La vida del cristiano es una aventura diaria. Nunca sabemos lo que vendrá el siguiente día. Puede que nos esté aguardando la bendición por la que tanto hemos orado, o por el conrario, la prueba más grande que atravesaremos jamás. Pero más allá de lo que pueda venir debemos saber que Él está ahí y eso hace toda la diferencia.

¡Los discípulos vivieron cada cosa! Pero fueron precisamente las circunstancias las que les permiteron ver a Gloria de Dios.

Ellos fueron vencedores por que Cristo estaba con ellos. La victoria de los apóstoles no era resultado de ellos mismos sino de QUIEN ESTABA JUNTO A ELLOS.

Del mismo, el Señor ha prometido estar junto a nosotros en toda circunstancia. Por ello sin importar lo que estés viviendo, o lo que vayas a vivir, ten la certeza que nos estás solo y lo que es más, junto a tí está la mejor ayuda que alguien puede necesitar.

Jesús no siempre responde cuando lo deseamos, pero siempre lo hace A TIEMPO.

No desmayes, aunque no lo veas, Jesús está en tu barca, y a causa de Él nada ni nadie la podrá hundir.