Author: gabtorar
•11:18

1 Samuel 25:25 “No haga caso ahora mi señor de ese hombre perverso, de NABAL; porque conforme a su nombre, así es. Él se llama NABAL, y la insensatez está con él; mas yo tu sierva no vi a los jóvenes que tú enviaste”.

Los nombres no parecen ser muy importantes hasta que necesitas encontrar uno para un hijo o hija tuyo.

Existen variedades de nombres. Unos son muy originales y parecen caer como anillo al dedo de la persona que lo lleva. Otros son más polémicos y dan bastante que hablar por lo extraño que suenan. Sea como fuere, los nombres son importantes.

En el contexto bíblico los nombres no sólo sirven para denominar a una persona sino para referirse al carácter o a algo ligado a la naturaleza de esta. Hay decenas de ejemplos muy conocidos.

Por citar algunos, tenemos a Simón a quien Jesús llamó Pedro (roca) aludiendo a su rol apostólico y fundamental en la iglesia primitiva.

El ángel dijo a María “llamarás su nombre Jesús (salvador), por que él salvará al pueblo de sus pecados”.

Isaac que significa “risa”, se llamó así seguramente porque su madre (Sarai) se rió cuando Dios le anunció que tendría un hijo a tan avanzada edad.

Jacob (usurpador) llevó esa clase de vida hasta que Dios el salió al encuentro y cambio su naturaleza. Al ocurrir, cambió su nombre de Jacob a Israel (el que luchó con Dios).

Como dije, hay decenas de ejemplos como estos. Y quiero referirme al caso particular de este hombre llamado Nabal.

Nabal significa insensato y la insensatez estaba ligada a su corazón.

De acuerdo a la biblia, Nabal era un hombre duro, con el cual no se podía hablar. Demostró su insensatez al negarse a hacer bien a David y los hombres que estaban junto a David, quienes habían cuidado a los pastores de Nabal y a los animales que Nabal tenía en el campo.

¿No es justo hacerle bien a quienes nos hacen bien? Por supuesto, es un asunto que no requiere de gran espiritualidad sino de un mínimo de sentido común, pero Nabal no lo tenía.

David y sus hombres habían sido verdaderos guardas de lo que Nabla tenía y ahora que David pedía algo, Nabal rehusó dárselo. No sólo eso, además “zahirió” (humilló) a los varones que David había enviado con esta solicitud.

Nabal era un hombre egoísta. David dice que vino a él en un buen tiempo. Era tiempo de esquilar lo que significa que había recursos. Pero Nabal era como muchas personas que solo viven para si.

Dios nos quiere libertar de esa clase de vida egoísta y egocéntrica, porque es muy miserable, y quien es así sufre mucho.

Lamento reconocer que esta lectura tiene mucho sentido para mí. Conozco muchas personas que son como Nabal. No se llaman así, pero actúan como si lo fueran. Aun en uno mismo uno puede encontrar rasgos de este modo de proceder.

David envió a él con saludos de paz para él su casa, y todo lo que tenía pero Nabal desconoció por completo lo que David y sus hombres hacían por él.

Había llegado el momento (de acuerdo a David) de cosechar de parte de Nabal lo que habían sembrado en él: cuidado y preocupación.

David no estaba pidiendo un sueldo ni mucho menos. Sólo esperaba de Nabal un gesto de gratitud y un poco de justicia.

¿No es eso lo único que a veces desearíamos recibir de las personas, un gesto de gratitud? No hablo de PALABRAS de gratitud sino de un GESTO, algo concreto que DEMUESTRE esa gratitud.

¿No se molestó Jesús con los 9 leprosos que fueron limpiados en el camino y que no volvieron a dar gloria (gracias, reconocimiento) a Dios?

Nabal dijo ¿quién es David? Como si realmente no hubiera sabido quien era, cuando hasta su mujer Abigail sabía que David estaba huyendo de Saúl y sería pronto rey de Israel.

Nabal era una persona obstinada y egoísta, un insensato de corazón duro, un mal agradecido. Pero como he dicho en otros escritos, todo lo que uno siembra cosecha. Y Nabal cosechó de su egoísmo e insensatez.

Los saludos de paz de David se tornaron en juicio. David se alistó para ir a borrar a ese malvado hombre del mapa, junto a todo varón que hubiese en su casa. ¡¡Qué caro nos puede costar el egoísmo!!

¿Cuán difícil podía ser para él bendecir a quienes le habían estado bendiciendo por tiempo? ¿Cuántas noches Nabal durmió en paz GRACIAS a que David y sus hombres cuidaban de su ganado y pastores?

Estimados lectores. Esta historia debe enseñarnos a no ser injustos.

Hay personas a nuestro alrededor que nos han hecho bien, mucho bien, pero por causa de nuestra insensatez hemos cerramos nuestro corazón contra ellos cuando han necesitado que les devolvamos la mano.

Dios ama la justicia y es muy injusto no hacer bien a quienes nos hacen bien.

Continuará…

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