Author: gabtorar
•6:47
Mateo 24:13 "Mas el que persevere hasta el fin, este será salvo"

Comunmente las cosas se empiezan con gran entusiasmo. Cuando decidimos, por ejemplo, hacer un orden de nuestras pertenencias, hay mucho ímpetu al comienzo por sacar todo lo que está amontonado y empezamos a doblar, separar, pero al ir descubriendo tantas cosas ese entusiasmo disminuye y nuestro deseo de ordenar es pospuesto para otro día.

Lo mismo ocurre en casi todo orden de cosas, también en lo concerniente a nuestra fe.

Cuando Cristo llega a nuestra vida es toda una novedad. Él nos hace sentir de maravilla, miramos las cosas desde otra perspectiva, y descubrimos con Él una vida que nos era desconocida.

Al principio todo anda bien. Nos parece que la iglesia es perfecta, el pastor, los hermanos, los cánticos, las enseñanzas, todo es fantástico, pero en el camino nos vamos encontrando con "situaciones", empezamos "a ver los detalles de las personas". Como si lo anterior no bastara, Dios mismo se encarga de mostrarnos "nuestros propios detalles" y nuestro ánimo comienza a decaer.

Por otra parte el enemigo de nuestras almas, ferreo opositor a nuestro andar con Dios se encarga de hacernos la vida más difícil con sus acusaciones y tentaciones.

Casi no nos damos cuenta como empezamos a sentir ganas de "tirar la toalla", de llegar "hasta ahí no más", de no avanzar más.

El Señor mejor que nadie nos conoce y sabe lo que necesitamos. Quizá por el hecho de que El vivió en carne propia muchas de las cosas descritas aquí es que nos advierte de que esta carrera se debe correr hasta llegar a la meta.

No sirve haber participado con Dios por algún tiempo y luego desistir. La virtud de la perseverancia debe ser vista en nosotros los hijos de Dios. Nuestro Padre no es de los que dejan las cosas a medias. Él no es de los que tiran la toalla y debemos reconocer que nosotros no somos nada fáciles de tratar.

Muchas veces le damos al Señor la espalda, le traicionamos, pero Él no desiste en su Plan de querer llevarnos a la eternidad.

Podemos aprender de Jesús que "aun en la adversidad" se sostuvo de la mano del Padre, cumpliendo así la misión que lo trajo a esta Tierra

La biblia dice que "Moisés se sostuvo como viendo al invisible" en momentos de gran prueba y dificultad. ¡¡Lo podemos hacer también!!

Es requisito del Señor que perseveremos hasta el fin. No hay justificativos para anbandonar a Dios, aun si las personas que deberían ayudarnos no lo hacen ¿qué culpa tiene el Señor de ello? ¿Por qué tiene que pagar Él los errores de otros?

El diablo desea que nuestro amor se enfríe (v.12) y desistamos, pero Cristo desea que mientras mas ruda se ponga la cosa con mayor fervor nos aferremos a Él..

El Espíritu Santo nos ayuda en nuestras debilidades e intercede por nosotros, así que no estamos solos en esto. Dios diariamente hace Su parte, a nosotros nos cabe hacer la nuestra y quizá lo mas relevante en ello, sea proponernos de todo corazón que no importando lo que pueda pasar determinaremos perseverar hasta el fin, y el fin mis queridos hermanos, está siempre en las manos de Aquel que es Alfa Y Omega, Principio Y Fin.

La salvación es un regalo de Dios que no podemos ganar, ni comprar, pero que si debemos cuidar con dignidad, con amor y con verdadera gratitud. Al hacerlo, honramos el sacrifico hecho por el Cordero de Dios y somos tenidos "por dignos" de heredar el reino para el cual nuestro Señor nos vino a buscar.
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