Author: gabtorar
•11:42

Proverbios 13:4 El alma del perezoso desea, y nada alcanza; Mas el alma de los diligentes será prosperada.

Hoy voy a hablar de un tema muy significativo a la hora de lograr cosas: “ACCIÓN”

En las películas, cuando todo está en su debido lugar, el director dice: ACCIÓN”, y la filmación comienza.

No basta con que una película prometa ser éxito de ventas, ni es suficiente que cuente con un buen guion, el mejor reparto de protagonistas o tener el mejor director a la cabeza del proyecto.

Aun cuando todos esos elementos estén allí, es indispensable ACTUARLA para que esa promesa de éxito llegue a ser una realidad.

En Dios, las cosas no son muy diferentes

He compartido anteriormente que hay etapas o tiempos en el Señor.

Hay en primer lugar un tiempo para buscar SU voluntad. Esta suele ser una etapa de mucha oración, de meditación en Dios, de digerir lo que nos dice por medio de Su palabra.

Dios planta en nosotros una semilla que representa Su voluntad, y en este tiempo inicial esa semilla crece, dentro de nosotros y nos empapamos de esa voluntad Suya, de SU visión.

Pero a esto debe seguirle un tiempo de ACCIÓN porque Dios no nos comparte SU voluntad para que la dejemos en el papel.

Sus propósitos son buenos y Sus motivos ¡¡los más puros!!

No hay nada mejor que embarcarse en los proyectos del Altísimo, una vez que Él nos ha mostrado lo que desea.

Lo que Dios hace está siempre plasmado de SU gloria de SU grandeza. ¡Mira la creación, mira los bebés, por ejemplo! ¿No es glorioso, todo ello? En efecto lo es.

Pero no basta con saber que Dios es capaz de hacer cosas gloriosas, no basta con tener promesas extraordinarias, ni basta con tener al Todopoderoso Dios de nuestro lado. Para lograr Sus propósitos, para avanzar, para conquistar Sus promesas se requiere de ACCIÓN.

Es indispensable, por tanto, MOVERSE hacia lo que Dios nos está indicando.

Pienso que aquí fallamos muchas veces. No pocas personas creen que si el proyecto es de Dios, entonces Dios lo tiene hacer. Lo que estas personas ignoran es que Dios lo hace A TRAVÉS DE NOSOTROS.

Para que Sus planes se cumplan es imprescindible que nosotros nos movamos en esa dirección. Que tomemos cartas en el asunto. La acción es fundamental.

Si deseo que Dios cambie mi realidad, no bastará con que solo le pida al Señor que me ayude, debo estar dispuesto a moverme al lugar y en que Dios indique.

La acción implica y demanda movimiento.

Hay personas que gustan de la comodidad, Ningún cómodo logra grandes cosas en la vida.

Dios mismo no fomenta ni aprueba la comodidad, mucho menos la flojera.

Esto se observa desde el mismo Génesis. Una vez que Dios creo a Adán, de inmediato le dio trabajo, lo ocupó en algo, lo llamó a la acción.

La biblia dice que no debemos estar ociosos ni ser perezosos.

Para conquistar es necesario moverse, para tener una cosecha es preciso sembrar y sembrar es un trabajo arduo a veces.

Concretamente, lo que sea que Dios nos esté mandado hacer, estimado lector, requerirá ACCIÓN de nuestra parte para obtener Sus promesas.

Puedes tener la seguridad que cuando Dios dice ACCIÓN es señal que todo ya ha sido debidamente preparado.

El siguiente paso es ser obediente y actuar.

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