Author: gabtorar
•6:54
Las mayores dificultades de la vida, esas que nos gustaría eludir y que son inevitables, se hacen "sufribles" cuando entendemos que no estamos solos.

Los hombres de Dios, al igual que el mismo Jesús, han sido personas forjadas en el fuego de las pruebas.

No debe sorprendernos que nos sobrevengan situaciones dificiles o hasta imposibles de resolver por nosotros mismos, porque ellas muchas veces vienen con el propósito de mostrarnos el gran amparo que tenemos: "La sombra del Omnipotente".

Podemos por tanto, atribuir un sano y provechoso propósito a las adversidades que nos acontecen, no porque ellas en sí sean algo grato, sino a causa de saber que contamos con Su Amparo.

El nos cubre con sus alas, nos rodea con su misericordia, nos corona de favores. Es quien fortalece nuestras manos, endereza nuestros pasos, sana nuestras dolencias y sustenta con la diestra de Su Justicia.

¿Podemos pedir algo más??

Permite que el calor del desierto sea mitigado bajo la frescura de la sombra del Señor y deléitate en ver cómo Él adereza mesa delante de ti en la presencia misma de tus angustiadores. Bebe de Su agua viva y come del pan de Su Palabra.

¡¡Entra en el Gozo de tu Señor!!

El desierto màs árido se vuelve un oasis si el Señor está ahí.
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