Author: gabtorar
•10:35

Mateo 11:12 “Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan”

Llama mi atención darme cuenta que a veces uno tiene un concepto de si mismo o de la cosas que no se ajusta a la realidad. Sucede respecto al tema de la fe.

Generalmente pensamos que tenemos fe. De hecho, todas las personan tienen un grado de fe. Los grados de fe (cuan madura sea esa fe) difieren de persona en persona, pero en términos generales, podemos decir que todos tenemos fe en alguna medida.

Por supuesto, algunos usan esa fe mientras que otros viven como si no la tuviesen. Pero me sorprende darme cuenta que a veces la fe que uno cree tener no es tal.

En ocasiones pensamos que estamos logrando grandes cosas en Dios.

Hablamos a otros de Su grandeza, declaramos Su poder, testificamos de las cosas maravillosas que Dios, en efecto, es capaz de hacer. Algunas personas al oír la convicción con la que hablamos, incluso piensan “me gustaría tener tal confianza”. Pero cuando llega el momento de creer para nosotros mismos, no mostramos la misma convicción.

Este pensamiento viene a causa de cosas que yo veo y escucho.

El por qué algunos creyentes se atreven a creer a Dios por cosas grandes y otros no, es algo en lo cual deberíamos meditar.

Dios es el mismo para todos pero no todos somos iguales con Dios. No todas las personas confían en Dios o creen en Dios como podrían o deberían. Digo esto pensando en mi mismo.

La razón por la que algunas personas logran metas en Dios es en primer lugar porque se las proponen y en segundo lugar porque creen a Dios.

Dios encomendó a Noé la construcción de un arca y sabemos que Noé respondió haciendo lo que Dios le pidió, construyendo el arca. Me pregunto si yo hubiera respondido de la misma forma. Honestamente ¿lo hubieras hecho tú?

Me alegra que Dios no necesite construir arcas todo el tiempo, pero ese fue un desafío de fe para Noé.

Dios nos desafía en fe en cosas relevantes para nuestro tiempo y pienso que muchas veces nuestra respuesta no es la que Él espera.

Me atrevo a decir que la fe que mostrarnos no es la que podríamos y estoy seguro que Dios quiere llevarnos al cien por ciento de lo que tenemos. Los tiempos en los que vivimos demandan de gente con una fe viva y activa, no de teologías sobre la fe, sino de hechos que hablan de esa fe.

Los apóstoles mostraron su fe por medio de sus obras. Los tiempos han cambiado pero la necesidad de gente que se mueva en fe no.

A veces nos molesta ver que otros prosperan y avanzan en el Señor pero ellos lo hacen porque realmente usan lo que Dios les ha dado.

Cada vez que Dios nos encomienda algo no sólo nos da el mandato, junto con él nos da el poder para hacerlo, pero la llave de acceso a ese poder es la fe.

Cuando veo a otros dar pasos que sé que yo no me hubiera atrevido a dar, me doy cuenta que no estoy viviendo en la fe que debería, que no tengo la fe que pensaba.

Yo pienso que en mi propia vida necesito una fe más activa, más valiente, una fe que arrebate el reino de los cielos.

¿No la necesitas tú?

|
This entry was posted on 10:35 and is filed under . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.