Author: gabtorar
•12:52

1 Samuel 25:39 “Luego que David oyó que Nabal había muerto, dijo: Bendito sea Jehová, que juzgó la causa de mi afrenta recibida de mano de Nabal, y ha preservado del mal a su siervo; y Jehová ha vuelto la maldad de Nabal sobre su propia cabeza. Después envió David a hablar con Abigail, para tomarla por su mujer”.

Redondeando este tema de los nombres, y cuan descriptivos son estos en la biblia del carácter de quienes los llevan, hay otro hombre con un nombre que alude a un carácter (en su caso) detestable, me refiero a Jacob.

Jacob significa “usurpador” ¡¡y hay que ver cómo le hizo honor a su nombre!!

Engañó a su padre usurpando el lugar de su hermano y recibió así la bendición de la primogenitura que le correspondía a su hermano mayor, Esaú.

Hasta ahí, todo iba aparentemente bien, pero como todo lo que uno siembra, eso mismo cosecha, Jacob fue engañado por su suegro, quien le dio a Jacob la hermana, en lugar de darle a la mujer por la que Jacob había trabajado para él.

Dios es ciertamente un Dios de amor, eso NADIE debería siquiera atreverse a discutirlo, pero es igualmente cierto que ser un Dios amor no lo convierte en un Dios débil. Él es (sobretodos) fuerte, poderoso, temible en batalla.

Es más, el amor de Dios puede llegar a parecer muy distinto de lo que podríamos denominar como el amor humano. El amor humano fracasa en el aspecto correccional. El amor humano a veces se confunde por algo que en realidad se parece más al desamor.

El amor humano es muy corto de vista, es olvidadizo, es injusto.

Por su parte, Dios es justo y la justicia de Dios revela en gran medida Su amor.

Uno siente un tremendo alivio interior cuando se le hace justicia en cualquiera situación.

Dios nos hace justicia precisamente porque nos ama.

La historia de Nabal es una historia de justicia, y por tanto, también de amor.

Su mujer Abigail reconoce ante David que Nabal es un insensato, un hombre duro y sin entendimiento.

Si Nabal es insolente y humillante con el futuro rey de Israel ¿cómo será con su mujer?

Pero vemos al final de esta historia que Nabal muere y Abigail es libertada de semejante clase de marido.

Cuantos años ella haya tenido que soportar vivir junto a un hombre insensato es algo que desconozco, pero esta historia me recuerda que Dios no olvida. Que Él tiene un tiempo perfecto para cada cosa que tiene lugar debajo del sol.

Abigail habla a David de la perversidad de Nabal ¿Quién mejor que ella sabe la clase de hombre que es aquel?

La palabra de Dios no lo registra, pero su vida no debió haber sido muy grata con un marido así.

Lo se porque no sólo ella testifica de esto. Aun un criado suyo dice en el verso 17: “él es un hombre tan perverso, que no hay quien pueda hablarle”.

Dios siempre da posibilidades. La posibilidad que tiene una persona como Nabal es reconocer su condición, volverse a Dios.

Un creyente del nuevo testamento tiene la misma posibilidad de nacer de nuevo y recibir así la naturaleza de Cristo en su vida y dejar que el carácter de Cristo empiece a manifestarse por la operación del Espíritu Santo.

David no vino a Nabal con mal, al contrario, su deseo para él era de paz, pero Nabal, por su carácter, por su forma de ser, cambió el bien en mal.

Una de las lecciones que yo tomo de aquí es que podemos (por nuestro carácter) echar a perder bendiciones que Dios había preparado para nosotros.

Hay un pensamiento que dice que de cualquier manera Dios lo hará, pero debemos tener cuidado. Él es soberano, pero Él ha establecido ciertas normas que no debemos pasar por alto.

Aunque no debería, uno sabe que puede ignorar un disco pare, por ejemplo, y seguir adelante, pero si el policía nos sorprende en el acto, tendremos que hacernos cargo de los costos del asunto.

¿Habrá algún acto nuestro que escape al escrutinio del Señor?

Nabal pagó un precio muy alto por su necedad pero esto no es algo nuevo.

La biblia lo dice también: “hay camino que al hombre le parece recto”.

A Nabal su camino le parecía bien. ¿Cómo lo se? Porque él no estaba cuestionando su forma de ser cuando Abigail va a contarle todo lo que ha acontecido como resultado de lo que él ha dicho sobre David.

Nabal se encuentra “completamente ebrio, está teniendo un banquete, su corazón está alegre (ver versículo 36)

Él siente que tiene motivos para festejar por lo que ha hecho, ¡¡y no tiene idea que está a las puertas del Juicio Divino!!

Abigail, por su parte, en un carácter totalmente contrario al de su necio marido, se ha humillado por cosas que ni siquiera son culpa suya, y a causa de ese carácter, a ella le espera el bien de Jehová. Es que Dios ha dicho que recompensará a cada uno según sea su obra.

Es que uno puede decir muchas cosas. Hay personas expertas en el uso de las palabras, pero Dios no se queda con las palabras.

¡¡Él sabe que los hechos hablan más fuerte que las palabras!!

David dice que “Jehová volvió la maldad de Nabal sobre su propia cabeza” y “vengo así la afrenta recibida de mano de Nabal”

¡¡Qué interesante punto!!

Hasta donde se, Nabal no tocó a David con sus manos, pero lo hirió con su boca, con su lengua, con su insolencia y con su ingratitud.

Nabal recibió suyo. Pero ¿Qué pasó con Abigail?

Ella también recibió su parte y pasó de ser la esposa del insensato, a ser la mujer del dulce cantor de Israel. De ser la viuda del rico insolente, a ser la primera dama del hombre conforme al corazón de Dios.

¡¡Que cambio no!! ¡¡Qué justicia le hizo Jehová a esa mujer de buen entendimiento!!

Así, mis queridos lectores, podemos tener la certeza que, como está escrito: Dios bendecirá a los que nos bendicen y nos bendecirá a nosotros también, si bendecimos a otros.

¡¡Eso hizo Abigail y es lo que NO QUISO hacer Nabal!!

Si Nabal pudiera darnos un consejo hoy, creo que sería: “no dejes que un mal nombre, marque tu buen destino en Dios”.

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