Author: gabtorar
•18:26

Mateo 11:28  “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;”
Comenzando mi conclusión sobre esta  idea de cómo hallar descanso y verdadera paz para el alma, es importante añadir que en ningún caso esto significa que uno no tendrá vicisitudes en la vida.  Jesús afirmó categóricamente que en el mundo tendríamos aflicciones y las aflicciones de las que habla no se refieren a los problemas que heredamos de tomar malas decisiones o de hacer cosas que están fuera de SU plan, sino a las cosas que vienen por causa de no conformarnos a los patrones que rigen al mundo secular, por decidir poner primero a Dios y Su reino, como lo pidiera el Señor Jesús en el capítulo  6 del evangelio de Mateo.
La ansiedad y angustia en el alma del hombre tiene que ver con el hecho de  que el hombre SABE que existe un ser superior llamado DIOS. Desde luego algunos prefieren eliminarlo de su carpeta de contactos, porque este Dios no encaja con el estilo de vida que les gusta llevar.  Otros, más audaces, se forman “un dios” a su manera, uno que esté en conformidad con ellos, con sus estilos de vida.
Pero aun cuando el hombre hace esto (y otras muchas cosas) SABE  que hay UN Dios, uno verdadero y mientras no tengan una adecuada relación con Él, se verán en la necesidad de intentar llenar ese espacio con muchos sucedáneos de DIOS.   
Algunos buscarán en la realización familiar, personal, social, profesional, etcétera, pero TODOS llegamos al mismo punto: sin una relación  adecuada con Dios (quiero decir EN SUS TÉRMINOS) NO HABRÁ PAZ PARA EL ALMA.
Hay un espacio en el interior de cada ser humano que nace en esta tierra que sólo DIOS puede llenar. No digo que “algún dios” puede llenar  sino que SÓLO EL VERDADERO DIOS puede llenar.
Alguien ha dicho que ese espacio tiene la forma de Jesús.
Esto nos lleva a la importante pregunta ¿Cómo llego a conectarme con este DIOS?
Y en este punto emerge la relevancia de lo que Jesús dijo a quienes le oían.
Ayer me referí al hecho de llevar SU yugo. Él dijo “llevad MI YUGO sobre vosotros y aprended de mi que soy manso y humilde de corazón”.
Primero decir que ser manso y humilde no tiene nada que ver con tener una actitud indolente frente a las injusticias. Jesús no la tuvo. Él protestó CONTRA los religiosos, por ejemplo.
Volcar las mesas, echar fuera del templo a los cambistas y tratarlos de ladrones, no fue un acto que pudiéramos llamar precisamente de humildad o mansedumbre. Seguro que muchos se quedaron boquiabiertos con esa performance del Señor.
No era la actitud que generalmente tenía Jesús pero la situación ameraba tal clase de respuesta de parte Suya.
Había gente allí que debía ser confrontada por su mediocridad, sinvergüenzura y descaro. El Señor no trepidó en hacerlo. Nosotros tampoco deberíamos.
Pero con toda esa actitud fuerte y confrontacional,  alguno ¿podría poner en duda que Él era humilde y manso en SU CORAZÓN?  No lo creo.
Eso es lo primero lo segundo es  ¿Cuál es ese yugo?
Creo no equivocarme al decir que el Yugo del que habla es SU DOCTRINA. La cual plasmó toda  SU vida, SU ejemplo. Trataré sobre este punto  en la última parte de esta reflexión. ¡¡Dios les bendiga!!
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