Author: gabtorar
•15:59

Santiago 4:17 “y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado”.
Dios ama a todas a las personas. Cada persona es valiosa para el Señor. Como creador, Él no hace acepción de personas y ofrece a los hombres similares oportunidades. La escritura dice que Él hace salir el sol sobre justos e injustos. Así, el amor de Dios y Su favor, están disponibles de manera gratuita para todos los que lo necesiten. ¿Cuánto debo esforzarme por tener un día soleado? ¡¡Nada!! El Señor permite que el sol salga y alumbre a buenos y malos por igual. Lo mismo con la lluvia, con el número de horas que tiene el día y muchas otras cosas más. Cuando se ofrece tal clase de posibilidades, lo que queda por hacer es aprovecharlas, y hacerlo, es una tarea estrictamente personal. El capítulo 25 del Evangelio según san Mateo (favor de leer los versos del 31 al 46) ofrece una descripción de lo que hará Cristo a SU regreso a esta tierra. El separará a las ovejas de los cabritos. Habla de personas a las que concedió las mismas oportunidades, pero que no usaron del mismo modo esas oportunidades. A causa de ello, a unos, dará amplia entrada en SU reino, mientras que a los otros, echará en el fuego eterno.
Al precisar sobre las causales de aquellos que serán condenados, encontramos algo alarmante en verdad. La única diferencia entre unos y otros sólo reside en SUS OBRAS. Uno no tiene problemas para entender que Dios aborrece la maldad. Cualquier forma de pecado es abominable para Dios. Él es SANTO, puro y por tanto valora, promueve y demanda la santidad en nosotros. Por lo general no tenemos inconvenientes en identificar el pecado: matar, robar, mentir, adulterar, fornicar (tener sexo FUERA del contexto del matrimonio), que una persona de cierto sexo tenga una relación amorosa (sexual) con otra del mismo sexo, traficar drogas, golpear al cónyuge, embriagarse, realizar o adherir a prácticas ocultistas o de adivinación (como lectura de manos, tarot).. y muchas otras , son FORMAS de pecado que DIOS CONDENA categóricamente. Uno entiende que éstas y otras prácticas similares recibirán el castigo divino porque son prohibidas y penalizadas por SU LEY.
Pero al leer Mateo 25 uno NO ENCONTRARÁ ninguna de estas (ni otras) formas de pecado. El único GRAN PECADO mencionado implícitamente en esos versos es NO HABER HECHO LO BUENO que podían hacer por el prójimo.
Pero esta idea no es exclusiva de este capítulo. En Mateo 24:38, el Señor Jesús haciendo referencia a la situación vivida en los días de Noé, menciona que las personas ANTES del diluvio estaban: comiendo, bebiendo, casándose y dándose en casamiento. No hay una mención explícita de algún pecado en particular allí. La gente estaba comiendo (lo cual es normal), bebiendo, (no dice emborrachándose) y casándose (el matrimonio es parte del ORDEN divino para las parejas). Sin embargo a todos estos, el diluvio se los llevó (v.39).
Algunas personas se cuidan mucho de no hacer lo malo, y eso está muy bien. Pero ¿qué hay de lo bueno?
La regla para el cristiano no está dada en relación con lo malo, sino con lo bueno. Los cristianos NO VIVIMOS bajo el gobierno del mal. Jesucristo nos libró de esa potestad. Por tanto, la vara ha sido puesta para nosotros, no en relación AL MAL que NO DEBEMOS HACER sino DEL BIEN QUE DEBEMOS HACER.
Hay algo de cuidado aquí, algo para considerar con detención. Dios ESPERA buenos frutos de quienes somos SU pueblo. Las ovejas descritas en Mateo 25 hicieron el bien a “los hermanos más pequeños de Jesús”, dándoles de comer, de beber, cubriéndoles, visitándoles en el hospital, en la cárcel. Sin darse cuenta siquiera, (¿cuándo te vimos desnudo hambriento, sediento, etcétera?), el bien que hicieron a ellos, lo hicieron al Señor. El cristiano nacido de nuevo, gobernado por el Señor, siente la motivación interior del Espíritu Santo para servir a los demás, siguiendo los pasos y el ejemplo del Señor.
Los cabritos en cambio, no hicieron ningún bien al prójimo y por tanto tampoco al Señor. Probablemente estaban demasiado ocupados consigo mismos, con sus propios líos, planes y problemas. Demasiado ocupados orando, trabajando, supliendo PARA ELLOS MISMOS.
Jesús les reprochó no haber hecho NINGÚN BIEN al prójimo. Yo conozco MUCHOS cristianos que están en esa misma condición, viviendo para sí, centrados solamente en lo propio. Los que están ocupados en los NEGOCIOS DE DIOS realmente son los menos, pero CONFIÓ EN DIOS que ÉL usará diversos instrumentos (como este devocional, por ejemplo) para despertar nuestras conciencias y espíritus, para levantarnos de nuestra condición de mediocridad y tomar nuestro lugar como luz y sal en este mundo. Iglesia, despierta del sueño. Tienes una TREMENDA RESPONSABILIDAD con el prójimo, que si cumples correcta y fielmente traerá gozo, bendición y salvación, pero que si no cumples debidamente traerá lamento, maldición y perdición.
Jesús espera que afectemos este mundo, que lo confrontemos con su verdad, pero también que lo beneficiemos (bendigamos) con sus buenas obras y para todo ello, el tiempo es cada vez menos. ¿Qué esperas para empezar? No hay tiempo que perder. No postergues más Cristo, no dejes para otro día las cosas del Señor ¡¡Levántate YA!!  
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