Salmos 106:37 
“Sacrificaron a sus hijos y a sus hijas a los demonios”
La pregunta puede 
sonar extraña a los oídos de algunos pero siempre cabe la posibilidad de que lo 
que uno cree, no sea como uno piensa.
Hay personas que 
en esta fecha adhieren a la celebración de Halloween. Hablo de padres que 
entusiastas esperan esta fecha e incluso apartan dinero para comprar disfraces y 
tener un stock de dulces para compartir con los pequeños que llegan hasta sus 
puertas reclamando el dulce botín.
Estos padres, 
creyendo que no hacen nada malo, estimulan a sus hijos a participar de esta 
festividad demoniaca.
Cuando uno pone el 
tema en el tapete se encuentra con padres que dicen NO VER EL MAL (todos sabemos 
que no hay peor ciego que el que NO QUIERE ver) detrás del asunto. Les parece 
inofensivo que sus hijos se vistan de pequeños diablos, brujas, y otros seres 
del mundo del ocultismo. 
Para ellos, como 
algunos lo manifiestan, sólo se trata de sacar a sus hijos a buscar algunos 
dulces. 
Otros, (por una 
cuestión de falta de carácter y liderazgo) no ven como podrían hacerles pasar un 
mal rato a sus hijos, explicándoles que esta mal llamada “celebración”, no esta 
en línea con Dios, sino con el enemigo de Dios. 
Es curioso, por 
decir lo menos, que las personas reaccionen de esta manera, especialmente cuando 
luego dicen creer en Dios.
De ahí me surge la 
inquietud por presentar este tema ¿Qué Dios estamos 
siguiendo?
Cuando en nuestras 
vidas pueden encontrarse mentiras, engaños, adhesión a prácticas anti bíblicas, 
malas palabras, maledicencia, adicciones a distintos vicios.. y una interminable 
lista de prácticas QUE NO SE CONDICEN con el Dios de la biblia!! 
   
Es muy importante 
preguntarnos a qué Dios estamos siguiendo. A lo largo de la historia, los 
pueblos han adorado y servido a distintos dioses que los hombres 
 han creado por pura conveniencia. 
El ser humano SABE 
en su interior que existe una DEIDAD, pero muchas veces se rebela contra la 
RECTITUD de ESA deidad y propone dioses alternativos, deidades “permisivas y 
condescendientes”.
No pretendo ser 
crítico, de hecho, mi intención es que podamos evaluar en que pie estamos para 
re direccionar nuestros pasos en caso de descubrir que estamos de algún modo 
extraviados.  
Pero debo decir 
que el Dios de la biblia tiene características distintivas, atributos que lo 
hacen ÚNICO. 
Él mismo dice si, 
en Isaías 44:6 ”Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los 
ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay 
Dios”.
Este Dios ÚNICO 
tiene atributos y capacidades que lo distinguen de cualquier otro dios, que los 
hombres podamos inventar para adorar. 
El texto dice que 
sacrificaron sus hijos e hijas a los demonios. ¿Quienes lo hicieron? ¡Sus 
propios padres! 
Por supuesto, yo 
entiende PERFECETAMENTE BIEN que aquí habla del acto físico de haberle quitado 
la vida a sus hijos en nombre o en honor de demonios a los que adoraban. 
Pero cabe 
preguntarse,  cuando los padres disfrazan a sus hijos, para 
hacerlos participar de una festividad  de origen ocultista y 
satánica, ¿no están (en términos espirituales) entregando (sacrificando) a sus 
hijos a los demonios que son adorados en esa fecha?
¿Se complacerá el 
Dios de la biblia, uno que ha dicho de si mismo que SU Nombre es CELOSO, uno que 
ha dicho que el reino de los cielos ES DE LOS NIÑOS, que nuestros hijos sean 
expuestos a una de las principales fiestas del calendario 
satánico?
En serio vale la 
pena preguntarse si uno de verdad esta siguiendo al Dios de la biblia. Porque 
cabe la triste posibilidad de que estemos estar siguiendo a un falso dios, en 
lugar del Dios verdadero.
Acúsenme de ser 
grave, pero el Dios de la biblia JAMÁS estaría de acuerdo (ni en juego) con que 
presentemos nuestros hijos para alguna festividad demoniaca. Él nos manda a 
dejar que nuestros niños se acerquen a ÉL, no a los demonios. 
Si los padres 
tuviesen para llevar a sus hijos a Cristo, LA MITAD de la disposición que tienen 
para hacerlos participar en cosas tan macabras como Halloween, no tendríamos que 
lamentar tantas muertes, delincuencia, drogadicción, embarazos juveniles nos 
deseados y otras tantas coas que traen dolor y desgracia a las 
familias.
El Dios de la 
biblia es Santo, recto, poderoso, fiel, paciente, justo. Él aborrece el mal y 
las injusticias, es un Dios de luz en quien no hay tinieblas y en contra del 
cual las tinieblas no pueden prevalecer. 
¿Estamos siguiendo 
a este Dios? Estamos entregando a nuestros hijos al cuidado de ESTE 
Dios?
Si aún no lo has 
hecho, de corazón te digo: ¡¡te convendría hacerlo!! 
  
 

 

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