Author: gabtorar
•11:34

Colosenses 2:8: “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y HUECAS sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo”.

Vivimos en una época en que el tema de la fe ha sido muy mal tratado. Hay una crisis a nivel de fe porque la fe esta ligada a la integridad, y nuestra época es una época reprobada en cuanto a la integridad.

Sé que no necesito entrar en detalles. Las sociedades en general y la nuestra en particular, han puesto en tela de juicio a estamentos que desde siempre gozaron del respeto de los ciudadanos.

Hay una gran crisis social en los países del medio oriente. Hay una profunda crisis económica en los países europeos y hay una lamentable crisis de fe en los países latinoamericanos.

El hombre natural, aquel que vive como si no hubiera un Dios, vive al compás del sonido de las masas. Lo que la masa dictamina como correcto eso es correcto para tal clase de persona.

Todas las personas, aun sin darnos cuenta, vivimos al amparo de algo, de alguien.

Los ateos lo hacen al amparo del ateísmo, los socialistas al amparo del socialismo y los cristianos al amparo del cristianismo, por citar algunos ejemplos.

El capitalista, por ejemplo, se mueve de acuerdo a lo que dictan las bolsas y el mercado de capitales.

Lo que determine o decida, lo que invierta o no, DEPENDERÁ de lo que los capitales indiquen. Esta es una constante para todos.

El pensamiento del ateo estará influenciado por los planteamientos de Nietzche y otros pensadores ateos. El socialista abrazará los escritos de Marx, y el cristiano basará su fe en la palabra de Dios y el pensamiento de Cristo.

Así, cuando ordenamos nuestras vidas de acuerdo a cualquiera idea, dogma o filosofía, estamos demostrando la capacidad que tenemos para creer.

Esto deja claro que las personas CREEMOS. No tenemos problemas para creer.

Constantemente estamos actuando y tomando decisiones. Estos actos y decisiones las tomamos EN BASE a lo que creemos, no a otra cosa.

Eso vuelve muy importante el asunto de ¿a qué o a quién estamos creyendo?, dado que ESE parece ser el verdadero problema.

Si las personas no tienen problemas para creer, desde cosas que a algunos no parecen más que razonables hasta otras que francamente nos parecen un disparate, entonces no es la capacidad de creer la que esta en cuestionamiento, sino en quién depositamos esta facultad.

Las personas deciden creer en ciertas cosas y negarse a creer otras.

Ciertamente hay personas que lo único que necesitan son alguna evidencia para creer, pero en términos generales, nosotros creemos.

¿Por qué no cuestionar lo que dicen los periódicos? Alguno dirá: pero yo no creo lo que dicen, entonces ¿por qué los compras?

Simplemente porque somos crédulos.

¿Por qué no cuestionar la pertinencia de ciertas celebraciones? ¡Porque somos crédulos!

Hay tantos ejemplos, pero lo importante de todo, es que Dios sabe que tenemos esta capacidad, ¡¡Él nos la dio!!

Será muy conveniente que revisemos si estamos entregándonos a las ideas correctas, a la filosofía apropiada o si estamos más bien malgastando el maravilloso potencial que Dios nos ha dado de creer.

|
This entry was posted on 11:34 and is filed under . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.