Author: gabtorar
•12:55

Salmos 106:37 “Sacrificaron a sus hijos y a sus hijas a los demonios”
La pregunta puede sonar extraña a los oídos de algunos pero siempre cabe la posibilidad de que lo que uno cree, no sea como uno piensa.
Hay personas que en esta fecha adhieren a la celebración de Halloween. Hablo de padres que entusiastas esperan esta fecha e incluso apartan dinero para comprar disfraces y tener un stock de dulces para compartir con los pequeños que llegan hasta sus puertas reclamando el dulce botín.
Estos padres, creyendo que no hacen nada malo, estimulan a sus hijos a participar de esta festividad demoniaca.
Cuando uno pone el tema en el tapete se encuentra con padres que dicen NO VER EL MAL (todos sabemos que no hay peor ciego que el que NO QUIERE ver) detrás del asunto. Les parece inofensivo que sus hijos se vistan de pequeños diablos, brujas, y otros seres del mundo del ocultismo.
Para ellos, como algunos lo manifiestan, sólo se trata de sacar a sus hijos a buscar algunos dulces.
Otros, (por una cuestión de falta de carácter y liderazgo) no ven como podrían hacerles pasar un mal rato a sus hijos, explicándoles que esta mal llamada “celebración”, no esta en línea con Dios, sino con el enemigo de Dios.
Es curioso, por decir lo menos, que las personas reaccionen de esta manera, especialmente cuando luego dicen creer en Dios.
De ahí me surge la inquietud por presentar este tema ¿Qué Dios estamos siguiendo?
Cuando en nuestras vidas pueden encontrarse mentiras, engaños, adhesión a prácticas anti bíblicas, malas palabras, maledicencia, adicciones a distintos vicios.. y una interminable lista de prácticas QUE NO SE CONDICEN con el Dios de la biblia!!    
Es muy importante preguntarnos a qué Dios estamos siguiendo. A lo largo de la historia, los pueblos han adorado y servido a distintos dioses que los hombres  han creado por pura conveniencia.
El ser humano SABE en su interior que existe una DEIDAD, pero muchas veces se rebela contra la RECTITUD de ESA deidad y propone dioses alternativos, deidades “permisivas y condescendientes”.
No pretendo ser crítico, de hecho, mi intención es que podamos evaluar en que pie estamos para re direccionar nuestros pasos en caso de descubrir que estamos de algún modo extraviados.  
Pero debo decir que el Dios de la biblia tiene características distintivas, atributos que lo hacen ÚNICO.
Él mismo dice si, en Isaías 44:6 ”Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios”.
Este Dios ÚNICO tiene atributos y capacidades que lo distinguen de cualquier otro dios, que los hombres podamos inventar para adorar.
El texto dice que sacrificaron sus hijos e hijas a los demonios. ¿Quienes lo hicieron? ¡Sus propios padres!
Por supuesto, yo entiende PERFECETAMENTE BIEN que aquí habla del acto físico de haberle quitado la vida a sus hijos en nombre o en honor de demonios a los que adoraban.
Pero cabe preguntarse,  cuando los padres disfrazan a sus hijos, para hacerlos participar de una festividad  de origen ocultista y satánica, ¿no están (en términos espirituales) entregando (sacrificando) a sus hijos a los demonios que son adorados en esa fecha?
¿Se complacerá el Dios de la biblia, uno que ha dicho de si mismo que SU Nombre es CELOSO, uno que ha dicho que el reino de los cielos ES DE LOS NIÑOS, que nuestros hijos sean expuestos a una de las principales fiestas del calendario satánico?
En serio vale la pena preguntarse si uno de verdad esta siguiendo al Dios de la biblia. Porque cabe la triste posibilidad de que estemos estar siguiendo a un falso dios, en lugar del Dios verdadero.
Acúsenme de ser grave, pero el Dios de la biblia JAMÁS estaría de acuerdo (ni en juego) con que presentemos nuestros hijos para alguna festividad demoniaca. Él nos manda a dejar que nuestros niños se acerquen a ÉL, no a los demonios.
Si los padres tuviesen para llevar a sus hijos a Cristo, LA MITAD de la disposición que tienen para hacerlos participar en cosas tan macabras como Halloween, no tendríamos que lamentar tantas muertes, delincuencia, drogadicción, embarazos juveniles nos deseados y otras tantas coas que traen dolor y desgracia a las familias.
El Dios de la biblia es Santo, recto, poderoso, fiel, paciente, justo. Él aborrece el mal y las injusticias, es un Dios de luz en quien no hay tinieblas y en contra del cual las tinieblas no pueden prevalecer.
¿Estamos siguiendo a este Dios? Estamos entregando a nuestros hijos al cuidado de ESTE Dios?
Si aún no lo has hecho, de corazón te digo: ¡¡te convendría hacerlo!!   
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