Author: gabtorar
•14:28
2Timoteo 3:2 “Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos,”

Me impresiona constatar la avidez con que las personas de este tiempo, rechazan las cosas divinas.

Me sorprende esa increíble predisposición para dar la espalda al Señor, a tal punto, que Dios se ha vuelto un extraño para muchos, en el mundo que Él mismo creó.

Me preocupa la ingratitud de los hombres de nuestro tiempo.

El apóstol Pablo escribió sobre este asunto. Él, proféticamente, por la palabra de Dios, advirtió sobre el carácter de los hombres en los días postreros. Dio muchas referencias del carácter egocentrista de las personas que alcanzarían dichas generaciones, y hoy asombrosamente vemos cumplirse sus palabras.

Una de las cosas específicas que mencionó, tiene que ver con la ingratitud de los hombres ¡¡y cuan claramente se puede ver en nuestros días!!

Veo hijos ingratos con sus padres, que olvidan lo que los padres han hecho por ellos. Veo cónyuges, actuando con deslealtad e ingratitud hacia sus cónyuges.

Empleadores ingratos con sus trabajadores.

Hay cientos de ejemplos de esta clase y por lo que se ve, la cosa va de mal en peor.

Es triste ver como el egocentrismo, paulatinamente nos ha robado las cualidades más humanizadoras que poseemos y que tienen relación con nuestra correcta interacción con el prójimo.

No es raro ver el estado deplorable de nuestras sociedades si cada cual solo está interesado en su propio bienestar y muestra nulo o mínimo interés por los demás.

Ser agradecidos no obedece solo a un gesto de cordialidad o cortesía, es en gran medida una señal de genuina humanidad.

En las tiendas, calles, micros (y quizás por culpa de la vida tan sobrecargada de actividades y preocupaciones) las personas que dan las gracias son cada vez menos, cada día más escasas.

A los defensores de la vida animal les preocupa la extinción de ciertas especies animales, pero para nuestra propia vergüenza, esas sutilezas que daban cuenta de nuestra humanidad, se encuentran al borde de la extinción y aparentemente a nadie le importa.

Nuestros valores están absolutamente trastocados.

Se hacen grandes movilizaciones en protesta por la inobservancia de ciertos derechos y los mismos movilizados faltan a los derechos de otros.

Hemos llegado al triste día en que todos se sienten con el derecho a decir lo que les viene en gana, sin cautelar primero, si tienen o no la moral para ello.

La gratitud es algo tan básico, pero tan poco considerado en nuestros días.

Los que prestan servicios se han vuelto en verdad personas de última clase, porque
se les trata como si no valiesen nada.

El que paga por algún servicio se siente con el derecho de maltratar a quien le atiende, solo porque no lo hace con la prestancia que quisiera.

El saber que va a cancelar, le convierte en un tirano temporal de ese inquilino que no tiene otra opción más que bajar la mirada y llevar el menosprecio.

En muchos aspectos nos hemos convertido en modernos seres primitivos.

La biblia enseña que debemos dar gracias en todo ( y por todo).

Se nota que Dios nos conoce bien y que sabe cuáles lecciones deben ser constantes.
No sé si alguna vez, después de haber leído algún devocional que haya resultado ser de provecho para ti, has dado a Dios las gracias por esas líneas.

Los grandes cambios comienzas con pequeños pasos de ello no cabe duda alguna.

Un pequeño paso para tener una vida mejor (para uno y para los demás) es aprender a dar las gracias a quien lo merece.

Créeme que, en lo personal, desde ya estaré agradecido si estimas considerar estas palabras para aplicarlas en tu diario vivir.

Dar las gracias ¡¡es algo tan básico!!
|
This entry was posted on 14:28 and is filed under . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.