Author: gabtorar
•16:03
Juan 11:39 Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días. 40 Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?
La principal forma de conocer el mundo que nos rodea es por medio de los órganos de los sentidos que nos han sido dados. Contar con ellos es una gran bendi...ción de Dios. Es de hecho, un real privilegio. No todas las personas tienen la posibilidad de ver y oír, por ejemplo. Quienes ven y oyen tienen la posibilidad de recoger, por medio de estos importantes órganos, más información del mundo circundante que las personas que no poseen estas facultades.
No obstante, en lo que a la vida cristiana (espiritual) concierne, las cosas no son iguales. Estos mismos órganos que en la vida natural son tan importantes y beneficios pueden convertirse en poderosos obstáculos para la vida espiritual.
En lo natural, uno aprende a depender de lo que ve. A menudo las decisiones que tomamos dependen en gran medida del testimonio visual que tenemos. Así, uno escoge hacer o no hacer, ir o no ir, comprar o no comprar, comprometerse o no, en virtud de lo que SE VE. Contar con estos órganos, y usarlos debidamente, puede librarnos de grandes dificultades. Uno debe cuidarse con quién anda y en que se involucra,. En este sentido, la vista y el oído, ayudan mucho. Pero cuando se trata de los planes de Dios, debemos cuidar que lo que vemos y oímos, no nos detenga de hacer lo que Dios nos está encomendando.
Por lo general, Dios nos encomienda tareas que van más allá de nuestras propias capacidades. Son cosas que no se pueden lograr “a simple vista”. Se trata de tareas que demandarán la actuación explicita de Dios y Su poder, de Dios y Sus recursos. Y es en estos casos donde la vista nos suele jugar malas pasadas.
Son situaciones en las que uno NO VE como aquello podría llegar a suceder. Ocasiones en las cuales lo que vemos y oímos testifican que sencillamente aquello que Dios pretende NO ES POSIBLE (al menos, no para nosotros) y este testimonio visual y auditivo suele desanimarnos. Es como un balde de agua fría para la fe. Uno en fe LOGRA vislumbrar lo que el ojo natural NO PUEDE VER. Cosas escondidas al ojo humano, maravillas gloriosas que Dios ha reservado para los que le aman… y CREEN.
Cuando Jesús llegó a Betania, AMBAS hermanas de Lázaro dijeron que si Jesús hubiera estado allí, Lázaro no habría muerto. Y sabemos que Jesús SE QUEDÓ A PROPÓSITO lejos del lugar, para seguir con el plan de Dios, que era MUCHO MÁS glorioso que sólo sanarlo, Dios PLANEABA ¡¡levantarlo de los muertos!!
Marta dio crédito a lo que veían sus ojos: un fallecido de 4 día, en franco estado de descomposición, que ya expedía mal olor.
Ella, aunque veía a Jesús, no podía ver lo que Jesús veía. ¡¡Cómo necesitamos esto!! ¡¡Cuan indispensable es en este tiempo, poder ver lo que Dios ve. Y ÉL está, totalmente dispuesto a revelar!!
No le creas a tus ojos. Ellos no pueden ver lo que Dios es capaz de hacer por medio la fe.
Mientras escribo, acabo de recibir un testimonio (entre muchos) de una persona por la que oramos y que se está recuperando de manera inexplicable para los médicos, de una situación de extrema gravedad. ¡Aleluya!
Aunque la situación con tus hijos, cónyuge, economía o de cualquier tipo, vaya de mal en peor, debes saber, que el Dios que levantó a Lázaro, sigue teniendo el poder de resucitar aquello que hoy está muerto. NO creas a tus ojos. Cree a Dios, aférrate de ÉL en fe.
Author: gabtorar
•15:59

Santiago 4:17 “y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado”.
Dios ama a todas a las personas. Cada persona es valiosa para el Señor. Como creador, Él no hace acepción de personas y ofrece a los hombres similares oportunidades. La escritura dice que Él hace salir el sol sobre justos e injustos. Así, el amor de Dios y Su favor, están disponibles de manera gratuita para todos los que lo necesiten. ¿Cuánto debo esforzarme por tener un día soleado? ¡¡Nada!! El Señor permite que el sol salga y alumbre a buenos y malos por igual. Lo mismo con la lluvia, con el número de horas que tiene el día y muchas otras cosas más. Cuando se ofrece tal clase de posibilidades, lo que queda por hacer es aprovecharlas, y hacerlo, es una tarea estrictamente personal. El capítulo 25 del Evangelio según san Mateo (favor de leer los versos del 31 al 46) ofrece una descripción de lo que hará Cristo a SU regreso a esta tierra. El separará a las ovejas de los cabritos. Habla de personas a las que concedió las mismas oportunidades, pero que no usaron del mismo modo esas oportunidades. A causa de ello, a unos, dará amplia entrada en SU reino, mientras que a los otros, echará en el fuego eterno.
Al precisar sobre las causales de aquellos que serán condenados, encontramos algo alarmante en verdad. La única diferencia entre unos y otros sólo reside en SUS OBRAS. Uno no tiene problemas para entender que Dios aborrece la maldad. Cualquier forma de pecado es abominable para Dios. Él es SANTO, puro y por tanto valora, promueve y demanda la santidad en nosotros. Por lo general no tenemos inconvenientes en identificar el pecado: matar, robar, mentir, adulterar, fornicar (tener sexo FUERA del contexto del matrimonio), que una persona de cierto sexo tenga una relación amorosa (sexual) con otra del mismo sexo, traficar drogas, golpear al cónyuge, embriagarse, realizar o adherir a prácticas ocultistas o de adivinación (como lectura de manos, tarot).. y muchas otras , son FORMAS de pecado que DIOS CONDENA categóricamente. Uno entiende que éstas y otras prácticas similares recibirán el castigo divino porque son prohibidas y penalizadas por SU LEY.
Pero al leer Mateo 25 uno NO ENCONTRARÁ ninguna de estas (ni otras) formas de pecado. El único GRAN PECADO mencionado implícitamente en esos versos es NO HABER HECHO LO BUENO que podían hacer por el prójimo.
Pero esta idea no es exclusiva de este capítulo. En Mateo 24:38, el Señor Jesús haciendo referencia a la situación vivida en los días de Noé, menciona que las personas ANTES del diluvio estaban: comiendo, bebiendo, casándose y dándose en casamiento. No hay una mención explícita de algún pecado en particular allí. La gente estaba comiendo (lo cual es normal), bebiendo, (no dice emborrachándose) y casándose (el matrimonio es parte del ORDEN divino para las parejas). Sin embargo a todos estos, el diluvio se los llevó (v.39).
Algunas personas se cuidan mucho de no hacer lo malo, y eso está muy bien. Pero ¿qué hay de lo bueno?
La regla para el cristiano no está dada en relación con lo malo, sino con lo bueno. Los cristianos NO VIVIMOS bajo el gobierno del mal. Jesucristo nos libró de esa potestad. Por tanto, la vara ha sido puesta para nosotros, no en relación AL MAL que NO DEBEMOS HACER sino DEL BIEN QUE DEBEMOS HACER.
Hay algo de cuidado aquí, algo para considerar con detención. Dios ESPERA buenos frutos de quienes somos SU pueblo. Las ovejas descritas en Mateo 25 hicieron el bien a “los hermanos más pequeños de Jesús”, dándoles de comer, de beber, cubriéndoles, visitándoles en el hospital, en la cárcel. Sin darse cuenta siquiera, (¿cuándo te vimos desnudo hambriento, sediento, etcétera?), el bien que hicieron a ellos, lo hicieron al Señor. El cristiano nacido de nuevo, gobernado por el Señor, siente la motivación interior del Espíritu Santo para servir a los demás, siguiendo los pasos y el ejemplo del Señor.
Los cabritos en cambio, no hicieron ningún bien al prójimo y por tanto tampoco al Señor. Probablemente estaban demasiado ocupados consigo mismos, con sus propios líos, planes y problemas. Demasiado ocupados orando, trabajando, supliendo PARA ELLOS MISMOS.
Jesús les reprochó no haber hecho NINGÚN BIEN al prójimo. Yo conozco MUCHOS cristianos que están en esa misma condición, viviendo para sí, centrados solamente en lo propio. Los que están ocupados en los NEGOCIOS DE DIOS realmente son los menos, pero CONFIÓ EN DIOS que ÉL usará diversos instrumentos (como este devocional, por ejemplo) para despertar nuestras conciencias y espíritus, para levantarnos de nuestra condición de mediocridad y tomar nuestro lugar como luz y sal en este mundo. Iglesia, despierta del sueño. Tienes una TREMENDA RESPONSABILIDAD con el prójimo, que si cumples correcta y fielmente traerá gozo, bendición y salvación, pero que si no cumples debidamente traerá lamento, maldición y perdición.
Jesús espera que afectemos este mundo, que lo confrontemos con su verdad, pero también que lo beneficiemos (bendigamos) con sus buenas obras y para todo ello, el tiempo es cada vez menos. ¿Qué esperas para empezar? No hay tiempo que perder. No postergues más Cristo, no dejes para otro día las cosas del Señor ¡¡Levántate YA!!  
Author: gabtorar
•15:57

2 Timoteo 4:7 “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe”
Todas las luchas y batallas que uno enfrenta a diario tienen un sólo objetivo: hacernos abandonar nuestra fe. Las cosas adversas que vivimos (problemas, conflictos y ataques) tienen como FINALIDAD apartarnos de la fe en nuestro Dios.
El enemigo ataca aquello que es valioso para nosotros. Él no necesita mi casa, mi auto o mi trabajo, no le sirven. Tampoco le sirven mi dinero, mi cuerpo o mis hijos. Él maligno viene a mí a través de estas cosas y personas que me resultan valiosas, pero a Él no le sirven de nada. Son sólo MEDIOS para alcanzar un FIN en nosotros que es llevarnos a abandonar la fe, la confianza en Dios y Su Palabra. Satanás busca desviar nuestro corazón de Dios infundiendo en nosotros DUDA, MIEDO para que no confiemos en las promesas del Señor.
Quizá no lo habías notado pero tus conflictos diarios giran en torno a la fe. En torno al hecho de si frente ese diagnóstico o pronóstico malo tú seguirás creyendo (y actuando como si supieras) que Dios tiene el control SIEMPRE.
Job quedó sin nada en un instante. Todo aquello por lo que las personas luchamos, nos esforzamos y (tristemente) afanamos, él las perdió de UNA SOLA VEZ. Pero ello no era el blanco que buscaba el maligno, lo que este buscaba era que Job blasfemara contra Dios, que abandonara su fe en ÉL. De algún modo ese insignificante ser, ese hombre Job (¿qué es el hombre para que Dios se acuerde e Él?), producía suficiente molestia al maligno como para buscar destruirlo. En su intento, el diablo TOCÓ TODO lo que tenía valor para Job EN LA TIERRA, pero no logró tocar la fe de este hombre, esa convicción que Job tenia puesta en EL DIOS DEL CIELO.
Job creía en la soberanía de Dios (cosa que Satanás desafió en su rebelión), y aun cuando PERDIÓ TODO, se postró para bendecir el Nombre de Aquel que le había dado y que ahora quitaba.. .soberanamente.
El cuerpo de Job estaba enfermo y su corazón estaba quebrado ahora, pero su fe en Dios seguía intacta. Job deseaba no haber nacido pero en medio de eso decía “Bendito sea Jehová”. Hubiera querido no ser el blanco de semejante tragedia, pero en medio de eso BENDECÍA el nombre de Jehová. Y no atribuía despropósito alguno a lo sucedido.
Por tanto, Satanás fracasó en su intento de apartar a Job de su fe en Dios. Al final de su proceso, Job recibió más de lo que tenía (al principio) tanto en lo físico como en lo espiritual. Conoció a Dios de una manera más sólida, más profunda. La tragedia POR MEDIO DE LA FE, se transformó en una grandiosa bendición para su vida.
No sé lo que estés viviendo tú. Pero debo decirte: “NO ABANDONES LA FE, NO LA SUELTES”. NO desistas de confiar en el Señor aunque HOY NO VEAS NADA. Deja que POR LA FE Dios cumpla Su propósito en TI. Que podamos unirnos al apóstol Pablo y decir: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he GUARDADO la fe”.
¡Guarda la fe y la fe te guardará a tí!
Author: gabtorar
•15:42

Hebreos 11:7 “Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe”.
La fe es indispensable con Dios. Sin ella es imposible agradarle. Sin ella es imposible conseguir algo de Él. Como cristianos necesitamos los recursos que vienen del Señor. Más allá del dinero, hay recursos espirituales que sólo son alcanzables por medio de la fe. Por ello es tan vital que nos atrevamos a dar pasos de fe.
Uno puede saber todo lo que en teoría necesita saber sobre algo, pero no conseguirá NADA hasta actuar. En el caso de la fe uno debe aprender a actuar en fe y atreverse a dar pasos de fe.
Vivimos una vida dominada por la realidad concreta que nos rodea. Todo es tan material alrededor, que nos acostumbramos a actuar en base a cosas que podemos ver y tocar. Cosas palpables. El sendero de la fe, nos desafía a menudo, a actuar en relación a cosas que no palpamos ni vemos de manera concreta. ¿Qué hace uno cuando necesita avanzar y no ve un camino? ¡¡Dar pasos de fe!! Eso es lo que Dios desea, pero no es la única chance. La otra opción es detenerse y no avanzar. Y tristemente es la opción que la mayoría prefiere tomar.
La biblia contiene hermosos relatos que testifican de hombres y mujeres que actuaron en fe, que se atrevieron a caminar AUN CUANDO no veían nada. No tenían nada más que la orden de Dios de avanzar. Esta gente agradó a Dios, y vio SU poder, porque avanzó creyendo que Dios haría lo tuviera que hacer para cumplir SU voluntad.
Tal es el caso de Noé, “quien siendo advertido sobre cosas que no se veían, construyó el Arca ordenada por Dios”. Él fue advertido del diluvio, cosa que no existía en el diccionario de su tiempo. El diluvio representaba algo totalmente novedoso y único, jamás visto por ojo humano. Respecto a ese evento “por venir”. Noé respondió con temor de Dios, con fe, y “con temor preparó el arca”
Dar pasos en fe, demanda total dependencia a Dios y Sus directrices. Incluye tapar los oídos a cualquier otra voz y para resolver avanzar en pos de algo que generalmente es imposible para los hombres, pero que “por fe”, Dios hace posible.
La fe SIEMPRE quiere movernos a obedecer a Dios. El Espíritu Santo nos mueve a actuar en fe y la fe siempre moviliza al Espíritu Santo a realizar cosas sobrenaturales que solamente Dios puede hacer.
El justo es llamado a vivir por fe, esto es a considerar la fe en cada uno de sus actos. En este mismo momento en que escribo he sido notificado que un compañero de clase de mi hija mayor está grave con diagnóstico de meningitis.
Respecto a lo cual, mi fe me dice: “tu oras cada día por ese colegio, por los que trabajan y estudian ahí, por tus hijas. Ten paz, Dios está en control”.
Así la fe me mueve a refugiarme en el Señor, y confiar que Él guarda a mi hija, a la vez que ruego por la salud de ese niño enfermo.
Y del mismo modo en que uno aprende a caminar, dando pequeños pasos, uno debe partir dando pequeños pasos en fe, que luego nos moverán a recorres grandes distancias con Dios.
El llamado es a no confiar en nuestros sentidos naturales sino en los espirituales. Dios nos ha dado como nuevas creaturas, sentidos espirituales que nos guiarán a caminar en la preciosa fe de Jesús.
Atrévete a caminar en la dirección que Dios te ha señalado. Puede que todo te diga que no lo hagas, pero si oyes la voz de Dios hablando a tu fe, NO ESPERES Y DA EL PASO.
La biblia dice: “acercaos a Dios y ÉL se acercará a vosotros”. Cada paso que damos en fe nos acerca al Señor a Sus planes y voluntad perfecta para nosotros.
Abandona el miedo y aférrate a la fe. Ella te llevará donde jamás pensaste posible llegar.
Author: gabtorar
•8:34
Lucas 12:22 “Dijo luego a sus discípulos: Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis”.
Muchas cosas nos preocupan llegando a producir en nosotros un profundo afán que nos hace daño. Hay personas que no logran conciliar el sueño porque tienen serias y profundas preocupaciones que les impiden alcanzar el descanso que requieren.
 Frente a esto las palabras de Jesús suenan muy extrañas: “no os afanéis por vuestra vida”.
Si la vida es el bien más preciado que cada ser vivo tiene, ¿cómo es posible que Jesús me pida que no me  preocupe por ella?  ¿Será razonable que alguno no se preocupe por su vida? Es lo que uno puede pensar al escuchar Sus palabras.
Afán se entiende como “trabajo excesivo y congojoso”, como “preocuparse en demasía por alguna situación” y la vida contempla muchas cosas por las que uno tiende a afanarse aun sin darse cuenta.
La salud, las relaciones, los asuntos financieros, el trabajo, la familia… todos ellos son asuntos importantes que añaden una cuota de afán a nuestra existencia. Es más, ellos pueden llegar a desencadenar verdaderas tragedias. Muchas personas llegan al extremo de quitarse la vida por no saber cómo lidiar con algunas (o varias) de estas áreas, por sentirse sobrepasados por tales circunstancias.
Jesús en el contexto de esta lectura menciona tres áreas muy importantes para nosotros y por las cuales constantemente nos afanamos: la comida la bebida y el vestido.
El Señor dijo que no nos preocupemos por estas cosas. ¡¡Eso sí que desafía nuestra mente!! De buenas a primeras uno pregunta ¿cómo no me van a preocupar estas cosas? o mejor dicho ¿por qué no deberían preocuparme estas cosas? La respuesta va más por el lado de esta última pregunta.
La razón por la que no deben preocuparme estas cosas es porque hay ALGUIEN preocupado por mí en estos sentidos: el PADRE.
ÉL SABE  que yo tengo necesidad de estas cosas y está dispuesto a hacerse cargo de ellas por mi (debiera decir PARA mi). ¡¡Qué alivio!! ¿Verdad?
Sin embargo, esto no es un llamado a  vivir una vida despreocupada. Lo que en realidad está diciendo Jesús es que deje de preocuparme por asuntos que no son tan importantes PARA preocuparme por aquello que es realmente importante: el Reino de Dios.
Este el tema: si yo me preocupo por los intereses del Señor, el Señor velará por mis intereses y necesidades.
En el versículo 31 se explicita la clave “MAS buscad el reino de Dios y todas estas cosas os serán añadidas”  ¡¡Aleluya!!  
EL Padre SABE que yo tengo ciertas necesidades las cuales Él no tiene ningún problema en atender CUANDO yo me preocupo de aquello que es importante para Él: ¡¡los asuntos de SU Reino!! Predicar SU palabra, entregar un correcto testimonio de vida, ser luz para otros… ESTE es el afán que Dios desea ver en nosotros.
Jesús se lo dijo con igual claridad a Marta, la hermana de Lázaro, “mientras que ella estaba agobiada con muchos afanes, María, al sentarse a las plantas de Jesús, escogió la buena parte, la cual no le sería quitada”
Para Dios, un afán es suficiente, y Él desea que nuestra preocupación gire en torno a los asuntos de SU Reino.
Por lo demás, no hay razón para preocuparse porque de eso ha prometido encargarse Él.
Author: gabtorar
•8:30
Lucas 12:22 “Dijo luego a sus discípulos: Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis”.
Muchas cosas nos preocupan llegando a producir en nosotros un profundo afán que nos hace daño. Hay personas que no logran conciliar el sueño porque tienen serias y profundas preocupaciones que les impiden alcanzar el descanso que requieren.
 Frente a esto las palabras de Jesús suenan muy extrañas: “no os afanéis por vuestra vida”.
Si la vida es el bien más preciado que cada ser vivo tiene, ¿cómo es posible que Jesús me pida que no me  preocupe por ella?  ¿Será razonable que alguno no se preocupe por su vida? Es lo que uno puede pensar al escuchar Sus palabras.
Afán se entiende como “trabajo excesivo y congojoso”, como “preocuparse en demasía por alguna situación” y la vida contempla muchas cosas por las que uno tiende a afanarse aun sin darse cuenta.
La salud, las relaciones, los asuntos financieros, el trabajo, la familia… todos ellos son asuntos importantes que añaden una cuota de afán a nuestra existencia. Es más, ellos pueden llegar a desencadenar verdaderas tragedias. Muchas personas llegan al extremo de quitarse la vida por no saber cómo lidiar con algunas (o varias) de estas áreas, por sentirse sobrepasados por tales circunstancias.
Jesús en el contexto de esta lectura menciona tres áreas muy importantes para nosotros y por las cuales constantemente nos afanamos: la comida la bebida y el vestido.
El Señor dijo que no nos preocupemos por estas cosas. ¡¡Eso sí que desafía nuestra mente!! De buenas a primeras uno pregunta ¿cómo no me van a preocupar estas cosas? o mejor dicho ¿por qué no deberían preocuparme estas cosas? La respuesta va más por el lado de esta última pregunta.
La razón por la que no deben preocuparme estas cosas es porque hay ALGUIEN preocupado por mí en estos sentidos: el PADRE.
ÉL SABE  que yo tengo necesidad de estas cosas y está dispuesto a hacerse cargo de ellas por mi (debiera decir PARA mi). ¡¡Qué alivio!! ¿Verdad?
Sin embargo, esto no es un llamado a  vivir una vida despreocupada. Lo que en realidad está diciendo Jesús es que deje de preocuparme por asuntos que no son tan importantes PARA preocuparme por aquello que es realmente importante: el Reino de Dios.
Este el tema: si yo me preocupo por los intereses del Señor, el Señor velará por mis intereses y necesidades.
En el versículo 31 se explicita la clave “MAS buscad el reino de Dios y todas estas cosas os serán añadidas”  ¡¡Aleluya!!  
EL Padre SABE que yo tengo ciertas necesidades las cuales Él no tiene ningún problema en atender CUANDO yo me preocupo de aquello que es importante para Él: ¡¡los asuntos de SU Reino!! Predicar SU palabra, entregar un correcto testimonio de vida, ser luz para otros… ESTE es el afán que Dios desea ver en nosotros.
Jesús se lo dijo con igual claridad a Marta, la hermana de Lázaro, “mientras que ella estaba agobiada con muchos afanes, María, al sentarse a las plantas de Jesús, escogió la buena parte, la cual no le sería quitada”
Para Dios, un afán es suficiente, y Él desea que nuestra preocupación gire en torno a los asuntos de SU Reino.
Por lo demás, no hay razón para preocuparse porque de eso ha prometido encargarse Él.
Author: gabtorar
•8:26

Apocalipsis 4:11: Señor, digno eres de recibir la gloria y la HONRA y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.

Cada cosa que Dios menciona en Su Santa palabra es importante. La biblia es en efecto algo así como el Manual de Dios para nosotros sus criaturas.

Cuando atendemos a los principios que establece la Biblia vemos que ellos producen un muy buen efecto sobre nuestra vivir, resultamos favorecidos.

Dios ha dejado instrucciones para cada área de la vida. La vida sería algo mucho mejor de lo que ya es, si atendiéramos al Señor, si en lugar de actuar por nuestra cuenta, nos moviéramos en base a Su Consejo. 

Un elemento ausente, el cual veo necesario resaltar es el de la honra.

Vivimos en una época en que la honra (honor) no tiene gran valor para una gran cantidad de personas. 

Atrás quedaron los tiempos en que la palabra de alguien era más que suficiente para sellar un compromiso, un negocio o una relación.
En nuestra torcida época, las personas más bien manipulan las palabras para evadir compromisos, para evitar tener que hacerse cargo de sus responsabilidades.  Todo ello es un asunto de honor. 

La biblia dice que Dios es digno de toda gloria y honra.

Honra se define como: “buena opinión, estima y respeto, reconocimiento de la virtud y méritos de una persona”.

Dios es sin lugar a dudas digno de ser reconocido por sus virtudes y méritos. Aunque hay personas que intentan culpar a Dios por las desgracias de la humanidad, la gran mayoría es capaz de ver y entender que Dios es el más digno de ser respetado y estimado. 

El llamado de Dios es a que honremos a quienes merecen este reconocimiento. Uno vive apurado y a veces pasa por alto reconocer el mérito o virtud de lo que las personas que están alrededor. Hablo de reconocerles por lo que hacen y pero también por lo que son.

Uno olvida dar honra a los padres o a los hijos, por ejemplo. Ellos son merecedores de nuestro respeto. Honrar es también una muestra de respeto. 

El respeto es uno delos tantos valores (cristianos) perdidos en nuestro tiempo. 
Honrar es una manifestación de amor, pero también de humildad. Dios se agrada de las personas que tienen un corazón humilde, que quienes tienen la capacidad de reconocer las virtudes y la grandeza de los demás.

Hacemos una gran injusticia cuando pasamos por alto darle honra a quienes lo merecen.
A Dios le agrada el respeto. A nosotros nos agrada el respeto, y aunque siempre lo exigimos, no siempre estamos igualmente dispuestos a darlo. 

Honrar a otros nos prepara para recibir honra y otra vez nos encontramos aquí con el principio que dice “todo lo que siembres, ESO cosecharás”.

Dios nos motive a honrar a nuestro cónyuge (si lo tenemos), hijos, parientes, vecinos, amigos… en resumen, al prójimo. 

Dios dice en Su palabra que no perderé, mi recompensa si yo entrego honra, servicio, respeto a alguno. 

Empecemos a honrar a quien lo merece, y por supuesto, partamos con Aquel de que debería estar al tope de la lista, nuestro amado y digno Señor y Salvador.

Author: gabtorar
•8:21

Lucas 5: 6 “Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía. 7 Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían”.
Uno no puede saber lo que trae el siguiente día y cuando has tenido un día malo, tiendes a pensar en el siguiente día como un día malo también.
Hay una mala tendencia en uno que lo invita a pensar negativamente. Si hoy no ha sido un buen día, eso no necesariamente es indicador  que el día siguiente será igual, (no tendría por qué serlo), pero en nuestro fuero interno, la mayoría de las veces pensamos que sí.
Yo he tenido días difíciles y me he sorprendido a mismo teniendo una actitud injustificadamente negativa hacia las cosas e incluso personas.
Sería bueno considerar este punto. Cada día trae su propio afán, sus propias luchas y dificultades, así que debemos cuidarnos  de no generalizar.
Tan cierto como que cada día trae su propio afán, es verdad que cada día las misericordias de Dios se renuevan.
Pedro venía saliendo de un mal tiempo de pesca. Había sido una noche de trabajo pero sin fruto. Cuando Jesús se acerca, él está limpiando las redes. Alguien me comentó hace unos años que la parte más molesta de la pesca es tener que limpiar las redes. Y lo es mucho más cuando no se ha logrado capturar ni un solo pez.
En medio de  ese cuadro, Jesús viene a Pedro para solicitarle un servicio. El bote de Pedro es un buen candidato a los ojos del Señor para ser usado como púlpito.
No creo que Pedro tuviera en mente que su vida o algo suyo pudiera de alguna manera ser útil para Dios. Mucho menos después de un tiempo tan infructuoso de trabajo.
Uno tiende a pensar que Dios quiere usar a la gente de éxito, pero la cosa es más bien al revés, es la gente de éxito la que tiende a usar a Dios.
De cualquier forma, Pedro accede a que Jesús use su barca, y una vez que Jesús ha hecho lo suyo (que es anunciar las buenas nuevas del evangelio del reino) , Jesús entrega una palabra con una dirección específica a Pedro: “boga mar adentro y echa la red”.
Dios sabe lo que Pedro necesita y está a punto de hacer algo glorioso que cambiará para siempre la vida de Pedro. Dios ha de convertir una noche de frustración en la mejor noche de este pescador.
Piensa en esto un momento: ¡¡Dios tiene ESE poder!!
Pedro se mueve en obediencia al Señor (esto SIEMPRE trae buenos resultados) y el resultado es impresionante: su barca no es capaz de recibir tantos peces. Aun la red se rompe de tan llena.
Dios es un dador por excelencia y lo que deseo enfatizar aquí  y ahora es que cuando Dios da,.. ¡¡da!!
Cuando Dios decide que quiere favorecerte, Su favor excede toda medida de nuestra imaginación.
¿No te emociona pensar que ese es Tu Dios al que sirves?
Quizá vengas saliendo de una noche de desaliento y sin fruto, pero no sueltes la fe.
Ten presente que Dios puede, a partir de tu noche más triste, abrirte el paso, al mejor tiempo de tu vida. 
Author: gabtorar
•7:57

Mateo 7:11 “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?”
Necesitamos aprender a recibir
Uno desea recibir pero rara vez se da cuenta que necesita tener capacidad para poder recibir.
Los procesos que Dios nos permite vivir nos preparan para RECIBIR lo que ÉL nos quiere dar.
Yo podría ser un magnate pero con todo eso no puedo darle un vehículo a mi hija de 3 años porque ella no está preparada para recibirlo. Podría tenerlo a disposición, subirse, jugar en él, ensuciarlo, pero no sacaría el verdadero ni máximo  provecho de él, hasta que tener la capacidad (madurez) para ello.
Uno generalmente piensa que para recibir requiere fe solamente. Indudablemente la fe es esencial, porque sin fe es imposible agradar a Dios. Dicho de otro modo, sin fe no es posible recibir algo de Dios.
Y Dios efectivamente se agrada de quienes le creen, de quienes actúan confiando en Él.
Pero entiendo que la razón por la que muchas veces pedimos sin recibir lo que pedimos es porque no estamos preparados para recibirlo.
Un padre desea darle todo lo mejor que puede a sus hijos. Un padre amoroso y preocupado no escatima en gastos cuando se trata de sus hijos. Eso en el contexto de esta vida. ¡¡Imagínate con Dios!!
Él no tiene un presupuesto estrecho ni “meses malos” como ocurre con nosotros. Él tiene todo a disposición. Es DUEÑO DE TODO y como si fuera poco PUEDE TODO.
Pero aun un Padre TODOPODEROSO como el nuestro se ve impedido de darnos TODO lo que quiera HASTA que vea en nosotros la madurez, la capacidad de recibirlo.
¡¡Qué gran necesidad tenemos de ser gente espiritualmente madura!!
Israel perdió todas las bendiciones de esa tierra bendecida por la mano de Dios por no tener madurez, por no estar dispuestos a recibir TODO lo que Dios ponía por delante.
Uno quiere las bendiciones pero se rehúsa a atravesar por los desiertos. No entendemos que el desierto es la antesala a esa tierra que fluye leche y miel.
Así para recibir no sólo se necesita pedir, hay que tener la capacidad para recibir lo que uno pide, y en eso los procesos, las luchas, pruebas y dificultades tienen un glorioso propósito.
Esto hace más fácil entender por qué a los que amamos a Dios TODAS  las cosas nos ayudan a bien.
ÉL está dispuesto a dar cosas buenas a los se lo pidan. Pero ¿estarán ellos listos para recibirlas?  
Author: gabtorar
•8:41

Salmo 56:3 “En el día que temo, yo en Ti confío”
No conozco a ninguna persona que no tenga miedo a algo. Los miedos producen estancamiento.
Debo decir que sólo cada cual sabe cuan grande es el efecto que sus miedos tienen sobre su vida.
Uno le dice a un niño que no tema a la oscuridad, que no hay razones para temer. Hasta puede pensar en lo infundado de temer a la oscuridad, pero aquello que nos parece tan bajo control no lo está para ese pequeño. Para ´le la oscuridad es “un tema”, uno que bien puede impedirle ir a buscar algo a su dormitorio, por ejemplo, si es de noche. A quienes han superado el miedo a la oscuridad, esto parece básico, pero ¿qué hay de los miedos propios?
Todas las personas le tememos a algo y sería bueno (antes de sólo simplificar los miedos de otros) preguntarse si esos miedos (así como en el caso del niño que  teme a la oscuridad) tienen real fundamento.
Me he dado cuenta que en nuestra sociedad las especulaciones tienen gran poder e influencia sobre las masas.
Basta con que alguno especule sobre algo y lo propague a través de las redes sociales para que muchos lo tomen como un hecho consumado y teman a causa de ello.
Muchos de nuestros miedos carecen de fundamento porque son el resultado de especulaciones nada más.
Hay mentes Maquiavélicas que sacan partido de los miedos de otros.
Un ejemplo es toda esta vorágine por el supuesto “fin del mundo en diciembre de este año, tiene  a no pocos personas de verdad preocupadas, angustiadas de lo que vaya a suceder. No faltan quienes, aprovechándose del asunto, hacen dinero a costa del miedo y la angustia de otros.
Mientras que a algunos le parece tan obvio que el mundo no se acabará en Diciembre de este año, otros en su fuero interno, temen ante la posibilidad de que así sea.   
El miedo definitivamente es malo, y algo muy negativo sobre el miedo es que revela una falta de confianza,  una carencia o falta de amor.
El apóstol Juan dice: “el que teme no ha sido perfeccionado en el amor”
Cuando uno conoce el amor de Dios, sabe que está seguro en Él.
La seguridad y la confianza, vienen como resultado de conocer a alguien. Quien escribe el salmo de nuestro encabezado SABÍA quién era Dios, y conocía lo que Dios era capaz de hacer.
Uno desearía no volver a sentir miedo jamás, pero eso no es posible. Lo que si es perfectamente posible, y la biblia muestra muchos ejemplos de ello, es llegar a conocer a Dios de tal modo, tan profundamente, que SEPAMOS que junto a Él, podemos sentirnos confiados en cualquier circunstancia.
El salmista decía que en el día en que temía, (y en este contexto era porque sus enemigos los filisteos le habían capturado), Él depositaba su confianza en Dios.
Estar en las manos del enemigo, era razón de sobra para temer, pero el salmista se sentía en las manos de Dios y NO en las del enemigo.
Esto requiere de fe, verse rodeado del enemigo, escuchar sus amenazas, recibir su menosprecio, mal trato y burlas y TODAVÍA confiar CON el corazón, de que aun ahí estamos en las manos de Dios.
En el día en que tenga, como el salmista, razones para temer, no voy a confiar en mis habilidades o mi fuerza o destreza para pelear. Ese día, yo voy a escoger confiar en ti Señor.
¡Dame fuerzas para que así sea!  
Author: gabtorar
•9:12

Juan 11:39 “Dijo Jesús: Quitad la piedra…”
Sin duda alguna, todos desearíamos  poder ver milagros y hechos extraordinarios realizados por el Poder de Dios.
¿Has sido alguna vez testigo de un milagro de salud? ¿Has tenido la oportunidad de conocer a un sordo que haya recuperado el oído o a un ciego que haya recuperado la vista? ¿Conoces algún enfermo que haya sido sanado de su  enfermedad?
¡¡Es realmente  maravilloso cuando los milagros y sanidades divinas son tan evidentes que aun la ciencia médica da testimonio de ellos!!
Conozco algunos pacientes desahuciados  por la medicina que por la intervención divina, siguen vivos y con mucha fuerza y vitalidad.
Ver milagros es algo que todos desearíamos. Pero ¿no sería aun más maravilloso experimentarlos?
Los milagros están aun disponibles para la gente que tiene fe en el poder de Dios.
Si buscas un poco, seguramente hallarás que tu vida necesita un milagro en alguna área específica.
Es bueno saber que Dios sigue teniendo la facultad de hacer cosas poderosas y sobrenaturales. Cosas que exceden la capacidad del hombre y que sobrepasan la razón.
Tal es el caso de lo sucedido con Lázaro. Este hombre era conocido por ser cercano a Jesús. Tanto él como sus hermanas gozaban de amistad con el Señor Jesucristo.
Cierto día Lázaro enfermó y producto de esa enfermedad perdió la vida. Cuando ya tenía 4 días de muerto, Jesús apareció en escena para resucitarle.
Marta, la hermana de Lázaro, argumentó con el Señor sobre el hecho de que su cuerpo ya expedía mal olor. Era su cuarto día de fallecido y obviamente estaba en franco proceso de descomposición.
No obstante, Jesús le dijo que si creían verían la gloria, el poder de Dios en acción.   
Pero había “un pequeño” escollo. Él cuerpo inerte de Lázaro yacía en una tumba que se encontraba tapada por una piedra.
Entre el milagro de Dios y ellos, había una gruesa y pesada piedra que debía ser removida para que se efectuara el milagro.    
Para mi esa piedra representa la incredulidad con la que todos chocamos cuando buscamos un milagro de Dios.
Antes de que Dios pueda hacer algo poderoso en nuestras vidas, siempre la piedra de la incredulidad ¡¡debe ser removida!!
Todos tenemos una piedra que remover, una que impide que veamos la gloria de Dios en nuestra vida.
Esa piedra representa los obstáculos, que ya sea, nuestra propia naturaleza caída o el engaño del diablo, interpone  entre nosotros y lo que Dios es capaz de hacer por nosotros.
Debes saber que entre el propósito glorioso que Dios trazó para tu vida y tú, habrá piedras que remover.
Cuando tu remueves las piedras, Dios se mueve a tu favor.
Él está ahí pero no se mueve hasta que nos ve movernos hacia Él en fe. Ese paso de fe es indispensable porque recuerda que sin fe es IMPOSIBLE agradar a Dios.
Así que, no importando la índole o naturaleza del milagro que necesites, sea la salud de alguien, una relación que parece irremediablemente rota, un milagro en el área de tus finanzas o lo que sea ¡¡Dios puede hacerlo!!
Pero para ello, demandará de ti un paso en fe, que le pierdas el miedo a esa piedra, a su peso o tamaño, y  te atrevas a quitarla del camino.
No es trabajo de Dios quitar la piedra, eso puede hacerlo uno en lo natural, pero cuando lo hacemos, despejamos el camino para que Dios haga el milagro, para que haga aquello sobrenatural que sólo alguien como Él puede hacer.
¡¡Bendito seas Dios!! Gracias por los muchos milagros que ya has hecho en nuestras vidas y por los muchos más que todavía harás
Author: gabtorar
•12:24

Juan 6:60 “Al oírlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír?”
Las personas tenemos distintas medidas para evaluar las cosas de acuerdo a nuestros intereses.
Anoche, se presentó en Chile una cantante famosa en el mundo secular que arrastró a 45 mil fanáticos a un estadio quienes cantaron sus canciones, gritaron, se vistieron como ella y gastaron varios miles de pesos para estar en ese recital.
Algunos incluso se quedaron acampando  haciendo guardia para poder ganar un cupo en una parte especial donde accederían a estar más cerca de su cantante favorita.
¿Es duro hacer todo eso? Yo diría que si, pero ¿fue duro  para ellos? Creo que no.
Al contrario, se veían de los más contentos en los noticiarios. No les importó haber sido apretujados,  soportar las altas temperaturas, el calor, ¡¡y quién sabe cuántas cosas más!! Ellos tenían un objetivo en mente y estaban dispuestos a pagar el precio por ello.
Debo reconocer que al ver noticias como estas, me siento un poco triste, porque me encantaría que los cristianos tuviéramos por nuestro Dios (el verdadero Dios), “un poco” de ese fervor que el mundo tiene por sus ídolos.
Como dije antes, uno tiene distintas medidas para evaluar las cosas. Cuando se trata de nuestros proyectos, nunca tenemos problemas. Asumimos los costos con la mejor disposición, pero nuestra respuesta (lamentablemente) no es la misma cuando se trata de cuestiones relacionadas con Dios y nuestra fe.
¡Verdaderamente usamos distintas medidas!
Jesús estaba hablando a las personas en el capítulo 6 de Juan, a entender que debían “comer su carne y beber su sangre”. Esto puede parecer extraño, pero en síntesis el llamado era a tener un verdadero compromiso con Él. Esta ha sido siempre l deseo del Señor, tener un pueblo comprometido con Él, seguidores realmente vinculados con Él, con Sus planes y propósitos, con Sus principios y valores.
Dios sabe que las personas tenemos la capacidad de comprometernos y hacer esfuerzos y sacrificarnos (entiéndase como estar dispuestos a pagar un costo personal)  por aquello que nos motiva, por lo que deseamos y amamos.
Los seguidores de las distintas religiones son una prueba fehaciente de esto. Los que adhieren a movimientos sociales, Grupos y ONGs. Cualquiera persona que esté comprometida de verdad con algo está dispuesta a asumir costos por ello.
Pero la respuesta de muchos de sus discípulos fue que “la palabra de Jesús (sus demandas) había sido dura” (¿demasiado altas?). ¿Quién la puede oír?, dijeron.
Como también sucede hoy, ese día, las palabras de Jesús ofendieron a algunos de sus seguidores.
Se ofendieron muy posiblemente porque las demandas de Jesús estaban “por sobre” lo que ellos estaban dispuestos a dar.
Las demandas de Dios nos parecen duras pero ¿lo son en realidad?
Las personas corren a cumplir un horario en sus trabajos, (pero se relajan para llegar al lugar de adoración). Hacen esfuerzos presupuestarios para lograr proyectos familiares, (pero cuando se trata de Dios simplemente no alcanza). Y cuando se trata de ellos mismos no les parece duro y si les parece no importa, simplemente hay que hacerlo, pero no advertimos la misma disposición para Dios.
A mi juicio, el problema no es que las palabras de Dios (Sus demandas) sean muy duras o exigentes, sino la mala (baja) disposición que tenemos para responder a ellas.
Después de todo cuando Jesús les hablaba de tener un mayor compromiso con Él, lo estaba haciendo para el beneficio de ellos mismos, pero eso era algo que no podían ver.
Cuando uno está tan ocupado en lo propio, tan  ensimismado, no tiene ojos para ver más allá de uno mismo, y tristemente pierde de vista las bendiciones que una vida de compromiso y apego a Dios, trae consigo.        

Author: gabtorar
•12:36
Salmos 143:10: “Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; Tu buen Espíritu me guíe a tierra de rectitud”.
Yo creo que nadie tiene problemas para reconocer que necesita aprender ciertas cosas que no maneja, pero muchos tenemos problemas a la hora de dejar que alguno nos enseñe aquello que sabemos que necesitamos aprender.
¡Necesitamos un espíritu enseñable para poder avanzar en la vida!
No es raro orar “Señor, muéstrame mis errores, mis faltas, corrige mi vida”. Pedimos esto a Dios y yo jamás dudaría que lo hacemos de todo corazón. El problema empieza cuando Dios responde esas peticiones, porque usualmente para mostrarnos nuestros errores y deficiencias, Él usará una persona y aceptarlo requerirá de un espíritu humilde, enseñable.
Es la altivez de nuestro corazón la que NOS IMPIDE aceptar que Dios use a OTRO (un prójimo nuestro) para mostrarnos nuestros errores.
Uno dice “Que Dios me diga todo lo que quiera, Él es Dios, pero ¿quién se cree tal persona para decirme A MI que estoy en un error?
La mayoría de las personas no tenemos problemas para  aceptar que Dios nos corrija, pero nos cuesta mucho trabajo (y humildad)  dejar a Dios usar un instrumento humano para esa tarea.
Me he encontrado en episodios de mi vida, con personas que esperaban que Dios mismo les hablara. No bastaba para ellos con el testimonio de la palabra escrita. Eran demasiado importantes, lo suficiente como para esperar que Dios mismo descendiera del cielo, abandonara  Su trono y viniera EN PERSONA a decirles que estaban equivocados.  
¡Que tal obstáculo para los buenos planes de Dios puede llegar a ser un espíritu que no se deja enseñar!
Hay personas que, antes que encarar y reconocer que deben cambiar, prefieren huir y evadir así sus responsabilidades. Son prófugos de la vida y seguirán siéndolo en tanto no dejen que Dios les enseñe la lección. 
El Proverbio bíblico  dice “huye el impío sin que nadie lo persiga”
Es absolutamente cierto que uno puede tropezar con una piedra mientras avanza por la vida, pero (como decía un posteo de Facebook de un conocido mio) otra cosa es encariñarse con la piedra y pasarse la vida tropezando con ella.
Eso revela una falta de disposición para abandonar algo indebido (una mala práctica, costumbre o lo que sea) y tomar en su lugar lo que corresponde.
Existen otros, que no huyen, pero que manipulan situaciones para no ENFRENTAR el verdadero problema que es aprender.
Un espíritu enseñable es gran valor para un discípulo. Como docente puedo aseverar que uno no obtendrá una mejor calificación en alguna materia o contenido HASTA que lo haya aprendido. Sólo entonces dejará de ser un problema para él o ella.
Leyendo las escrituras, encontraremos muchos hombres que no se dejaron enseñar, que no tuvieron en ellos un espíritu enseñable. Se endurecieron y con ello pusieron una piedra, que detuvo el fluir y el propósito de Dios.
Cuando el fluir de Dios se detiene, rápidamente con ello, se detiene la vida también.  
¡¡Pero cuán beneficioso es tener un espíritu abierto, dispuesto para Dios!!
El Espíritu Santo, que es el Espíritu del Señor, nos guía a buenas tierras, a tierras de rectitud. Su Espíritu nos guía a hacer Su Voluntad, nos enseña lo que nos conviene saber.
Sujetos a ESE LIDERAZGO siempre estaremos seguros.
Un Espíritu enseñable “invita a Dios” a moverse en nosotros y nos lleva a nosotros a delicados pastos y junto a aguas de reposo.
Un espíritu enseñable es el pasaporte para recibir aquello especial y único, que Dios preparó para ti.  
Author: gabtorar
•10:34
Salmos 118:15 “Voz de júbilo y de salvación hay en las tiendas de los justos; la diestra de Jehová hace proezas”.

Cuando uno mira alrededor, desafortunadamente no ve muchos rostros contentos.
Si viajas en transporte público, te habrás dado cuenta que los rostros de los pasajeros denotan tristeza, cansancio, desánimo… mirar sus rostros no es un cuadro muy alentador que digamos.
Ocurre en los buses, en el metro. También es común ver que las personas viajan enajenadas (no es una crítica), conectados a sus auriculares, escuchando sus mp3s o navegando a través de sus celulares inteligentes. Otros simplemente caen rendidos, presa del cansancio y se duermen a riesgo de que algún malhechor les arrebate alguna cosa de valor.
Por más que uno busca, no ve júbilo en esas vidas. Esos rostros denotan cualquier cosa menos victoria.
No se oye voz de júbilo en esos medios de transporte, ni evidencias de salvación en esas vidas apesadumbradas. 
¡¡Cómo necesitan al Señor esas almas, y la mayoría quizá, ni siquiera lo sabe!!
La biblia dice que hay voz de júbilo y salvación en las tiendas de los justos. Uno puede tender a pensar que esto se refiere a los hogares e los justos, pero si lo vemos detenidamente, nos daremos cuenta que Dios vive en nosotros ahora. Esas tiendas, por tanto, no se refieren SÓLO a nuestras casas (donde por cierto Dios desea morar y establecer Su Reino y gobierno) sino a nuestras vidas. Es DENTRO de nosotros donde el Señor vive por Su Espíritu.
La razón por la que las personas están desalentadas es porque no hay victoria en sus vidas. Tú no estás triste cuando tu vida está en victoria. 
De algún modo, el ser humano entiende en lo profundo de su ser, que vencer (y no perder) es lo correcto y deseable.
Nuestro Dios es vencedor. Creo que cada vez que vencemos estamos actuando en la naturaleza de lo que nuestro Dios es y desea para nosotros Sus hijos. Tal vez eso explique porqué nos sentimos tan alegres cuando enfrentamos victoriosamente los problemas y desafíos que se nos presentan. 
La razón por la que hay voz de júbilo, celebración y salvación en las tiendas de los justos, es porque Dios hace proezas. La presencia de Dios, la intervención de Divina es lo que hace TODA LA DIFERENCIA. 
No hay motivos para celebrar cuando alguien nos roba, no hay motivos para celebrar cuando somos derrotados, pero hay gran celebración y regocijo cuando vencemos, cuando somos salvados de las malas circunstancias que se nos presentan y quien hace PROEZAS, salva y liberta es el Señor.
En las tiendas de los justos hay razones de sobra para festejar. Dios se manifiesta allí, haciendo poderosas cosas en favor de los Suyos. Dios allí salva, y si es preciso hace proezas. 
Una proeza se define como una “hazaña o acción valerosa o heroica”. 
Los justos tienen un héroe, se llama Jehová y Su diestra hace proezas. 
¿Sabes quién está sentado a la diestra del Padre? Es el Hijo y se llama Jesucristo.
Dios, por medio de Su Espíritu Santo, hace maravillas entre los justos, en el nombre de Su hijo Jesús.
¿Sabes quiénes son los justos? Los que han comprendido (por medio de la fe) que no hay ningún ser humano perfecto o justo, ninguno que haya cumplido con los mandamientos de Dios, ninguno que por sus propios medios pueda alcanzar el cielo. Un justo es uno que entiende que para eso vino Jesús, para JUSTIFICAR por medio de Su sacrificio en la cruz, a los que confían en Él, a los que creen en ÉL y le obedecen.
Los justos tienen buenas razones para estar contentos: en sus casas y en sus vidas está Dios, y por amor a ellos, Su Dios hace maravillas.
¿Eres parte de los justos? Si es así, me alegro por ti, por tu tienda, por tu casa. Y si no ¿qué estás esperando para serlo? 
Dios hará proezas y cambiará tu tristeza en gozo, habrá en ti voz de júbilo y en tu casa, salvación. 
Tus viajes tristes, se volverán toda una aventura, porque ya no andarás solo. El que hace proezas te acompañará donde quiera que vayas.