debemos siempre tener presente que Dios es TODOPODEROSO.

Que Él disponga de esa facultad nos ofrece tremendas e impensadas oportunidades pero ¡¡cuidado!! Dios no es Todopoderoso para cumplir nuestros sueños.

Y he oído mucho sobre eso en este último tiempo.

Hay muchos mensajes donde se da rienda suelta a los sueños de las personas. Las audiencias son estimuladas a soñar, a dibujar en sus mentes las realidades que quieren tener y a luego pedir a Dios que las haga realidad.

No son pocas las personas que estimulan sus grandes audiencias ofreciéndoles fantasías, que a ellos no les cuesta nada.

Hablo conferencistas y predicadores que invitan a la gente a soñar y a esperar que Dios les cumpla los sueños.

Por supuesto, es fácil ofrecer algo (y quedar bien haciéndolo) en lo que uno no tendrá que hacer ni el más mínimo esfuerzo para que se lleve a cabo.

No son pocas las personas que incentivadas, se llenan de sueños que jamás se realizarán porque aunque Dios es Todopoderoso, ÉL NO es “una hada madrina”

En los deseos y saludos de año nuevo son millares los que de todo corazón procuran que “Dios cumpla todos nuestros deseos” ¡¡Ni que Dios fuese el genio de la lámpara!!

Muchas personas argumentan que esto de soñar es muy bíblico. Pero es peligroso descontextualizar las cosas de Dios.

Si bien, hay ejemplo de hombres en la biblia que tuvieron sueños, grandiosos sueños, debemos reconocer que no eran sus propios sueños ¡¡sino los de Dios!!

Dios tiene la indiscutible capacidad de embarazarnos con Su propósito, con Sus planes y proyectos. ÉL puede venir a nosotros a través de sueños y llenar nuestras mentes y corazones con SU voluntad, pero ESO es otra cosa.

Si hay algo que he aprendido con fuerza en mi caminar con Cristo es que Dios no juega con nuestros sentimientos.

Él puede concedernos favores y responder peticiones, pero Él no es nuestro siervo. Nosotros somos los Suyos.

ÉL no esta ahí para lo que nosotros queramos. Mas bien nos está tratando de enseñar a estar ahí para lo que ÉL QUIERE.

Por tanto, la próxima vez que algún bien intencionado pastor o conferencista venga a prometerte que Dios “te dará los sueños de tú corazón”, recuerda la palabra escrita de Dios que no falla y que ADVIERTE sobre “lo engañoso que es el corazón”.

Y ten presente que tal vez esos sueños nunca lleguen a cumplirse porque no tienen nada que ver con el plan que Dios tiene para ti.

|
This entry was posted on 14:37 and is filed under . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.