Author: gabtorar
•5:09
Juan 21:5 "y (Jesús) les dijo: Hijitos ¿tenéis algo de comer? Le respondieron. No

Este versículo describe perfectamente la realidad espiritual de muchas personas hoy: no tienen que comer.

La comida es parte fundamental de la vida, no es un lujo, ni un accesorio, es elemental, si no comes te mueres. Todo lo que tiene vida necesita el alimento porque de el extraemos las vitaminas, proteinas incluso grasas necesarias para el correcto funcionamiento del organismo. Por ello la comida es un elemento de primera necesidad.

Tu puedes prescindir de un vehículo, de un televisor o de los aparatos tecnológicos que tanto nos consumen la vida hoy en dia, pero la comida no la puedes postergar. A menos que sea para un tiempo consagrado al ayuno y la oración. Jesús ayunó 40 dias y después de esto tuvo hambre y comió.

Él era Dios en la carne pero no se sostuvo aferrado a su divinidad. Él vivió con las mismas fortalezas y debilidades que todos los hombres de esta tierra vivimos incluyendo el hambre y el sueño, entre otras cosas.

En el texto anterior leemos que Jesús preguntó a los discípulos si tenían de comer. Realmente Jesús sabe todas las cosas. Él no necesita preguntarnos lo que tenemos o nos falta, Él lo sabe. Creeme cuando te digo que Jesús conoce tus necesidades más profundas, tus debilidades, tus fortalezas. Nosotros no sorprendemos a Dios, ¡es Dios quien a menudo nos sorprende!

Jesús habia resucitado y se estaba manifestando a sus discípulos quienes después de su muerte habían vuelto a sus labores anteriores al llamado recibido de parte de Jesús para seguirle. Cuando Dios te llama lo hace en serio, perfectamente claro de lo que pretende al llamarte.

Ellos habian estado por largo tiempo aprendiendo de Jesús, viendo sus obras, escuchando su Palabra y aprendiendo de Su sabiduria, pero ahora Jesús habia muerto y y aparentemente todo lo que habian vivido se acababa, pero ÉL les había dcho que resucitaria y ahora después de haber cumplido (Dios siempre cumple) los está llamando otra vez.

ÉL sabe donde encontrarnos. A menudo cuando le damos la espalda al Señor es para volver a nuestra vida antes de conocerle, por ello Él les encuentra junto al mar de Tiberias, y se presentó en la playa al amanecer. Su pregunta fue clara ¿tienen de comer? La única respuesta verdadaera es: "No, no tenemos".

Es que sin Dios no hay verdadero alimento para nosotros. Todo aquello con que podamos alimentarnos no nos saciará si Cristo no es parte del menú.

Jesús es el verdadero pan que descendió del cielo, ¡Él es verdadera comida, comida que sacia el alma hambrienta!

Nos alimentamos con nuestros sueños e ideales, nos alimentamos tratando de obtener cosas, de tener éxito, tratando de alcanzar las ofertas que el mundo nos pone por delante, pero nada de eso es comida verdadera.

Ellos fueron honestos en decir que no tenian comida, no por el hecho de no haber pescado nada, sino porque todos los peces del mar no pueden saciar el hambre que el alma sin Cristo tiene.

Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia. Las cosas materiales no pueden saciar tal necesidad, sólo Cristo, Su verdad, Su Justicia pueden.

Si te encuentras como los discípulos, sin nada que comer, te invito en este dia a elevar esta breve oración a Jesús:
"Señor estoy hambriento y he tratado de llenar mi estómago con muchas cosas que no han dado resultado, he comido mucho sin saciarme. Ahora en humildad te pido dame de tu comida, llena mi alma, mi vida, sacia mi necesidad. Entiendo que sin ti y que fuera de ti, no hay comida de verdad. Perdóname por no haber buscado en ti antes. He buscado en otras partes lo que sólo Tú puedes dar.
Se mi alimento desde este día en adelante. Gracias por escucharme. En el bendito nombre de Jesús, Amén
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