Author: gabtorar
•6:56

1 Corintios 2:9 “Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman”
En la jerga evangélica se habla de las personas que andan tras “los panes y los peces”. Eso básicamente apunta al hecho que ciertas personas no buscan a Dios con la intención de mantener una relación con Él, sino únicamente para obtener algún beneficio de Él.
Es triste cuando las relaciones se dan sólo en términos  de cuántos beneficios uno puede obtener de ellas.
Es vox populi, por ejemplo, que existen matrimonios por conveniencia. Otros se quejan de personas que les acercan porque saben que de esas relaciones pueden resultar beneficiadas o favorecidas, ya sea emocionalmente, psicológicamente, materialmente o aun espiritualmente.
Beneficiarse de una relación en sí no es malo, pero relacionarse con alguien sólo buscando un beneficio, me parece que si lo es.
De cualquier modo, Dios es muy generoso. La mezquindad no es para nada un rasgo con el que podamos describir a Dios. Él es sin duda MAGNÁNIMO  (generoso, benévolo, bondadoso). Quienes nos hemos dado la oportunidad de responder a Dios manteniendo una relación estrecha con Él, somos testigos experienciales de esto.
Aquellos que han llegado a responder con un corazón abierto y dispuesto a la oferta del evangelio, hemos podido experimentar los beneficios del evangelio.
SI el evangelio es, por definición, una buena noticia, es imposible que no traiga consigo beneficios para quienes se abren a el.
Jesús vino con la misión específica de traer el reino de Dios en su propia persona y junto con Él vinieron los milagros, las sanidades, señales y hechos sobrenaturales de los cuales millares fueron protagonistas y testigos oculares. Esas vidas fueron sin duda beneficiadas por el evangelio de Jesús. Lamentablemente muchos no fueron más allá porque se conformaron con satisfacer ciertas necesidades puntuales nada más. No avanzaron hasta llegar a tener una relación con Dios.
Tener una relación es sinónimo de comprometerse y aunque todos deseamos tener a nuestro lado gente comprometida, no siempre tenemos la misma disposición para comprometernos con ellos.
Me temo que esto nos roba las más profundas bendiciones que Dios tiene preparadas para nosotros.
Uno puede recibir de parte de Dios un milagro, una sanidad, liberación, pero ello, con todo lo bueno que es, NO ES LO MEJOR que Dios tiene para nosotros. Lo mejor que Dios tiene para cualquier persona, sin importar edad o clase social, es SU HIJO JESUCRISTO. Por eso lo envió a Él a morir en la cruz y no a un ángel o algún otro ser celestial.
Dios, en Su plan redentor, diseñó darnos lo mejor y lo mejor es JESÚS. Pero para que este plan de Dios resulte como Él lo planificó, debe haber una respuesta de nuestra parte y esa respuesta demanda un compromiso nuestro para con Él.
Permítame un ejemplo. La mujer se caracteriza por ser más pudorosa que el hombre. Por regla general, la mujer es más cuidadosa con su cuerpo que lo que suelen serlo los varones. ¡Si hasta para sentarse son más delicadas! Ninguna mujer con dos dedos de frente, le daría su cuerpo a un hombre que no muestra verdadero compromiso con ella.
Aunque me tilden de anticuado y retrógrado, la virginidad ¿no debería seguir siendo tema para los seres humanos? ¡Lo es para Dios!
Pocas cosas resultan tan tristes para una mujer (y debería serlo también para los varones) como darse cuenta que le entregaron algo tan valioso como su virginidad (su cuerpo) a alguien que no era digno de ello.
Del mismo modo, Dios NO le entrega Su Mejor Reserva a gente que no tiene verdadero compromiso con Él. La biblia es categórica: “lo que ojo no vio, lo que oído no oyó, lo que no ha subido en corazón de hombre, son las cosas que DIOS HA PREPARADO PARA LOS QUE LE AMAN”.  
¿Te das cuenta?  Las cosas mejores (que vienen de la mano de Jesús,  de Su Espíritu Santo)  Dios las ha preparado para los que tienen una relación de amor con Él.
Tú no amas a un extraño, puedes tener compasión  de un extraño pero no le amas en el más estricto sentido de la palabra. Más bien uno ama a aquellos con los que se relaciona. Mientras más estrecha es la relación, más fuertes son los lazos que establece.
Nadie puede discutir que el evangelio tiene grandes beneficios, pero las cosas más gloriosas, Su mente, Su Dirección, aquellas que vienen de la mano de Su Espíritu, Dios las ha preparado para los que le aman.
|
This entry was posted on 6:56 and is filed under . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.