Author: gabtorar
•11:30

Hebreos 11:39 Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido;

Qué gran tema es el de la FE. Indispensable si deseamos recibir LO QUE DIOS ha preparado para nosotros.

La palabra de Dios dice que “SIN FE es imposible agradar a Dios”. Y es cierto, Dios se agrada de aquellos que se acercan a Él en fe. Pero se dicen tantas cosas sobre la FE.

Yo no pretendo sentirme el dueño de la verdad sobre un asunto tan complejo como este, pero estoy seguro que algo podré decir al respecto, y no porque lo haya leído en algún libro sobre la fe, sino porque a diario veo la necesidad de echar mano a ella.

En mis años como cristiano, he vivido muy de cerca situaciones que veo repetirse en otras personas ligadas a Dios: profetas, santos, ministros y creyentes en general, atravesamos por situaciones que, para tener victoria sobre ellas, demandan FE.

Pero ¿qué es la fe? Para aclarar el concepto me gustaría poder decir algo que he aprendido sobre lo que NO ES la fe. Aunque con seguridad algunas personas me tildarán de incrédulo (que cómico, si de lo que estoy hablando es precisamente de la fe), la fe NO ES recibir lo que uno pide necesariamente.

Tú dirás ¿cómo puede ser? ¿Si yo entendía que justamente para recibir lo que quiero necesito de la fe?

Lo que ocurre es que la fe no debe ser vista como un medio para que Dios haga lo que nosotros queremos. Más bien es el medio por el cual Dios hace en nosotros lo que Él quiere.

Permítame ejemplificar. Supongamos que yo estoy enfermo y sé que Dios tiene poder para sanar. Entonces hago una oración: “Señor, yo sé que Tú eres Todopoderoso y puedes sanarme. Si es TU voluntad sáname. En el nombre de Jesús”.

Algunos dirán (famosos predicadores lo han dicho) que orar diciendo “hágase tu voluntad” es una muestra de incredulidad. Pero ¿quién sana MI ORACIÓN o la respuesta DE DIOS a esa oración?

Ni siquiera se trata de ocupar las palabras correctas. Eso suena a conjuro mágico y sabemos que Dios conoce las palabras ANTES de que salgan de nuestra boca.

Pensando en lo anterior, he llegado a la siguiente conclusión: ¿para qué se necesita más (entiéndase más “solida”) fe, para que DIOS HAGA LO QUE YO QUIERO o para que YO ACEPTE LO QUE DIOS QUIERE?

Si yo oro por sanidad y Dios me sana ¿necesito fe para seguir adelante con el tema? ¡No! Si ya no hay enfermedad, tampoco hay enemigo, ni hay lucha. Pero si la enfermedad persiste, yo sé que cada mañana requeriré de la fuerza que VIENE DE DIOS para hacerle frente.

En cuanto a nosotros, preferimos que Dios sane la enfermedad y nos SAQUE del problemón de una vez por todas. Cuando Dios lo hace Él ha respondido a lo que yo quiero ¿verdad?

Pero cuando la respuesta a mi petición no es la sanidad sino ATRAVESAR EL PROCESO de la enfermedad, entonces Dios está trabajando en mí para que yo ACEPTE SU voluntad de que permanezca enfermo por algún tiempo o por el resto del tiempo que me quede.

Honestamente. ¿En qué caso se requiere una fe más sólida? ¿Para terminar mis días enfermo y TODAVIA CREER que Dios me ama y que está haciendo Su perfecta voluntad en mi o para que DIOS me sane instantáneamente?

La vida cristiana con o sin enfermedad DEMANDA FE. Y la fe es básica y esencialmente la acción de ACEPTAR LA VOLUNTAD de Dios, cualquiera que esta sea.

La razón por la que nos alegramos cuando todo resulta de la forma en que deseamos y nos entristecemos cuando las cosas no salen como queríamos, es que nos falta madurar en fe.

Eso es lo que hacen los niños. Tú les das lo que te piden y saltan de alegría, les niegas lo que te pidieron y hacen berrinches y lloran.

La fe infantil se alegra cuando Dios responde a la petición y llora, se queja y duda cuando Dios no responde a lo solicitado.

Pienso que es un error MEDIR la fe de alguien SOLAMENTE por recibir lo que ha pedido. La verdadera fe, a mi juicio, se ve cuando uno se contenta a pesar de que las cosas no salieron como pedimos.

Y si no salieron como queríamos, es señal que OTRO está haciendo SU voluntad perfecta que, por supuesto, es SIEMPRE mejor que la nuestra.

Recuérdalo querido lector: necesitamos FE, no sólo para obtener lo que pedimos, sino ESPECIALMENTE para ACEPTAR lo que DIOS nos quiere dar.
|
This entry was posted on 11:30 and is filed under . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.